" de chiquilín te miraba de afuera"

" de chiquilín te miraba de afuera"
cafe de Garcia

viernes, 23 de abril de 2010

Maestro tanguero




El 22 de febrero de 1987 falleció Alberto Echagüe (Juan de Dios Osvaldo Rodríguez), nacido en 1909 en Rosario.Su profesiòn inicial fue de maestro de escuela, luego ingresa al tango.

Vocalista emblemático de la orquesta típica de Juan D’Arienzo, con quien integró uno de los binomios más exitosos de los años de apogeo popular del género.

La vertiente humorística de su repertorio -frecuentemente calificado de chabacano- le valió sucesos como El tarta, El Nene del Abasto, Che, existencialista o Che Pituca.

Después de cantar en distintos escenarios de su ciudad, en 1932 llegó a Buenos Aires y adoptó el seudónimo con el que alcanzaría notoriedad.
En este primer período registró algunas actuaciones con Pedro Maffia y Angel D’Agostino, auque sin mayor trascendencia.

En 1938 se incorporó a la orquesta de Juan D’Arienzo.

Su nombre quedó tan fuertemente asociado al del director, que volvió una y otra vez a esa orquesta. Modeló un estilo muy personal, en el que alternaba tangos dramáticos con los humorísticos, caricaturas de personajes como Chichipía o El tarta.

En 1940, junto a todos los músicos de la orquesta, dejó a D’Arienzo, pero regresó a la formación cuatro años más tarde y permaneció junto al director hasta 1957.

Entonces, junto a su compañero Armando Laborde, se presentó con su propia orquesta, Echagüe-Laborde.

En 1960 ingresó en la orquesta típica de Juan Sánchez Gorio, y a partir de 1961 continuó su carrera como solista.

En 1968 se reincorporó a la orquesta de D’Arienzo, con quien permaneció hasta la muerte del maestro en 1976.

En 1968 con esa orquesta, aunque sin director, viajó a Japón, y en 1973, actuó en paralelo con Los Solistas de D’Arienzo.

miércoles, 21 de abril de 2010

Orquestador del bandoneón mayor de Buenos Aires




Raúl Garello
Información personal
Nombre real Raúl Garello
Nacimiento 3 de enero de 1936
Origen Chacabuco, Bs.As., Argentina
Ocupación(es) Compositor, Bandoneonista, Arreglador, Director
Información artística
Género(s) Tango
Instrumento(s) Bandoneón
Artistas relacionados Carlos García
Raúl Garello (n. 3 de enero de 1936, Chacabuco, provincia de Buenos Aires) es un bandoneonista, director, compositor y arreglador argentino.

Realizó estudios de armonía, fuga y contrapunto con Juan Schultis y Pedro Rubione. A sus 18 años, se vinculó inmediatamente a la orquesta estable de Radio Belgrano, donde conoció a Leopoldo Federico, a quien reemplazó luego en el cuarteto de Roberto Firpo (h). Tiempo después se incorporaría a las de Carlos Dante, Alberto Morán y Horacio Salgán.

En la Orquesta de Aníbal Troilo tuvo la oportunidad de ingresar en 1963 como bandoneonista, cumpliendo también con la tarea de arreglador, lo que le valió el reconocimiento de ser uno de los orquestadores más importantes sobre todo entre los de su generación y que desarrolló también para las formaciones de Leopoldo Federico, Baffa-Berlinghieri y Enrique Mario Francini.

Ha realizado numerosas grabaciones al frente de su gran orquesta, acompañando a los cantantes de mayor prestigio como Edmundo Rivero, Roberto Goyeneche, Roberto Rufino, Floreal Ruiz, Susana Rinaldi, Eladia Blázquez, Rubén Juárez, entre muchos otros. Llegó a figurar en los discos del sello Victor, como "Orquesta Típica Porteña".

Realizó numerosas giras, entre las que se destacan las que protagonizó junto a la Orquesta Sinfónica de Toulouse, el bailarín Jorge Donn y el Ballet de Maurice Béjart por Suiza y Francia. En 1974 debutó con su primera agrupación, un sexteto, en "El viejo almacén" de San Telmo y cuyo propietario era el gran cantor Edmundo Rivero.

En 1977 realiza una espectacular serie de cuatro discos instrumentales, con su orquesta ampliada con el concurso de 27 músicos, en los que dio a conocer su obra como compositor: "Che Buenos Aires", anteriormente estrenado en 1969 por la orquesta de Aníbal Troilo, "Verdenuevo", "Margarita de agosto", "Muñeca de marzo", "Pequeña Martina", "Bien al mango", "Vaciar la copa", "Aves del mismo plumaje", "Che Pichín" y "Pasajeros del tiempo".

En esta etapa de inspiración compositiva, creó numerosas obras cantables, entre las que pueden destacarse "Dice una guitarra", con un excelente registro de Carlos Casado con la orquesta de Osvaldo Piro; "Llevo tu misterio", grabado por Roberto Rufino y "Buenos Aires conoce", grabado por Floreal Ruiz sendos acompañados por Garello, con los versos de su hermano Rubén Garello; "Hace 200 tangos" con letra de Federico Silva y "Tiempo de tranvías" con Héctor Negro.

La Orchestre national du Capitole de Toulouse, dirigida por Michel Plasson, lo convocó en 1992 para escribir y grabar quince orquestaciones propias sobre obras de Carlos Gardel. Entre su amplia labor discográfica, se destaca el disco de homenaje a Woody Allen realizado junto a Horacio Ferrer. A partir del año 1980, codirige junto al ya fallecido compositor Carlos García, la Orquesta del Tango de la ciudad de Buenos Aires. El 9 de julio de 1990 tuvo el orgullo de actuar, al frente de su orquesta, en el Teatro Colón. Ya en 1988 había vivido con su conjunto otra experiencia no menos incitante: la participación en una película: "Tango for two", dirigida por Héctor Olivera.

El pibe de Villa Urquiza


El apuesto muchacho de apellido Pappalardo llegó un día lunes de 1946 al domicilio de Florindo Sassone, enterado por un amigo de que necesitaba un vocalista. “Hice el tango Canción de cuna y no le gustó al maestro. Allí empecé a convencerme que no servía para cantor”, contaba quien sería después Jorge Casal. “Pero al día siguiente —continuó-- recibí la sorpresa de que me buscaba para que fuera el nuevo cantor de la orquesta. Había ocurrido que mientras me tomaba la prueba, la esposa de Sassone, que tenía oído musical y había estudiado canto, me había escuchado desde un ambiente contiguo y le dijo a su marido que no me dejara de lado”. En la gatera estaba posicionado para ese puesto nada menos que Alberto Podestá.
Gracias a su mujer, Sassone tuvo su mejor cantor, que dejó grabadas interpretaciones inolvidables como Volver, La última cita, A la luz del candil, Rencor, Mi noche triste, Madre hay una sola y la citada Canción de cuna, quizás la mejor lograda.
“Salvo las dos primeras grabaciones, todo el repertorio fue elegido por mí —comentaba Casal--, en eso no daba concesiones. Sassone se encargaba de la parte musical, en lo demás… mejor ni hablar. No fue buena persona. Nunca reconoció haberse equivocado conmigo al rechazarme y, mucho menos, que el éxito de la orquesta se debía a mi presencia. En el comentario del ambiente se sabía que era así”.
Fue tal el suceso del nuevo cantor, que de inmediato le llovieron propuestas económicamente favorables para él, de importantes orquestas (Laurenz, Caló, Di Sarli, Troilo), las que desechó “en reconocimiento a la oportunidad que Sassone me había dado. Esa decisión se la comuniqué personalmente a Pichuco en su departamento, y me respondió: ‘¡Lo felicito pibe, no cualquiera hace lo que usted hizo¡’.
Ya desvinculado de Sassone, ingresó a la orquesta de Troilo dejando 20 grabaciones, pero fue otro Casal. Acartonado, distinto fraseo, menos sensibilidad y matices, varió su registro abaritonado. Pero, como sobre gustos no hay nada escrito, posiblemente otras opiniones no coincidirán con tal apreciación.

miércoles, 14 de abril de 2010

De boxeador a cantor


Mauré, Héctor

Buenos Aires, 1920 Ituzaingó, Prov. Bs. As., 1976
Cantor de excelentes condiciones, poseedor de una perfecta voz de tenor y unos recursos netamente identificados con la escuela gardeliana, Mauré ha sido uno de los mejores ejemplos del artista que jamás decae y que cualquier época lo representa. Cosechó un gran triunfo siendo estribillista de D’Arienzo, y a partir de su lanzamiento como cantor solista en 1945 quedó reconocido como una de las estrellas más valiosas que diera el tango.

Nació en el barrio porteño de Palermo. En su adolescencia sintió vocación tanto por el deporte (practicando boxeo en el Boxing Club Colegiales) como por lo artístico, inclinándose por el canto. Ambas disciplinas convivieron entre 1933 y 1937, cuando abandonó el boxeo por causa de una fuerte lesión. Desde entonces eligió dedicarse exclusivamente al tango, aprovechando que desde 1936 ya venía haciendo algunas presentaciones tras su debut el café Río de la Plata, como “Tito Falivene”. Pero su formación musical vendría recién algún tiempo más adelante, estudiando en el conservatorio de Gabriel Clausi y en la academia PAADI, de los Hnos. Rubistein.

Comenzó a cantar alternando su carácter solista con el de estribillista; fue acompañado por las guitarras de Avena, Rechia y Ianigro, y durante 1937 tuvo actuaciones como vocalista de la orquesta de Anselmo Aieta y de la Característica Porteña. En 1938 ganó el primer premio en un concurso de LR3 Radio Belgrano, obteniendo un contrato por seis meses. Pasó luego por varias emisoras y con diferentes acompañamientos (por ejemplo, la orquesta de Alberto Pugliese); hasta que en 1940 dio una prueba ante Juan D’Arienzo y quedó seleccionado para ser el nuevo estribillista de su orquesta. A partir de allí comenzó a llamarse Héctor Mauré. La primera presentación junto a D’Arienzo fue en el cabaret Chantecler, y en diciembre comenzaron las grabaciones. El ciclo concluyó en 1944, cuando Mauré decidió continuar como cantor solista. El 1 de enero de 1945 se presentó como tal, con acompañamiento de una orquesta dirigida por el bandoneonista Alberto Cima, en un programa de LR3 Radio Belgrano, logrando un fuerte impacto inicial, seguido de un gran éxito que fue consolidándose en fechas sucesivas. Hasta 1955 tuvo trabajo constante en radio, locales y giras por el interior del país y Uruguay, pero tras el golpe de Estado que depuso a Juan D. Perón (Mauré era un activo militante del justicialismo, e incluso había grabado, como Hugo del Carril, la marcha Los muchachos peronistas, y otra canción partidaria) su nivel de actividades descendió, aunque consiguió mantenerse y enseguida fue recuperando presencia. A lo largo de su carrera solista, además de la orquesta de Cima tuvo otros marcos orquestales (Carlos Demaría, Juan Sánchez Gorio, Héctor Varela, Lito Escarso, Jorge Dragone, Leopoldo Federico, Pascual Elía); también lo hizo con las guitarras de José Canet y de Roberto Grela. En los años sesenta y setenta cantó en muchos lugares y por emisoras de radio y televisión de Argentina y de Uruguay; recordándoselo especialmente entre 1965 y 1976 en El Rincón de los Artistas.

La discografía de Héctor Mauré como estribillista de D’Arienzo va de diciembre de 1940 a julio de 1944, en el sello Victor; son los años en que hace Ya lo ves, Claudinette, Cicatrices, Judas, Si la llegaran a ver, Uno, Lilián, Amarras y otros éxitos. Entre agosto de 1950 y octubre de 1954 grabó como solista para el recién inaugurado sello Orfeo, la mayoría con acompañamiento de guitarras (también lo hizo con Sánchez Gorio), dejando lo que para algunos especialistas fue su mejor etapa (Remembranzas, Ahora no me conocés, Mi dolor, Desvelo, Un infierno, etcétera). De noviembre de 1954 a agosto de 1956 graba para Columbia con diversos acompañamientos; prosigue en Odeón a partir de enero de 1957, manteniéndose en este sello hasta abril de 1963. En diciembre de este año reaparece en Music Hall, donde grabará hasta diciembre de 1974.

Aunque menos apreciada a nivel masivo, la obra como autor de Mauré tuvo un interesante desarrollo y merecería redescubrirse: Águilas negras, Celos de novia, Cortada de carabelas, Luz de tus ojos, Mientes corazón, Para mi amada, Oro y diamantes, Sin defensa, Triste risa, Un recuerdo, etcétera.

Su hermana menor también se desempeñó como cantante, primero con el pseudónimo de Diana Rey, y luego como vocalista de la orquesta de Don Fabián con el nombre de Alba Morena.

