" de chiquilín te miraba de afuera"

" de chiquilín te miraba de afuera"
cafe de Garcia

viernes, 26 de marzo de 2010

LA VOZ DE ORO DEL TANGO


MARINO ALBERTO


Sin duda una de las voces mas importantes de nuestro tango , nació en la ciudad de Verona Italia el 16 de Abril de 1920.

Sus padres eran cantantes líricos, y tuvieron seis hijos; Carmela, Dina , Flora, Vicente Alberto, Nina, y Gino.

Su abuelo vino a Argentina como inmigrante antes del 1900, y se radicó en la provincia de Salta, dedicándose a la explotación de Minas de Carbón.
Con el tiempo mandó buscar a sus familiares, y en 1926, sus padres obedeciendo el pedido de su abuelo, arribaron a Buenos Aires.

En 1928, Don Ángel y su familia al no aclimatarse en Salta, deciden instalarse en Buenos Aires.

Pasa su infancia en el Barrio porteño de las Cañitas, y en 1938, se decide a estudiar canto, con el maestro Bonessi, quien para ese entonces era profesor de los mas grandes cantantes de tangos.

Al tiempo debuta en Radio Mitre, bajo el seudónimo de Alberto De Mari. Había un joven de su edad que tenía pretensiones de tener su orquesta propia, que tocaba el bandoneón, llamado Emilio Balcarce, y lo tentó para que cantara con el.

Si bien ese fue su comienzo, la patriada duró poco, dado que la orquesta se disolvió. Fortunato Matino un bandoneonísta que había dejado la orquesta de Lomuto, formó su orquesta y lo invitó al joven Marino para que se incorpore, al tiempo pasó a cantar con otro bandoneonísta, Luis Moresco.
El bandoneonista, Emilio Orlando, dejó la orquesta de José De Caro en 1939 para formar la suya propia e incorpora como cantantes a dos jóvenes talentosos cantantes, dotados de un color de voz, y un registro poco común.
Uno era Roberto Rufino y el otro Alberto Marino, el primero con 17 años; Marino con flamantes 19 años. Debutan en el Alvear Palace Hotel.

Eran tiempos del gran despegue que se produciría a partir de 1940. Biagi, que se había ido de la orquesta de Juan Darienzo en 1938 y había formado su orquesta ,que además tenía un éxito rotundo para el año 1941, le echó el ojo al joven Marino, y no dudó en tentarlo y Alberto le pidió unos días para contestarle, pero íntimamente quería aceptar. Rodríguez Lesende, Andrés Falgas, Jorge Ortiz, habían pasado por esa orquesta, que no era poco, pero quiso el destino que su destino fuera otro.
Anibal Troilo era para la década que comenzaba, director de una de las orquestas líderes entre los porteños.
Pichuco con su olfato tan particular sabía que un solo cantor no bastaba para dar respuesta a tanta demanda de parte del público, que ansiosamente estaban ávidos de escuchar las letras nuevas que los poetas escribían y que reflejaban esas historias de vida contadas en tres minutos.
Sabía de las mentas del pibe Marino, y no dudó en ofrecerle incorporarse como segundo cantor a su agrupación secundando a uno de los iconos mas grande de la canción; Francisco Fiorentino.

Si bien Marino reconocía en Biagi a un director exitoso, aceptó la propuesta de Troilo, en principio por razones económicas, la oferta de Pichuco era muy superior a la de Biagi , y en segundo lugar porque Troilo juntamente con Di Sarli, y Pugliese eran los reyes de la noche de Buenos Aires, donde los cabaret eran los lugares donde noche a noche se convertían en la Catedral del Tango.

Debemos reconocer que Fiorentino-Marino , fue un ensamble perfecto, resultado del olfato de Pichuco que buscó con la voz de Marino armonizar dos matices de voces diferentes pero que se complementaban de tal manera que se reconoce a través del tiempo como uno de los dúos mas famosos de nuestro Tango.

Cuando Pichuco anunciaba para ese entonces (año 1942) que además de su cantor-estrella Fiorentino, incorporaría a un segundo cantor los tangueros no entendían nada. No podían aceptar que hubiera otro cantor al lado del que ellos consideraban uno de los tres mejores cantores de esos momentos.
Fiorentino-Rufino-Morán. La expectativa que se había desatado entre los porteños, era enorme, diarios, revistas, y radios anuncian el inminente debut.

El 5 de Abril de 1942, en el cabaret TIBIDABO se produciría la presentación del nuevo cantor. Arranca el Gordo con PABLO, un tema instrumental, sigue Fiorentino con un éxito suyo, y llegó la hora mas esperada.
La Orquesta comienza con los acordes de COPAS Y BESOS , y Alberto Marino con una serenidad absoluta interpreta el primer estribillo. Su hermosa voz, su privilegiada garganta, producen entre los presentes una seducción inmediata, la ovación que se escucho al concluir el tema fue estruendosa, había pasado el examen con las mejores notas.

