" de chiquilín te miraba de afuera"

" de chiquilín te miraba de afuera"
cafe de Garcia

sábado, 5 de noviembre de 2016

"EL REY DE LA TROUPE"

Víctor Soliño (10 septiembre 1897 - 13 octubre 1983) Letrista Nació en Bayona, provincia de Pontevedra, Galicia. A los catorce meses de edad, sus padres se mudaron al Uruguay y la familia se instaló en Montevideo. Comenzó sus inquietudes artísticas hacia 1914. Escribió numerosas revistas, estrenadas en los escenarios del Royal y del Albéniz, así como el sainete Doña María, la curandera. Miembro fundador del Club Atenas, lo fue también de su célebre Troupe para la cual produjo, juntamente con César Gallardo y Roberto Fontaina —más tarde solo— los libretos de las representaciones de dicho elenco en Montevideo y en Buenos Aires. Formó parte de la compañía teatral AETU, recordado y fecundo esfuerzo a favor del teatro de categoría en el que participaron además, Ángel Curotto, Mario Soffici y otras destacadas figuras vinculadas a la escena. En 1931, participó en la fundación de Radio El Espectador, emisora de la cual fue libretista, charlista y director de radioteatros. En distintos momentos de su trayectoria, se desempeñó también, como redactor del diario El Plata, como director de la Asociación General de Autores y como presidente de la Asociación Nacional de Broadcasters Uruguayos. Su tango “Maula”, fue distinguido con el primer premio del concurso realizado en 1927, en el histórico Teatro Solís, de la capital uruguaya.

lunes, 17 de octubre de 2016

JOSÉ RÓTULO

Nació el 29 de octubre de 1905 en Uruguay. Autor de letras de tango, dejó Mimí Pinsón, Sirva otra copa, Como el hornero, Alelí, Pastora y Pregonera. Varias de sus creaciones fueron musicalizadas por el notable maestro Alfredo De Angelis. Brillante letrista, su capacidad artística y la ductilidad musical, le permitió destacarse en una epóca, en la cual sobresalieron grandes poetas de nuestra música ciudadana. Su deceso se produjo el 27 de noviembre de 1965.

sábado, 10 de septiembre de 2016

"ARREGLADOR Y CHIVILCOYANO POR ANTONOMASIA"

En Chivilcoy, su ciudad natal, realiza los estudios primarios y comienza a estudiar violín. Su padre era guitarrista orejero y no mal payador, amigo de músicos y cantores que llegaban a diario a su casa. Sin haber aún estudiado música, sorprendió más de una vez a los visitantes, soplando sobre un peine envuelto en papel de seda la parte de violín del tema que se estuviera ejecutando e improvisando armonías. En 1931, resuelve formar su primer sexteto en el que participa Raúl, su hermano menor. Ya en ese tiempo, comienza a manifestarse su inclinación hacia el arreglo. A mediados de ese año tiene un encuentro crucial para su futuro. Se disuelve el sexteto Vardaro-Pugliese y se forma otro con Osvaldo Pugliese en el piano, Alfredo Gobbi y Enrique Cantore en los violines, Alfredo De Franco y Carlos Angelotti en bandoneones y en contrabajo José Díaz. Cuando el nuevo sexteto actúa en Chivilcoy, dos de sus músicos, Gobbi y Cantore lo escuchan ejecutar el violín y descubren que está lleno de intenciones que demuestran un talento musical en ciernes y lo estimulan para que viaje a Buenos Aires. Como autor ya cuenta con un vals en su haber: "Madre mía" y al año siguiente publica "Mariposa", tango con letra de Ramón Giachetta, otro vecino del pueblo. Este tema formó parte del repertorio de Osvaldo Fresedo, aunque sin llegar al disco. A finales de 1933, prepara un trío de guitarras para que lo acompañen en unos solos de violín y mas adelante incorpora un cantor, Carlos Claudel (Carlos Devenutto), que más tarde, en Buenos Aires, cantaría con el conjunto de José Luís Padula. Con este trío deja plasmadas algunas ideas completamente originales, muy similares a las que habría de aplicar Charlo en sus acompañamientos con guitarras. En 1934, se hace algunas escapadas a la Capital, compone un estilo criollo titulado "Jubileo a Don Prudencio", dedicado a un viejo vecino Prudencio Moras. En agosto de 1935 hace su última actuación con su conjunto y decide probar suerte en Buenos Aires. El cantor Claudel lo vincula a José Luis Padula, tiene breves actuaciones en la orquesta de Alberto De Caro, también con Enrique Delfino por Radio Splendid. Luego trabaja con varias formaciones, la de Juan Canaro, la de Florindo Sassone y, en 1937, la de Miguél Caló, como primer violín de la línea que completaban José Paz y Carlos Aiello. Por aquel entonces, vivía en la bohemia pensión La Alegría de la calle Salta y es allí cuando vislumbra su porvenir haciendo su propio análisis. Llega a dos conclusiones: la primera, que no era un eximio ejecutante del instrumento, la segunda, que su verdadera vocación apuntaba al arreglo y a la orquestación. Luis Adolfo Sierra explicó este momento de Galván de la siguiente manera: «Fue entonces que la orquesta de Caló tuvo un momento excepcional, cuando Galván tomó a su cargo los arreglos instrumentales de la misma. Entre las innovaciones interpretativas surgió el llamado virtuosismo violinístico en el tango. Predominaba hasta entonces la forma clásica de cantar las melodías, expuestas por Agesilao Ferrazzano, Cayetano Puglisi, Julio De Caro, Manlio Francia y Elvino Vardaro. Pero con Raúl Kaplún como primer violín de Caló, Galván explotó las notables aptitudes técnicas de aquel, escribiéndole pasajes solistas con dificultades tales que exigían al máximo su destreza. El virtuosismo en el violín, cuyo precursor fuera Antonio Rodio y que Kaplún exaltara gracias a Galván, se continuó en Enrique Mario Francini y en Szymsia Bajour.» La década del '40 presenta un gran número de jóvenes y capacitados directores que se agregan a los que ya estaban. Se hace necesario, por razones de competencia, el aporte de una especialización profesional que haga efectivas las pretensiones de evolución. Así aparece en pleno, la figura del arreglador e instrumentador, el que de acuerdo a su capacidad, tiene como misión contribuir a armonizar y pulir los estilos interpretativos de los conjuntos. Entre los antecedentes de arregladores, podemos citar: Julio y Francisco De Caro, Julio Perceval, Julio Rosemberg, Alejandro Gutiérrez del Barrio y algunos más. Y también el importante aporte de Héctor María Artola para varias formaciones. Galván y Artola llevaron el tango al atril en forma definitiva. Y es en la orquesta de Troilo donde Galván irá plasmando un estilo renovador con su marcada tendencia de hacer prevalecer las cuerdas en el tratamiento del conjunto. Cuando Troilo debuta en Radio El Mundo en 1940, ya tiene el respaldo de Galván y el primer trabajo es el tango de Fresedo: "Pimienta". La enumeración sería extensa, pero se debe nombrar la obra que Troilo consideraba más importante, "Recuerdos de bohemia", una revolución en ese tiempo (1945), donde el arreglador deja traslucir al músico de su predilección, Claude Debussy. Sin embargo es en la "Selección de tangos de Julio De Caro" (1949), cuando alcanza la cumbre, porque De Caro no deja de estar presente en toda la obra, a pesar de estar abreviados sus temas, cortados, variados y reordenados. También realizó un trabajo similar con los tangos de Bardi y de Cobián, pero que no llegaron al disco, pues igual que "Recuerdos de bohemia", excedían las dos caras del disco en 78 rpm. Una frustración que pudo saldar cuando creó Los Astros del Tango. Entre sus principales arreglos para Troilo podemos mencionar muchos temas de Edmundo Rivero, siendo el supremo testimonio el arreglo de "Sur" de 1948 y antes, en 1944, el del vals "Palomita blanca", para el dúo Alberto Marino-Floreal Ruíz. Todo esto no empaña para nada la figura de Pichuco, al contrario, es relevante destacar el hecho de haber aceptado las audaces proposiciones de innovadores de la envergadura de Galván, Piazzolla, Spitalnik, Artola, Plaza y otros. Fue un tiempo de febril actividad, pues también trabajó para las orquestas de Osvaldo Pugliese ("Adiós Bardi" y "La beba"), Francini-Pontier ("Tigre viejo"), Osvaldo Fresedo ("El día de tu ausencia"), José Basso ("Rosicler"). Incursionó en el jazz integrando varias formaciones, la más importante de ellas fue la Brighton Jazz, cuya dirección compartió con Elvino Vardaro, quedando para la posteridad la composición de Galván dedicada a Vardaro en su honor y para su lucimiento: "Violinomanía". En este período de gran creatividad compuso sus tangos: "El día de tu ausencia" (con Manuel Arcos), "Me están sobrando las penas" (con Basso y Bahr), "Cafetín" y "Esta noche estoy de tangos" (con Homero Expósito) y "Nuestra cita" (con Agustín Delamónica). En 1948, se presenta en Radio El Mundo dirigiendo una orquesta de 35 músicos. En los comienzos de la decada del '50 realizó la banda sonora de algunas películas argentinas de muy bajo nivel artístico. Dirigió las orquestas de Oscar Alonso, Roberto Maida, Horacio Deval, Carmen Duval, Jorge Vidal, María de la Fuente, Eduardo Adrián, Raúl Berón, Virginia Luque, Roberto Quiroga, Oscar Fuentes y Ranko Fujisawa. En el año 1956, dirige la orquestación del Ballet Folklórico Argentino de Santiago Ayala, (El Chúcaro). También lleva a la práctica una antigua teoría suya, el agregado de la voz femenina sin palabras, que se adapta y enriquece convenientemente a la masa orquestal, prueba que realiza con la voz de Ana María Pons. En el año 1953, promovió la creación de la Sociedad Argentina de Orquestadores y Arregladores. Los músicos pretendían el reconocimiento de su trabajo intentando reformar los estatutos de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC). También pedían la difusión del nombre del arreglador en la etiqueta de los discos y en las ediciones impresas. La fuerte resistencia por parte de las empresas grabadoras y de los directores de orquesta frustró el intento. En 1958, forma Los Astros del Tango, un verdadero conjunto de cámara, con marcado predominio de cuerdas. Es director y arreglador del conjunto formado por: Elvino Vardaro, Enrique Francini, Mario Lalli, José Bragato, Julio Ahumada, Jaime Gosis y Rafael del Bagno. En algunas versiones está el violín de Szymsia Bajour y el contrabajo de Italo Bessa. Debutan en octubre en Radio Splendid. y llegan al disco en tres oportunidades, en el sello Music Hall, con la particularidad de dedicar cada disco a dos autores. Así presentan los tangos de Bardi, Arolas, Delfino, Aieta, De Caro y Cobián. En 1960, graba un disco donde se reseña La Historia de la Orquesta Típica, con el subtítulo: El Tango en su Evolución Instrumental. Comienza con "Don Juan" por un trío de guitarra, flauta y violin, hasta llegar a Piazzolla. Los principales instrumentistas se encargaban de recrear a los homenajeados, según el criterio de Galván. Son interesantes algunas opiniones del propio Galván: «Ante todo no creo en el tango moderno, creo en el tango simple y sencillo. En cambio, creo sí, en la orquesta moderna. Y ésta es la que no se conforma con repetir siempre lo mismo, con monotonía y falta de impulso creativo, si no que busca nuevos timbres que van a enriquecer y modernizar el tango sin desvirtuarlo.» Otra: «No puede haber tango sinfónico ni orquesta sinfónica de tango, sencillamente porque no existen piezas sinfónicas en el campo del tango. Aunque no me niego a ver un sutil cambio a través del tiempo en la riqueza musical del tango, que proviene, en mi opinión, del decisivo progreso en la orquestación.» En marzo de 1960, dirigió la Orquesta Gigante del Tango, actuando en el Cine-Teatro Ópera. En el mes de agosto comienza a trabajar en un repertorio para llevar a Japón, encabezando una embajada musical. Piensa en Vardaro, Gosis, Ahumada, del Bagno y el resto integrarla con músicos japoneses. Ya tiene compuesto para la ocasión un tango titulado "Sayonara". Radio Belgrano, a manera de despedida, pone a su disposición una orquesta de 50 músicos para que exponga dicho repertorio. Pero nada de esto pudo ser, el 8 de noviembre le llega la muerte.