El pseudónimo "Héctor Mauré" provenía de unir el nombre del bandoneonista Héctor Varela con el apellido de la esposa de D’Arienzo (Maure, añadiendo una tilde para acentuarlo como agudo).

martes, 13 de abril de 2010

El pibe de oro





El pibe de oro

El pibe probaba un tango,
y el maestro director
lo abrazó: "Ponete largos
–le dijo–, sos mi cantor"

Creció andando escenarios
su voz temperamental,
con la tibieza del barrio
y con su entrega total.

En su alma de bohemio
el compositor cantor
fue su figura y su genio
dramatizando el dolor.

Arder en su propio leño
fue su destino de flor.




Bajo el Signo del Abasto
Un matarife del Abasto, Lorenzo Rufino, fue su padre, y su madre Agustina Guerín. El padre de Rufino era devoto de Carlos Gardel, y solía sentarse con la guitarra, cantando los tangos gardelianos. Un ataque cardíaco puso fin a su vida a los 43 años.
Creció jugando en vivo a los policías y ladrones. Por esos patios no había noche que huyera perseguido por un policía detrás, que no quería o no podía apresarlo. El fútbol, las carreras barriales y el boxeo, fueron deportes que lo tuvieron activo cuando pibe. Especialmente las piñas que intercambiaban por alguna pavada y que concluían cuando ambos iban juntos a limpiarse la sangre de la nariz en el piletón del patio.
Con esa admiración rayana en lo sublime, veía pasar a un personaje que vivía a pocos pasos de su casa, y que al pasar tiraba un puñado de monedas sobre la pandilla, mientras su voz cristalina los invitaba con un "¡atajen!" de resonancia incomparable, como que era Carlos Gardel. Rufino siempre expresaba que se le murieron dos padres, ya que el deceso de su padre, luego de su cumpleaños número trece, y la muerte de Gardel, el lunes 24 de junio, fueron casi simultáneas.
Tal vez haya sido premonitorio. Nació en el Día de Reyes del año 1922. Pero, contrariando a adivinos y horoscoperos, negaba ser del signo de Capricornio y expresaba a quien quisiera escucharlo que era del signo de Abasto.

Siempre la música
Su hermano Carlos integraba los coros del teatro Colón, y las visitas de sus tíos era veladas en las que escuchaban grandes óperas y canciones de música clásica en las célebres voces que estaban en el pináculo de su esplendor. De la fonola brotaban con sus interpretaciones atrapantes.
En la escuela primaria –Escuela "San Luis", ubicada en San Luis y Sánchez de Bustamante– tuvo como maestro de canto a Bontan Biancardi, director de coros.
Con sus pantalones cortos se atrevió, estando en la secundaria –Colegio Nacional Nº 6 "Manuel Belgrano", en Ecuador 1158– a cantar "a capella" en un sótano de su Abasto. Podría considerarse como su debut en público, aunque sólo recordaba haber cantado algunos tangos.
El secundario se interrumpe en segundo año, y Roberto Rufino decide, a los catorce años, ser cantor.
Tiene apenas esa edad cuando comienza a cantar con Antonio Bonavena en el "Petit Salón", un café ubicado en sobre la calle Montevideo, cerca de Corrientes. Y ante el asombro general, demostraba su aplomo y calidad con "Alma de Bohemio" y "Milonguero viejo". También actuaba en el café "El Nacional", de Corrientes 974, con una orquesta de niños donde hacía sus primeras armas como bandoneonista.
Se suceden para Rufino las orquestas de Camilo Florentino Tarantini, alias "El Cieguito"; José Felipetti, y Francisco de Rosé, junto a Anselmo Aieta.
Era un maratón, ya que se desarrollaba en el "Parque Goal" desde media mañana, participando con cuanta orquesta pasaba por el palco y hasta la una de la madrugada siguiente.

El cielo en las manos…
Roberto lo recuerda así: "Una de las chicas del "Petit Salón", que se llamaba Margarita, le contó al pianista y director Carlos Di Sarli que un pibe maravilloso le cantaba el tango "Milonguero viejo". "Y el pianista con su representante Carlos Garay fue a buscarme al café "Nacional" y me propuso ir a su orquesta".
"Esa misma tarde el maestro lo llevó hasta el bajo, al cabaret donde actuaba, y le propuso probarlo con el piano. Le preguntó: "¿Qué querés cantar?", a lo que Rufino le respondió displicentemente: "y... Alma de Bohemio". Di Sarli le contestó: "Mirá que es muy difícil..." Rufino no le respondió, y se encogió de hombros, por lo que el maestro interpretó el gesto como de aprobación y poniendo sus manos sobre el teclado arrancó con las primeras notas. Cuando el jovencito hizo la primera parte y el "cantaaaaaaar" sostenido, de la primera frase, para el maestro fue algo muy fuerte, y bajando la tapa del piano, emocionado, lo abrazó muy fuerte. En ese momento nació una relación afectiva en la que el maestro pasó a ser el padre que Roberto no tenía y la ayuda espiritual y profesional que el jovencito necesitaba. Esa amistad de respeto mutuo duró hasta el 12 de enero de 1960, fecha en la que el maestro falleció.". (Oscar Mármol)
Se lograron las autorizaciones pertinentes, que firmó su madre Agustina, y Roberto pudo debutar en el cabaret "Moulín Rouge" y en la emisora LR1 Radio El Mundo.

"En la noche del debut con la orquesta de Carlos Di Sarli, cuenta Rufino que el maestro, dirigiéndose al público, les anunció a los presentes que exhibiría a su nuevo cantor en reemplazo de Agustín Volpe, que se iba de la orquesta. Les dijo que tendrían que juzgar si había hecho una buena elección, y que se daría cuenta por los aplausos (o no) que recibiera el debutante. El tema a interpretar sería Alma de Bohemio. A continuación apareció el chiquilín desde detrás del piano. Cuando el joven Rufino terminó su interpretación, la respuesta del público fue impresionante: aplaudían al joven cantor de pie, mientras pedían: "¡Otra, otra!". El maestro desde el piano esbozó una sonrisa de aprobación; comprobó que no se había equivocado. Había nacido para el tango una nueva estrella en el firmamento porteño.". (Oscar Mármol)
Le alargaron los cortos en "Los 49 Auténticos". Con el sueldo acordado podría haberse comprado un auto Ford cada mes.
El cantor iba consiguiendo aplomo, y llega el momento de su primera grabación con el maestro bahiense: el tango "Corazón", de Carlos Di Sarli y Héctor Marcó, que quedó registrado el 11 de diciembre de 1939 para el sello RCA Víctor, según disco y matriz Nº 38878. Sus grabaciones con Carlos Di Sarli, en sus tres ciclos, fueron cuarenta y seis.
En 1941 realiza, con la orquesta de Alfredo Fanuele, una gira por el país hermano de Chile, actuando en el local "Maracaibo" de la ciudad de Santiago.
A su regreso a la orquesta del Señor del Tango, en enero del año siguiente, los veinte años le indican que debe cumplir con el servicio militar obligatorio, en Palermo. Esto, sin abandonar al maestro Di Sarli.
Siempre inquieto, en septiembre se vincula a la orquesta de Emilio Orlando, actuando en el "Palermo Palace" de Godoy Cruz y Santa Fe, en donde comparte el rubro vocal con Alberto Demare, seudónimo del tano Alberto Marino.
Luego actúan en Radio El Mundo, en la audición "Ronda de Ases".
En 1943 realiza su segundo retorno a la orquesta de Carlos Di Sarli.

Su nido hogareño
Roberto Rufino encontró la compañera de su vida: Perla Benigna Lorenzo, admiradora suya y amiga, por ser hermana de un amigo suyo. Se casaron en 1949. De esa unión nacieron sus tres hijos: Roberto, Hugo y Daniel. Este último es ahijado de Juan D´Arienzo.

Vuela el jilguero
En 1944 se independiza, y le encarga al pianista Atilio Bruni que dirija la orquesta que lo acompañaría en LR3 Radio Belgrano. Al poco tiempo el maestro director es reemplazado por el bandoneonista Antonio Ríos, y más tarde por Alberto Camara. En Uruguay tomó luego la batuta de su orquesta Porfirio Díaz.
Por fin, en 1947, cubre la ausencia de otro amigo, Alberto Podestá, en la orquesta Francini-Pontier. Dos años después se aleja del binomio. Participa en dos cortos musicales, y realiza una breve actuación con Miguel Caló en 1950.
Dos años más vuelve a ser solista con la dirección de Armando Cupo, luego con Ernesto Franco y con Roberto Caló, y vuelve, esta vez en 1957, con Enrique Mario Francini.
Ese mismo año canta con Leopoldo Federico, junto a Elsa Rivas y a Hugo Marcelino, quien luego brillará como Hugo Marcel.

Rufino empresario
Una sociedad formada por Roberto Rufino, Alejandro Romay, H.Gerola, L.Pájaro y A. Steimberg, se hace cargo del consorcio "Huella", y Rufino es nombrado Director Artístico de Radio Libertad. En ese lapso no deja su función de cantor solista; graba discos y amplía su labor artística, además de sus funciones dentro de la empresa.
Radio el Mundo pergeña un espectáculo de música: "Lluvia de estrellas", con el "Enmascarado", que no es otro que Roberto Rufino, que bajo su identidad oculta sorprende con temas melódicos. Surge el nombre "Vivo" –es decir, Bobby al revés, por Roberto– y "Terré", de "Terremoto", como se lo llamaba familiarmente en el ambiente artístico por su temperamento inquieto y arrasador. Y lógicamente el éxito, más allá del reparo de algunos tangueros, fue total, como lo demostraron los discos vendidos con la dirección de Ángel Pocho Gatti, Leo Lipesker o Marito Cosentino
Es que Rufino fue inquieto como el agua de un río, emigrando como las golondrinas, agradecido pero con espíritu superador in crescendo cada día, y multifacético en sus actuaciones: romántico para valses acariciadores, dramático en los temas álgidos, descriptivo en situaciones o protagonistas de temas risueños, tierno con su mensaje a los niños, o burlón antes los achaques de la vida. Un artista total.

La cabra al monte tira
Roberto trata de innovar y resuelve renunciar al grupo empresario. Prefiere seguir siendo el cantor, aquél que el público aplaude a rabiar.
Ya con Osvaldo Amura como representante, en 1959 actúa en Radio El Mundo en horarios centrales durante los últimos meses de ese año, mientras los domingos anima los bailables populares. Su orquesta es arreglada y dirigida por Mario De Marco.
Logra singular éxito en la confitería "Marabú", hasta fines de 1960, mientras realiza programas centrales en Radio El Mundo y simultáneamente en Radio Mitre.
Un año después el director con el que se presenta en radio El Mundo es Roberto Pérez Prechi.
Vuelve con Pontier, y su compañero vocal es Héctor Darío, sobrino de Jorge Casal. Radio Belgrano, la televisión y el sello CBS Columbia comparten sus actuaciones.

Y llega a la orquesta de Pichuco
Entre 1962 y 1965 Roberto Rufino volvió a tocar el cielo con su alma. Y canto en la orquesta de Aníbal Troilo, dejando memorables versiones en el recuerdo y en el disco.
Se asocia con Miguel Caló para grabar en 1966.
Todas las salas, todas las radios, todos los programas televisivos se disputan la presencia de don Roberto Rufino.
Como a la mayoría, el paso de los años le quitó algo de fuerza, pero nada de su intacta calidad. El fraseo que adquirió con Troilo moduló un estilo que mantuvo su vigencia.
Ese estilo del tango dicho, de la voz modulada, como lo había hecho Floreal, crearon una escuela que fue tomada entre otros cantores por el Polaco Goyeneche, para disimular los efectos del paso del tiempo en la calidad vocal.

Rufino compositor
Sus composiciones, algunas en colaboración con Manuel Barros, Ángel Cabral, Miguel Caló, Alberto Capparelli, Alberto Caroprese, Roberto Cassinelli, Alberto Chidichimo, Cholo Hernández, Enrique Lary, Héctor Marcó, Alberto Martínez, Marvil (Martínez Vilas), Julio Navarrine, S.Pribula, Sara Reiner, Alejandro Romay, Carlos Russo, Roberto Salcedo, Horacio Sanguinetti (Basterra), Reynado Yiso y Guido Zecca, casi redondean los ochenta títulos.
Vamos a nombrar algunos: "Muchachos, arranquemos para el centro", "Eras como la flor", "¡Cómo nos cambia la vida!", "¡Calla!", "Destino de flor", "Dejame vivir mi vida", "La novia del suburbio", "Soñemos", "Tabaco rubio", "El clavelito", "No hablen mal de las mujeres", "Los largos del pibe", "En el lago azul", "Carpeta", "La calle del pecado", "Julián Tango", "Manos adoradas", "Por qué te sigo queriendo", "¡Qué quieren… yo soy así!", "Lita", "Boliche", y tantos más.