Recibió la aprobación de Pichuco, Fiore, y sus compañeros músicos; Pepe Basso, Miguel Rodríguez, Eduardo Marino, Alberto García, Marcos Troilo, David Diaz, Reynaldo Nichelle, Juan Alzina , Pedro Sapochnik, Alfredo Citro y Kicho Diaz.
La noche de Buenos Aires tenía un pibe con Voz de Oro. pero faltarían 3 años mas para que Alfredo Gobbi lo bautizara en 1945 LA VOZ DE ORO DEL TANGO.
Fiorentino-Marino, pasaron a ser uno de los dúos mas destacados de la década del 40. El timbre de la voz de Marino, fue causa de un magnetismo especial para acrecentar la popularidad de la Orquesta de Anibal Troilo.
Evidentemente el Gordo, había acertado una vez mas cuando elegía. Llovían las propuestas para actuar en todos los club de Barrios, en Radios, y en todo reducto donde el Tango era bienvenido.

Corría el año 1944 y Marino se convirtió en el único cantor de la Orquesta. El Gordo, estaba en la búsqueda de una voz que ensamblara con la de Marino, para remplazar a Fiore, pero no había logrado dar hasta ese momento con el propietario de ese registro. Sucedió que Marino en conocimiento que Troilo incorporaría a otro cantor, le comentó "Anibal, mi compadre Floreal Ruiz canta con De Angelis y me habló hace un tiempo que quiere dejar la orquesta de Alfredo; no lo quisiera probar ? Pichuco, que ya lo conocía, pero por respeto jamás tentó a músicos o cantores de otros colegas; le contestó “...si es como usted dice...que se quiere ir, dígale que con gusto lo probaré”.
Y así fue como Marino interesó a Floreal quien inmediatamente aceptó pasar a ser el segundo cantor de Troilo.

En Febrero de 1946 , Alberto Marino decide continuar su carrera como solista y en consecuencia se lo comenta a Troilo , quien comprendiendo que Marino tenía luz propia y que no iba a fracasar, se alegró mucho; lo abrazó tiernamente y le deseó el mejor de los éxitos.

El tano Marino, siempre fue reconocido en el ambiente como un hombre de bien. No olvidaba que hace muchos años cuando comenzó Emilio Balcarce lo había invitado a ser el, el cantor de su Orquesta.

Por lo tanto, y en conocimiento que pronto dejaría de acompañar a Alberto Castillo, le ofreció hacerse cargo del acompañamiento musical en esta su nueva etapa de solista. Balcarce aceptó gustoso, y comienza una etapa brillante actuando en radios, y en el café Marzotto.

Comentan los que estuvieron en el debut de Marino, que era tanta la gente que acudió a la presentación de Alberto en el Marzotto, tuvieron que cortar la calle Corrientes entre Libertad y Cerrito.

Llovían las ofertas para actuar en todo lugar de Tangos, las compañías discográficas se lo disputaban, y Odeón que le hizo la mejor propuesta se quedó con la nueva estrella. Graba para este sello en 1947, La Muchacha del Circo y Organito de la Tarde, temas que inmediatamente se agotaron dado el espectacular éxito de los mismos entre el publico que lo seguía.
Cuando Emilio Balcarce le comenta a Marino que dejaba la dirección de la Orquesta para dedicarse a ser orquestador, Marino elige al maestro Héctor María Artola quien pasó a ser su nuevo director.

Los éxitos de Marino en donde actuara eran moneda corriente. Ebro Bar, Ruca, Tango Bar. Las Richmond , La Armonía, eran algunos de los lugares donde Marino trabajaba a sala llena. Recorrió todo el país, llevando a mas público su hermosa voz. Comienza a viajar al extranjero, y la colonia latina de Nueva York conoce a Marino acompañado en ese momento por Osvaldo Tarantino.

A fines del año 1969 viajó a Japón , acompañando a una embajada de Tangeros donde entre otros estaban Hector Varela. Alberto Marino, fue siempre un brillante profesional, responsable, estudioso, buen esposo y padre, asumiendo con mucha dignidad la pérdida prematura de su querida esposa Irma Argentina Galván, quedando el, al cuidado de sus dos hermosos hijos, Carlos Alberto y Claudia Analía, quien con el paso de los años , Claudia, siguió los pasos de su padre como interprete de tangos.

El 20 de Junio de 1989 a los 69 años fallece uno de los mejores interpretes que dio nuestra canción popular

jueves, 25 de marzo de 2010

"Pirincho"



Francisco Canaro

Información personal
Nombre real Francisco Canarozzo
Nacimiento 26 de noviembre de 1888
Origen San José de Mayo, San José, Uruguay
Muerte 14 de diciembre de 1964, 76 años
Buenos Aires, Argentina
Ocupación(es) Compositor, Violinista, Director de orquesta
Información artística
Género(s) Tango
Instrumento(s) Violín
Francisco Canaro es el nombre artístico de Francisco Canarozzo (San José de Mayo, 26 de noviembre de 1888 — Buenos Aires, 14 de diciembre de 1964), fue un compositor de tangos, violinista ydirector de orquesta uruguayo.

Biografía
Francisco Canaro y su orquesta.En 1940 se nacionalizó argentino. Se destaca el hecho que construyó su primer violín empleando envases de aceite de la fábrica donde trabajaba. Dicho violín de lata le serviría para iniciar su carrera y ganar dinero suficiente para comprar uno de madera. Su hazaña pudo haber inspirado al grupo musical argentino Les Luthiers, quienes emplean violines de lata con frecuencia.

Fue el creador del tango-milonga y también uno de los que más contribuyó a la extensión y popularidad del tango en Europa.