jueves, 1 de septiembre de 2016

"TACONEANDO TANGOS"

JOSE HORACIO STAFFOLANI (PERIODISTA Y POETA) «Una noche el amigo Aguilar, sentados en la plaza Flores, frente a la iglesia, comenzó a decirme que dejara el periódico (entonces era director del semanario La Idea) y que el berretín de poeta lo dedicara a las letras de los tangos: «Eso da. ¡Sí que da vento! Preguntále a Enrique Cadícamo o a Cele Flores, si el tango da, sí o no... Yo sé que a vos no te gusta hacer letras para el cancionero popular. A pesar de todo te propongo una oportunidad. Hacéme cualquier motivo en verso y yo te haré un vals o una canción». «Trato hecho. Pocos días después le entregaba una letra titulada “Cuándo volverás”. Pasó tiempo. Una noche nos encontramos y como es lógico le pregunté por la letra y me contestó textualmente: «Estando en los 36 Billares con Pedro Maffia, los De Caro y otros, al sacar unos papeles se me deslizó tu letra. Maffia la levantó y se puso a leerla... Al final me preguntó: «¿De quién es esta letra?» —«De un amigo de Flores», contesté. —«Decíle a tu amigo que le haré un tango que lo van a cantar hasta las piedras». «Pasaron dos meses. Una noche estando en el hall del Teatro Pueyrredón de Flores, viene a mi encuentro mi gran amigo Cadícamo y con mucho entusiasmo me dice: «¡Staffolani! ¿Leíste Crítica de esta noche?... Hay algo que te va a interesar». «Compré el diario y al hojearlo, tuve la sorpresa más grata de mi vida... El conocido redactor de Crítica, Carlos de la Púa, escribió una página sobre el tango “Cuándo volverás” y que el gran mago del bandoneón, Pedro Maffia, vistió con las melodías más divinas del momento y le auguraba un gran éxito. «El gran Maffia, por aquel entonces, actuaba con su orquesta en el Cine-teatro Electric Palace, de la calle Corrientes. Días después fui a visitarlo; me hice anunciar, salió. Me di a conocer y luego del protocolar encuentro me invitó a pasar... Subió al palco orquestal y ejecutó “Cuándo volverás”. El público rompió en estruendoso aplauso al escuchar los primeros compases.. Tres veces consecutivas se repitió a exigencias del público. «En el intervalo charlamos largo y tendido. Me dijo que Carlos Gardel se ausentaba por una breve temporada y que era su propósito visitar España y que el tango lo grabaría allá. «Habían transcurrido de esto varias semanas y recibía por correo una buena cantidad de estampillas, que yo debía firmar una por una y devolverlas a la casa Max Glücksmann a la brevedad posible. Al canjearlas me entregaban dinero y a los pocos días recibía otra remesa de estampillas y esto se fue repitiendo durante meses. «He aquí la influencia del dinero. Sin más trámites archivé mis versos líricos y me dediqué a hacer letras de tangos, que muchas satisfacciones me ha dado. Pocos días después del regreso de Carlos Gardel, lo vi en lo de Max Glücksmann. Me acerqué. Agradecí la distinción de que me había hecho objeto y entre otras cosas me dijo lo siguiente: «¡Mirá pibe! Si te vas a dedicar a las letras de tangos y si querés que yo te los cante, no me hagas esa clase de letras... Ese tipo de letra son para los muchachos fifí y estos «nenes de mamá» no cantan tangos... Quienes los cantan y los imponen, son los muchachos del bajo... En adelante haceme letras reas para los muchachos del arrabal... No te olvidés... ¡Chau!». «Me dio la mano y salió... Así conocí a Maffia y a Gardel». Con Maffia hizo el citado; “Taconeando” y “Ventarrón”, grabados por Gardel y por demás populares, que se mantienen frescos en la voz del recuerdo, y también “Piba boba”, “Sombra gris” y “Tengo celos”, amén de algún otro tango. Con Magaldi-Noda hizo el hermoso “No llores mi amor”. Staffolani nació en Buenos Aires (Flores) el 1 de diciembre de 1898 y allí falleció el 11 de diciembre de 1968.

viernes, 26 de agosto de 2016

"UN DESCANSO DOMINICAL QUE FUE OVIDIO CÁTULO "

Ovidio Cátulo González Castillo Nacimiento Argentina 6 de agosto de 1906 Buenos Aires Muerte 19 de octubre de 1975 Buenos Aires, Argentina Ocupación Letrista y compositor. Su padre José González Castillo, de ideología anarquista, pretendió inscribirlo en el Registro Civil como Descanso Dominical González Castillo, pero como se lo negaron sus amigos le convencieron para que cediera y entonces le anotó con el nombre con el que finalmente pasó a la historia. Pasó parte de su infancia en Chile, donde su padre debió exiliarse a causa de sus ideas anarquistas y regresó a la Argentina en 1913. Por su parte Cátulo estuvo afiliado al Partido Comunista. A sus 17 años compone Organito de la tarde, su primer tango, al tiempo que practica boxeo, llegando a ser campeón argentino de peso pluma y preseleccionado para las olimpíadas de Ámsterdam. En 1926 viaja por primera vez a Europa, donde luego va a dirigir su propia orquesta. Durante la década del `30, obtiene una de las cátedras del Conservatorio Municipal Manuel de Falla. Hacia 1950 llegará a ser director de dicho conservatorio, cargo con el que se jubiló. Durante los ´40 y 50´, cuando el tango vuelve a su apogeo, se consagra a la poesía y escribe con los compositores más destacados: Mores (Patio de la Morocha), Pontier (Anoche), Pugliese (Una vez), Piana (Tinta roja y Caserón de tejas), y su gran colaborador desde 1945: Aníbal Troilo (María, La última curda, Una canción). Se dedicó al periodismo en diversas revistas, publicó el libro Danzas Argentinas (1953), hizo canciones para distintas películas, escribió el sainete lírico El Patio de la Morocha (con música de Troilo), fue secretario y presidente de SADAIC en distintos ciclos. En 1953 fue designado presidente de la Comisión Nacional de Cultura de la Nación. En 1955 la dictadura autodenominada Revolución Libertadora (Argentina) lo despoja de todo lo que había conseguido. Su esposa, Amanda Pelufo, se refiere en estos términos a aquella época: “Lo teníamos todo y de pronto, en 1955, nos quedamos sin nada. Cayó Perón, llegó la Libertadora y a Cátulo lo echaron de todas partes. Ya no pudo tener cátedras, ni dirigir SADAIC, ni estar en Cultura. Ni siquiera pudo cobrar sus derechos de autor porque SADAIC, precisamente, fue intervenida. En el peor momento hasta llegaron a prohibir que se pasaran sus temas por radio. No le perdonaron nada. Para empezar que un tanguero estuviera en Cultura. Después que haya sido el primero en llevar el tango al Colón… Vendimos todo y nos recluimos. Cátulo escribía tangos, pintaba al estilo de Quinquela y sobre todo descubrió su amor por los animales. Llegamos a tener 95 perros, 19 gatos y dos corderitos: Juan y Domingo” . A raíz de la persecución de la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu debió abandonar su profesión. Siendo incluido en las listas negras junto a decenas de tangueros como Hugo del Carril, Nelly Omar, Héctor Mauré, Anita Palmero, Chola Luna, entre otros, fueron perseguidos por sus ideas políticas y prácticamente nunca más volvieron a trabajar hasta su caída.3 Con el deshielo de los 60, vuelve a plena actividad. Sigue componiendo, escribiendo guiones radiales, trabajando en SADAIC. Publicó la novela Amalio Reyes un hombre, que llevó al cine Hugo del Carril. También publicó Prostibulario, acerca del cual se cartea con Perón, en 1971. Su obra resulta indiscutible por el éxito alcanzado: “María”, El último café”, “La última curda”, “La Calesita”, “Café de los Angelitos”, “Desencuentro”, “Y a mi qué”, “A Homero”, “Arrabalera”, “Mensaje”, “Tinta roja”, “Patio mío”, “Caserón de tejas” y tantos otros. En 1974, lo designan Ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires. Al recibir el galardón, Cátulo relató esta breve fábula: “El águila y el gusano llegaron a la cima de una montaña. El gusano se ufanaba de ello. El águila aclaró: `Vos llegaste trepando, yo volando´. ¿Pájaros o gusanos? – inquiría Cátulo – he aquí una pregunta clave”. Falleció el 19 de octubre de 1975.

viernes, 12 de agosto de 2016

"EL CIEGUITO ASPIAZÚ"

Aspiazú, Bernardino Eusebio Guitarrista y violinista (20 mayo 1865 - 15 noviembre 1945) El 9 de julio de 1879, vivía con su madre, en el entonces pueblo de Flores, cuando decidió asistir a los festejos que por la fecha patria se realizaban en la Plaza del Congreso, donde abundaban los fuegos de artificio y las bombas de estruendo. Como muchachito curioso, se acercó demasiado a los elementos pirotécnicos y la desgracia se ensañó con él. Una de las bombas explotó dentro del mortero que las lanzaba y un fogonazo le dio en el rostro. Las lesiones le produjeron una irreversible ceguera. El fin del siglo XIX lo tiene actuando junto a Luis Teisseire, Carlos Hernani Macchi y el violinista Julián Urdapilleta. Recordaba que por los años 90 en lo de Hansen no se conocía el tango, allí sólo se ejecutaban canzonetas y trozos de ópera. Recibiendo el doble de paga se incorporan a este local dejando el Kiosco, y allí ellos introducen el tango. Por entonces, se produce un grave incidente en el cual está presente. Es posible un fallo de su memoria pues ya habían transcurrido más de 40 años, él afirmaba que se produjo en Hansen, pero el parte policial informó que fue en el Kiosco, el 22 de diciembre de 1901. En ese lugar, el habitual concurrente Juan Carlos Argerich le propinó un botellazo a José Traverso (Cielito) y, luego de una batahola, se apagaron las luces, sonó un disparó y el muchacho fue muerto. Según Aspiazú, escuchó que Argerich, un niño bien, le pidió a Roque Rinaldi que tocaran “La tirana”, pues quería bailarlo, el músico respondió que no lo sabían, ese tema lo hacía Genaro Vázquez. «—El que no toca “La tirana” no puede ser buen músico», agregó el joven. «—Son músicos y de los buenos», terció Traverso. A partir de allí, la pelea. Muchos fueron presos, los músicos durante ocho días, Traverso recibió una condena por diez años, que pasados dos fue conmutada y convertida en destierro, por lo que tuvo que marcharse a Uruguay. «De regreso pasamos al Tambito —recordaba— y allí se trabajaba sólo en el verano, en el invierno salíamos a la campaña». En este ir y venir por los tradicionales lugares aledaños al bosque de Palermo, conoce a Ernesto Ponzio, a Juan Carlos Bazán, a Enrique Saborido, a Alcides Palavecino y a Roberto Firpo. Este último, con no más de 13 años, ya había compuesto el tango “Don Alberto [d]”. También actuó en los quilombos de San Fernando y otra vez en el Kiosco hasta 1910, cuando fue demolido. «Ramos Mejía fue un profeta, en 1883 me dijo: “Te aseguro que el bandoneón va a llegar al Colón”. Se refería al viejo teatro inaugurado el 25 de abril de 1857 y demolido en 1888. En el Kiosco nos vino a ver un señor que nos invitó a su casa. Poseía un aparato novedoso, el fonógrafo, que permitía escuchar cilindros. Con Miguel Logiovine, Genaro Vázquez y Valentín Sánchez grabamos unas cuantas piezas». En 1913, fallece su esposa y abandona parcialmente la música para dedicarse al cuidado de sus hijos, aunque debe mantenerse y para ello, durante varios años, se presenta en ciudades del interior, de modo especial se cita la parrilla de Giandulia, de la ciudad de Rosario, conocida como La Carmelita. Pero cuando Ernesto Ponzio, que estaba preso, sale de la cárcel en 1928 y se une al Gordo Bazán, allí está nuevamente, frente a un público más numeroso y entendido. Hasta alrededor de 1933 permanecieron unidos. En 1932, integra una orquesta en el Teatro Nacional, para la obra El tango porteño, de Pascual Carcavallo.