Reconocimientos
Además del más importante, el del público que lo seguía, alentaba y aplaudía, insuflandole la fuerza necesaria –que parecía abandonarlo– para no querer bajarse jamás del escenario, Roberto Rufino fue declarado en 1997 "Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires", y un año más tarde "Ciudadano Ilustre de la Cultura Nacional".
Se hizo justicia, en la culminación de su brillante trayectoria.

"…canta el tango como ninguno"
Dos años después el 24 de febrero de 1999, Roberto Rufino dejaba de existir en la sala de terapia intensiva de la Fundación Favaloro.
Sus restos fueron inhumados en el Cementerio de la Chacarita al día siguiente, despedidos por el pueblo tanguero que, en un adiós postrero, entonaba las notas del tango "Malena", con el que tantas veces y tantos aplausos concitara Roberto en su vida de cantor. Parafraseando los versos de Homero Manzi, podemos decir que "Rufino canta el tango como ninguno".


Cómo nació "El bazar de los juguetes"
Antonio Carrizo, con la solvencia que le es característica, desarrollaba un espacio de tangos donde los entrevistados sabían que el conductor era incisivo en sus preguntas y no se conformaba con medias respuestas a temas espinosos. Por esa enjundia, tenía una pléyade de oyentes seguidores, que sabían que el maestro del micrófono preguntaría en cada ocasión aquello que el tanguero quería saber.
El invitado ese día era Roberto Rufino, en pleno apogeo en su carrera artística. Lo acompañaba un amigo, Oscar Mármol. La charla recorría los momentos más trascendentes de la exitosa carrera del cantor.
De pronto Carrizo, con ese énfasis suyo tan peculiar, dejó en el aire "la pregunta", que decía, más o menos: "¿Cómo hace, Roberto, para cantar con tanta fuerza, teniendo un sólo pulmón?".
A Rufino lo desconcertó la pregunta. Pero Antonio Carrizo se hacía eco de un rumor que estaba en boca de casi todos: "¡Mirá cómo canta, y tiene un "fueye" sólo!", solían decir sus admiradores y también algunos de los periodistas especializados.
El Bobby lo miró a Oscar queriendo que él respondiera la pregunta, y su amigo, también sorprendido por la situación y por el endoso de la respuesta, más por solidaridad y amistad que por convencimiento le contestó a Antonio Carrizo que si tuviera un sólo pulmón sería imposible obtener el caudal de voz que Roberto Rufino le imprimía a sus tangos.
La audición continuó y en un clima tenso pero amable se tocaron otros temas de las giras: el temor que le había transferido su padrino Juan D´Arienzo por los viajes en avión, los temas compuestos con Alejandro Romay, la repercusión de su paso por la orquesta de Carlos Di Sarli y, lógicamente, los proyectos en materia de giras, contratos y grabaciones futuras.
Perceptivo, cuando salían de la radio Rufino parecía adivinar que su amigo rumiaba la aseveración hecha ante Carrizo, y que por alguna razón no podía dejar de lado. Entonces lo invitó a que lo acompañara, ya que irían a visitar al médico que lo había atendido en el momento en que ese rumor empezó a circular:
Roberto Rufino era cantor junto a Alberto Podestá de la orquesta de Carlos Di Sarli. Los cantores rivalizaban en calidad, y el Bobby ponía a disposición de su interpretación toda la calidad y la fuerza de que era capaz. Lo mismo hacía, pero con menor esfuerzo daba su capacidad toráxica, el turco Podestá. Y el público aplaudía a rabiar a semejantes interpretaciones que, con la excelsa orquesta de don Carlos, era el summum deseado por los tangueros.
En cierto momento Rufino tuvo un problema por ese esfuerzo y comenzó a sangrar por la boca.
El maestro Di Sarli, y Podestá, se encargaron de llevarlo para que fuera atendido por el doctor Pribluda, que era el especialista en otorrinolaringología que atendía a casi todos los cantantes. Luego de auscultarlo, el médico le prescribió descanso prolongado y le aconsejó que se trasladara a Córdoba para oxigenar todo el aparato respiratorio, pero descartando cualquier otra posibilidad de que la presencia de sangre no fuera por el esfuerzo de las cuerdas vocales.
En principio Rufino, un poco asustado, se trasladó a Córdoba, pero pronto se cansó y regresó a Buenos Aires. El médico se molestó por esta decisión, pero ante la promesa de Roberto Rufino de no hacer desarreglos y de seguir al pie de la letra las indicaciones del facultativo, éste le permitió la estancia en la Capital.
Luego de algunas semanas o meses, el cantor volvió a la orquesta con la calidad de siempre. En el ínterin pasaron cosas: Alberto Podestá fue su escolta y amigo mientras duró el período de rehabilitación, y en el consultorio del médico el turco, con el letrista Reinaldo Yiso, le presentaron el tango que estaban componiendo, en el piano que el médico tenía en esa sala. Rufino le dio la forma definitiva a ese famoso tango de los tres.
Oscar Mármol y Rufino llegaron desde la audición de Carrizo, con cierto escepticismo, hasta el consultorio del doctor Pribluda En el momento de atender la presencia de sangre en la boca de Rufino, el facultativo era una persona de avanzada edad. Los años transcurridos eran muchos, y no sabían si el viejo doctor aún estaba entre los vivos.
Afortunadamente la puerta se abrió, y al venerable anciano se le iluminaron los cansados ojos tras los gruesos cristales al reconocer a su paciente y famoso cantor.
Tras los saludos, Roberto lo impuso del motivo de la visita: "Doctor, por favor, quiere mostrarle a mi amigo la radiografía que me sacaron cuando volví de Córdoba?". El viejo doctor, que tal vez sabía del rumor sobre Rufino, sonrió cansadamente y abrió un gran fichero. Luego de un instante colocó en el visor una radiografía, rotulada "Roberto Rufino", donde se habían impresionado fielmente los dos pulmones intactos del cantor.
Y mientras la vista de Roberto Rufino recorría el consultorio, donde todo estaba igual como en aquellos días de miedo, su doctor le recordó y le señaló el piano. El mismo piano donde había nacido "El bazar de los juguetes"

El paletó de Rufino
Hace más de treinta años nuestro país era otro y la televisión era muy distinta. Daba cabida a sus cultores, a sus artistas, a su cultura.
Los programas de tango se sucedían con las predilecciones de sus seguidores en mayor o menor medida. Sin duda a la cabeza de las preferencias, en canal 9, al comando de Alejandro Romay, con la conducción de Silvio Soldán, se situaba Grandes Valores del Tango, con la participación de los mejores de la canción ciudadana. Y si hablamos de los mejores estamos nombrando también a Roberto Rufino.
Era el momento en que Antonio Jorge Garmaz, conocido como Ante Garmaz, conductor televisivo, actor, modelo y diseñador de moda argentino de origen croata, estaba a la cabeza de los programas de la moda, con el "Mundo de Ante Garmaz, y concurría asiduamente a la audición que conducía Soldán.
En uno de esos encuentros llevó un paletó diseñado por él, de tela gamuzada, confeccionado con una tela de color borravino, y le propuso a Rufino que se lo probara. La aceptación fue total: al gran cantor le calzaba perfecto, y le daba una "pinta" espectacular.
Se presenta en escena como un dandy, es elogiado por Soldán, y la velada transcurre con comentarios diversos, que volvían una y otra vez a Rufino, quien interpretó dos temas para el cierre, con el atuendo mencionado, entre el aplauso de todos los presentes.
El amigo Oscar Mármol, con el saco del esmoquin, observaba cierta inquietud en el modisto, entendiendo como Rufino y como la mayoría, que Garmaz había regalado el paletó al cantor a cambio de exhibirlo ante el público presente y televidente. Pero no era así. Don Ante quería recuperar la prenda. Intervino para decirle a su amigo Rufino, que no se había hablado de regalo. El cantor, enfundado en la prenda, no quería saber nada, y propuso un canje: "Llevate el saco que tiene mi amigo; ¡éste es mío y no lo devuelvo!".
Cuando la situación se tornaba insostenible por la intransigencia de ambos, terció Alejandro Romay quien, luego de un aparte con Ante Garmaz, se hizo cargo del costo de la prenda.
Rufino estaba tan a gusto con el nuevo atuendo que prácticamente lo vestía en todas las presentaciones, aun en días en que la temperatura aconsejaba algo más liviano.
Concluye su relato Oscar Mármol: "El final de la prenda fue un hecho que produjo Roberto cuando, saliendo una noche de un boliche, encontró tirado a un indigente en la calle Corrientes. Se sacó el paletó y lo tapo a ese pobre tipo que estaba dormido. Se quedó en camisa, y yo le recriminé el hecho de perder esa prenda que él había defendido tanto.
Me miró fijamente, no dijo ninguna palabra, y al rato, cuando íbamos en un taxi, me habló: "sabés la ropa que tengo yo... y ese no tiene nada...". Roberto Rufino era puro corazón, y su bondad la había aprendido de su maestro, el Gordo Pichuco, que era mano abierta con todos y tenía un corazón de oro. Seres queribles, como hoy es raro encontrar. Eran otros tiempos: la amistad, la palabra, era cosa de grandes; dos rasgos que hoy están ausentes."
Fuente: Tino Diez

lunes, 12 de abril de 2010

El pianista de "los piringundines"


Nació 21 de abril 1868 con el nombre de Rosendo Cayetano Mendizábal, pero más tarde se lo conoció popularmente como “Rosendo”.

Fue el hombre más requerido y buscado para tocar el piano en lo de “María la Vasca”, aquella famosa casa de bailes de la calle Carlos Calvo, consagrándose años mas tarde como músico oficial de la misma.

A su talento de pianista popular y la belleza de sus tangos se deben el éxito de la ya mitológica casa de bailes.

Fue pianista en los bailes de las más distinguidas familias, pero la vida lo llevó a buscar su subsistencia en “peringundines” de no tan buena reputación.

Músico en algunas “casitas”, alternó con la “haute” la aceptación de su tango por la más elevada clase social, debido a su labor precursora.

En la casa de la calle Paraguay fue donde más tiempo actuó, pero también pasó en sus primeros tiempos en “La vieja Eustaquia” y en “La parda Adelina”. Toda la elite porteña acudía en masa a los bailes.

Si se lo mide por sus obras ahí están los tangos de Rosendo. Y si lo apreciamos por su discípulos, basta saber que formó a dos grandes que hicieron historia: Enrique Saborido, autor de la música de “La Morocha” y Manuel Campoamor, cuya fama comienza con el tango “Sargento Cabral”.

Desde 1881 a 1898 –en que se lanza a la fama “El Entrerriano”- Rosendo escribe composiciones inolvidables: “Don José Maria”, “Reina de Saba” y “Z Club”, este famoso tango fue dedicado a la asociación formada por cuarenta muchachos, que daban un baile mensual para sus asociados únicamente, bailes dirigidos por la orquestas de Rosendo.



Sabrán que soy el Entrerriano,

que soy milonguero y provinciano,

que soy también un poquito compadrito,

y aguanto el tren de los guapos con taquitos.

Fue el Entrerriano un criollazo

de nobleza e hidalguía,

que captó la simpatía

de todo el que lo trató

Mi apodo es El Entrerriano,

y soy de aquellos tiempos

heroicos del ayer,

el de los patios

del farol y el parral

En el Barrio de San Telmo

yo soy picaflor

y afortunado en amor,

un punto bravo pa'l chamuyo

y el floreao, y buen amigo

en cualquier ocasión



Otras de sus composiciones fueron: “México”, “Don Enrique”, “A la larga”, “Matilde”, “El torpedero”, “Contraflor al resto”, “Tres arroyos”, “Don Santiago”, “Tigre hotel”, “Don José María", "Don Enrique", "Don Horacio", "Don Santiago", "Viento en popa", "El torpedero", "Don Padilla", "Polilla", "Final de una garufa", "Le petit parisien", “Alberto", "Contra flor y el resto", "Pronto regreso", "A la larga", "Los dos leones", "Por aquí que no hay espina", "Rosendo" y "Arrabalera" (milonga).

Rosendo tuvo una vida breve, no vivió lo suficiente como para ver el reconocimiento de su figura.

Sus últimos días fueron tristes, estuvo dos años en su lecho enfermo. Casi ciego, con una parálisis y lejos de sus días de esplendor, pasó sus tiempos finales casi en la miseria.

Falleció con 45 años, el 30 de junio de 1913 en la ciudad a la que dio tangos verdaderamente inmortales...