Temas más conocidos [editar]Sentimiento gaucho
Madreselva
Adiós, pampa mía, coautor junto con Ivo Pelay y Mariano Mores (1945).
Pinta brava
Sufra
La última copa
Soñar y nada más
Mano Brava
El alacrán
Dos corazones
El internado
Destellos
Discografía [editar] Francisco Canaro y su Orquesta Típica [editar] 78 RPM [editar]El 11 (A divertirse) / Hopa, hopa (1925)
Chonguita / Petrushka (1927)
Caminito / La vuelta de Rocha (1927)
Ilusión marina / Quejas del alma (1930)
Como anillo al dedo / Abran cancha (1931)
La marcha nupcial / Hay que aguantar (1931)
Victoria / Mirasol (1932)
La cumparsita / Esta noche me emborracho (1933)
Las doce menos cinco / Canillita (1933)
Sinfonía de arrabal / A quién le puede importar (1933)
Taconeando / Yo no sé que han hecho tus ojos (1933)
Sangre azul / Marcelo (1934)
Canaro en París / Río de oro (1934)
Orquídeas a la luz de la luna / Negrita de mi alma (1935)
Horchatera valenciana / Negrito (1935)
La cachetada / Pa’ que bailen las viejas (1937)
Viejas alegrías / Allá el el rancho grande (1937)
Cómo te quiero / Envidia (1938)
Pampa / Indiferencia (1938)
Pura parada / Adiós muchachos (1938)
Milonga del corazón / Historia sentimental (1938)
El porteño / La polca del espiante (1938)
Caminito / La vuelta de Rocha (1938)
Alma del bandoneón / Re-fa-si (1939)
No salgas de tu barrio / Calle Corrientes (1940)
Carrera de sortija / Tres esperanzas (1940)
Cuentan las viejas / Jardín del amor (1940)
Hay que aguantar / Lamento campero (1940)
Ave sin rumbo / Viejo ciego (1940)
Penitencia / Plegaria (1940)
Madreselva / Mentirosa (1940)
Confesión / Un jardín de ilusión (1940)
Quién más, quién menos / Sueño chino (1940)
Tus besos fueron míos (1940)
Adiós muchachos (1941)
Ya vendrán tiempos mejores / Fin de fiesta (1941)
Picardía / Nene (1941)
Mineral / Sin rumbo (1941)
La cumparsita / El entrerriano (1941)
Tormento / Lirio blanco (1941)
El clavel del aire / No es por hablar mal (1942)
Gricel / San Benito de Palermo (1942)
Que me quiten lo bailao / Claro de luna (1942)
Destellos / Tres palabras (1942)
Mira / Cieguita de Boedo (1942)
Tormenta / Mala suerte (1942)
Tangón / Copla porteña (1942)
Nube gris / Destino de trapo (1945)
Adiós pampa mía / Canción desesperada (1945)
Sin palabras / Déjame, no quiero verte más (1947)
Los ojos más lindos / Corazón encadenado (1950)
Quebranto / Sangre de suburbio (1951)
Pregonera / Cotorrita de la suerte (1951)
Pequeña / El triunfo (1951)
Cuatro lágrimas / Margó (1951)
Don Juan / La morocha (1951)
Milonga sentimental / Con casa y sin mujer (1951)
¡Tú!... el cielo y tú! / Café de los Angelitos (1951)
En esta tarde gris / Mintieron tus labios (1952)
La cumparsita / El entrerriano (1952)


LP [editar]Para ti, madre (1962)
Recordando los éxitos de Francisco Canaro (1964)
Homenaje a Francisco Canaro - Vol. 1 (1964)
Recordando a Canaro (1966)
Francisco Canaro (1966)
Canaro, década del cincuenta (1966)
Los indispensables de Canaro (1966)
Voz de tango (1967, con la cantante Tita Merello)
Halcón Negro (1968)
En el viejo café (1971)
La muchachada del centro (1971)
Sentimiento gaucho (1972)
Recordando éxitos (1974)
Canaro década del treinta (1980)
Canaro década del cuarenta (1980)
El álbum de oro de Francisco Canaro (1982)
Francisco Canaro y Argentino Ledesma (1982, con el cantor Argentino Ledesma)
Francisco Canaro (1983)
CD [editar]La melodía de nuestro adiós (1932-1938) (1991)
Grandes tangos (serie sinfónica) (1993)
Tiempos viejos (1995)
Nobleza de arrabal (con el Quinteto Pirincho) (1997)
Instrumentales Para Bailar (1999)
Quinteto Pirincho [editar] LPs [editar]Quinteto Pirincho - Vol. 9 (1963)
Recordando el ayer - Vol. 8 (1966)
El Quinteto Pirincho (1967)
Rodríguez Peña (1967)
Quinteto Pirincho (1968)
Tangos, valses y milongas (1968)
Canaro (1974)
Pirincho (1975)

martes, 23 de marzo de 2010

La corriente Criollista


Ciriaco Ortiz

Bandoneonista, director y compositor
(5 de agosto de 1905 - 9 de julio de 1970)
Nombre completo: Ángel Ciriaco Ortiz Barrionuevo
Apodo: Ciriaquito



Alguna vez se dijo en alusión a su virtuosismo: «Produjo el casi prodigio de que alguien no porteño, fuese capaz de arrancar del fueye, fiorituras y cabriolas que pocos tangueros bien de Buenos Aires nunca alcanzaron». Y agrega: «Sería absolutamente imposible pautar en un pentagrama lo que él hace con su instrumento. Lo que aporta es la forma de frasear, de dividir la melodía, de matizar, de armonizar. Es un estilo con reminiscencia del punteo guitarrístico del milonguero criollo, que no ha tenido continuadores, aunque puede haber influido mucho en Aníbal Troilo».