martes, 26 de julio de 2016

"EL ANARQUISTA TEISSEIRE"

Luis Teisseire Flautista, compositor, letrista y director (24 octubre 1883 - 3 mayo 1960) Nació en la ciudad de Buenos Aires, hijo de Jean Teisseire, oriundo de Francia, y de María Puzzi, nacida en Génova (Italia). A los 15 años se empleó en la florería de Vitale. Los ratos de ocio los empleaba en leer libros de ideas avanzadas. Se hizo anarquista, organizó una huelga en la florería y fue a dar de patitas en la calle. Aprendió la flauta, estudiando solo al principio y después bajo la dirección del profesor Mauricio Guariglia». Teisseire se nos muestra en su juventud con temperamento combativo. La música aplacó tan turbulenta adolescencia. Ingresó como flautista en lo de Hansen, más tarde en El Quiosquito. También integró los conjuntos que actuaban en los bailes de Rosendo, Bevilacqua y Posadas, además de tocar en los cafetines de la Boca, en los de la calle Suárez. Luís Teisseire contrajo enlace el 21 de noviembre de 1907, con la señorita Elvira Ema Luisa Gianelli, de 22 años de edad. Nos recordaba de aquellos lejanos días un gesto habitual de Luis. Este, según mencionaremos, actuaba en locales del bosque de Palermo. Al regresar de los mismos, testimoniaba el afecto hacia su joven señora, ofrendándole una bella magnolia. El hogar vivió jubilosas horas con el nacimiento de dos hijos varones; ambos actualmente han fallecido. Teisseire volcó sus inquietudes poéticas en un opúsculo titulado Mis humildes versos, que consta de veinte páginas en las cuales ha recopilado parte de su producción. Destacaremos de la misma los dedicados a su hijo, teniente 1º Germán Rogelio Teisseire, fluye el afecto paternal en conmovedoras estrofas, acaso escritas con los ojos empañados... Con entusiasmo indeclinable prosiguió Teisseire su quehacer poético, sin perjuicio de sus actividades musicales. Títulos inolvidables hallamos entre sus composiciones, cuyo número supera las 80 obras. Es autor además de no pocas letras, en colaboración con otros colegas. Destaquemos entre los mismos a Juan de Dios Filiberto, gran amigo, al igual que Augusto Pedro Berto. Falleció Teisseire víctima de un síncope cardíaco, en su domicilio ubicado en Esperanza 344 de nuestra Capital.

sábado, 16 de julio de 2016

"EL LECHERITO AÍN"

Casimiro Aín (1882-1940) Recibe sus apodos por ser hijo de un vasco lechero, del entonces barrio de La Piedad, donde aprendió a bailar de muy pequeño al compás de los organitos callejeros. Fue bailarín del circo de Frank Brown, el célebre payaso extranjero que vino a ganar fama a este país que tomó por adopción. En 1901 Casimiro Aín viaja a Europa en un buque de carga, trabajando de cualquier cosa menos como bailarín. A su regreso en 1904 actúa en nuestro teatro Ópera junto a su esposa Marta. Durante los festejos del Centenario (1910) actúa con gran éxito, convirtiéndose definitivamente en un profesional de la danza cuando viaja en 1913 a Francia con la orquesta típica que integraban el bandoneonista Vicente Loduca, el violinista Eduardo Monelos y el pianista Celestino Ferrer. Se presentaron en el mítico Cabaret El Garrón que era el reducto de la comunidad argentina radicada en París y que encabezaba el músico Manuel Pizarro. Luego viaja a Nueva York donde permanece tres años, volviendo a Buenos Aires en 1916. La década del '20 lo encuentra nuevamente en París, donde gana con su compañera Jazmín, el Campeonato Mundial de Danzas Modernas, que se realizó en el Teatro Marigny en el mes de junio y compitiendo con 150 parejas. Más tarde con la alemana Edith Peggy recorrió toda Europa y en 1930 retorna definitivamente a la Argentina para actuar unos pocos años más. Existe una historia, para nosotros una leyenda, ya que nunca fue debidamente comprobada, que el primero de febrero de 1924, por una iniciativa del entonces embajador argentino ante el Vaticano, Don García Mansilla —muy preocupado en disipar el sayo de la inmoralidad del tango y su prohibición eclesiástica—, Aín bailó ante el Papa Pío XI y otros altos dignatarios el tango “Ave María”, de Francisco y Juan Canaro. Su pareja fue la bibliotecaria de la embajada, una señorita de apellido Scotto, acompañados por la música de un armonio. El tango elegido, muy livianito recibió la aprobación del Papa. Esto lo cuenta y lo afirma Aín en un reportaje que se le realizó a su regreso de Italia. Pero nuestro amigo, el musicólogo Enrique Cámara, catedrático de la Universidad de Valladolid y con muchos años de residencia en Italia, recorrió pacientemente la hemeroteca del Vaticano, en especial su diario L'Osservatore Romano, y no encontró nada al respecto. En un artículo transcripto en la revista Tango y Lunfardo Nº 34 dirigida por Gaspar Astarita, el periodista Abel Curuchet entrevista a Casimiro Aín, en una publicación aparecida el 21 de marzo de 1923. Allí nos dice «es en realidad un hombre simpático que habla a grandes voces, ni joven ni viejo, tendrá a lo sumo cuarenta años. De mediana estatura, viste con corrección aún cuando su elegancia es escasa. Al saber que soy cronista y que desconozco su obra y su prestigio, el hombre se desvive por ponerme al corriente de su vida. «¿Si se baila mucho? Nunca como este año, la gente parece que no quiere más que bailar. No doy abasto con las lecciones. «Mire esta libretita —la miro y leo, en orden alfabético, los nombres más copetudos—. «Son a los que le di lecciones. Yo me dediqué al baile por casualidad. Fue una aventura de muchacho curioso y bohemio. Mi primera salida del país fue allá por 1903. No sabiendo qué hacer en Buenos Aires, me embarqué sin rumbo en un vapor que me condujo a Inglaterra. Estuve un mes en Londres y de allí pasé a París. Con dos amigos comenzamos a recorrer los bares y cabarets, con una guitarra raída y miserable y un violín destartalado, formamos un terceto errante y pintoresco. Yo comencé a bailar el tango criollo. El éxito que tuvimos fue rotundo, empezamos a ganar dinero a granel. De París fui a España, donde después de una breve estadía, regresé a mi país. Me fui perfeccionando en el baile e hice progresos notorios que me valieron importantes contratos para bailar en los teatros, como número de fin de fiesta. «En 1913, deseoso de conquistar fama y fortuna, hice mi segunda salida de la patria. En el vapor Sierra Ventana, partimos a la aventura, yo y tres muchachos amigos. Uno de ellos pianista, el otro cargaba su violín y el tercero con un bandoneón. (se refiere a Ferrer, Monelos y Loduca, viaje que fue costeado por Ramón Alberto López Buchardo, importante personaje de la sociedad porteña). «Llegamos a Bulogne Sur Mer y ni bien desembarcamos tomamos el tren rápido a París que llegó a las doce de la noche. Era una noche de un invierno cruel y lo primero que decidimos fue marchar a Montmartre. Encontramos el primer cabaret y nos metimos, estaba rebosante de gente. Y llegado el momento nos metimos con lo nuestro, atrajimos al público que nos tiraba unos francos, tantos que los cuatro vivimos muy bien durante un mes. Hubo suerte, porque aquel cabaret era el Princesa, famoso luego cuando en manos de Manuel Pizarro se transformó en El Garrón.

martes, 5 de julio de 2016

"TONI PODESTA"

Antonio Podestá Nombre real: Podestá, Antonio Miguel Seudónimo/s: Toni Letrista (8 mayo 1905 - 8 octubre 1949) Lugar de nacimiento: Buenos Aires Argentina Fue periodista de La Razón, Crítica y otros diarios. Ingresó después a la editorial Sopena, donde llegó a Subdirector general de todas sus revistas: ¡Aquí está!, Maribel, Leoplán, etc. Allí estuvo consagrado en sus últimos años, a la superación permanente de las publicaciones de dicha editora. Poeta, recopiló sus versos en un volumen que había titulado: Poemas Para la Posteridad del Suburbio, que no llegó a publicar. Para la canción popular escribió algunos tangos en colaboración con Rafael Rossi, entre ellos “Como abrazado a un rencor” que Carlos Gardel transportó al surco del disco, motivo por el cual tuvo alguna amistad con el cantor a pesar de que su profesión le había permitido conocerlo con anterioridad. “Manón” es un lindo tango suyo con música del maestro Arturo De Bassi, que no tuvo la suerte de la popularidad que tuvieron obras muy inferiores. Podestá nació en Buenos Aires el 8 de mayo de 1905 y allí falleció el 8 de octubre de 1949.

lunes, 4 de julio de 2016

"EL PIBE DE WILDE"

Nació en la calle Lamadrid 920, del barrio de Barracas (Buenos Aires) el 30 de octubre de 1903 En 1908 su familia se mudó a Wilde, al otro lado del Riachuelo. Aprendió a tocar el bandoneón de oído, escuchando a su hermano mayor, que se había comprado uno. En 1923, el cantautor Carlos Gardel le grabó un tango de su autoría: Viejecita mía. Más tarde, en 1928, le grabaría La reja. Empezó a ser reconocido como El pibe de Wilde. En 1928 tuvo su propia orquesta típica, con la que tocaba en el cine Metropol. Los integrantes de este sexteto eran: Salvador Grupillo (bandoneón) Alberto Soifer (piano, más tarde compositor de música de películas) Luis Gutiérrez del Barrio (violín) Mauricio Saiovich (violín) Adolfo Kraus (contrabajo). Marcucci era un auténtico virtuoso del bandoneón, capaz de enfrentar a una audiencia dirigiendo su orquesta, realizando complicados dúos con Grupillo y —más difícil y novedoso aun— realizando solos de bandoneón.[cita requerida] Consiguió un contrato con RCA Víctor. Su primera grabación fue el 2 de mayo de 1929, con bandoneón solo: Aires españoles. A comienzos de los años treinta, Marcucci entró en la orquesta típica de Julio De Caro (como reemplazante del bandoneonista Pedro Laurenz). En 1935, junto con sus colegas los bandoneonistas Pedro Maffia, Pedro Laurenz y Ciriaco Ortiz y el pianista Sebastián Piana formaron un memorable quinteto para una serie de recitales en la radio. Nunca grabaron ningún disco. En 1936 se casó con la pianista Teresa Benedetti. En noviembre de 1936, la revista porteña Sintonía organizó una orquesta típica —Los Virtuosos— con los músicos jóvenes más expertos del momento (elegidos por concurso): Francisco De Caro (piano), Ciriaco Ortiz (bandoneón) Marcucci (bandoneón) Julio De Caro (violín) Elvino Vardaro (violín) Mientras tanto siguió tocando varios días a la semana con la orquesta de De Caro. En 1937 hizo la música de la película Así es el tango. Publicó un libro con Félix Lipesker: Método moderno para bandoneón. En 1951 abandonó a De Caro y pasó a integrar la orquesta estable de Radio Splendid de Buenos Aires, dirigida por Francisco Trópoli (hasta 1957).