El pianista de los

Un siciliano en Buenos Aires : Ignacio Corsini


Nació el 13 de febrero de 1891 en Troina, en la provincia de Catania ( Sicilia ) sur de Italia. Llegó a Buenos Aires en el año 1896, su niñez transcurrió en el barrio de Almagro en la Capital Federal, donde su mamá instaló una fonda. cuando cumplió doce años fue enviado a una estancia en Carlos Tejedor.
Allí conoció el duro trabajo del peón de campo. En la cocina de la estancia aprendió los acordes elementales de la guitarra, en compañía del Negro Domingo, compañero de faenas.
Al pasar 2 años regreso a la Capital junto a su madre quien seguía viviendo en Almagro.
En 1907 conoció a José Pacheco quien lo integró al teatro.
Su debut fue con los " Nobles Serranos¨; y se realizó en una humilde sala llamada ¨ El progreso".
En 1909 lo escuchó José Pepe Podestá, quien de inmediato lo incorporó a su compañía como actor-cantante, Junto a los ¨Podestá¨.
Se caso en 1910 con Victoria Pacheco, con quién tuvo solo un hijo.
En 1912 grabó sus primeros discos, pero siempre canciones criollas y campesinas, canto vidalitas, valsecitos, milongas y más tarde llego también el tango.
En 1914 y 1915 hizo sus primeras grabaciones para el sello Víctor, a partir de 1920 comenzó a grabar para el sello Nacional-Odeón, con quién estuvo ligado hasta el final de su carrera.
Tras 2 años de actuaciones con los podestá, recorrió el país con diversos grupos de circo, y en 1913 reanudó su labor teatral en la Capital porteña.
Hasta 1927 intervino en innumerables dramas, comedias y sainetes junto a los nombres y las compañías más importantes, de la época con las que realizó giras por Argentina y Uruguay. Participo en Obras como ¨Juan Moreira¨. ¨Los 33 orientales¨ y, Principalmente ¨La Piedra del Escándalo¨, de Martín Coronado, todo ello hizo crecer su prestigio.
Su encuentro con el tango sucedió en la obra ¨El bailarín de cabaret¨, 1922, se inició así su carrera como interprete exitoso con ¨Patotero sentimental¨. Con el auge de la radio Corsini, se dedico por completo a ser cantor.
En 1934, por ultima vez participó en una comedia musical ¨La canción de los barrios¨, en el teatro Sarmiento. En cuanto a la pantalla participó en 5 películas: ¨Federación o muerte¨ (1917), "Santos Vega" (1918) y "Milonguita" (1922) en el periodo de cine mudo, "Idolos de la radio" (1934), y "Fortín alto" (1941), ya en la etapa de cine sonoro.
Ignacio Corsini dejó una extensa discografía y dejó también una gran obra como autor y compositor, especialmente de canciones criollas, Compuso para Edmundo Rivero "Aquel cantor de mi pueblo" que lo llevó a grabar un disco.
En la década del ´40 se unió a Pedro Blomberg y Enrique Maciel en la guitarra. Algunos de los éxitos por los cuales se destacó, fueron "La canción de Amalia", "La pulpera de Santa Lucía", "Los jazmines de San Ignacio", "China de la Mazorca", "La guitarrera de San Nicolás", ¨Griseta¨, ¨ La que murió en París¨, ¨ La viajera perdida¨ y ¨Destellos¨. Sus ultimas grabaciones fueron en 1946.

En 1948 muere su esposa y por esto lo sumerge en la melancolía y canta por última vez, en Radio Belgrano el 28 de marzo de 1949, que era la emisora de sus grandes éxito, allí interpreto, entre varios temas su versión de ¨La pulpera de Santa Lucía.
El 26 de julio de 1967 fallece Ignacio Corsini.
Él fue uno de los grandes interpretes de la lírica criolla y de la músíca ciudadana, tenia la esencia de los viejos payadores, su voz era de timbre atenorado, delicada y sencilla, y todo ello se unía a su porte gallardo y señorial por lo cual se le decía: ¨El príncipe de la canción y ¨El caballero cantor¨.

viernes, 26 de marzo de 2010

LA VOZ DE ORO DEL TANGO


MARINO ALBERTO


Sin duda una de las voces mas importantes de nuestro tango , nació en la ciudad de Verona Italia el 16 de Abril de 1920.

Sus padres eran cantantes líricos, y tuvieron seis hijos; Carmela, Dina , Flora, Vicente Alberto, Nina, y Gino.

Su abuelo vino a Argentina como inmigrante antes del 1900, y se radicó en la provincia de Salta, dedicándose a la explotación de Minas de Carbón.
Con el tiempo mandó buscar a sus familiares, y en 1926, sus padres obedeciendo el pedido de su abuelo, arribaron a Buenos Aires.

En 1928, Don Ángel y su familia al no aclimatarse en Salta, deciden instalarse en Buenos Aires.

Pasa su infancia en el Barrio porteño de las Cañitas, y en 1938, se decide a estudiar canto, con el maestro Bonessi, quien para ese entonces era profesor de los mas grandes cantantes de tangos.

Al tiempo debuta en Radio Mitre, bajo el seudónimo de Alberto De Mari. Había un joven de su edad que tenía pretensiones de tener su orquesta propia, que tocaba el bandoneón, llamado Emilio Balcarce, y lo tentó para que cantara con el.

Si bien ese fue su comienzo, la patriada duró poco, dado que la orquesta se disolvió. Fortunato Matino un bandoneonísta que había dejado la orquesta de Lomuto, formó su orquesta y lo invitó al joven Marino para que se incorpore, al tiempo pasó a cantar con otro bandoneonísta, Luis Moresco.
El bandoneonista, Emilio Orlando, dejó la orquesta de José De Caro en 1939 para formar la suya propia e incorpora como cantantes a dos jóvenes talentosos cantantes, dotados de un color de voz, y un registro poco común.
Uno era Roberto Rufino y el otro Alberto Marino, el primero con 17 años; Marino con flamantes 19 años. Debutan en el Alvear Palace Hotel.

Eran tiempos del gran despegue que se produciría a partir de 1940. Biagi, que se había ido de la orquesta de Juan Darienzo en 1938 y había formado su orquesta ,que además tenía un éxito rotundo para el año 1941, le echó el ojo al joven Marino, y no dudó en tentarlo y Alberto le pidió unos días para contestarle, pero íntimamente quería aceptar. Rodríguez Lesende, Andrés Falgas, Jorge Ortiz, habían pasado por esa orquesta, que no era poco, pero quiso el destino que su destino fuera otro.
Anibal Troilo era para la década que comenzaba, director de una de las orquestas líderes entre los porteños.
Pichuco con su olfato tan particular sabía que un solo cantor no bastaba para dar respuesta a tanta demanda de parte del público, que ansiosamente estaban ávidos de escuchar las letras nuevas que los poetas escribían y que reflejaban esas historias de vida contadas en tres minutos.
Sabía de las mentas del pibe Marino, y no dudó en ofrecerle incorporarse como segundo cantor a su agrupación secundando a uno de los iconos mas grande de la canción; Francisco Fiorentino.

Si bien Marino reconocía en Biagi a un director exitoso, aceptó la propuesta de Troilo, en principio por razones económicas, la oferta de Pichuco era muy superior a la de Biagi , y en segundo lugar porque Troilo juntamente con Di Sarli, y Pugliese eran los reyes de la noche de Buenos Aires, donde los cabaret eran los lugares donde noche a noche se convertían en la Catedral del Tango.

Debemos reconocer que Fiorentino-Marino , fue un ensamble perfecto, resultado del olfato de Pichuco que buscó con la voz de Marino armonizar dos matices de voces diferentes pero que se complementaban de tal manera que se reconoce a través del tiempo como uno de los dúos mas famosos de nuestro Tango.

Cuando Pichuco anunciaba para ese entonces (año 1942) que además de su cantor-estrella Fiorentino, incorporaría a un segundo cantor los tangueros no entendían nada. No podían aceptar que hubiera otro cantor al lado del que ellos consideraban uno de los tres mejores cantores de esos momentos.
Fiorentino-Rufino-Morán. La expectativa que se había desatado entre los porteños, era enorme, diarios, revistas, y radios anuncian el inminente debut.

El 5 de Abril de 1942, en el cabaret TIBIDABO se produciría la presentación del nuevo cantor. Arranca el Gordo con PABLO, un tema instrumental, sigue Fiorentino con un éxito suyo, y llegó la hora mas esperada.
La Orquesta comienza con los acordes de COPAS Y BESOS , y Alberto Marino con una serenidad absoluta interpreta el primer estribillo. Su hermosa voz, su privilegiada garganta, producen entre los presentes una seducción inmediata, la ovación que se escucho al concluir el tema fue estruendosa, había pasado el examen con las mejores notas.

Recibió la aprobación de Pichuco, Fiore, y sus compañeros músicos; Pepe Basso, Miguel Rodríguez, Eduardo Marino, Alberto García, Marcos Troilo, David Diaz, Reynaldo Nichelle, Juan Alzina , Pedro Sapochnik, Alfredo Citro y Kicho Diaz.
La noche de Buenos Aires tenía un pibe con Voz de Oro. pero faltarían 3 años mas para que Alfredo Gobbi lo bautizara en 1945 LA VOZ DE ORO DEL TANGO.
Fiorentino-Marino, pasaron a ser uno de los dúos mas destacados de la década del 40. El timbre de la voz de Marino, fue causa de un magnetismo especial para acrecentar la popularidad de la Orquesta de Anibal Troilo.
Evidentemente el Gordo, había acertado una vez mas cuando elegía. Llovían las propuestas para actuar en todos los club de Barrios, en Radios, y en todo reducto donde el Tango era bienvenido.

Corría el año 1944 y Marino se convirtió en el único cantor de la Orquesta. El Gordo, estaba en la búsqueda de una voz que ensamblara con la de Marino, para remplazar a Fiore, pero no había logrado dar hasta ese momento con el propietario de ese registro. Sucedió que Marino en conocimiento que Troilo incorporaría a otro cantor, le comentó "Anibal, mi compadre Floreal Ruiz canta con De Angelis y me habló hace un tiempo que quiere dejar la orquesta de Alfredo; no lo quisiera probar ? Pichuco, que ya lo conocía, pero por respeto jamás tentó a músicos o cantores de otros colegas; le contestó “...si es como usted dice...que se quiere ir, dígale que con gusto lo probaré”.
Y así fue como Marino interesó a Floreal quien inmediatamente aceptó pasar a ser el segundo cantor de Troilo.

En Febrero de 1946 , Alberto Marino decide continuar su carrera como solista y en consecuencia se lo comenta a Troilo , quien comprendiendo que Marino tenía luz propia y que no iba a fracasar, se alegró mucho; lo abrazó tiernamente y le deseó el mejor de los éxitos.

El tano Marino, siempre fue reconocido en el ambiente como un hombre de bien. No olvidaba que hace muchos años cuando comenzó Emilio Balcarce lo había invitado a ser el, el cantor de su Orquesta.

Por lo tanto, y en conocimiento que pronto dejaría de acompañar a Alberto Castillo, le ofreció hacerse cargo del acompañamiento musical en esta su nueva etapa de solista. Balcarce aceptó gustoso, y comienza una etapa brillante actuando en radios, y en el café Marzotto.

Comentan los que estuvieron en el debut de Marino, que era tanta la gente que acudió a la presentación de Alberto en el Marzotto, tuvieron que cortar la calle Corrientes entre Libertad y Cerrito.

Llovían las ofertas para actuar en todo lugar de Tangos, las compañías discográficas se lo disputaban, y Odeón que le hizo la mejor propuesta se quedó con la nueva estrella. Graba para este sello en 1947, La Muchacha del Circo y Organito de la Tarde, temas que inmediatamente se agotaron dado el espectacular éxito de los mismos entre el publico que lo seguía.
Cuando Emilio Balcarce le comenta a Marino que dejaba la dirección de la Orquesta para dedicarse a ser orquestador, Marino elige al maestro Héctor María Artola quien pasó a ser su nuevo director.

Los éxitos de Marino en donde actuara eran moneda corriente. Ebro Bar, Ruca, Tango Bar. Las Richmond , La Armonía, eran algunos de los lugares donde Marino trabajaba a sala llena. Recorrió todo el país, llevando a mas público su hermosa voz. Comienza a viajar al extranjero, y la colonia latina de Nueva York conoce a Marino acompañado en ese momento por Osvaldo Tarantino.

A fines del año 1969 viajó a Japón , acompañando a una embajada de Tangeros donde entre otros estaban Hector Varela. Alberto Marino, fue siempre un brillante profesional, responsable, estudioso, buen esposo y padre, asumiendo con mucha dignidad la pérdida prematura de su querida esposa Irma Argentina Galván, quedando el, al cuidado de sus dos hermosos hijos, Carlos Alberto y Claudia Analía, quien con el paso de los años , Claudia, siguió los pasos de su padre como interprete de tangos.