Se crió en un ambiente musical pueblerino y heterogéneo, el boliche "Don Ciriaco", propiedad de su padre, ejecutante del bandoneón y compositor del vals "Viaje a Argüello". Su infancia se impregnó de música nacional, en todas sus formas y ritmos. También de chico comenzó a aprender el bandoneón y con él, el tango.

Dicen que por 1920 pasó Roberto Firpo con su orquesta de gira por la provincia de Córdoba y Ciriaquito con apenas quince años, habría reemplazado a Pedro Maffia que estaba ausente por una indisposición.

Pero el despegue ocurrió cuando otro visitante, el pianista Nicolás Vacaro lo escuchó. Era 1923 y el músico lo convenció para que viajara con él a Buenos Aires, lo alojó en su casa y se lo presentó a Juan Carlos Bazán, director de la orquesta donde estaba tocando. Al poco tiempo debuta en Mar del Plata, en el Club Pueyrredón.




Ciriaco con Edmundo Zaldivar y Vicente Spina

El año 25 le es pródigo. Lo contratan para actuar en el cine Gaumont, para lo cual forma un conjunto que inicialmente es conformado por el bandoneón de Nicolás Di Massi, los violines de Marcos Larrosa y Juan Ríos y el piano de Eliseo Ruiz. Además ingresa al sello Victor formando parte de la orquesta de la empresa discográfica que estaba armando Adolfo Carabelli y en la que permaneció cerca de veinte años. Participa de la formación inicial de la misma y de su primera grabación el 9 de noviembre de 1925, con los tangos "Olvido" de Ángel D'Agostino y "Sarandí" de Juan Baüer. A su lado estaban los fueyes de Luis Petrucelli y Nicolás Primiani, los violines de Manlio Francia, Agesilao Ferrazzano y Eugenio Romano, con Vicente Gorrese al piano y humberto Costanzo en el contrabajo.

Debuta en Radio Cultura en 1927 y luego pasa a Radio El Mundo, donde permanece veinte años. En ese lapso actúa en las orquestas de Vardaro-Pugliese, Francisco Canaro, Julio De Caro y acompañó al cantor Antonio Rodríguez Lesende, en trío con Juan Carlos Cobián y Cayetano Puglisi.

Sería muy arduo mencionar a todos los artistas que acompañó y sus innumerables presentaciones, pero quiero destacar su participación en los carnavales del Teatro Politeama con la orquesta gigante que dirigió Juan Carlos Cobián y un párrafo sobre el concurso de la Revista Sintonía para elegir los músicos más populares, donde sale elegido junto a Pedro Maffia, Elvino Vardaro y los hermanos Julio y Francisco De Caro. Maffia desertó y fue reemplazado por quien seguía en número de votos: Carlos Marcucci. Este verdadero seleccionado hizo actuaciones en Radio El Mundo y cuatro registros fonográficos: "Un lamento", "Tierra querida", "El tirabuzón" y "Chiclana".

En 1950 forma parte del la orquesta de Mariano Mores en el Teatro Alvear. Una ocurrencia de Homero Manzi que se encargaba de las presentaciones fueron "Los cinco ases Pebeco", junto a Marcucci, Maffia, Laurenz y Piana, quienes debutan en Radio Stentor.

En un ciclo radial hizo dúo con el piano de Lucio Demare y se presentó acompañado de numerosos guitarristas de renombre. Pero deben citarse a tres. Dos de ellos componentes casi perpetuos de su famoso Trío Ciriaco Ortiz: Ramón Andrés Menéndez y Vicente Spina, éste último autor de "Tu olvido", "Me quedé mirándola", "Loco turbión" y otros grandes temas. El tercero, que lo acompañó en sus últimos años en el escenario de "El viejo almacén" fue Edmundo Porteño Zaldivar. Este buen guitarrista integró la orquesta de Ricardo Tanturi en 1938 y en la década del cincuenta, el espléndido Cuarteto Troilo-Grela. Además fue compositor de numerosas obras, entre las que se destaca su éxito folclórico, "El humahuaqueño".

Con su trío comenzó a grabar el 20 de marzo de 1929, registrando un gato y una chacarera de su autoría. Su último disco fue el 15 de septiembre de 1955, con el que completó 260 registros para RCA-Victor. Más adelante, hace doce temas más para el sello TK.

Como datos curiosos, en los años 52 y 53, todavía en la Victor, formó un sexteto para registrar cuatro tangos: "Recuerdos de la pampa", "El verde", "Canaro" y "Una noche de garufa". Con la orquesta Ciriaquito también había grabado cuatro temas entre 1931 y 1932: un foxtrot, dos tangos y una chacarera.

Contando las grabaciones que realizó con la Orquesta Los Provincianos entre el 31 y el 34, la cifra de sus temas discográficos asciende a 310 registros.

En el boliche de su padre, fallecido en el año 1942, conoció a Carlos Gardel, visitante infaltable cuando andaba por Córdoba. El Zorzal le grabó dos temas: "Sueños", con letra de Eugenio Cárdenas y "Nena", con letra de Juan Carlos Bazán. Pero su tango más importante fue sin duda "Atenti pebeta" con letra de Celedonio Flores.