"EL RATA IRIARTE"

Raael Iriarte Nombre real: Yorio, Rafael Seudónimo/s: El Rata Guitarrista y compositor (10 mayo 1890 - 8 octubre 1961) Lugar de nacimiento: Buenos Aires Argentina Nacido en el barrio del sur de Buenos Aires, su escuela artística y su primer fogueo fueron los cafés con música de la calle corrientes angosta. trabajo en teatros como el nacional,Apolo, porteño y Empire llegó a ser familiar y dilecta figura del arte popular. Fue siempre, en el ambiente "el rata Iriarte", para el cariño de todos. Apodo exacto, porque se desplazaba, hablaba, gesticulaba y guitarreaba con la movilidad graciosa de ratoncito. Tenía ojos vivos, sonrisa permanente en el rostro pálido. En el primitivo Luna Park, de la cuadra que hoy es la plaza de la República con el obelisco en el centro, no cejó hasta componer una gran orquesta que dio que hablar: Aieta, marcucci, y Servidio en los bandoneones; violinistas Sasano y Franco; en el contrabajo Luis Bernstein- hermano del " Alemán" bandoneonista y autor de dos tangos siempre lozanos: Don Goyo y El abrojito; Rafael Iriarte con su polifónica guitarra de once cuerdas.

viernes, 1 de julio de 2016

"EL GALLEGO MARTÍNEZ"

José Martínez Pianista director y compositor (28 enero 1890 - 27 julio 1939) Lo llamban "el gallego" y era criollo y morocho. El gallego Martínez.Un pianista genuino del tango. José Martínez vivía permanentemente en un estado de gracia inspirativo. La mirada de sus ojos buenos un poco perdida en otros cielos Su acompañamiento en el teclado del piano era inconfundible. Cuando en 1918 Francisco Canaro da el gran paso adelante en su carrera como el mismo ha calificado su primera actuación en el cabaret Royal Pigall(hoy tabaris), los dos positivos créditos de su conjunto son el bandoneonista Osvaldo Fresedo y el pianista José Martínez. José Martínez pianista insuperable del tango "Canyengue" Nos legó la mayor herencia, que es la constituida por sus numerosos trabajos como compositor: “Yerba mala", dedicado a Bardi; “Samuel” y “El pensamiento”, a Castriota; “Canaro” a Canaro; “Pablo”, a Pablo Podestá. Además compuso la música de: “Pura uva”, “El cencerro”, “La torcacita”, “De vuelta al bulín”, “El palenque”, “Olivero”, “Calma chicha”, “Punto y coma”, “Lepanto”, “El matrero [b]”, “Expresión campera”, “El acomodo”, “La correntada”, “Carbonada”, “Pedacito de cielo [b]”, “Tengan paciencia”, “Polvorín”, “Marianita”, etcétera.

jueves, 30 de junio de 2016

"EL IRRESISTIBLE LOGATTI"

Logatti, Lorenzo Clarinetista y compositor (7 noviembre 1872 - 19 marzo 1961) Lugar de nacimiento: Foggia (Italia) El Joven Logatti penetró en un café de la calle Paraná, entre Sarmiento y Corrientes, al lado del teatro Politeama estaba el café Sabatino tomaba los fondos de dicho teatro. No tardó en destacarse con su instrumento en las grandes orquestas líricas y clásicas. Durante el carnaval de 1908,Logatti estrena su tango el irresistible y obtiene un súbito éxito tan resonante que la orquesta debe repetirlo varias veces en el transcurso de la primera velada. Sus compases pegadizos se extienden en entusiastas coros de canturreos. Lorenzo Logatti que vino a la Argentina a los 26 años para desarrollar una vocación instrumentista clásico. Murió a los 88 años en el seno de su honesto hogar formado en nuestra patria.

miércoles, 29 de junio de 2016

"DON ALFREDO"

nació en nuestra ciudad, en el barrio de Belgrano, si bien, nació viajando su madre en un tren que hacía el trayecto de Retiro a Olivos, en la línea del llamado en ese tiempo Ferro Carril del Norte. Su vida de purrete la vivió como todos los niños proletarios de aquella época. Sí, a los 14 años comenzó la lucha diaria de ganarse su sustento. Trabajó en un corralón de maderas, mas también tenía vocación por la música y sus maestros de piano fueron Ángel Ratti y Brunetti Abnicari. Bevilicqua tenía intuición musical por su espíritu superior, ya que llevaba en su alma sentimientos de grandezas telúricas y, con ese fundamento, creó un repertorio musical sin parangón en el tango. Su primer tango lo realizó en 1902: “Venus”, y fue la apoteosis musical, ya que a partir de esa obra Don Alfredo comenzó el camino que lo llevaría al éxito total. Esta composición fue grabada por un conjunto dirigido por Bevilacqua y realizada en aquel sistema de cilindros. También sentimos admiración por la partitura del tango “Venus”, dedicado «al amigo Amadeo Bonetti». Analizando el dibujo, el título dice: «Venus tango brillante para piano, impreso en la Casa Ortelli Hnos., Belgrano 2947, Bs. As.» Pensemos en el arte del dibujante. Parece paradójico que en aquella época todo estaba –incluido el arte gráfico- al servicio del sentimiento del tango, y por supuesto, al realismo de las acuarelas ciudadanas. Bevilacqua cumplió tareas como ejecutante del piano, en varios centros musicales, especialmente en el teatro capitalino Pasatiempo y también en los bailes de María La vasca, lugar bravío del malevaje porteño. Al llegar 1910, centenario de la Revolución de Mayo, y con banda de música estrenó su tango “Independencia”. Ese año fue el triunfo total de don Alfredo ya que cuando nos visitó Isabel de Borbón le regaló la partitura del tango antedicho, como testimonio de argentinidad hacia la Madre Patria. También Bevilacqua ofreció al ministro chileno Cruchaga Tocornal el tango “Emancipación”, dedicado a la hermana República de Chile. Así era el maestro Bevilacqua, dedicaba sus mejores obras para testimoniar la grandeza del tango hacia otros pueblos. Fue autor de muchos tangos: “Apolo”, lo publicó en 1903 y fue grabado por la banda Victor en 1905; en 1906 publicó “Minguito”, hermoso tango y, como corolario de su trayectoria autoral le dedicó al jockey Torterolo el tango “La gran muñeca”. Escribió además: “Recuerdos de La Pampa”, “Cabo cuarto”, “El fogón”, “Bar El Popular”, “Marconi”, “Primer junta”, “Expresión criolla”, “El orillero”, “Reconquista”, entre otros. Su último trabajo fue “Brisas del sur”, del año 1933. La mayoría de ellos fueron grabados por rondallas y típicas del 1910. Por ejemplo: Juan Maglio, (Pacho) grabó varias de sus obras. En sus últimos años trabajó como afinador musical. Alfredo Bevilacqua no podrá ser olvidado por los tangueros argentinos y orientales, su figura fue de un valor incomparable, hacedor de nuestra telúrica popular. Falleció el 1 de julio de 1942, su deceso ocurrió en el hospital Italiano de Buenos Aires y, desde éstas páginas le decimos: Don Alfredo jamás lo olvidaremos, porque usted pertenece a la historia del tango.

sábado, 25 de junio de 2016

"EL CESAR ARGENTINO"

César Vedani Su primer obra publicada fue el tango Vieja escuela de mi barrio de 1926, cuya música es del pianista Rodolfo Nasso. En 1927 publicó "Adiós Muchachos", con música de Julio C. Sanders, que llegó a ser el tango más popular del mundo. Los dos fueron grabados por primera vez por Agustín Magaldi. Del mismo año es otro éxito, el tango Barra querida, con música de Carlos A. Sánchez (Carlos Sandoval), que al igual que el anterior fueron grabados por Carlos Gardel. El primer registro de esta última obra fue realizado por Azucena Maizani el 20 de septiembre de 1928. Dado el éxito de Adiós muchachos, en el segundo semestre de 1928 los autores viajaron a Europa y desde París y Barcelona promocionaron el tango en distintas casas editoriales y fonográficas europeas. Colaboró en algunos periódicos y tuvo destacada actuación en el directorio de SADAIC. Periódicamente fue publicando canciones en todos los tonos y aunque algunas fueron grabadas distaron mucho de ser éxitos; no repitió ni medianamente aquellos sucesos. “Andá con tus amigos”, tango, puede citarse entre ellos. Vedani nació en Buenos Aires el 23 de agosto de 1906 y allí falleció el 14 de abril de 1979.

miércoles, 22 de junio de 2016

"EL VASCO RIAL"

josé Rial Letrista (14 noviembre 1896 - 8 julio 1954) Su primera vivienda, junto a sus padres españoles, fue en la Avenida Caseros 2672. Sus estudios primarios los hizo en dos escuelas, una estaba a metros de su casa, la otra en la cuadra siguiente. Luego unos años de trabajo, fue aprendiz de carpintero y vendedor de artículos rurales en Casa Bossio, comercio ubicado en el vecino barrio de Barracas. Su padre gustaba de la poesía y él recibió la herencia improvisando versos, recitando o bien cantando cuando a los 17 años tuvo la primera guitarra. Se lo debe considerar un verdadero payador. Alto, robusto de cuerpo, tirando a rubio, vestía traje y chambergo de ala ancha un poco tirada para atrás y siempre pañuelo blanco o negro al cuello, aún con corbata. De carácter jovial, cariñoso en el trato y muchas veces retraído. Modesto en todo aspecto nunca se mostró interesado en la elegancia de la vestimenta. Ya vivía en la calle Luna 24, cuando escribe y compone los temas que precisaba la murga del barrio para los carnavales. Presumiblemente, desde 1915 y por más de cinco años, formó parte del conjunto gauchesco Gloria, Patria y Tradición, vestido a la usanza gaucha tocando la guitarra y cantando. Fue un grupo muy requerido y tuvieron cierta notoriedad por sus actuaciones en los cines y teatros de las zonas linderas. Entre los componentes estaban dos personalidades: Guillermo Barbieri y Dante A. Linyera. Por 1922, se puso de novio con una vecina, Gregoria Buzeta, cuatro años menor, nacida en el corralón con una flota de chatas que regenteaba su padre. Se casaron en el año 1925 y fue su musa inspiradora, al menos de su creación inolvidable: “Rosa de otoño (Rosas de otoño)”. Constaba de nueve estrofas y cuando fue musicalizada por su amigo Barbieri, resultó ser muy extensa, entonces decidió eliminar las primeras tres: como curiosidad son las siguientes: Tú eres la vida yo soy la muerte tú eres contento yo soy dolor, tú representas benigna suerte yo simbolizo un marchito amor. Tú eres la rosa que cristalina guarda el rocío sobre el altar, yo soy el fruto de un triste pino que sólo pena puede guardar. Mi pobre rostro ya palidece, mis labios quieren enmudecer y mi guitarra se desvanece mientras mis ojos te quieren ver. A continuación, van los versos ya conocidos de este bello vals. «Fue un verso de enamorado», casi se disculpó cuando lo dio a conocer. Era el año 1923, el tema lo graba Gardel por primera vez y, es a partir de entonces, que comienza su trayectoria de autor. Ese mismo año, en el teatro Smart se representa el sainete El casamiento de Chichilo, de Mario Folco, —en la compañía de los hermanos Simari, con la actriz Eva Franco—, allí el cantor uruguayo Juan Ferrari lo canta acompañándose en guitarra. Gardel vuelve a grabarlo en octubre de 1928, en París. Y en 1930, es uno de los cortometrajes dirigidos por Eduardo Morera donde lo secunda la orquesta de Francisco Canaro. También 1923, fue el año que se empleó en el Correo Central y allí como administrativo permaneció hasta su jubilación en 1948. Colaboró en diversas publicaciones: El Alma que Canta, El Canta Claro, La Canción Moderna, y otras, donde quedaron cantidad de colaboraciones. Intervino en la política de SADAIC cuando era dirigida por Homero Maná, opositor de Francisco Canaro. De su sencillez de hombre más aferrado al barrio paisano que a los vaivenes de la ciudad va esta anécdota: Un día fue a SADAIC a cobrar sus derechos de autor y, esperando cerca de la ventanilla de pago se encuentra con Ignacio Corsini que lo invita a sentarse en el sofá de la sala de espera, pero Rial se niega una y otra vez. Cuando se separan para ir cada uno a lo suyo, un amigo se le acerca para recriminarle su descortesía. Entonces aclaró que no lo hizo por vergüenza, si tomaba asiento se lo iba a ver calzado pero sin medias, no se las había puesto por comodidad. El 24 de junio de 1954, estuvo en el cementerio de la Chacarita junto a la tumba de Gardel como ocurriera otros años. Incluso improvisó unas décimas. Pocos días después, el 8 de julio un infarto cardíaco lo abatió para siempre. Vivía en el mismo solar donde había nacido, convertido ahora en un edificio de departamentos. Con Barbieri también compuso: “Pobre amigo” (1924), “Se llama mujer” (1928), “Preparate pa'l domingo” (1931), “La casita blanca”, vals que grabara Corsini (1926), “Flores azules” (1928), grabado por el dúo Ruiz-Acuña y por el conjunto de Rafael Rossi y las chacareras “La picardía” y “Doña Rosario” (1930). Por último, “Resignate hermano”, con Barbieri y José Ricardo (1928). Con Rafael Rossi —a quien conociera en casa de Barbieri— realizó siete trabajos: “Ebrio” (1927), “Corazoncito” (1928), “Primero yo” (1929), los tres grabados por Gardel, “Buena pilcha” (1929), que grabó Roberto Firpo pero en forma instrumental, “Ponete paquete” (1934), inédita, “De corazón a corazón [b]”, ranchera (1930), “Lo que pide el corazón”, vals (1940). También le pertenecen: “Hágame el favor” (letra y música), “Bailarín” (1929), en colaboración con Dante A. Linyera, “No la contés grande” (1930), con Luis Visca, “Arroz con leche me quiero casar”, polca en colaboración con Dante A. Linyera y música de Enrique Rodríguez.