El 20 de Junio de 1989 a los 69 años fallece uno de los mejores interpretes que dio nuestra canción popular

jueves, 25 de marzo de 2010

"Pirincho"



Francisco Canaro

Información personal
Nombre real Francisco Canarozzo
Nacimiento 26 de noviembre de 1888
Origen San José de Mayo, San José, Uruguay
Muerte 14 de diciembre de 1964, 76 años
Buenos Aires, Argentina
Ocupación(es) Compositor, Violinista, Director de orquesta
Información artística
Género(s) Tango
Instrumento(s) Violín
Francisco Canaro es el nombre artístico de Francisco Canarozzo (San José de Mayo, 26 de noviembre de 1888 — Buenos Aires, 14 de diciembre de 1964), fue un compositor de tangos, violinista ydirector de orquesta uruguayo.

Biografía
Francisco Canaro y su orquesta.En 1940 se nacionalizó argentino. Se destaca el hecho que construyó su primer violín empleando envases de aceite de la fábrica donde trabajaba. Dicho violín de lata le serviría para iniciar su carrera y ganar dinero suficiente para comprar uno de madera. Su hazaña pudo haber inspirado al grupo musical argentino Les Luthiers, quienes emplean violines de lata con frecuencia.

Fue el creador del tango-milonga y también uno de los que más contribuyó a la extensión y popularidad del tango en Europa.

Temas más conocidos [editar]Sentimiento gaucho
Madreselva
Adiós, pampa mía, coautor junto con Ivo Pelay y Mariano Mores (1945).
Pinta brava
Sufra
La última copa
Soñar y nada más
Mano Brava
El alacrán
Dos corazones
El internado
Destellos
Discografía [editar] Francisco Canaro y su Orquesta Típica [editar] 78 RPM [editar]El 11 (A divertirse) / Hopa, hopa (1925)
Chonguita / Petrushka (1927)
Caminito / La vuelta de Rocha (1927)
Ilusión marina / Quejas del alma (1930)
Como anillo al dedo / Abran cancha (1931)
La marcha nupcial / Hay que aguantar (1931)
Victoria / Mirasol (1932)
La cumparsita / Esta noche me emborracho (1933)
Las doce menos cinco / Canillita (1933)
Sinfonía de arrabal / A quién le puede importar (1933)
Taconeando / Yo no sé que han hecho tus ojos (1933)
Sangre azul / Marcelo (1934)
Canaro en París / Río de oro (1934)
Orquídeas a la luz de la luna / Negrita de mi alma (1935)
Horchatera valenciana / Negrito (1935)
La cachetada / Pa’ que bailen las viejas (1937)
Viejas alegrías / Allá el el rancho grande (1937)
Cómo te quiero / Envidia (1938)
Pampa / Indiferencia (1938)
Pura parada / Adiós muchachos (1938)
Milonga del corazón / Historia sentimental (1938)
El porteño / La polca del espiante (1938)
Caminito / La vuelta de Rocha (1938)
Alma del bandoneón / Re-fa-si (1939)
No salgas de tu barrio / Calle Corrientes (1940)
Carrera de sortija / Tres esperanzas (1940)
Cuentan las viejas / Jardín del amor (1940)
Hay que aguantar / Lamento campero (1940)
Ave sin rumbo / Viejo ciego (1940)
Penitencia / Plegaria (1940)
Madreselva / Mentirosa (1940)
Confesión / Un jardín de ilusión (1940)
Quién más, quién menos / Sueño chino (1940)
Tus besos fueron míos (1940)
Adiós muchachos (1941)
Ya vendrán tiempos mejores / Fin de fiesta (1941)
Picardía / Nene (1941)
Mineral / Sin rumbo (1941)
La cumparsita / El entrerriano (1941)
Tormento / Lirio blanco (1941)
El clavel del aire / No es por hablar mal (1942)
Gricel / San Benito de Palermo (1942)
Que me quiten lo bailao / Claro de luna (1942)
Destellos / Tres palabras (1942)
Mira / Cieguita de Boedo (1942)
Tormenta / Mala suerte (1942)
Tangón / Copla porteña (1942)
Nube gris / Destino de trapo (1945)
Adiós pampa mía / Canción desesperada (1945)
Sin palabras / Déjame, no quiero verte más (1947)
Los ojos más lindos / Corazón encadenado (1950)
Quebranto / Sangre de suburbio (1951)
Pregonera / Cotorrita de la suerte (1951)
Pequeña / El triunfo (1951)
Cuatro lágrimas / Margó (1951)
Don Juan / La morocha (1951)
Milonga sentimental / Con casa y sin mujer (1951)
¡Tú!... el cielo y tú! / Café de los Angelitos (1951)
En esta tarde gris / Mintieron tus labios (1952)
La cumparsita / El entrerriano (1952)


LP [editar]Para ti, madre (1962)
Recordando los éxitos de Francisco Canaro (1964)
Homenaje a Francisco Canaro - Vol. 1 (1964)
Recordando a Canaro (1966)
Francisco Canaro (1966)
Canaro, década del cincuenta (1966)
Los indispensables de Canaro (1966)
Voz de tango (1967, con la cantante Tita Merello)
Halcón Negro (1968)
En el viejo café (1971)
La muchachada del centro (1971)
Sentimiento gaucho (1972)
Recordando éxitos (1974)
Canaro década del treinta (1980)
Canaro década del cuarenta (1980)
El álbum de oro de Francisco Canaro (1982)
Francisco Canaro y Argentino Ledesma (1982, con el cantor Argentino Ledesma)
Francisco Canaro (1983)
CD [editar]La melodía de nuestro adiós (1932-1938) (1991)
Grandes tangos (serie sinfónica) (1993)
Tiempos viejos (1995)
Nobleza de arrabal (con el Quinteto Pirincho) (1997)
Instrumentales Para Bailar (1999)
Quinteto Pirincho [editar] LPs [editar]Quinteto Pirincho - Vol. 9 (1963)
Recordando el ayer - Vol. 8 (1966)
El Quinteto Pirincho (1967)
Rodríguez Peña (1967)
Quinteto Pirincho (1968)
Tangos, valses y milongas (1968)
Canaro (1974)
Pirincho (1975)

martes, 23 de marzo de 2010

La corriente Criollista


Ciriaco Ortiz

Bandoneonista, director y compositor
(5 de agosto de 1905 - 9 de julio de 1970)
Nombre completo: Ángel Ciriaco Ortiz Barrionuevo
Apodo: Ciriaquito



Alguna vez se dijo en alusión a su virtuosismo: «Produjo el casi prodigio de que alguien no porteño, fuese capaz de arrancar del fueye, fiorituras y cabriolas que pocos tangueros bien de Buenos Aires nunca alcanzaron». Y agrega: «Sería absolutamente imposible pautar en un pentagrama lo que él hace con su instrumento. Lo que aporta es la forma de frasear, de dividir la melodía, de matizar, de armonizar. Es un estilo con reminiscencia del punteo guitarrístico del milonguero criollo, que no ha tenido continuadores, aunque puede haber influido mucho en Aníbal Troilo».

Se crió en un ambiente musical pueblerino y heterogéneo, el boliche "Don Ciriaco", propiedad de su padre, ejecutante del bandoneón y compositor del vals "Viaje a Argüello". Su infancia se impregnó de música nacional, en todas sus formas y ritmos. También de chico comenzó a aprender el bandoneón y con él, el tango.

Dicen que por 1920 pasó Roberto Firpo con su orquesta de gira por la provincia de Córdoba y Ciriaquito con apenas quince años, habría reemplazado a Pedro Maffia que estaba ausente por una indisposición.

Pero el despegue ocurrió cuando otro visitante, el pianista Nicolás Vacaro lo escuchó. Era 1923 y el músico lo convenció para que viajara con él a Buenos Aires, lo alojó en su casa y se lo presentó a Juan Carlos Bazán, director de la orquesta donde estaba tocando. Al poco tiempo debuta en Mar del Plata, en el Club Pueyrredón.




Ciriaco con Edmundo Zaldivar y Vicente Spina

El año 25 le es pródigo. Lo contratan para actuar en el cine Gaumont, para lo cual forma un conjunto que inicialmente es conformado por el bandoneón de Nicolás Di Massi, los violines de Marcos Larrosa y Juan Ríos y el piano de Eliseo Ruiz. Además ingresa al sello Victor formando parte de la orquesta de la empresa discográfica que estaba armando Adolfo Carabelli y en la que permaneció cerca de veinte años. Participa de la formación inicial de la misma y de su primera grabación el 9 de noviembre de 1925, con los tangos "Olvido" de Ángel D'Agostino y "Sarandí" de Juan Baüer. A su lado estaban los fueyes de Luis Petrucelli y Nicolás Primiani, los violines de Manlio Francia, Agesilao Ferrazzano y Eugenio Romano, con Vicente Gorrese al piano y humberto Costanzo en el contrabajo.

Debuta en Radio Cultura en 1927 y luego pasa a Radio El Mundo, donde permanece veinte años. En ese lapso actúa en las orquestas de Vardaro-Pugliese, Francisco Canaro, Julio De Caro y acompañó al cantor Antonio Rodríguez Lesende, en trío con Juan Carlos Cobián y Cayetano Puglisi.

Sería muy arduo mencionar a todos los artistas que acompañó y sus innumerables presentaciones, pero quiero destacar su participación en los carnavales del Teatro Politeama con la orquesta gigante que dirigió Juan Carlos Cobián y un párrafo sobre el concurso de la Revista Sintonía para elegir los músicos más populares, donde sale elegido junto a Pedro Maffia, Elvino Vardaro y los hermanos Julio y Francisco De Caro. Maffia desertó y fue reemplazado por quien seguía en número de votos: Carlos Marcucci. Este verdadero seleccionado hizo actuaciones en Radio El Mundo y cuatro registros fonográficos: "Un lamento", "Tierra querida", "El tirabuzón" y "Chiclana".

En 1950 forma parte del la orquesta de Mariano Mores en el Teatro Alvear. Una ocurrencia de Homero Manzi que se encargaba de las presentaciones fueron "Los cinco ases Pebeco", junto a Marcucci, Maffia, Laurenz y Piana, quienes debutan en Radio Stentor.

En un ciclo radial hizo dúo con el piano de Lucio Demare y se presentó acompañado de numerosos guitarristas de renombre. Pero deben citarse a tres. Dos de ellos componentes casi perpetuos de su famoso Trío Ciriaco Ortiz: Ramón Andrés Menéndez y Vicente Spina, éste último autor de "Tu olvido", "Me quedé mirándola", "Loco turbión" y otros grandes temas. El tercero, que lo acompañó en sus últimos años en el escenario de "El viejo almacén" fue Edmundo Porteño Zaldivar. Este buen guitarrista integró la orquesta de Ricardo Tanturi en 1938 y en la década del cincuenta, el espléndido Cuarteto Troilo-Grela. Además fue compositor de numerosas obras, entre las que se destaca su éxito folclórico, "El humahuaqueño".

Con su trío comenzó a grabar el 20 de marzo de 1929, registrando un gato y una chacarera de su autoría. Su último disco fue el 15 de septiembre de 1955, con el que completó 260 registros para RCA-Victor. Más adelante, hace doce temas más para el sello TK.

Como datos curiosos, en los años 52 y 53, todavía en la Victor, formó un sexteto para registrar cuatro tangos: "Recuerdos de la pampa", "El verde", "Canaro" y "Una noche de garufa". Con la orquesta Ciriaquito también había grabado cuatro temas entre 1931 y 1932: un foxtrot, dos tangos y una chacarera.

Contando las grabaciones que realizó con la Orquesta Los Provincianos entre el 31 y el 34, la cifra de sus temas discográficos asciende a 310 registros.

En el boliche de su padre, fallecido en el año 1942, conoció a Carlos Gardel, visitante infaltable cuando andaba por Córdoba. El Zorzal le grabó dos temas: "Sueños", con letra de Eugenio Cárdenas y "Nena", con letra de Juan Carlos Bazán. Pero su tango más importante fue sin duda "Atenti pebeta" con letra de Celedonio Flores.

Sus virtudes de ejecutante no han sido superiores a su permanente humor, del que fluían dichos graciosos y todo tipo de ocurrencias. Dijo de la cantante Tania: «La primera cédula de identidad se la firmó el comandante Cuitiño, lugarteniente de Juan Manuel de Rosas a mediados del siglo XIX», y agrega: «La gallega llegó a América como azafata de una de las carabelas de Colón». Sobre Edmundo Rivero: «Cuando era chico jugaba a los trencitos, pero en la Estación Retiro, con los de verdad». «Su ópera preferida es Manón». Sobre el cantor Alberto Gómez: «Cuando se despertaba, la mujer le llevaba a la cama el mate y el sombrero», y como estas bromas, infinitas más.

