" de chiquilín te miraba de afuera"
sábado, 9 de noviembre de 2013
BARRIO DE TANGO
1. BARRACAS AL SUD
“Una calle en barracas al sud…”, así recordaba José González Castillo al Dock Sud, en la letra del tango “Silbando” con música de Cátulo y Sebastián Piana.
En la zona sur de la Capital Federal, del costado de la Provincia de Buenos Aires, estaban localizadas las barracas viejas, las cuales se extendían desde las cercanías del Riachuelo hasta las costas del Dock Sud y de la Isla Maciel. Una de las principales arterias de Avellaneda, pegada a Buenos Aires, era la zona de la Avenida Pavón (hoy Hipólito Yrigoyen). En las cuadras más cercanas a la Avenida Mitre (Pavón y Mitre es la esquina por demás famosa de Avellaneda), garitos, reñideros y toda clase de juego clandestino eran el paisaje cotidiano de los vecinos, a escasos metros del histórico edificio de la municipalidad. Detrás del palacio de gobierno podían converger con toda clase de personas, matones a sueldo del poder político, prostitutas, capitalistas de juego clandestino, caudillos, y toda clase de rufianes inimaginables.
En ese contexto social el tango comenzó a desarrollarse. Barracas al Sud, como indica la costumbre, ha sido uno de sus principales centros de difusión. Desde viejos cafés de la avenida Rivadavia donde desfilaron Gabino y Betinotti hasta el Teatro Roma, el canto popular y el tango fue número de atracción. El tango es esencialmente música popular, no tiene padre, ni lugar de origen. Entró en el alma suburbana y llegó posteriormente a todas las clases sociales.
Por ser un barrio del "Bajo fondo", Barracas al Sud tuvo el privilegio de ser precursora del tango primitivo de la guardia vieja. Notables músicos y poetas, grandes bailarines y famosos reductos tangueros se dieron cita desde 1900 en adelante. Ejemplo de ello fue el famoso café "La Buseca" de Sarandí, donde el gran bandoneonista Eduardo Arolas hiciera el deleite de los parroquianos con sus memorables composiciones. Ese local fue propiedad del futuro suegro de Tito Lusiardo. El gran futbolista "Mumo" Orsi que con su gambeta llenara de júbilo a los seguidores de Independiente en las tardes futboleras y luego viajara a Italia, supo brillar por las noches ejecutando con su violín encendidos tangos de Arolas.
2. LA MOSCA Y PIÑEYRO
Hacia las barriadas de Piñeyro y La Mosca – localidad nombrada por Celedonio Flores en “Durazno a cuarenta el ciento”-, se lucían los hermanos Armando y Arquímedes Arci, en un excelso dúo de cantores que se destacaron también como compositores de páginas memorables. Gozaron de la simpatía de Agustín Magaldi quien les grabó en 1933, el vals "Ilusión Azul" en dúo con Pedro Noda, como también el tango “Consejo de oro”. Estos temas si bien figuran de la autoría de Arquímedes Arci, fueron compuestos por ambos hermanos. La familia Arci vivía en el Pasaje Páez 41, a pocas cuadras de la esquina de Pavón y Galicia, donde cantaban en los cafés aledaños. Otro tango de los hermanos mencionados fue “Avellaneda”, llevado al disco por el cantor Carlos Arolas, hacia fines de la década del cincuenta.
Cercano a esa zona vivía el cantor Jorge Duarte, quien emitiera programas de radio a principios de los años treinta y cantara también junto a los Arci en el Teatro “Porvenir” de Pavón entre Galicia y Entre Ríos. Ese legendario teatro contó varias veces con la presencia de Carlos Gardel. También Duarte cantó allí a dúo con Santiago Devin en 1933. Por su parte, sobre la Avenida Galicia se encontraba el Teatro “Madrid” donde cantara un par de veces Don Ignacio Corsini.
En “La Mosca”, vivía el poeta Juan Taboada, quién compusiera innumerables temas, algunos musicalizados en ritmo de tango como “Hormiguita” con música de Carletti y otros como valses, zambas y estilos, muy populares en su momento. Uno de sus seudónimos comunes en “El alma que canta”, “Canta Claro” y ese tipo de publicaciones tangueras de los años veinte fue "Plumita de oro". Este exquisito poeta de Barracas al sur, supo componer para los "Hermanos Abrodos", conjunto folklórico de gran prestigio que vivió muchos años en Avellaneda. Los versos de muchas de estas composiciones como “Zamba del amor en guerra” con música de Roberto Abrodos –gran amigo de Juan V. Taboada-, fueron firmados como M. Bravo. (No debe confundirse con el político socialista Mario Bravo muerto en 1944, que también supo escribir poemas).