martes, 21 de junio de 2016

"EL MARINERO MONTES"

Osvaldo Montes (Rosario, 8 de enero de 1934 - Buenos Aires, 4 de julio de 2014), conocido como el Marinero Montes, cuyo nombre completo era Osvaldo José Montes, fue un músico argentino y bandoneonista de tango. Su apodo surgió en la época en que Montes cumplió su servicio militar obligatorio en la Marina, oportunidad en que estuvo embarcado en el buque escuela ARA Bahía Thetis que anualmente hacía un viaje dando la vuelta al mundo con los alumnos.1 Enese viaje, los cadetes de la Armada le compraron un bandoneón en Marsella y se lo regalaron. Montes comenzó a estudiar música cuando cursaba la escuela primaria. A los ocho años su padre estaba internado y la madre, que iba todos los días a cuidarlo, le compró un bandoneón para que aprovechara el tiempo. Fue alumno de Egidio Presenti y tomó lecciones de Pedro Caifano y Antonio Ríos. Estudió armonía con René Teseo y Alberto Coronato y, ya en edad madura, su pasión por el conocimiento de la música lo llevó a estudiar trompeta durante tres años en el Instituto del Teatro Colón. Se presentó acompañando al cantor Alfredo Belusi antes de los 13 años y tenía esa edad cuan debutó profesionalmente con la orquesta de Raúl Bianchi, con quien permaneció doce años y llegó a ser conocido en el ambiente musical como “el pide de Bianchi”. En 1955 se incorporó a la orquesta de Miguel Nijenson, se radicó en Buenos Aires y a los dos años era solista de bandoneón. En la década de 1960 era observable una movilidad de los músicos de tango que hacía que muchos de ellos participaran alternativamente en unas y otras formaciones orquestales, y Osvaldo Montes no fue una excepción. Trabajó con las orquestas de Enrique Alessio, Miguel Calo, Ángel Domínguez, Enrique Mario Francini y Armando Lacava y acompañó a los cantantes Alberto Marino y Siro San Román. En 1962 se unió a la orquesta de Leopoldo Federico que por entonces respaldaba al cantante Julio Sosa. Después que éste fallece, participó en giras por países de América de las orquestas de Horacio Salgán y de Mariano Mores. Integrando el Quinteto de Buenos Aires, entre 1968 y 1971 viajó por la Unión Soviética, Colombia, Perú, Costa Rica y Brasil. También tocó en el Carnegie Hall de Nueva York con la orquesta de Atilio Stampone. Integró la Orquesta de Tango de Buenos Aires y con el guitarrista Aníbal Arias formó un dúo que realizó presentaciones en Japón y otros lugares. En este país también actuó junto a Néstor Marconi y Antonio Agri. Con la orquesta de Stampone realizó muchas actuaciones en la tanguería Caño 14, en Buenos Aires. Sus conocimientos, habilidad y experiencia como bandoneonista, le llevaron a integrar durante casi 30 años el elenco estable de la Orquesta del Tango de Buenos Aires. Grabó con los cantantes Néstor Fabián, Roberto Goyeneche, Libertad Lamarque, Alberto Marino, Nito Mores, Edmundo Rivero, Floreal Ruiz, Mercedes Simone y Julio Sosa, y con los conjuntos de Atilio Stampone , Alfredo Gobbi, Miguel Caló, Mariano Mores , Pedro Laurenz y Horacio Salgán. Montes también hizo labor docente; entre otros lugares, enseñó música de tango en Copenhague y en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores. Participó de la banda sonora de Tango feroz en 1993 y en la de Una sombra ya pronto serás en 1994. Falleció en Buenos Aires el 4 de julio de 2014.

domingo, 19 de junio de 2016

"EL BOTICARIO DEL TANGO"

José E. Riu nació en 25 de Mayo (provincia de Buenos Aires) el 30 de junio de 1883 y falleció en Buenos Aires el 18 de septiembre de 1943. Fue autor teatral y algunas de sus obras fueron muy proclamadas. Se inició como autor dramático – antes de obtener el título de farmacéutico. Para sus obras escribió algunos tangos que musicados por Enrique Delfino, Carlos Pibernat, Víctor Donato, Luis Teisseire y algún otro, tuvieron su cuarto de hora: “Canillita [c]”, “Malevita”, “Los burros”, “Pebeta canyengue”, “La tardecita”, “Farolito viejo”, “Los ojos de la grela”. Carlos Gardel, a quien habría tratado en el ambiente pues siempre anduvo mezclado entre la gente de teatro, grabó “Farolito viejo”, que con música de Teisseire fue estrenado por el actor Luis Vecchio en su obra más exitosa, Del otro lao del Riachuelo, dada en el Teatro Buenos Aires por primera vez el 17 de mayo de 1927. Era hermano de Francisco Aníbal Riu, el gran poeta argentino hoy injustamente olvidado, que nos dejara los libros: Sílex en 1906; Musa errante en 1911, y Leyendas nativas en 1913, autor de las décimas “Desde el alero (El alero)” que grabó como estilo José Razzano en uno de los primeros discos del dúo en 1917. («Vengo buscando tu alero, donde el amparo de un nido, la madreselva ha tejido para el trovador campero...»). El poeta Francisco Riu falleció el 21 de junio de 1929 en Buenos Aires.

sábado, 18 de junio de 2016

"UN CRIOLLO DE MI FLOR"

Adolfo Herschel (17 agosto 1892 - 12 julio 1941) Era un letrista, guitarrero y cantor criollo, gran impulsor de la música popular, trabajo incansablemente por el tango y la música criolla rioplatense.Lástima grande que nunca cantó ni tocó en público, pues su padre siempre se opuso a ello (en aquella época se lo respetaba y obedecía al progenitor hasta su última instancia); no quería que su hijo se entreverara en esas cosas pues pertenecía a una familia bien aristocrática. Adolfo Herschel era poseedor de una preciosa guitarra traída de España, toda de nácar y oro, que al final de tanto andar, desapareció. Era un verdadero y leal amigo del dúo Gardel-Razzano, cuyos componentes frecuentaban su casa y fue colaborador desde un principio en su repertorio ya que a su inspiración se deben “El vagabundo” con música del dúo; “Pobre gallo bataraz” y “Mi caballo y mi mujer” con músicas de José Ricardo; “Muñequita” tango con música de Francisco Lomuto y “Atardecer [b]” con música propia grabadas indistintamente por Gardel sólo o a veces con Razzano. Quizá el dúo memorable cantó “¿Por qué te portaste así?” una tonada que tiene con Francisco Lomuto. Herschel nació en La Plata el 17 de agosto de 1892 y falleció en Chile el 12 de julio de 1941.

miércoles, 15 de junio de 2016

"IVÁN EL TERRIBLE DIEZ"

Nombre real: Martini, Augusto Arturo Periodista, autor y letrista (16 agosto 1897 - 8 noviembre 1960) Lugar de nacimiento: Mar del Plata (Buenos Aires) Argentina En el quehacer teatral debutó con las piezas "Aquí no hay Cianuro" y "¡Oiga¡ ¡Diga! ¡Vea!" que escribiera con Enrique F. Rando y Manuel Sofovich y estrenadas por la compañía de Azucena Maizani el 9 de octubre de 1926 en el teatro "Comedia". Con los mismos colaboradores también escribió "Un Pesito es Poca Plata", "Buen Humor a Toda Hora", "Pasarela, Alegre Pasarela", "Piernas, Piernas, Piernas", "La Fenomenal Revista", "En la Pista se Ven las Chicas", "Hippódrome Revista", "Los Muchachos de Antes Llenaban el Circo" y otras revistas. Estrenó también el sainete "El Romance del Taura". Poeta, pintó en su libro de versos "Sangre de Suburbio", las épocas de oro de su amado Buenos Aires, y por la radios hizo de cantor, escribió esquicios, monólogos y novelas. Publicó sus primeras canciones con el seudónimo de Antonio Timarni ("Te Armarás", tango de 1923, con Biafore, el primero) seudónimo que luego adoptó el compositor Antonio Polito al crear él el de Iván Diez. Con Polito hizo la mayoría aunque también colaboró con Héctor Palacios, Vicente San Lorenzo, Edgardo Donato, F. Brunelli, A. Rodio. Su amistad con Carlos Gardel comenzó por el año 26 al llevarle junto con el compositor el tango "Sueño Marchito"; después de éste el cantor le grabó "Noviecita Mía", "Knock-out de Amor" y "Almagro". Los dos últimos con músicas de San Lorenzo. Muchas noches, madrugadas mejor dicho, las mesas de diversos cafés de la calle Corrientes los sintieron y convivieron en ruedas con otros amigos. A su muerte en unos sentidos versos escritos a su memoria, dijo: "Con tu muerte, che, Carlitos se nos viene abajo el tango...", y cuánta razón tenía. Iván Diez (Martini) nació en Mar del Plata (Bs. As.) el 16 de agosto de 1897 y falleció en Villa Ballester (Bs. As.) el 8 de noviembre de 1960.

sábado, 11 de junio de 2016

"EL MAESTRO DE TEMPERLEY"