Su pasión y su trabajo fue la música, fue aceptado y reconocido por ella. Siempre bien recibido por su sonrisa permanente y el humor a flor de labios. Es sin lugar a dudas, una escuela entre los fuelles y un personaje digno de recuerdo.

Fuente: Todo Tango

lunes, 22 de marzo de 2010

"La escuela de Julio"


julio De Caro

Nació en una vieja casona de la calle Piedad 1898 (hoy Bartolomé Mitre) el 11 de diciembre de 1899. Fue el segundo de 12 hijos. Sus padres -el músico de escuela, José De Caro De Sica y Mariana Ricciardi Villari- eran de origen italiano y estaban orgullosos de su ascendencia ilustre de poetas, literatos, políticos y artistas. Desde niño, a diferencia de su hermano Francisco, Julio tuvo una salud muy precaria. Cuando la familia se hizo más prolífica, se mudaron, primero a la calle Bolívar y, después, a Defensa al 2000, en donde el padre instaló un conservatorio que, además, tenía un anexo de casa de venta de partituras e instrumentos musicales. Con su hermano Francisco iniciaron sus estudios musicales con el padre y, luego, tomaron clases con David Boglia. Posteriormente, Julio estudió violín con el maestro Francassi. A partir de 1909 los hermanos comenzaron a dar recitales de música clásica en salas prestigiosas.

1913
La familia se mudó a la esquina de Catamarca y México. Julio comenzó el secundario en el "Mariano Moreno" y, junto a su padre, empezó a dar clases de teoría y solfeo.

1915
Le pidió al empresario De Bassi (amigo del padre) participar en la orquesta de la compañía de zarzuela como segundo violín para el teatro "Lorea" (actual Liceo). Le rogó además que no le contara a su padre ya que éste tenía aversión por la música popular y quería que sus hijos sólo tocaran música "en serio". El secreto no fue guardado: su padre lo obligó a devolver los 5 pesos que había ganado esa noche por tocar y lo castigó con 8 días a pan y sopa en un rincón.

1917
Gracias a la ayuda de sus amigos, logró tocar en la orquesta de Roberto Firpo, en el Palais de Glace. Firpo le ofreció el violín y De Caro tocó "La Cumparsita". Después de verlo, Eduardo Arolas ("El Tigre del Bandoneón") lo invitó a tocar en su orquesta. Así, se incorporó al cuarteto, que quedó conformado por ellos dos más Rafael Tuegols y José María Rizutti. Con este grupo estrenó su primer tango: "Mon Beguin". Su padre decidió poner punto final a las correrías de Julio. Una madrugada lo esperó en la puerta de la casa y el joven tuvo que confesar la verdad. Indignado, don José le preguntó si quería ser un buen médico o un vulgar tanguero. Ante su elección por el tango, su padre lo echó de la casa y Julio se fue a vivir con los abuelos. Se encaminó definitivamente hacia el tango y tocó con Arolas durante dos años.

1919
De Caro y Rizutti se separaron de Arolas por cuestiones de dinero. Se unieron a Pedro Mafia y José Rosito. Formaron un cuarteto que debutó en El Parque de Talcahuano y Lavalle. Luego, Julio pasó a tocar el violín en la orquesta de Osvaldo Fresedo. Con él y en el Casino Pigall tocó durante más de un año.

1921
Se casó en Uruguay y tuvo un breve matrimonio del cual nació su única hija, Beatriz.

1922
Se radicó en Montevideo como primer violín de la orquesta del bandoneonista Minotto Di Cicco. Allí estrenó los tangos de su autoría: "La Farándula", "Maridito Mío" y "Milonga Corrida". Luego, lo contrataron para tocar con un cuarteto por mucha más plata que a sus compañeros. Pero Julio renunció a ese privilegio y repartió el dinero con sus compañeros en partes iguales, formando una sociedad corporativa.

1923
De vuelta en Buenos Aires, heredó el sexteto de Juan C. Cobián. Formó luego su famoso sexteto con Francisco De Caro, Emilio De Caro, Pedro Maffia, Luis Petrucelli y Leopoldo Thompson. En 1924 comenzaron a tocar en el Café Colón de Avenida de Mayo. El Conde Chikoff los salvó de las penurias económicas: les ofreció una fortuna para tocar en sus tés danzantes.

1925
Tocó con su orquesta en el Palais de Glace en una recepción protocolar que le brindó la aristocracia porteña al Príncipe de Gales. El director de la empresa discográfica Víctor, Mr. Scheney, le regaló, como reconocimiento a la venta de sus discos, el novedoso y revolucionario violín corneta, que le daría un sonido aún más personal a sus interpretaciones.

1926
El presidente Marcelo T. de Alvear se declaró su admirador. Como retribución, De Caro compuso "Guardia Vieja", dedicado al presidente y que se convirtió en el éxito de la temporada.

1927
En abril realizó con el sexteto una gira por Brasil y estrenó los tangos "Copacabana", "Tierra Querida" y "Olimpia". Tuvo tanto éxito que se quedó hasta fines de septiembre.

1931
Se embarcó rumbo a Europa. Se presentó en Niza. Allí tuvo como público a Carlos Gardel, que, desde su mesa, ofició de "presentador", y a Carlos Chaplin, que bailó el tango "El Monito". Pasó luego a Montecarlo, Cannes, Italia, Turín, Génova y Roma. Cambió la imagen de los tangueros argentinos "for export", que cantaban vestidos de gauchos, por un elegante smoking. La gira terminó en París, donde fue invitado por el Barón Rotshchild para actuar en dos grandes recepciones en las que estuvo presente Aga Khan.

1932
Amplió su orquesta y comenzó una etapa nueva, con arreglos orquestales que incluyeron instrumentos de viento-madera, viento-metal y percusión.

1937
Actuó en Viña del Mar (Chile), dirigiendo su Orquesta Internacional Melódica. La cantante era Paloma Efrón "Blackie" y el chansonier, Edmundo Rivero. Ya en Buenos Aires, apareció su padre después de 20 años de ausencia, al finalizar un concierto en el Teatro Ópera. Con lágrimas en los ojos, le pidió perdón. Padre e hijo se reencontraron. Entre 1937 y 1940 De Caro grabó algunos tangos, como "Derecho viejo" y "Fuego". En ellos transformó su agrupación tradicional y dio lugar a la incorporación de nuevos instrumentos que modificaron su inconfundible acento tanguístico.

1940
Volvió con el ritmo y la característica que le dieran fama y prestigio y desechó las innovaciones sinfónicas que había realizado. Con su orquesta inauguró el casino de Mar del Plata.

1946
Oponiéndose a ciertos proyectos que perjudicaban a los músicos, encabezó un movimiento que derivó en una gran huelga, a la que se sumaron artistas, locutores y escritores.

1950
Volvió a actuar en Radio El Mundo, pero, al ser boicoteado por el director artístico de la emisora, decidió retirarse.

1953
Ante la instistencia de sus amigos se presentó en Radio Belgrano. Por problemas con la emisora, De Caro optó, ahora sí, por retirarse.

1959
Se casó en segundas nupcias con Cora Ambrosetti.

1965
Ben Molar, que había comenzado su lucha para instaurar el 'Día Nacional del Tango', lo convenció para que volviera a escribir un tango. Junto con Nicolás Cócaro hizo entonces "Un silbido en el Bolsillo" para los "14 con el Tango".

1975
Otra vez Ben Molar lo convenció de componer. De este trabajo, junto con Ernesto Sábado, Cátulo Castillo, Florencio Escardó y Leopoldo Díaz Vélez entre otros, salió el disco "Los 14 de Julio De Caro".

1977
El 11 de diciembre, al cumplir 78 años y, en conmemoración al primer 'Día Nacional del Tango', le hicieron un homenaje en el Luna Park. Participaron todas las orquestas y todos los cantantes de la época. De Caro lloró ante 15 mil personas que le cantaron el feliz cumpleaños. Fue la última vez que estuvo arriba de un escenario.

1980
La familia se fue de vacaciones a Mar del Plata con Julio ya muy enfermo. El 11 de marzo falleció

viernes, 19 de marzo de 2010

Guapo y varón


JULIO SOSA

Julio María Sosa Venturini más conocido como Julio Sosa y apodado El Varón del Tango (Las Piedras, Canelones, Uruguay, 2 de febrero de 1926, - Buenos Aires, Argentina, 26 de noviembre de 1964) fue un cantante de tango que alcanzó la fama en Buenos Aires en las décadas de 1950 y 1960.

BIOGRAFIA:
Nació en el seno de una familia humilde, hijo de Luciano Sosa, peón de campo, y Ana María Venturini, lavandera. En su juventud, a causa de la pobreza, ejerció varios empleos (popularmente conocidos como "changas").

En 1942 se casó, con tan sólo 16 años, con Aída Acosta, de quien se separó dos años más tarde, en 1944. Sus comienzos profesionales fueron como vocalista en la orquesta de Carlos Gilardoni en la ciudad de La Paz. Se fue a Buenos Aires en 1949. Llegó a triunfar en el Río de la Plata, siendo considerado uno de los cantores de tango más importantes de la segunda mitad del siglo XX.

Fue bautizado por el periodista Ricardo Gaspari como el Varón del Tango, llamándose así también su primer disco de larga duración. Leopoldo Federico hizo que el cantor se volviera famoso a través de sus composiciones.

En 1958 se casó con Nora Edith Ulfred, divorciándose poco después y poniéndose en pareja con Susana "Beba" Merighi. En el año 1960 escribió su único libro, Dos horas antes del alba.

Sosa tenía una pasión por los autos, y había tenido varios accidentes de tránsito por conducir a desmedida velocidad. Como consecuencia, falleció a los 38 años, a las 9:30 horas del 26 de noviembre de 1964, en un accidente automovilístico ocurrido en la Avenida Figueroa Alcorta de la ciudad de Buenos Aires.

Sus restos fueron velados en el Salón Argentina pero la multitudinaria concurrencia obligó a trasladar los cortejos fúnebres al Luna Park. Hoy sus restos están en el cementerio de Las Piedras, Canelones Uruguay.


Algunos de sus tangos más populares [editar]Justo el 31 (1953)
Bien bohemio (1953)
Mala suerte (1953)
¡Quién hubiera dicho! (1955)
Abuelito (1955)
Padrino Pelao (1955)
Cambalache (1955)
Seis Años (1960)
La Cumparsita (porque canto así) (1961)
Rencor (1961)
María (1962)
Tarde (1962)
En esta tarde gris (1963)
Nada (1963)
Nunca tuvo novio (1963)
Qué me van a hablar de amor (1963)
Guapo y varón (1964)
El firulete (1964)
La gayola (1964)


Fuente: Wikipedia

miércoles, 17 de marzo de 2010

La voz del pueblo



Hugo del Carril
El santoral del 30 de noviembre recuerda a San Andrés, mártir. Bajo el signo de Sagitario, el mismo que recibió a Carlos Gardel, nacía en el hoy barrio de Flores, en 1912, Piero Bruno Hugo Fontana. Sus padres, ambos italianos, se llamaban Hugo Fontana, pintor y arquitecto, nacido en Milán, y Orsolina Bertani, nacida en Reggio de Emilia.

EL BARRIO DE FLORES
El barrio proporcionaba un marco ideal para las felices travesuras de un chico inquieto como él. Las mañanas embriagadas por el sol y el aroma de los malvones, la quietud de sus calles empedradas, las siestas interrumpidas por el pregón del sandiero, el "delito" de robar frutas que sobresalían de los árboles de las quintas, el picado futbolero en un baldío, la calesita tirada por caballos...

SUS AMIGOS
Piero tuvo muchos amigos, pero al que siempre recordaba era a Orosmán Cáceres. A los cuatro años, fue quien le despertó la vocación por el canto. Cantaba todo el día, como si se tratara de un juego. En su repertorio aún no había llegado el tango. Estamos hablando de 1916, cuando la radio era experimental y sólo podía escucharse tango si se concurría a los teatros.

EL PRIMER DOLOR
Los padres de Piero se separan y deciden dejarlo en las manos del matrimonio francés que integraban Francisco y Alina Fauré, quienes lo criaron como hijo propio y trataron de educarlo con la necesaria paciencia y sabiduría que deben poner todo padre y toda madre.

NACE PIERROT
Sus padres adoptivos apenas hablaban nuestro idioma, por eso acentuaban la "o" cuando lo llamaban, por lo que Piero se fue transformando, primero en Pieró y finalmente en "Pierrot". Esta particularidad de sus padres hacía que en el hogar conversaran en francés, lo que le permitió a Piero durante toda su vida dominar el idioma galo como el suyo propio.