3. LOS HERMANOS ABRODOS
Precisamente los "Hermanos Abrodos" (Manuel, nacido en Zárate, fundador del conjunto y sus ocho hermanos) fueron uno de los grandes artistas de la época, creadores de grandes éxitos. José nació en Avellaneda el 3 de abril de 1915. Roberto, en la misma ciudad, pero el 5 de julio de 1917. Incluso Roberto Abrodos, cantó tangos con las orquestas de Salvador Grupillo y Carlos Marcucci. Este conjunto era de la zona de Villa Castellino, muy cercana a Valentín Alsina, que en ese entonces era parte del partido de Barracas al Sur. Varios éxitos de los hermanos Abrodos fueron los valses “Hermana” y “Feliz cumpleaños mama” y llevaron letra de Eugenio Majul, otro de sus letristas predilectos.
4. GRANDES BANDONEONISTAS: BONANO, MARCUCCI Y VARELA. SCORTICATTI E IGLESIAS.
Otro músico ilustre de Avellaneda, fue el bandoneonista Miguel Bonano, compositor del memorable tango "La novena" -con letra de otro hombre de Avellaneda, Alfredo Bigeschi-, que fuera llevado al disco por cantores de la talla de Charlo y de Oscar Alonso para nombrar dos estupendas versiones del mismo autor. Bonano se inició tocando en la orquesta de la pianista María de Andreolli, la famosa compositora del shimmy “Pum Garibaldi”. Bonano compuso también el tango "Mi primer gol" (en época se conoció como “Mi primer goal”), que tan magistralmente grabara Carlos Gardel, en 1933. Bonano tocó en Europa casi dos años en la agrupación de Eduardo Bianco y luego fue integrante por mucho tiempo de la orquesta de Edgardo Donato. Tocó también con Artola y Biagi y codirigió la típica Bonano-Ahumada, que dejó algunos pocos registros en la casa Odeón.
Por su parte, Carlos Marcucci, apodado "El pibe de Wilde" gran bandoneonista y compositor, supo formar un trío con el destacado futbolista Raimundo "Mumo" Orsi -estupendo violinista- y con Angel Domingo Riverol, quién años después fuera uno de los guitarristas de Gardel, También dirigió con gran éxito su propia orquesta con la cual grabaría para el sello "Víctor", y tiempo más tarde supo integrar la típica de Julio De Caro. Gardel le grabaría en 1923 el tango "Viejecita mía" con letra de Enrique Dizeo y "La reja". Compuso innumerables tangos como "Mi dolor", "Ojo clínico", "Mi tapera", "Tus caricias" y muchos otros de gran calidad musical. Tal vez Marcucci haya sido el músico más notable que Barracas al Sur le diera al tango.
Otro notable músico de Avellaneda y caracterizado hincha y socio de Independiente, fue Hector Varela, eximio bandoneonista y compositor, autor de temas inolvidables como "No mientas" y "Lilian". Varela fue por muchos años primer bandoneón de la orquesta de Juan D´Arienzo, quien le grabara veinte composiciones. Al alejarse de la orquesta del "Rey del compás" formaría su propia agrupación obteniendo gran consideración en el gusto popular. Argentino Ledesma y Rodolfo Lesica, fueron los más recordados cantores de la orquesta del "As del tango" como fuera nominado el maestro Héctor Varela.
Federico Scorticatti, el notable bandoneonista de Canaro y de Di Sarli, que dirigió momentáneamente la Típica Víctor hacia 1941 y que tuvo la suya propia, compositor del tango "Alma", cantado por Alberto Gómez en la película "Tango" de 1933, fue hombre que residió durante muchos años en el barrio de Villa Domínico.
También de Avellaneda fue otro destacado fueyero. Me refiero a José Raúl Iglesias, quien se desempeñó durante muchos años en la linea de bandoneones de Ricardo Tanturi, quien le grabó algunos tangos con la voz de Enrique Campos como "Igual que el bandoneón" y el vals "Al pasar" (también grabado por Lucio Demare con Raúl Berón). Con Alberto Castillo grabó "El tango es el tango", y con la voz de Osvaldo Ribó, el tango "Ana Lucía", todos con la letra de Juan Bautista Gatti.
5. MANUEL MEAÑOS Y AMARO GIURA
Entre los hombre de letras de Avellaneda se recuerda a Manuel Andrés Meaños, prolífico autor de tangos y celebradas obras teatrales. Su primera comedia fue "La rival de Greta Garbo" estrenada por Olinda Bozán en el teatro Apolo el 20 de Mayo de 1932. También fue argumentista del cine nacional, donde entre otras obras escribió: "Cándida la mujer del año", inmortalizada por Nini Marshall. Como letrista se recuerda su tango "La reja”, que compusiera con otro destacado músico de Barracas al Sur, el legendario bandoneonista Carlos Marcucci. Este tango fue magistralmente interpretado y llevado al disco por Carlos Gardel en 1928. El astro también le grabó "Por qué soy reo" en 1929, que compusiera junto a Juan Miguel y Herminia Velich, aunque su éxito mas destacado fuera el tango "Mi dolor" también con música de Carlos Marcucci, que fuera un suceso en las voces de Roberto Díaz primero y de Héctor Mauré posteriormente. Con Gardel tuvo una cordial amistad, ya que se lo había presentado su pariente Amaro Giura, otro célebre hombre de Avellaneda.