Gómez, Graciano Manuel Leopoldo Bandoneonista, director y compositor (31 mayo 1912 - 5 enero 1980) Nació en la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Temperley, a pocos kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. En 1937, inició la dirección de su conjunto debutando ante los micrófonos de LR2 Radio Argentina. Durante toda la década del cuarenta, actuó al frente de su orquesta en diferentes programas radiales, en clubes y locales de baile. Pero, como dijimos al principio, el éxito de su actividad como músico lo logró con su inspiración creativa, a partir de su obra. Su primera creación no tuvo ninguna trascendencia y pasó sin pena ni gloria, llevaba por título, “Siempre a tu lado”. Pero en agosto de 1943, José García con su orquesta, Los Zorros Grises, registró otra página suya que se convirtió en un enorme éxito: “Esta noche de luna”, con la voz de Alfredo Rojas y, en diciembre, hace lo mismo Carlos Di Sarli con Roberto Rufino. Este tango triunfó en el gusto popular de tal manera, que no sólo se vendieron millares de discos, sino que también lo grabaron otras importantes orquestas. De lo dicho de este tango podemos dar algunos ejemplos: Julio De Caro con Roberto Medina (julio de 1951), Francisco Canaro con la voz de Carlos Roldán (junio de 1944) y Libertad Lamarque con el acompañamiento de la orquesta de su marido Alfredo Malerba, durante ese mismo año. Bastante tiempo después, lo grabó Osvaldo Pugliese con su cantor Jorge Maciel. Otra obra singular de su cosecha es: “Tu íntimo secreto”, que grabara Di Sarli con Jorge Durán, a mi gusto una perla; Enrique Rodríguez con Armando Moreno, ambos en 1945 y, una década más tarde, Alfredo De Angelis con el dúo formado por Carlos Dante y Oscar Larroca. Menos conocido pero muy bello, el vals “Rosa en pena” que grabara en Uruguay Dorita Davis, también en el año 1945. Pero paradójicamente, pese a haber triunfado como compositor mucho antes, recién llega al disco con su orquesta por derecho propio, en 1961, con su milonga, “A todo trapo”, que en el reverso tiene el tango, “Pa’ que sientas lo que siento”, de Marcelo Salazar Bonilla, cantado por Elena Maida. Seis años antes, en 1955, había ocurrido un hecho en la trayectoria del músico que fue muy significativo. Ese año la compañía Odeon contrató a la cancionista uruguaya Nina Miranda como artista exclusiva y, para dirigir la orquesta que debía acompañarla en las grabaciones, convocó a Graciano Gómez. El debut fonográfico fue con el tango “Julián” al que luego siguieron: “Mama yo quiero un novio”, “Maula”, “Arrabalero”, “Perdón viejita”, “Fueron tres años”, “Esta noche de luna” y el vals “Pastorcita de Amancay” (de Chito Galindo), entre otros. En total grabaron 16 temas. Después, en las presentaciones ante el público de Buenos Aires y de otras ciudades, surgieron algunos problemas de cartel en el diseño de las promociones y las marquesinas, y cada uno se fue por su lado. Nina continuaría su carrera solista y Gómez, sus presentaciones radiales y sus giras por el interior del país, con la participación de Elena Maida, la que fuera vocalista del cuarteto de Enrique Mora. Entre los años 1957 y 1962, actuó en LR3 Radio Belgrano y en el Canal 7 de televisión. Además, grabó para el sello Voxor, contando con el aporte de los cantores: Dante Rossi (con quien volvió a grabar su éxito “Esta noche de luna” y otros temas más), Rubén Cané, Carlos Nogués, Roberto Alvar y la ya mencionada Elena Maida. En esos años, también dirigió la orquesta acompañante de Enrique Campos, presentándose en LR4 Radio Splendid, en el Canal 13 de la televisión argentina y, en el canal 4 de Montevideo.

viernes, 3 de junio de 2016

"EL GRAN DI FILLIPPO"

Roberto Di Filippo Nombre real: Di Filippo, Roberto Bandoneonista (12 junio 1924 - 15 febrero 1991) nació en Peyrano, una pequeña localidad del sur de la provincia de Santa Fe, hijo del matrimonio compuesto por don Antonio Di Filippo y doña Angela Colonna. De los nueve hijos que tuvieron, cinco recibieron educación musical. Don Antonio, empleado ferroviario, como buen italiano, tenía el gusto y el cariño por la música. Y así fue que cuando el maestro Eduardo Vétere comenzó a viajar desde Rosario hasta Peyrano para atender su propia academia, cinco hermanos Di Filippo fueron anotados en ella, instruyéndose Lucio en bandoneón, Vicente en violín, Juan en bandoneón, Dominga en piano y violín y Roberto —quien aún no tenía 6 años—, en bandoneón. Y siendo unos niños, formaron una orquesta típica infantil que se desempeñó en reuniones y bailes, ganando aplausos, simpatía y adhesión del vecindario. Roberto, debido a su dedicación y a sus aptitudes naturales, logró formarse sólida y precozmente, decidiendo hacer profesión de la música. Cuando tenía 17 años y fue requerido por Roberto Zerrillo en la Capital Federal, era ya un instrumentista sumamente capacitado. Le faltaba únicamente foguearse en la labor de conjunto, afianzamiento que consiguió rápidamente. En 1941, con esa orquesta llegaron sus primeras grabaciones. Intervino en los registros de los tangos “El repique”, de Elvino Vardaro, y “Aquel preludio de amor”, del propio Zerrillo. Paralelamente, comenzó una intensa labor profesional participando en conjuntos para acompañamientos de cantantes solistas, hasta que a poco de estar en Buenos Aires se vinculó con tres jóvenes que ya habían alcanzado a trascender en los círculos tangueros: Orlando Goñi, Francisco Fiorentino y Ástor Piazzolla. Nombraré —por el solo placer de regodearme— la fila de bandoneones del conjunto de Orlando Goñi: Jorge Martínez, Eduardo Rovira, Antonio Ríos, Luis Bonnat y Roberto Di Filippo. Luego, en la agrupación Piazzolla-Fiorentino, al lado del fueye del director, estuvo Di Filippo junto a otros dos buenos instrumentistas: Fernando Tell y Ángel Genta. Pero de esa época trascendente del tango, tal vez lo que más quede grabado en el recuerdo de todos —ayudado, felizmente, por los testimonios discográficos (Odeon, 1946 a 1949)—, es su actuación en la orquesta de Ástor Piazzolla, en donde cumplió una extraordinaria labor junto a otros dos excelentes bandoneonistas: Abelardo Alfonsín y Vicente Toppi. En ese conjunto se puede apreciar el especial lucimiento de Di Filippo, porque desarrollaron un nutrido e importante repertorio instrumental. «Estoy prendido en todas», recordaba. Después, a mediados de 1949 pasó a la orquesta de Julio De Caro, incursionó en la de Joaquín Do Reyes para finalizar su carrera en la orquesta de Horacio Salgán, director que lo mismo que Ástor, lo distinguió preferentemente. Pese a que hubo un inconveniente que los enemistó temporalmente. Le pasamos la palabra al propio Di Filippo: «En abril de 1950 me incorporé a la orquesta de Salgán y posteriormente, comenzamos a grabar en Victor. Hicimos los tangos “Recuerdo”, “La clavada”, “Como abrazado a un rencor” y “Motivo de vals”. Una vez concluidos estos registros le comuniqué al director que me retiraba del conjunto pues había sido nombrado músico de la orquesta estable de Radio Splendid. Salgán se puso furioso e hizo suspender la venta de esas grabaciones. Hizo de nuevo todos los registros pero sin mí. La carátula del disco, sin embargo, estaba hecha, y yo aparezco al lado de Leopoldo Federico, y ésa no se modificó. Así que figuro en la fotografía pero no en las grabaciones». Después de 1950, cuando comienza a notarse la declinación de las fuentes de trabajo para las orquestas de tango, y en especial, las de formación numerosa, Di Filippo decide asegurar su tranquilidad económica y después de pedir consejo a Piazzolla, determina aplicarse al estudio de otro instrumento no convencional que lo vincule a la música clásica y le permita acceder a algún grupo sinfónico de importancia. Elige el oboe, un instrumento cuya ejecución es de extrema dificultad. Acompaña la idea con la acción, siempre con Piazzolla de ladero, y adquiere un oboe usado, al mismo tiempo que es presentado por el autor de “Verano porteño” al maestro Edmundo Gaspart, ex solista de la orquesta del Teatro Colón, con quien comienza inmediatamente a estudiar con su habitual vehemencia y seriedad. En 1951, ya ha ingresado a la orquesta estable de Radio Splendid como bandoneonista, pasa a tocar el oboe en el mismo conjunto, en el que se mantuvo por espacio de nueve años. En 1961, por concurso, se incorpora a la orquesta del Teatro Colón, en la que permanece por espacio de casi veinte años, actividad con la cual alcanzaría la jubilación en 1980, no sin antes haber formado parte en otras agrupaciones como el Quinteto de Cámara Philarmonía y el de la Policía Federal.

domingo, 22 de mayo de 2016

"EL VIGILANTE TANGUERO"

Falero, Emilio Ramón Donato Poeta y letrista aficionado (12 diciembre 1887 - 25 noviembre 1933) Era empleado policial y fue atraído por la música popular, en especial el tango, pues además de ser hermanastro del alto exponente del cancionero que fue Virgilio Carmona tocaba el mandolín; uniendo entonces afición y virtud, con el mismo Carmona publicó sus obras por 1927. La primera el vals “Idilio en la selva”, y los tangos “El manisero” que grabó Corsini; “Era de ley” grabado por Firpo y los éxitos de siempre “Ríe payaso” y “Pobre colombina” que dejó en discos Carlos Gardel. Cultivó la amistad del gran cantor, porque como era un gran admirador de su arte acudía ex profeso donde actuaba con excusas de cuidar el orden. Por 1929 luego de grabarle “Ríe payaso” fue a casa de Gardel para agradecerle esa atención llevando a su hijo, niño aún, a quien Carlos besó cariñosamente y regaló caramelos, al tiempo que le decía: «Este es el mejor tango que se mandó, mi amigo... Siga así...», y no escribió más canciones. Falero nació en Buenos Aires el 12 de diciembre de 1887 y allí falleció el 25 de noviembre de 1933.

lunes, 4 de abril de 2016

"EL BAILARÍN DE MULETAS"

EL RENGO COTONGO No hay datos de su nacimiento y de su fallecimiento, solo sabemos que fue un criollo bien porteño y bailarín. Era moreno, nacido a fines del siglo XIX, cuando Buenos Aires se componía de parroquias en vez de barrios. A temprana edad, por enfermedad o por accidente, quedó con una pierna distinta de la otra y se vio obligado a andar con muleta. Entrado el nuevo siglo fue cochero que circulaba por la zona del Abasto. No obstante, entre esos paseos, encontró el tango en sus calles y lo aprendió hasta convertirse en creador. Varios investigadores afirman que bailaba con la muleta. Solía asistir a los bailes de Patria e Lavoro (Chile 1567), cuna de punguistas y apuñaladores, que organizaba «El Inglés» Carlos Kern. Alguna vez, en el salón de Nueva Granada que organizaba El Pardo Santillán, perdió un «duelo» con El Cachafaz, que terminó con la clausura del local y gente en la comisaría. Según Domingo Greco era un bailarín «un poco más refinado»; según Francisco Canaro, hacía filigranas y «bailando no se le notaba la renguera». Sea como fuere, El Rengo Cotongo demostró que no hay imposibles para la pasión. Su verdadero nombre quedó en el olvido, o acaso su verdadero nombre fue el apodo con que todos lo conocieron; pero aún con muletas dejó una huella ya imborrable en la historia del tango danza.