Sus virtudes de ejecutante no han sido superiores a su permanente humor, del que fluían dichos graciosos y todo tipo de ocurrencias. Dijo de la cantante Tania: «La primera cédula de identidad se la firmó el comandante Cuitiño, lugarteniente de Juan Manuel de Rosas a mediados del siglo XIX», y agrega: «La gallega llegó a América como azafata de una de las carabelas de Colón». Sobre Edmundo Rivero: «Cuando era chico jugaba a los trencitos, pero en la Estación Retiro, con los de verdad». «Su ópera preferida es Manón». Sobre el cantor Alberto Gómez: «Cuando se despertaba, la mujer le llevaba a la cama el mate y el sombrero», y como estas bromas, infinitas más.

Su pasión y su trabajo fue la música, fue aceptado y reconocido por ella. Siempre bien recibido por su sonrisa permanente y el humor a flor de labios. Es sin lugar a dudas, una escuela entre los fuelles y un personaje digno de recuerdo.

Fuente: Todo Tango

lunes, 22 de marzo de 2010

"La escuela de Julio"


julio De Caro

Nació en una vieja casona de la calle Piedad 1898 (hoy Bartolomé Mitre) el 11 de diciembre de 1899. Fue el segundo de 12 hijos. Sus padres -el músico de escuela, José De Caro De Sica y Mariana Ricciardi Villari- eran de origen italiano y estaban orgullosos de su ascendencia ilustre de poetas, literatos, políticos y artistas. Desde niño, a diferencia de su hermano Francisco, Julio tuvo una salud muy precaria. Cuando la familia se hizo más prolífica, se mudaron, primero a la calle Bolívar y, después, a Defensa al 2000, en donde el padre instaló un conservatorio que, además, tenía un anexo de casa de venta de partituras e instrumentos musicales. Con su hermano Francisco iniciaron sus estudios musicales con el padre y, luego, tomaron clases con David Boglia. Posteriormente, Julio estudió violín con el maestro Francassi. A partir de 1909 los hermanos comenzaron a dar recitales de música clásica en salas prestigiosas.

1913
La familia se mudó a la esquina de Catamarca y México. Julio comenzó el secundario en el "Mariano Moreno" y, junto a su padre, empezó a dar clases de teoría y solfeo.

1915
Le pidió al empresario De Bassi (amigo del padre) participar en la orquesta de la compañía de zarzuela como segundo violín para el teatro "Lorea" (actual Liceo). Le rogó además que no le contara a su padre ya que éste tenía aversión por la música popular y quería que sus hijos sólo tocaran música "en serio". El secreto no fue guardado: su padre lo obligó a devolver los 5 pesos que había ganado esa noche por tocar y lo castigó con 8 días a pan y sopa en un rincón.

1917
Gracias a la ayuda de sus amigos, logró tocar en la orquesta de Roberto Firpo, en el Palais de Glace. Firpo le ofreció el violín y De Caro tocó "La Cumparsita". Después de verlo, Eduardo Arolas ("El Tigre del Bandoneón") lo invitó a tocar en su orquesta. Así, se incorporó al cuarteto, que quedó conformado por ellos dos más Rafael Tuegols y José María Rizutti. Con este grupo estrenó su primer tango: "Mon Beguin". Su padre decidió poner punto final a las correrías de Julio. Una madrugada lo esperó en la puerta de la casa y el joven tuvo que confesar la verdad. Indignado, don José le preguntó si quería ser un buen médico o un vulgar tanguero. Ante su elección por el tango, su padre lo echó de la casa y Julio se fue a vivir con los abuelos. Se encaminó definitivamente hacia el tango y tocó con Arolas durante dos años.

1919
De Caro y Rizutti se separaron de Arolas por cuestiones de dinero. Se unieron a Pedro Mafia y José Rosito. Formaron un cuarteto que debutó en El Parque de Talcahuano y Lavalle. Luego, Julio pasó a tocar el violín en la orquesta de Osvaldo Fresedo. Con él y en el Casino Pigall tocó durante más de un año.

1921
Se casó en Uruguay y tuvo un breve matrimonio del cual nació su única hija, Beatriz.

1922
Se radicó en Montevideo como primer violín de la orquesta del bandoneonista Minotto Di Cicco. Allí estrenó los tangos de su autoría: "La Farándula", "Maridito Mío" y "Milonga Corrida". Luego, lo contrataron para tocar con un cuarteto por mucha más plata que a sus compañeros. Pero Julio renunció a ese privilegio y repartió el dinero con sus compañeros en partes iguales, formando una sociedad corporativa.

1923
De vuelta en Buenos Aires, heredó el sexteto de Juan C. Cobián. Formó luego su famoso sexteto con Francisco De Caro, Emilio De Caro, Pedro Maffia, Luis Petrucelli y Leopoldo Thompson. En 1924 comenzaron a tocar en el Café Colón de Avenida de Mayo. El Conde Chikoff los salvó de las penurias económicas: les ofreció una fortuna para tocar en sus tés danzantes.

1925
Tocó con su orquesta en el Palais de Glace en una recepción protocolar que le brindó la aristocracia porteña al Príncipe de Gales. El director de la empresa discográfica Víctor, Mr. Scheney, le regaló, como reconocimiento a la venta de sus discos, el novedoso y revolucionario violín corneta, que le daría un sonido aún más personal a sus interpretaciones.