Giura era integrante y promotor de la unión del centro tradicionalista “Los leales y Pampeanos”, donde actuaba, cantaba y componía. Una de sus obras principales fue el tango “Fosforerita” (dedicado a la fábrica de fósforos de Avellaneda en el barrio de Crucesita) que grabó Azucena Maizani. La letra de ese tango es de Bartolomé Chiapella, otro tanguista destacado de la zona sur que escribiera varias obras como el tango "Vampiresa". En otras páginas han invertido autor y compositor. Hoy dos calles de Avellaneda cercanas al puente de Crucesita, llevan los nombres de Meaños y Giura.
6. ÚLTIMAS FIGURAS DE RENOMBRE
Una de las figuras más destacadas que dio la canción argentina, también era oriunda de Avellaneda. Me refiero a la talentosa actriz y cantante genial, Lolita Torres, que además de emocionarnos con su repertorio español, nunca perdía oportunidad de cantar nuestros tangos y canciones criollas como el triunfo "La tropilla" o el aire de zamba gardeliano "Caminito soleado", en sus películas o en discos. También solía cantar tangos en sus giras por el extranjero.
Más cercanos en el tiempo podemos citar a Osvaldo Cordó, Eladia Blázquez, Néstor Fabián y Rubén Juárez como vecinos avellanedenses. Osvaldo fue un gran vocalista de los años cuarenta y cincuenta que actuó junto al maestro Osvaldo Fresedo y luego como solista. "Eladia", cantante letrista y compositora de temas de profundo sentido testimonial, nos brindó páginas memorables tales como "Sueño de barrilete", "Mi ciudad y mi gente", "El corazón mirando al sur", "Honrar la vida" y tantos otros. Esta notable cantautora, fue probablemente una de las más prolíficas figuras de la música popular rioplatense. Por calidad y cantidad, sus temas tienen una vigencia enorme en el gusto popular Fabián fue un popular cantor en los años sesenta, tuvo mucho éxito en la TV y grabó innumerables placas de LD. Rubén Juárez, fue bandoneonista, compositor y gran cantor. Creador de tangos de mucho vigor interpretativo como "Mi bandoneón y yo", "Que tango hay que cantar" (ambos de su autoría), "Dandy", "Para vos canilla", "El aguacero", "Pasional" y tantos otros, como así también recreaciones de grandes autores como Discépolo, Manzi, Gardel, Troilo. Quizás, Juárez haya sido el último gran intérprete de nuestro tango.
7. OTROS NOMBRES Y SITIOS IMPORTANTES
Cercanos a la zona de Avellaneda o residentes circunstanciales en ella, han sido el maestro Rafael Tuegols, gran violinista y compositor que vivió gran parte de su vida en Lanús. Francisco Gorrindo, poeta cumbre del tango, vivió un tiempo en Villa Dominico, aunque lo hizo también en Quilmes, donde trabajaba como empleado municipal. La actriz Delia Garcés que realizara varias películas junto a Hugo Del Carril, entre ellas “La vida de Carlos Gardel”, también vivió en Avellaneda, en la calle Mendoza. El maestro Roberto Pranteda, bandoneonista y director de una orquesta típica que actuó por radio y que compusiera algunas obras grabadas por Juan Maglio Pacho en la casa Odeón en 1932, también vivió en la calle La Rioja.
En Valentín Alsina vivió la cancionista de Ricardo Tanturi, Elsa Rivas. Y en 1912, cerca del puente que tantos tangos tributaran, nació Don Edmundo Rivero, cuando el barrio pertenecía al Partido de Avellaneda. Otro capítulo aparte merecerá la historia del tango en Valentín Alsina, tan bien representada por el poeta y coleccionista Juan Ayala.
Cantor aficionado y presidente de la comisión de fiestas del Club “El Porvenir”, fue el destacado difusor del tango local Don Domingo Vucetich, quien lograra contratar a todas las figuras del tango que desfilaron por Avellaneda. También Independiente y Racing organizaron bailes con las grandes orquestas típicas del cuarenta desfilando por Avellaneda: Lucio Demare, Aníbal Troilo, Feliciano Brunelli, Juan D’Arienzo, D´Agostino-Vargas, y otros más. El Teatro “Roma” como el “Colonial” y el “Güemes” de la Avenida Mitre, vieron varias veces a Gardel, Azucena Maizani y Roberto Firpo entre otros grandes del tango. El café “Orión” de la Avenida Galicia vio a Carlos Acuña con glosas de Celedonio Flores y a Jorge Vidal con sus guitarristas.
Debemos recordar que además del nombrado “Avellaneda” de los Arci, existen como mínimo otros dos tangos con ese nombre: uno de Bachicha Deambroggio grabado en Europa por Emilia García y Juan Raggi, y otro de Ernesto Ponzio dedicado a Alberto Barceló.
Esta acotada reseña por la historia del tango en "Barracas al sur" es un pequeño homenaje a todos aquellos que aún sin ser nombrados en este trabajo dejaron su impronta y marcaron un rumbo en la cultura popular. Por eso estarán siempre en el recuerdo tanguero, por todo lo que aportaron y nos legaron para la grandeza de nuestra música ciudadana.
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