"MÚSICO DE VANGUARDIA"

Astor Piazzolla Nombre real: Piazzolla, Astor Pantaleón Bandoneonista, director, compositor y arreglador (11 marzo 1921 - 4 julio 1992) Su inserción en el medio tanguero de Buenos Aires comenzó en 1938, precisamente la época en que el tango despertaba aceleradamente de su relativo letargo, iniciado alrededor de 1930. La relación de Astor Piazzolla con ese medio fue complicada, mezcla de amor y desprecio, de admiración y resquemor. Pero su lucha, que era la de un artista tan dotado como innovador, contra la mediocridad y el conservadurismo, la libró desde el interior del tango, con profundas raíces en él, tocando con orquestas ajenas o propias en palcos de café o en oscuros clubes suburbanos. Este barro ya no lo tienen en sus botas los postpiazzollanos. A pesar de esta raigambre y de la profunda esencia tanguera de todo lo que hacía Astor, incluso cuando se trataba de otra música, desde mediados de los 50 se extendió entre sus detractores una muletilla presuntamente descalificadora: «Piazzolla no es tango», como expresión absoluta del quietismo y la intolerancia. No obstante ese antagonismo, varios tangos fueron escritos en su homenaje, uno de ellos por Julio De Caro, figura capitular del género, testimoniando la admiración que despertaba ese personaje áspero y combativo, que rompía todos los moldes. Astor Pantaleón nació en 1921 en Mar del Plata, cuando este puerto pesquero del Atlántico, 420 kilómetros al sur de Buenos Aires, era a la vez un balneario aristocrático, aún no masivo. En 1924 pasó a vivir con sus padres en Nueva York, donde en 1929 sobrevino su encuentro con el bandoneón. En 1932 compuso su primer tango, “La catinga”, nunca difundido, e intervino como actor infantil en El día que me quieras, film cuya estrella era Carlos Gardel. Ya de regreso en Mar del Plata, en 1936 comienza a formar parte de conjuntos locales y a conducir incluso uno que adoptaba el estilo del Sexteto Vardaro, que a partir de 1933 había intentado una audaz superación estilística, desdeñada por las grabadoras. Su líder, el violinista Elvino Vardaro, tocaría muchos años después para Piazzolla. En 1938 llegó a Buenos Aires, donde, luego de pasar brevemente por varias orquestas, fue incorporado a la del bandoneonista Aníbal Troilo, que se había constituido en 1937 y jugó un papel trascendental en el apogeo del tango en los dos decenios siguientes. Además de bandoneón de fila, Astor fue allí arreglador y ocasional pianista, en apurado reemplazo de Orlando Goñi (o Gogni), tan brillante como incumplidor. Troilo prohijó a Piazzolla, pero también recortó su vuelo para ceñirlo a los límites de su estilo, que no debía trasponer la capacidad del oído popular. El ímpetu renovador de Astor comenzó a desplegarse en 1944, cuando abandonó a Troilo para dirigir la orquesta que debía acompañar al cantor Francisco Fiorentino. Aquella fue la extraordinaria conjunción de un vocalista enormemente popular y un músico de talento único. Quedaron de ese binomio 24 temas grabados, con versiones descollantes (los tangos “Nos encontramos al pasar”, “Viejo ciego” y “Volvió una noche”, entre otros). La serie incluye los dos primeros instrumentales registrados por Piazzolla: los tangos “La chiflada” y “Color de rosa”. Tras aquella experiencia inaugural, Astor lanzó su propia orquesta en 1946, todavía ajustada a los cánones tradicionales del género. Como tal se instaló desde su inicio entre las agrupaciones más avanzadas, junto a las de Horacio Salgán, Francini-Pontier, Osvaldo Pugliese, Alfredo Gobbi y el propio Troilo. Entre sus cantores sobresalió Aldo Campoamor. Hasta 1948 grabó un total de 30 temas, entre ellos versiones antológicas de tangos como “Taconeando”, “Inspiración”, “Tierra querida”, “La rayuela” o “El recodo”. Entre los registros se destacan cinco obras del propio Piazzolla, que ya anuncian —particularmente en los casos de “Pigmalión” y “Villeguita”— al genial compositor. Este surge muy pronto en toda su hondura y originalidad con tangos de inigualada inspiración: “Para lucirse”, “Prepárense”, “Contratiempo”, “Triunfal”, “Contratiempo” y “Lo que vendrá”. Esas piezas son incorporadas al repertorio de importantes orquestas, como las de Troilo, Francini-Pontier, Osvaldo Fresedo y José Basso, muchas veces con arreglos escritos por el propio Piazzolla. Mientras tanto, su orquesta graba entre 1950 y 1951 cuatro obras, dos de ellas en un memorable disco de 78 revoluciones: los viejos tangos “Triste” y “Chiqué”. En los primeros años 50 Piazzolla dudó entre el bandoneón y el piano, y pensó volcarse a la música clásica, en la que ya venía incursionando como compositor. Con esas ideas se trasladó en 1954 a Francia, becado por el Conservatorio de París, pero la musicóloga Nadia Boulanger lo persuadió de desarrollar su arte a partir de lo que le era más propio: el tango y el bandoneón. Allí graba en 1955, con las cuerdas de la Orquesta de la Opera de París, Martial Solal al piano y él mismo en bandoneón, 16 temas, todos suyos salvo dos. Aquello fue un nuevo torrente de asombrosa melopea, con tangos como “Nonino” (antecedente del célebre “Adiós, Nonino”, emocionada despedida a la muerte de su padre), “Marrón y azul”, “Chau París”, “Bandó”, “Picasso” y otros. De regreso en la Argentina, Piazzolla se desplegaría en dos direcciones. Por un lado, la orquesta de bandoneón y cuerdas, con la que dio a conocer una nueva generación de tangos suyos, de actitud ya rupturista, como “Tres minutos con la realidad”, “Tango del ángel” y “Melancólico Buenos Aires”. Su repertorio incluía por entonces también tangos tradicionales releídos y otros más actuales de diferentes músicos, como “Negracha” (Pugliese), “Del bajo fondo” (José Tarantino y Osvaldo Tarantino) o “Vanguardista” (José Bragato). La orquesta contaba con el cantor Jorge Sobral, ya que Astor quería extender al tango canción su propuesta renovadora. La otra gran empresa de Piazzolla en esa época fue la creación del Octeto Buenos Aires, en el que reunió a ejecutantes de gran nivel y con el cual subvirtió todo lo conocido en tango hasta entonces. Hay quienes juzgan a ese Octeto como el cénit artístico de toda su carrera. Aquel conjunto, que grabó sólo dos long-plays medianos, se dedicó sobre todo a reinterpretar grandes tangos tradicionales, como “El Marne”, “Los mareados”, “Mi refugio” o “Arrabal”. En 1958, Piazzolla se estableció en Nueva York, donde vivió circunstancias muy difíciles. De aquella infeliz etapa quedó su experimento de jazz-tango, que él mismo juzgó con dureza —excesiva tal vez— por la concesión comercial que supuso. Pero al retornar a Buenos Aires en 1960 creó otro de los conjuntos fundamentales de su trayectoria: el Quinteto Nuevo Tango (bandoneón, piano, violín, guitarra eléctrica y contrabajo), que causó furor en ciertas franjas de público, entre ellas el universitario. Esta formación, cuyos integrantes fueron cambiando con el tiempo, frecuentó un repertorio variado, que incluyó nuevos tangos del director, como “Adiós Nonino”, “Decarísimo”, “Calambre”, “Los poseídos”, “Introducción al ángel”, “Muerte del ángel”, “Revirado”, “Buenos Aires Hora cero” y “Fracanapa”, entre otros. Con la voz de Héctor De Rosas realizó notables versiones de “Milonga triste” y tangos como “Cafetín de Buenos Aires”, “Maquillaje”, “Nostalgias” y “Cuesta abajo”, entre otros. En 1963, retornó a un fugaz Nuevo Octeto, que no alcanzó el óptimo nivel del anterior pero le permitió incorporar nuevos timbres (flauta, percusión, voz). Entre las diversas realizaciones de esos años intensos, sobresalen dos acontecimientos de 1965. Uno es el concierto que con el Quinteto ofrece en el Philarmonic Hall of New York, dando a conocer la Serie del diablo y la completada Serie del ángel, además de “La mufa”. A su vez, graba en Buenos Aires una serie de excepcionales composiciones suyas sobre poemas y textos de Jorge Luis Borges (con su mitología de cuchilleros de arrabal), con el cantor Edmundo Rivero y el actor Luis Medina Castro. Ese mismo año dio a conocer “Verano porteño”, primero de los valiosísimos tangos que conformarán las Cuatro estaciones. Comienza luego su producción con el poeta Horacio Ferrer, con quien creó la operita María de Buenos Aires (que comprende el admirable “Fuga y misterio”) y una sucesión de tangos. En 1969 lanzaron “Balada para un loco” y “Chiquilín de Bachín”, que de pronto le proporcionaron a Piazzolla éxitos masivos, a los que no estaba habituado. Ese año los grabó por partida doble, con la cantante Amelita Baltar y con el cantor Roberto Goyeneche. En 1972, en otro gran momento de Piazzolla y tras haber registrado el año anterior el magnífico LP Concierto para Quinteto, formó Conjunto 9, con el que grabó Música contemporánea de la ciudad de Buenos Aires, como trascendiendo la discusión sobre la tanguidad. Los álbumes que realizó ese noneto incluyen los sobresalientes “Tristezas de un Doble A”, “Vardarito” y “Onda nueve”. Tras abandonar nuevamente la Argentina, Astor inició su fructífera etapa italiana, donde entre otras obras dio a conocer “Balada para mi muerte”, con la cantante Milva, “Libertango” y la conmovedora “Suite troileana”, que escribió en 1975 bajo el impacto que le causó la noticia de la muerte de Troilo. Tres años después compuso y grabó con orquesta una serie de obras dedicadas al campeonato mundial de fútbol, esa vez disputado en la Argentina, durante la sangrienta dictadura militar implantada en 1976, que manipuló políticamente ese torneo. Se trató de un deplorable paso en falso de Piazzolla. En 1979, de nuevo con su quinteto, presentó “Escualo”, entre otros temas. A lo largo de aquellos años y los siguientes, Astor unió su talento al de artistas de diversos orígenes, como George Moustaki (para quien compuso los bellísimos temas “Hacer esta canción” y “La memoria”), Gerry Mulligan y Gary Burton. Entre otras variadas performances, el disco recogió una apoteótica actuación del quinteto en 1987 en el Central Park de Nueva York. La última formación de Piazzolla fue un sexteto, que sumaba un segundo bandoneón al quinteto y reemplazaba el violín por el violoncello.

sábado, 2 de abril de 2016

" EL PIBE FIGARI"