1926
El presidente Marcelo T. de Alvear se declaró su admirador. Como retribución, De Caro compuso "Guardia Vieja", dedicado al presidente y que se convirtió en el éxito de la temporada.

1927
En abril realizó con el sexteto una gira por Brasil y estrenó los tangos "Copacabana", "Tierra Querida" y "Olimpia". Tuvo tanto éxito que se quedó hasta fines de septiembre.

1931
Se embarcó rumbo a Europa. Se presentó en Niza. Allí tuvo como público a Carlos Gardel, que, desde su mesa, ofició de "presentador", y a Carlos Chaplin, que bailó el tango "El Monito". Pasó luego a Montecarlo, Cannes, Italia, Turín, Génova y Roma. Cambió la imagen de los tangueros argentinos "for export", que cantaban vestidos de gauchos, por un elegante smoking. La gira terminó en París, donde fue invitado por el Barón Rotshchild para actuar en dos grandes recepciones en las que estuvo presente Aga Khan.

1932
Amplió su orquesta y comenzó una etapa nueva, con arreglos orquestales que incluyeron instrumentos de viento-madera, viento-metal y percusión.

1937
Actuó en Viña del Mar (Chile), dirigiendo su Orquesta Internacional Melódica. La cantante era Paloma Efrón "Blackie" y el chansonier, Edmundo Rivero. Ya en Buenos Aires, apareció su padre después de 20 años de ausencia, al finalizar un concierto en el Teatro Ópera. Con lágrimas en los ojos, le pidió perdón. Padre e hijo se reencontraron. Entre 1937 y 1940 De Caro grabó algunos tangos, como "Derecho viejo" y "Fuego". En ellos transformó su agrupación tradicional y dio lugar a la incorporación de nuevos instrumentos que modificaron su inconfundible acento tanguístico.

1940
Volvió con el ritmo y la característica que le dieran fama y prestigio y desechó las innovaciones sinfónicas que había realizado. Con su orquesta inauguró el casino de Mar del Plata.

1946
Oponiéndose a ciertos proyectos que perjudicaban a los músicos, encabezó un movimiento que derivó en una gran huelga, a la que se sumaron artistas, locutores y escritores.

1950
Volvió a actuar en Radio El Mundo, pero, al ser boicoteado por el director artístico de la emisora, decidió retirarse.

1953
Ante la instistencia de sus amigos se presentó en Radio Belgrano. Por problemas con la emisora, De Caro optó, ahora sí, por retirarse.

1959
Se casó en segundas nupcias con Cora Ambrosetti.

1965
Ben Molar, que había comenzado su lucha para instaurar el 'Día Nacional del Tango', lo convenció para que volviera a escribir un tango. Junto con Nicolás Cócaro hizo entonces "Un silbido en el Bolsillo" para los "14 con el Tango".

1975
Otra vez Ben Molar lo convenció de componer. De este trabajo, junto con Ernesto Sábado, Cátulo Castillo, Florencio Escardó y Leopoldo Díaz Vélez entre otros, salió el disco "Los 14 de Julio De Caro".

1977
El 11 de diciembre, al cumplir 78 años y, en conmemoración al primer 'Día Nacional del Tango', le hicieron un homenaje en el Luna Park. Participaron todas las orquestas y todos los cantantes de la época. De Caro lloró ante 15 mil personas que le cantaron el feliz cumpleaños. Fue la última vez que estuvo arriba de un escenario.

1980
La familia se fue de vacaciones a Mar del Plata con Julio ya muy enfermo. El 11 de marzo falleció

viernes, 19 de marzo de 2010

Guapo y varón


JULIO SOSA

Julio María Sosa Venturini más conocido como Julio Sosa y apodado El Varón del Tango (Las Piedras, Canelones, Uruguay, 2 de febrero de 1926, - Buenos Aires, Argentina, 26 de noviembre de 1964) fue un cantante de tango que alcanzó la fama en Buenos Aires en las décadas de 1950 y 1960.

BIOGRAFIA:
Nació en el seno de una familia humilde, hijo de Luciano Sosa, peón de campo, y Ana María Venturini, lavandera. En su juventud, a causa de la pobreza, ejerció varios empleos (popularmente conocidos como "changas").

En 1942 se casó, con tan sólo 16 años, con Aída Acosta, de quien se separó dos años más tarde, en 1944. Sus comienzos profesionales fueron como vocalista en la orquesta de Carlos Gilardoni en la ciudad de La Paz. Se fue a Buenos Aires en 1949. Llegó a triunfar en el Río de la Plata, siendo considerado uno de los cantores de tango más importantes de la segunda mitad del siglo XX.

Fue bautizado por el periodista Ricardo Gaspari como el Varón del Tango, llamándose así también su primer disco de larga duración. Leopoldo Federico hizo que el cantor se volviera famoso a través de sus composiciones.

En 1958 se casó con Nora Edith Ulfred, divorciándose poco después y poniéndose en pareja con Susana "Beba" Merighi. En el año 1960 escribió su único libro, Dos horas antes del alba.

Sosa tenía una pasión por los autos, y había tenido varios accidentes de tránsito por conducir a desmedida velocidad. Como consecuencia, falleció a los 38 años, a las 9:30 horas del 26 de noviembre de 1964, en un accidente automovilístico ocurrido en la Avenida Figueroa Alcorta de la ciudad de Buenos Aires.