SERENATAS
A los trece años, con toda su pinta y sus excelentes condiciones vocales, era reclamado por sus amigos para dar serenatas. No había noche que no se lo viera al pie de un balcón o una ventana entonando un valsecito romántico a la niña elegida por algún amigo o, a través de una reja, dedicándole su hermosa voz a la piba que lo tenía metejoneado. Alguna vez lo hizo a dúo con otro chico amigo, Floreal Ruiz. Pero en esos años, alrededor de 1920, el futuro astro no soñaba con ser artista profesional.

PARAR LA OLLA
Luego de completar sus estudios, y para ayudar con los gastos de hogar, los padres consiguieron emplearlo en una importante fábrica. Más tarde, para lograr un sueldo mejor, se empleó en una cristalería.

EL PRIMER TANGO
Entonces comienza a rondarle la idea de dedicarse al canto profesionalmente. Ya era conocido por los amigos como Pierrot, y de ese modo lo llamó Francisco Canaro, desde ese momento y durante toda la vida.
De escuchárselo cantar a la muchacha que limpiaba los cristales en su casa, Hugo aprendió a cantar el tango "Carasucia", que seguramente cantó cuando se presentó, en 1927, en el palco de un café, aún con el nombre de Piero Fontana, o frente a los vecinos de una carnicería de su barrio, donde fue elogiado unánimemente.

LA RADIO
Se une a los hermanos Leguizamón, y el trío se presenta en locales de la zona de Flores. Un día junta coraje y se presenta en Radio "Bernotti" (más tarde sería Radio "Del Pueblo", y actualmente Radio "Buenos Aires"). Allí lo recibió ese gran señor, investigador y periodista que fue Raúl Outeda, que era jefe del informativo. La reconocida cordialidad de Outeda hizo que aquel muchachito pudiera entrevistarse con el propietario de la radio.
" Su debut fue en Radio Bernotti a los dieciséis años, cuando todavía vivía Ricardo Bernotti, en aquella casita de la calle Estados Unidos, a un paso de Entre Ríos (...) Actuar en radio tenía el misterio de la modernidad avasallante, y Hugo del Carril (todavía no usaba ese nombre) creyó en el porvenir de aquellos programas apenas financiados por los primeros anunciantes fervorosos... ´Vengo a dar una prueba...soy cantor´ le dijo al viejo y colorado don Ricardo, que lo contemplana con una benévola sonrisa paterna ´¿Cómo se llama usted?´ ´Oro Cáceres...´, contestó Hugo mirándolo a los ojos y jugueteando con el nombre en homenaje de Orosmán Cáceres, su amigo de la infancia. ´No tengo pretensiones -agregó con modestia y naturalidad- Esas son cosas que vendrán algún día...¡si vienen...!´ (...) Fue una prueba incipiente, insegura, llena de ansiedades esperanzadas... Pero la voz redonda y grave de Piero Bruno Hugo Fontana había despertado el interés del viejo perdiguero, que veía en el mozalbete a un locutor de fuste; a un speaker -como se generalizaba decir entonces-, más que un cantor..." (...) ´Bueno... muy bien... pero hará las dos cosas a la vez... Su tarea específica será la de anunciador... y, correlativamente, le vamos a dar algunos espacios para que se saque el gusto (...). Y 'Oro Cáceres, Cantor del Pueblo' entró a doblar a aquel speaker, que corría a situar el tono de la pieza en las guitarras o el piano, después de autoanunciarse." (Cátulo Castillo)

A TAL ORQUESTA, TAL CANTOR
Cuando la emisora pasó a llamarse "Del Pueblo", Oro Cáceres, sin dejar la locución, pasó a ser estribillista de todas las orquestas típicas del elenco de la emisora. Estas eran las de Juan Marini, Carmelo Taverna, Eduardo Requena, y otras... Lo curioso es que para cada conjunto tenía un estilo de cantar y un seudónimo diferentes... A veces fue Pierrot, y otras Hugo Funt, Carlos Cáceres, Horacio Cáceres, Hugo Caures y otros tres o cuatro nombres más. Más adelante continuó como solista.

DE CUARTETO A TRÍO...
Ya viviendo del canto, forma un cuarteto vocal con Emilio Castaing, Martín Podestá y Mario Podestá, conjunto que luego, con la deserción de Mario, pasa a denominarse "Trío París". En 1933 Martín Podestá se separa para actuar primeramente como solista y luego con la orquesta de Pedro Maffia.

...DE TRÍO A DÚO
Al quedar disuelto el trío, Piero se vincula con el cantor Roberto Acuña, con quien forma un dúo en el que utiliza, ya definitivamente, el nombre de Hugo del Carril. El dúo se denominó Acuña-Del Carril.
"'Del Carril' me bautizó un gran amigo mío, ya fallecido, Roberto Acuña, con quien cantaba a dúo" recordó Hugo alguna vez.

DE SOLISTA A CHANSONNIER
En 1935 Hugo vuelve a la radio como cantor solista. Entonces es cuando lo escucha Edgardo Donato, que tenía una de las orquestas más populares. Le propuso a Hugo grabar discos como chanssonier, es decir, interpretar una breve parte de la letra de los temas. Dudó un poco, pero luego aceptó y dejó registrados nueve temas con esa orquesta. Esas grabaciones son una especie de bisagra entre los estribillistas que registraban temas hasta ese momento, sin lugar a dudas muy similares entre sí, y el profesionalismo de Hugo del Carril..

DE CHANSONNIER VUELVE A SOLISTA
Después de actuar con Donato, Raúl Rosales lo contrató, por indicación de Jaime Yankelevich, como figura central en Radio Nacional (hoy Radio Belgrano). Secundado por la orquesta "Víctor", del sello RCA, grabó el vals "Me besó y se fue" (6/9/36), y el tango "Nostalgias" (4/11/36); con piano y violín el tango "Yo soy aquel muchacho" (16/9/36), y con el trío integrado por Joaquín Mora, Ciriaco Ortiz y Cayetano Puglisi, el vals "Luna de arrabal" (4/11/36).

Y EL CINE
A fines de 1936 Hugo del Carril fue convocado por Manuel Romero para cantar el tango "Tiempos viejos", de Manuel Romero y Francisco Canaro, en la película "Los muchachos de antes no usaban gomina". El tango, una síntesis del filme, tiene como personajes al "guapo Cepeda", "los bailes de Laura". "lo de Hansen" y "la rubia Mireya".
Después intervino, ya como protagonista, en "La vuelta de Rocha" junto a Mercedes Simone. Prosiguió ese mismo año con "Tres anclados en París" y "La vida es un tango", y con"Gente bien" en 1938. Desde los países caribeños las películas argentinas sobre el tango eran muy solicitadas, y la pregunta de los exhibidores era qué cantidad de tangos tenía cada película.

RADIO EL MUNDO
Junto a su trabajo en el cine Hugo seguía presentándose por radio EL Mundo, y hacía 'fines de fiesta' en teatros, no como galán cantor sino como intérprete de su repertorio, basado en tangos y temas criollos.
También hacía presentaciones en clubes, donde llegó a actuar en tres clubes distintos en una sola noche.
Otros lugares en los que actuaba eran los varietée como el "Maipo", el "Casino" o el "Politeama".

EN EL EXTERIOR
Desde 1933, a poco de su debut profesional, Hugo del Carril se presentó en Montevideo, en el teatro "Solís". Luego viajó a Chile y a Colombia, donde grabó con Tito Ribero. Su gira más importante fue en 1941, con un rotundo suceso en Cuba, donde tanto éxito tenían sus filmes que el tango era más importante que la rumba y la conga.

TRES PASIONES
La fama de Hugo crecía vertiginosamente, en cierta medida por el vacío que había producido la muerte de Carlos Gardel, pero también por mérito propio. Su nombre aparecía en las crónicas sobre ascendentes figuras, que procuraban estar cerca de él para adquirir notoriedad. En vano trataba de llevar una vida tranquila con las tres pasiones que lo abarcaban: la barra del café, con Homero Manzi, Enrique Santos Discepolo, los hermanos Puccio, Rodolfo M. Taboada, Luis Bayón Herrera, Mario Soffici y otros; los "burros", donde dejaba buena parte de sus ganancias, y los cigarrillos, de los que encendía alrededor de cien por día.

NOTICIERO "LOWE"
La empresa Lowe Argentina, dedicada a cortos de cine comercial, realizó su primer aviso con la modelo Sara Olmos y la voz en off de Hugo del Carril.

LA DÉCADA DEL CUARENTA
"Aquella fue una época en la que se dio un fenómeno único, en la que se hicieron las películas más importantes. Y sobre todo no había problemas económicos, porque era un cine popular que encontraba apoyo en el público Además, como existían férreas restricciones a los filmes extranjeros, la producción tenía la posibilidad de defenderse mucho mejor..." (De un reportaje a Hugo del Carril).

IDEOLOGÍA JUSTICIALISTA
Nadie puede ignorar la devoción de Hugo por la causa popular y su profunda admiración por la ideología justicialista. Después de haber conocido al General Juan Domingo Perón, Hugo se hizo muy amigo de él. Es más, lo consideraba un verdadero padre. "Un día me llaman para ir a cantar en la Residencia Presidencial de Olivos. Voy y le digo a Homero Manzi, que ya estaba en sus últimos días: '¿Qué canto, Gordo? No puedo ir a cantarles "Mano a mano"'. Manzi me miró con calma, pidió papel y lápiz y me dijo que esperara un rato. Una hora después me entregó dos milongas, como de catorce pies cada una. La primera se llamaba ´Milonga a Perón´ y la otra, ´Milonga a Evita´. Las canté con el ritmo tradicional de la milonga pampeana. A Perón le corrieron las lágrimas...".

"LOS MUCHACHOS PERONISTAS"
El pianista Norberto Ramos, de lucida actuación en la orquesta de Florindo Sassone y en el "Trío Yumba", fue llamado en 1948 por un grupo de obreros gráficos con el fin de que compusiera la música para una letra escrita por los mismos compañeros, como marcha símbolo del sindicato. La pegadiza composición musical, bajo el título "Los gráficos peronistas" se estrenó el 2 de mayo de 1948, día de "San Perón", en el teatro "Colón", interpretada por la orquesta sinfónica y el coro estable del Primer Coliseo. En ese acto estaban presentes el presidente Perón y su señora María Eva. Los asistentes fueron impactados por la fuerza de esos acordes y el fervor puesto en la letra. Alguien sugirió cambiar la palabra "gráficos" por la de "muchachos". Ese día nació "Los muchachos peronistas", un himno que identifica al movimiento. Respecto de la grabación que hizo Hugo del Carril un año después, éste comentó: "Grabé centenares de tangos, pero hasta que me muera me van a recordar por la marchita...".

BORRADOS POR DECRETO...
Se puede agregar que la década del 40 duró en realidad hasta 1955. Ese año, funesto para la historia nacional y popular, el revanchismo salvaje barrió con todo lo que tenía sabor a pueblo. Se prohibió la actuación de figuras por el solo motivo de haber tenido contacto con el justicialismo. Nombres como Luis Sandrini, Enrique Santos Discepolo, Roberto Sciammarella, Mariano Mores, Carlos Acuña, Tita Merello, Lola Membrives, Eduardo Cuitiño, Sabina Olmos, Charlo y tantos, otros fueron borrados por decreto.

...Y EL EXILIO
Muchos tuvieron que irse del país, tal el caso de Hugo del Carril, que luego de estar detenido se radicó en México, donde trabajó con éxito gracias a sus condiciones actorales. Pero no sólo se persiguió a hombres y mujeres; también se prohibieron o se boicotearon, con escollos de todo tipo, producciones próximas a estrenarse. Así sucedió con "La Quintrala", que se retiró de cartel por orden oficial. La llamada "Revolución Libertadora", dificultó también, hasta su bajada de cartel, los filmes "Más allá del Olvido" y "Una cita con la vida".

DE VUELTA A LA CARGA
El Doctor Arturo Frondizi asume como presidente de la República en 1958, y el revanchismo parece aplacarse. Hugo del Carril vuelve a filmar en el país. Además monta la que denomina "La carpa del Pueblo", sobre la que manifestó: "La intención de montar el espectáculo ´La carpa del Pueblo´ fue la de llegar a la gente con las cosas auténticas nuestras. Los planes futuros implican solamente algunos cambios en el elenco o pequeñas variaciones, teniendo siempre como base el tango, el folklore, y algo de música moderna, pero nuestra..."