Carlos Figari cuyo nombre completo era Carlos Alberto Figari es un pianista, compositor y director de orquesta de tango que nació en (Buenos Aires, Argentina el 3 de agosto de 1913 y falleció en la misma ciudad el 22 de octubre de 1994. nació en el porteño barrio de San Telmo. Desde niño tuvo inclinación por la música. Primero, estudió piano con una profesora de su barrio y luego, continuó en el conservatorio Troiani. Empezó desde muy joven a los 16 años y se lo apodo "el pibe figari" fue convocado por los hermanos Sureda para integrar su conjunto. Formaban parte del mismo, además de Antonio y Gerónimo Sureda, Oscar Valpreda y el cantor Alberto Tagle, quien luego sería vocalista de Enrique Mora y de la primera orquesta de Domingo Federico. En 1937, se disolvió el conjunto y se convirtió en la orquesta de Antonio Sureda, siendo puntal de la misma el joven Figari desde el piano, con sólo 20 años. Cuando se fue Tagle, en 1939, el nuevo cantor fue Juan Alessio, quien después, al irse con Rodolfo Biagi, cambiaría su nombre por el de Jorge Ortiz. En 1941, pasó a integrar la orquesta de José García: Los Zorros Grises. Un año más tarde, grabaron en el sello Odeon “Esta noche de luna” del propio García y Graciano Gómez, con versos de Héctor Marcó y la voz de Alfredo Rojas y el instrumental “Retirao” de Carlos Posadas, donde Figari ya insinuaba su estilo y temperamento musical. También, suplantaba en el piano a Marianito Mores, durante los períodos que este se alejaba circunstancialmente de Canaro. En marzo de 1944 se produjo un acontecimiento muy importante en el mundo del tango: la desvinculación de Francisco Fiorentino de la orquesta de Aníbal Troilo. Inmediatamente, el notable cantor fue requerido por Orlando Goñi. Pero poco duró el vínculo y Fiore decidió formar su propia orquesta ofreciendo la dirección de la misma a su amigo y ex compañero en la orquesta de Troilo, el violinista Hugo Baralis. Pero este cedió la conducción al joven Astor Piazzolla. Debutaron en Radio Belgrano y en la confitería Picadilly de la calle Corrientes 1524. Esta orquesta estaba integrada por Baralis, Cayetano Gianni, Bibiloni Lucero en violines, Roberto Di Filippo, Ángel Genta, Fernando Tell y Piazzolla en bandoneones, José Díaz en bajo y en el piano, Carlos Figari. Tres años después, el 4 de julio de 1947, se incorporó a Troilo en reemplazo de José Basso. Con sus jóvenes 30 años, el pianista demostraba un gran profesionalismo, adquirido en su paso por tantas orquestas de jerarquía como las de José García, Francisco Canaro y Astor Piazzolla. Durante 7 años tocó con “Pichuco” demostrando una técnica depurada. En esa etapa, registraron 96 temas, entre ellos, dos instrumentales de su autoría: “A la parrilla”, junio de 1949 y “Tecleando”, en 1952. Su calidad de pianista disimulaba las dificultades técnicas del sello TK. En esa época, Troilo le dio un gran apoyo a las primeras composiciones de Piazzolla, haciéndolas conocer a través de sus actuaciones y de sus discos. En enero de 1950 graba el tango “Para lucirse” y a partir de allí, estrena “Prepárense”, “Contratiempo”, “Triunfal”, “Contrabajendo”, “Lo que vendrá” y “Tanguango”. Todos estos temas, fueron arreglados por Astor y contaron con el importante aporte de Figari. Participó con la orquesta de Troilo en el cine y en el teatro: El tango vuelve a París, en 1948 y Mi noche triste, en 1952 y la obra de Cátulo Castillo El patio de la Morocha, en 1951. El 16 de abril de 1955 debutó con su propia orquesta y la voz de Enrique Dumas en Radio Splendid. Su primer bandoneón y arreglador era Armando Calderaro, (Pajarito). Recuerdo de aquella época sus actuaciones en la Confitería Montecarlo y su llegada al disco en el sello Music Hall, donde graba su tema “A la parrilla” y “Bien jaileife” de Vicente Demarco y letra de Silvio Marinucci, con la voz de Dumas, entre otros. Un año después, seguía actuando en Radio Splendid y fue convocado por el cantor Edmundo Rivero para que lo acompañara con su orquesta en seis grabaciones para el sello TK. También le encargó los arreglos. Ellas fueron: “El ciruja”, “Jamás me olvidarás”, “Por ella”, “Fugitiva”, “Escríbeme” y “Tessa”. Además, acompañó al cantor, en sus presentaciones por Radio El Mundo. En 1957, hizo una temporada en la confitería Adlon con su nuevo cantor, Héctor Omar y acompañó en la radio al recordado cantor brasileño, Carlos Lombardi, con quien luego haría una gira por las ciudades de San Pablo y Río de Janeiro. Al regreso de la misma, incorporó al cantor Ricardo Argentino en reemplazo de Omar. A fines de los años 50 pasó a Radio del Pueblo, emisora que competía con las grandes, en la contratación de figuras del tango. Allí se presentaban Aníbal Troilo con Grela y el solista consagrado, Alberto Marino. Figari lo hacía con las voces de Enrique Dumas y de Aldo Fabre. En la década sigiente el tango cayó en una profunda depresión y Figari decidió achicar su orquesta. Forma un cuarteto y acompaña a Tania en el local Cambalache, de la calle Libertad 832, propiedad de la cantante. En 1961 formó rubro con Dumas y graban para el sello Disc-Jockey. Ambos continuaron en Radio del Pueblo, que gracias a sus directores artísticos y musicales, Antonio Maida y Miguel Nijensohn, resultó el último bastión tanguero en el éter. Participó también en la televisión, en el programa Esquina del tango, con su nuevo cantor Alberto Marcó. En 1966 se estrenó en el teatro San Martín, Sala Martín Coronado, la zarzuela criolla Juanita la popular, de Enrique Cadícamo. La dirección musical fue confiada a Figari. En la obra actuaban entre otros actores, Homero Cárpena, Juan Carlos Altavista y Elena Lucena. A fines de los 60, se convirtió en figura estable de El Viejo Almacén, propiedad de su amigo Edmundo Rivero y realizó, además, las maravillosas grabaciones con Tita Merello en el sello Odeon.

"UN BARÍTONO BIEN PORTEÑO"

Arrieta, Pedro Rosa Cantor y compositor (12 septiembre 1915 - 17 septiembre 1978) Era un barítono, con un estilo bien porteño, de personal fraseo, con un modo muy particular por el cual fue reclamado por varios directores de orquestas, sobre todo por aquellos que daban especial importancia a la musicalidad y al ritmo. Debutó a los 16 años con Juan Maglio (Pacho). Poco tiempo después, fue requerido por Carlos Di Sarli para suplir en su sexteto al cantor Antonio Rodríguez Lesende. Actuaron durante todo el año, en el café El Nacional y en el cabaret Casino Pigall. En 1933, actuó con Juan Canaro, luego de un paso fugaz por las agrupaciones de Anselmo Aieta y Alejandro Scarpino. Al año siguiente integró el cuarteto Los Magos del Tango, que actuaba en Radio Ultra y que estaba formado por el pianista Juan Polito, los bandoneones de Nicolás Pepe y Daniel Alvarez y el violín de Bernardo Sevilla (Tito). Después, vino su paso por la orquesta de Pedro Laurenz y, a partir del año 1939, su debut como solista en LR3 Radio Belgrano, donde actuó durante dos años para luego continuar en Radio Mitre. El cantor continuó creciendo y consolidando su estilo y fue requerido por el maestro Lucio Demare, para compartir los temas cantables de su orquesta con Juan Carlos Miranda. La primera grabación fue el 14 de abril de 1942: “Un tango guapo”, de Roberto del Pino y Oscar Roma, luego vinieron “Soy muchacho de la guardia”, de Agustín Irusta y Héctor Marcó y “Canción de rango (Pa' que se callen)” de Raúl Kaplún y José María Suñé. Al final de año, tanto Arrieta como Miranda se desvincularon de la orquesta y fueron reemplazados, por un grande, el incomparable Raúl Berón. Arrieta regresó como solista a Radio Belgrano y a diferentes locales nocturnos con gran éxito, pero su consagración definitiva se produjo cuando fue invitado a integrar la orquesta de Miguel Caló. Con ella hizo su primera grabación el 7 de agosto de 1945, el tango de Juan Polito y Luis Caruso “Quedó en venir a las nueve” y en el reverso del disco, la milonga “Cimarrón de ausencia”. La pareja de cantores la compartió con Raúl Iriarte, quizás el dúo más importante que tuvo la orquesta y de mayor trascendencia en el continente, lo que posibilitó a ambos la posterior prolongación de sus carreras en distintos países de América, a partir de la crisis del tango que devino en Buenos Aires en los años ‘60. En su paso por Miguel Caló, dejó registrados 26 temas como solista y 4 a dúo con Iriarte. Los más destacados: “Una tarde cualquiera”, para mí su mejor interpretación, “En secreto”, de Vicente Demarco y Alfredo Roldán y “A la gran muñeca”, una de las pocas versiones grabadas con letra. Arrieta se despidió del primer ciclo con Caló, grabando el 23 de septiembre de 1948, los tangos “Nunca más” y “Corazón de papel”. Ya desligado del conjunto, fue requerido para trabajar en Chile, donde se instaló y permaneció una larga temporada grabando con distintas formaciones. Luego realizó una gira por distintos países de Latinoamérica, regresando a la Argentina en 1954 y, junto a Alberto Podestá, se integró nuevamente a la orquesta de Caló. El 23 de junio grabó el tango de Rodolfo Sciammarella, “Boca Juniors”, dedicado al popular club de fútbol. Al año siguiente, participó con la orquesta dirigida por Leopoldo Federico en Radio Argentina, pasando luego a Belgrano y al Canal 7 de televisión, siendo acompañado por la orquesta dirigida por el excelente bandoneonista Alfredo Franco. En 1957 volvió a grabar con Caló. El 18 de junio registró “Cuanta angustia” y luego partió en una extensa gira con la orquesta de Juan Canaro por el Brasil y México. En 1959, formó parte de un espectáculo en Estados Unidos junto a Astor Piazzolla y los bailarines María Nieves y Juan Carlos Copes. Entusiasmado por el reconocimiento del público se radicó en Norteamérica y, desde allí, hizo giras a varios países del continente. De vuelta en Buenos Aires, en 1972, junto a Raúl Iriarte graban un disco larga duración, invitados por Miguel Caló, en el que interpreta “Tres esperanzas”, “Mis flores negras” y “Todos vuelven”, lamentablemente, serán las últimas grabaciones del maestro Caló, quien víctima de un síncope falleció al poco tiempo.

viernes, 1 de abril de 2016

"EL NEGRO GARDELIANO"

Jorge Vidal (Buenos Aires, Argentina, 12 de agosto de 1924 – id. 14 de septiembre de 2010 ) fue un cantor de tango argentino. Tuvo una dilatada carrera artística que incluyó su participación en varias películas. Cultivó un neto estilo gardeliano, no sólo por su fraseo, sino también por su figura, al punto que solía concurrir al Hipódromo de Palermo, vestido como acostumbraba Carlos Gardel. En 1945 salió sin permiso de la Escuela Naval para presentarse en un concurso de cantores en el teatro Smart y obtuvo el primer premio, lo que impulsa su vocación de vocalista tanguero. Es así que, ya con el nombre de Jorge Vidal, en 1946 debutó formando dúo con Luis Peralta en la confitería La Paz, ubicada frente a las barrancas de Belgrano. Tuvo un gran éxito ensombrecido por el homicidio esa misma noche del propietario del lugar por una puñalada asestada por un concurrente ebrio. Actuó más adelante en el Café Argentino, en el barrio de Chacarita, acompañado por el cuarteto de guitarras de Jaime Vila. Un salto en su carrera ocurre cuando lo escuchan los bandoneonistas de la orquesta de Osvaldo Pugliese, Osvaldo Ruggiero y Jorge Caldara, y lo recomiendan al director. Pugliese lo escucha y le propone incorporarse a su orquesta, con la que debuta en 1949 en el Racing Club de Avellaneda. En ese momento el otro cantor de la orquesta era Alberto Morán, pero nunca registraron un dúo. Con Pugliese aprendió muchas cosas, entre ellas a respetar el ritmo, y grabó ocho temas para el sello Odeon (entre ellos, "Puente Alsina") antes de desvincularse, a principio de 1951. Continuó su carrera como solista en la confitería La Armonía de la Avenida Corrientes, acompañado por las guitarras de los hermanos Remersaro, Rafael Moreno y Jaime Vila. Por otra parte, entre 1951 y 1955 grabó seis temas con la orquesta de Argentino Galván. Fue primera figura en los cabarets "Maipú Pigall" y "Casanova", donde realizaba el show central alternando con el también solista Ángel Vargas. Vidal también actuó en Radio Splendid y Radio Belgrano e hizo apariciones en televisión. Debutó en cine con el papel protagónico en 1956 en El tango en París, junto a Olinda Bozán, Enrique Serrano, Julia Sandoval y otros importantes artistas, con dirección de Arturo S. Mom. En teatro trabajó en Yo soy Juan Tango (1957) y la última comedia musical de Francisco Canaro Tangolandia, con Tito Lusiardo, María Ester Gamas, Alba Solís, Beba Bidart y Juan Carlos Copes. En 1958 viajó a los Estados Unidos y actuó en el famoso Show de Sullivan. Luego de un frustrado retorno a Argentina en 1965, volvió a Estados Unidos, donde trabajó en importantes escenarios como el Carnegie Hall, la Metropolitan Opera House, el hotel Sheraton y el Waldorf-Astoria de Nueva York, hasta 1969. En Estados Unidos hizo grabaciones entre 1966 y 1967 acompañado por músicos estadounidenses y en algunas ocasiones por la orquesta de Enrique Méndez. En España grabó «El día que me quieras» en 1970 acompañado por la orquesta de Waldo de los Ríos, versión editada dos años después por el sello Magenta en Argentina. En 1986 fundó la Asociación Argentina de Cantantes, de la que fue presidente. Entre las piezas que compuso se destacan «Cuando yo me vaya», «Palpitando el escolazo» y «Gripe liviana». La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires le otorgó la distinción de Ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.