Sus restos fueron velados en el Salón Argentina pero la multitudinaria concurrencia obligó a trasladar los cortejos fúnebres al Luna Park. Hoy sus restos están en el cementerio de Las Piedras, Canelones Uruguay.


Algunos de sus tangos más populares [editar]Justo el 31 (1953)
Bien bohemio (1953)
Mala suerte (1953)
¡Quién hubiera dicho! (1955)
Abuelito (1955)
Padrino Pelao (1955)
Cambalache (1955)
Seis Años (1960)
La Cumparsita (porque canto así) (1961)
Rencor (1961)
María (1962)
Tarde (1962)
En esta tarde gris (1963)
Nada (1963)
Nunca tuvo novio (1963)
Qué me van a hablar de amor (1963)
Guapo y varón (1964)
El firulete (1964)
La gayola (1964)


Fuente: Wikipedia

miércoles, 17 de marzo de 2010

La voz del pueblo



Hugo del Carril
El santoral del 30 de noviembre recuerda a San Andrés, mártir. Bajo el signo de Sagitario, el mismo que recibió a Carlos Gardel, nacía en el hoy barrio de Flores, en 1912, Piero Bruno Hugo Fontana. Sus padres, ambos italianos, se llamaban Hugo Fontana, pintor y arquitecto, nacido en Milán, y Orsolina Bertani, nacida en Reggio de Emilia.

EL BARRIO DE FLORES
El barrio proporcionaba un marco ideal para las felices travesuras de un chico inquieto como él. Las mañanas embriagadas por el sol y el aroma de los malvones, la quietud de sus calles empedradas, las siestas interrumpidas por el pregón del sandiero, el "delito" de robar frutas que sobresalían de los árboles de las quintas, el picado futbolero en un baldío, la calesita tirada por caballos...

SUS AMIGOS
Piero tuvo muchos amigos, pero al que siempre recordaba era a Orosmán Cáceres. A los cuatro años, fue quien le despertó la vocación por el canto. Cantaba todo el día, como si se tratara de un juego. En su repertorio aún no había llegado el tango. Estamos hablando de 1916, cuando la radio era experimental y sólo podía escucharse tango si se concurría a los teatros.

EL PRIMER DOLOR
Los padres de Piero se separan y deciden dejarlo en las manos del matrimonio francés que integraban Francisco y Alina Fauré, quienes lo criaron como hijo propio y trataron de educarlo con la necesaria paciencia y sabiduría que deben poner todo padre y toda madre.

NACE PIERROT
Sus padres adoptivos apenas hablaban nuestro idioma, por eso acentuaban la "o" cuando lo llamaban, por lo que Piero se fue transformando, primero en Pieró y finalmente en "Pierrot". Esta particularidad de sus padres hacía que en el hogar conversaran en francés, lo que le permitió a Piero durante toda su vida dominar el idioma galo como el suyo propio.

SERENATAS
A los trece años, con toda su pinta y sus excelentes condiciones vocales, era reclamado por sus amigos para dar serenatas. No había noche que no se lo viera al pie de un balcón o una ventana entonando un valsecito romántico a la niña elegida por algún amigo o, a través de una reja, dedicándole su hermosa voz a la piba que lo tenía metejoneado. Alguna vez lo hizo a dúo con otro chico amigo, Floreal Ruiz. Pero en esos años, alrededor de 1920, el futuro astro no soñaba con ser artista profesional.

PARAR LA OLLA
Luego de completar sus estudios, y para ayudar con los gastos de hogar, los padres consiguieron emplearlo en una importante fábrica. Más tarde, para lograr un sueldo mejor, se empleó en una cristalería.

EL PRIMER TANGO
Entonces comienza a rondarle la idea de dedicarse al canto profesionalmente. Ya era conocido por los amigos como Pierrot, y de ese modo lo llamó Francisco Canaro, desde ese momento y durante toda la vida.
De escuchárselo cantar a la muchacha que limpiaba los cristales en su casa, Hugo aprendió a cantar el tango "Carasucia", que seguramente cantó cuando se presentó, en 1927, en el palco de un café, aún con el nombre de Piero Fontana, o frente a los vecinos de una carnicería de su barrio, donde fue elogiado unánimemente.

LA RADIO
Se une a los hermanos Leguizamón, y el trío se presenta en locales de la zona de Flores. Un día junta coraje y se presenta en Radio "Bernotti" (más tarde sería Radio "Del Pueblo", y actualmente Radio "Buenos Aires"). Allí lo recibió ese gran señor, investigador y periodista que fue Raúl Outeda, que era jefe del informativo. La reconocida cordialidad de Outeda hizo que aquel muchachito pudiera entrevistarse con el propietario de la radio.
" Su debut fue en Radio Bernotti a los dieciséis años, cuando todavía vivía Ricardo Bernotti, en aquella casita de la calle Estados Unidos, a un paso de Entre Ríos (...) Actuar en radio tenía el misterio de la modernidad avasallante, y Hugo del Carril (todavía no usaba ese nombre) creyó en el porvenir de aquellos programas apenas financiados por los primeros anunciantes fervorosos... ´Vengo a dar una prueba...soy cantor´ le dijo al viejo y colorado don Ricardo, que lo contemplana con una benévola sonrisa paterna ´¿Cómo se llama usted?´ ´Oro Cáceres...´, contestó Hugo mirándolo a los ojos y jugueteando con el nombre en homenaje de Orosmán Cáceres, su amigo de la infancia. ´No tengo pretensiones -agregó con modestia y naturalidad- Esas son cosas que vendrán algún día...¡si vienen...!´ (...) Fue una prueba incipiente, insegura, llena de ansiedades esperanzadas... Pero la voz redonda y grave de Piero Bruno Hugo Fontana había despertado el interés del viejo perdiguero, que veía en el mozalbete a un locutor de fuste; a un speaker -como se generalizaba decir entonces-, más que un cantor..." (...) ´Bueno... muy bien... pero hará las dos cosas a la vez... Su tarea específica será la de anunciador... y, correlativamente, le vamos a dar algunos espacios para que se saque el gusto (...). Y 'Oro Cáceres, Cantor del Pueblo' entró a doblar a aquel speaker, que corría a situar el tono de la pieza en las guitarras o el piano, después de autoanunciarse." (Cátulo Castillo)