LAS NUTRIAS
Más tarde fueron quedando de lado sus proyectos artísticos como cantante, actor o director de cine, porque llegó a concretar una idea que tenía en la cabeza desde muchos años atrás: la crianza de nutrias."Me gustó el animalito; yo era un chiquilín que venía merodeando por el bañado de Flores, y ahí lo conocí. Cincuenta años después (...) un empuje inconsciente (...) me llevó de nuevo a él. El criadero está en el Tigre, a hora y media del embarcadero, y se llama ´Idahome´. Ya son ocho años de crianza y me va muy bien. Tengo 2600 hembras de cría, y para este fin de año completaremos unas 4000. La finalidad es la exportación (...). Hay un gran interés por la piel de nutria en Estados Unidos, España e Italia (...); lo turbio de las aguas produce un constante masaje sobre la piel que hace que nuestra nutria tenga una sedosidad tan especial (...). Va a ser una buena entrada de divisas para el país (...). Si lo logramos, en pocos años más puede significar una de las exportaciones del agro más importantes...". Todos estos ambiciosos sueños y proyectos de Hugo fueron derrumbados por falta de apoyo oficial. Hacia falta más tierras, dada la multiplicación de los animalitos. La idea de Hugo era utilizar las lagunas Las Encadenadas, en la provincia de Buenos Aires, como criadero natural de la nutria. Pero no lo escucharon. Del Carril sacrificó y malvendió su criadero. La pérdida para él y para el país, y el desinterés de los que no ven o no quieren ver, abatiendo las esperanzas de creer que lo que viene puede ser mejor, los resumió en una frase llena de bronca: "Los hombres cambian, pero las cosas siguen igual o peor... Ya no vale la pena, hacer más nada."
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HUGO DEL CARRIL, COMPOSITOR
No dejó muchas obras escritas por él. Compuso dos tangos: "Como la mariposa" y "Viejo camarada", la milonga "Felicita", la canción infantil "Blanca nube" ("Blanche nuage") y el tango partidista "Un solo corazón", con música de Jorge Dragone.

SU VIDA
Ana María Martínez, mendocina, fue el primer amor de Hugo. Era una ferviente admiradora suya. Un día fue a visitarlo a una de sus filmaciones. Hugo quedó encandilado y se enamoró perdidamente de ella. La recomendó como actriz, y así en 1941 ambos realizan "En la luz de una estrella", comenzando a vivir un comentadísimo y turbulento romance. Ella había adoptado el nombre de Ana María Lynch, y juntos recorrieron todo el continente presentando sus películas.
Al cabo de un tiempo la relación se desgastó y, aunque quisieron evitarlo, se fueron bifurcando sus caminos. Fue entonces cuando decidieron separarse, y Ana María emigró a Estados Unidos, en donde realizó una importante carrera.
Al realizarse la filmación de "Una cita con la vida", Hugo conoce a la actriz Gilda Lousek. Esta película inició un romántico capítulo en la vida de Hugo, ya que "la ternura de la joven lo conquistó". Idas y vueltas, situaciones inexplicables, facetas desconocidas de su vida de relación, hicieron que lo proyectado no llegara a cumplirse...

VIOLETA COURTOIS
En 1959, llega Violeta Courtois, que era empleada contable de SADAIC. El galán tenía cuarenta y siete años, y ella veintisiete.
Lo importante es que, a su lado, Del Carril encuentra la paz que tanto ansiaba. Se casaron en 1971.

SUS HIJOS
Llegan los hijos, primero Marcela Alejandra y luego Hugo Miguel, Amorina Eva y Eva Cristina. En una autorización desde su residencia madrileña de "Puerta de Hierro", el teniente general Juan Domingo Perón designa como personero a su representante en la Argentina, Jorge Daniel Paladino: "Autorizo por la presente al Señor Don Jorge Daniel Paladino, para que en mi nombre y representación apadrine el bautismo de la niña Marcela Alejandra Fontana. Madrid 14 de junio de 1971." Firmado: "Juan Perón".

MÚSICOS QUE LO ACOMPAÑARON
Además de los conjuntos ya citados, Hugo cantó acompañado por pequeños conjuntos, y con guitarras. .Los músicos que lo secundaron fueron Tito Ribero, Miguel Ángel y Roberto Puccio, Manuel Romero y Luis Bayón Herrera. En 1981 lo acompañó Osvaldo Berlingheri.
Ante la pregunta acerca de con qué orquesta se sentía identificado, expresó: "Es difícil poder determinarlo, porque las orquestas fueron sufriendo modificaciones a través del tiempo. Pero cuando Canaro ´era Canaro´ me sentí cómodo, porque tenía el ritmo firme, marcado, que permitía mi lucimiento vocal. (...) Cuando fui a los Estados Unidos con Horacio Salgán, en 1972, también me sentí cómodo. En una de las grabaciones que hice con Armando Pontier también me sentí bien. En cuanto a las orquestas que escucho, me gustan Salgán y Pugliese. Me gusta más lo que aporta algo nuevo: Piazzolla es un hombre de grandes valores como ejecutante, como instrumentista, como arreglador. Pero en lo que se refiere al tango en sí, que es una cosa muy simple que debe llegar a todos los ángulos y a todas las sensibilidades, tengo la impresión de que él se escapa un poco. No sucede así con otros renovadores (...) como lo fueron De Caro o Troilo. (...) No creo que su fuerza de inspiración [ las de Salgán y Pugliese] sea precisamente Piazzolla(...); pueden tener cosas de Fresedo o de De Caro. Pero Pugliese es tango-tango, aferrado al ritmo, con un marcado compás...".

EN LOS DISCOS
Desde Edgardo Donato en 1935 hasta Osvaldo Requena en 1970, lo acompañaron Joaquín Mora, Tito Ribero, Atilio Bruni, Domingo Marafiotti, Waldo de los Ríos, Armando Pontier y Mariano Mores

CON SU HIJO
Antes decaer enfermo, en Mar del Plata, Hugo del Carril tuvo la satisfacción de cantar a dúo con su hijo. La emoción que esto le causó fue evidente para todos los presentes en la sala.

SUS FILMES
"Los muchachos de antes no usaban gomina" (1937); "La vuelta de Rocha" (1937); "Tres anclados en París (1938); "Madreselva" (1938); "La vida es un tango (1939); "La vida de Carlos Gardel" (1939); "Gente bien" (1939); "El astro del tango" (1940); "Confesión" ( 1940); "La canción de los barrios" (1941); "En la luz de una estrella" (1941); "Cuando canta el corazón" (1941); "La novela de un joven pobre" (1942); "Amor último modelo" (1942); "Pasión imposible" ( 1943); "La piel de zapa" (1943); "Los dos rivales" (1944); "La cabalgata del circo" (1945); "El socio" o "Canción desesperada", en México (1946); "La noche y tú", en México (1946); "La cumparsita" (1947); "Pobre mi madre querida" (1948); "Historia del 900"* (1949); "El último payador" (1950); "Surcos de sangre"* (1950); "Senda sin culpa" o "A media luz" (1950); "Las aguas bajan turbias"* (1952); "El negro que tenía el alma blanca"* (1953); "La quintrala"* (1955); "Vida nocturna" (1955); "La Tierra del Fuego se apaga" (1956); "El último perro" (1956); "Más allá del olvido"* (1956); "Una cita con la vida"* (1958); "Las tierras blancas"* (1959); "Culpable"* (1960); "Che, Buenos Aires" o "Buenos Aires, Buenos Aires" (1960); "Amorina"* (1961); ·Esta tierra es mía"* (1961); "La calesita"* (1963); " La sentencia"* (1964); "Buenas noches, Buenos Aires"* (1964); "El día que me quieras" (1969); "Viva la vida" (1969); "Amalio Reyes, un hombre" (1970); "La mala vida" (1972); " Siempre fuimos compañeros" (1973); "Yo maté a Facundo"* (1975) y "El canto cuenta su historia" (1976).
(*) Estos filmes fueron dirigidos por Hugo del Carril.

PREMIOS POR LAS PELÍCULAS
"Las aguas bajan turbias" recibió los premos "Diploma de honor" (Festival de Venecia de 1952), "Espiga de oro" (Festival Internacional de la Exposición Agrícola de Roma en 1953) y "Mejor película de habla hispana" (Asociación de Críticos de Radio Cine y Teatro del Perú, 1953).
"La quintrala" recibió en 1954 mención honorífica de la Federación del Periodismo Cinematográfico italiano.
"Esta tierra es mía" recibió el "Premio a la cultura y la amistad ente los pueblos" en el Festival internacional de Moscú, en 1961. "Amorina" recibió el "Premio César Tiempo" en el Festival internacional de Calcuta, India, en 1960.

EN "CAÑO 14"
El jueves 6 de marzo de 1980, al debutar en "Caño 14", Hugo del Carril debió cantar 57 minutos seguidos por imposición de un público enfervorizado.

LA TELEVISIÓN
En 1962 intervino intervino en la miniserie argentina "La calesita", con libro de Rodolfo M. Taboada, por Canal 9..
En 1963 el canal 7 lo tuvo como figura central de "El show de CAP", y en 1963 participó en programas de música popular por Canal 13..
Alejandro Romay, ya en posesión de Canal 9, puso en el aire el sainete de Alberto Vaccarezza "El conventillo de la Paloma", con el rol protagónico de Hugo y la producción de Martha Reguera.
Vuelto a Canal 7, en 1971 protagoniza el programa "Del Pueblo", basado en su espectáculo "La carpa del Pueblo".
En Canal 11, en 1972, los hermanos Sofovich producían "El tango del millón", donde Hugo del Carril participó acompañado por el "Tango Trío" y la orquesta de Osvaldo Requena.
"Hugo del Carril, en sus espectaculares 1975" se denominó el ciclo que presentó ese año Canal 9.
En 1976 condujo, también por Canal 9, "Grandes valores del tango".
Desde el advenimiento del "Proceso de Reorganización Nacional" el 24 de marzo de 1976, Hugo no quiso aparecer en televisión ni siquiera en un reportaje.

CIUDADANO ILUSTRE DE BUENOS AIRES
En el año 1986, se hizo justicia. En un acto que presidió el entonces intendente municipal de la ciudad de Buenos Aires, don Julio César Saguier, Hugo del Carril fue nombrado "Ciudadano Ilustre de Buenos Aires". Junto a su hija María Cristina, y con los ojos llenos de lágrimas, el talentoso Hugo del Carril, expresó: "Este premio, esta distinción que hoy me entregan no me pertenece exclusivamente, es de todos los que se encuentran aquí brindándome su cariño y su afecto, y también es de todos lo que, alguna vez, se cruzaron en mi camino...". A continuación, atado siempre a la coherencia de una conducta intachable, cuando un grupo intentó entonar la Marcha Peronista, casi en un murmullo, expresó: "Compañeros, sería una falta de respeto para los autoridades que aquí se encuentran presentes". En esos momentos presidía el país el doctor Raúl Ricardo Alfonsín, de la Unión Cívica Radical.

¡TE SEGUIMOS AMANDO, HERMANO!
Un año antes, en el mes de marzo, un Hugo del Carril, delgado, pálido, casi avejentado, se presenta en el escenario del Teatro "General San Martín", en un ciclo de la Sala Casacuberta. La sala estalla en prolongados aplausos, en gritos, en vítores, y el astro de 73 años aparece sobre el escenario. Hugo y su garganta comenzaron con su tango preferido: "Madame Ivonne". Luego siguió "La calesita" y más tarde arribó a la cita la milonga "Betinotti". La sala explotaba de aplausos, y a Hugo se le llenaron los ojos de lágrimas. Había pasión en esas manos que, golpeándose entre sí, demostraban el calor de la gente, el amor que siempre profesaron por él. Tal vez fue un homenaje más, no el que se merecía, porque siempre mereció más, pero homenaje al fin, en el que el público tuvo oportunidad de decirle:"¡Te seguimos amando, hermano!.

EL "LUNA PARK" PARA HUGO
Por fin el famoso Palacio de los Deportes se engalanó para la devoción la noche del 8 de septiembre de 1988. Un homenaje a Hugo del Carril, ofrecido por su público: "Hugo del Carril, Homenaje de su ciudad. 50 Años con la música nacional y la cultura popular". La dirección general y la animación estuvieron a cargo de Lionel Godoy, y por el palco desfilaron figuras del arte nacional como Virginia Luque, Jorge Sobral, Ángel Cárdenas, Nelly Vázquez, Nelly Omar, Carlos Acuña, Alberto Castillo, Hugo Marcel, Roberto Goyeneche, Hugo del Carril (hijo), Néstor Fabián, las orquestas de Leopoldo Federico y de Atilio Stampone, Alejandro Dolina y muchos más. Fue lo que correspondía, un homenaje en vida. Desde el más allá, Evita y Perón también estuvieron presentes.