A TAL ORQUESTA, TAL CANTOR
Cuando la emisora pasó a llamarse "Del Pueblo", Oro Cáceres, sin dejar la locución, pasó a ser estribillista de todas las orquestas típicas del elenco de la emisora. Estas eran las de Juan Marini, Carmelo Taverna, Eduardo Requena, y otras... Lo curioso es que para cada conjunto tenía un estilo de cantar y un seudónimo diferentes... A veces fue Pierrot, y otras Hugo Funt, Carlos Cáceres, Horacio Cáceres, Hugo Caures y otros tres o cuatro nombres más. Más adelante continuó como solista.

DE CUARTETO A TRÍO...
Ya viviendo del canto, forma un cuarteto vocal con Emilio Castaing, Martín Podestá y Mario Podestá, conjunto que luego, con la deserción de Mario, pasa a denominarse "Trío París". En 1933 Martín Podestá se separa para actuar primeramente como solista y luego con la orquesta de Pedro Maffia.

...DE TRÍO A DÚO
Al quedar disuelto el trío, Piero se vincula con el cantor Roberto Acuña, con quien forma un dúo en el que utiliza, ya definitivamente, el nombre de Hugo del Carril. El dúo se denominó Acuña-Del Carril.
"'Del Carril' me bautizó un gran amigo mío, ya fallecido, Roberto Acuña, con quien cantaba a dúo" recordó Hugo alguna vez.

DE SOLISTA A CHANSONNIER
En 1935 Hugo vuelve a la radio como cantor solista. Entonces es cuando lo escucha Edgardo Donato, que tenía una de las orquestas más populares. Le propuso a Hugo grabar discos como chanssonier, es decir, interpretar una breve parte de la letra de los temas. Dudó un poco, pero luego aceptó y dejó registrados nueve temas con esa orquesta. Esas grabaciones son una especie de bisagra entre los estribillistas que registraban temas hasta ese momento, sin lugar a dudas muy similares entre sí, y el profesionalismo de Hugo del Carril..

DE CHANSONNIER VUELVE A SOLISTA
Después de actuar con Donato, Raúl Rosales lo contrató, por indicación de Jaime Yankelevich, como figura central en Radio Nacional (hoy Radio Belgrano). Secundado por la orquesta "Víctor", del sello RCA, grabó el vals "Me besó y se fue" (6/9/36), y el tango "Nostalgias" (4/11/36); con piano y violín el tango "Yo soy aquel muchacho" (16/9/36), y con el trío integrado por Joaquín Mora, Ciriaco Ortiz y Cayetano Puglisi, el vals "Luna de arrabal" (4/11/36).

Y EL CINE
A fines de 1936 Hugo del Carril fue convocado por Manuel Romero para cantar el tango "Tiempos viejos", de Manuel Romero y Francisco Canaro, en la película "Los muchachos de antes no usaban gomina". El tango, una síntesis del filme, tiene como personajes al "guapo Cepeda", "los bailes de Laura". "lo de Hansen" y "la rubia Mireya".
Después intervino, ya como protagonista, en "La vuelta de Rocha" junto a Mercedes Simone. Prosiguió ese mismo año con "Tres anclados en París" y "La vida es un tango", y con"Gente bien" en 1938. Desde los países caribeños las películas argentinas sobre el tango eran muy solicitadas, y la pregunta de los exhibidores era qué cantidad de tangos tenía cada película.

RADIO EL MUNDO
Junto a su trabajo en el cine Hugo seguía presentándose por radio EL Mundo, y hacía 'fines de fiesta' en teatros, no como galán cantor sino como intérprete de su repertorio, basado en tangos y temas criollos.
También hacía presentaciones en clubes, donde llegó a actuar en tres clubes distintos en una sola noche.
Otros lugares en los que actuaba eran los varietée como el "Maipo", el "Casino" o el "Politeama".

EN EL EXTERIOR
Desde 1933, a poco de su debut profesional, Hugo del Carril se presentó en Montevideo, en el teatro "Solís". Luego viajó a Chile y a Colombia, donde grabó con Tito Ribero. Su gira más importante fue en 1941, con un rotundo suceso en Cuba, donde tanto éxito tenían sus filmes que el tango era más importante que la rumba y la conga.

TRES PASIONES
La fama de Hugo crecía vertiginosamente, en cierta medida por el vacío que había producido la muerte de Carlos Gardel, pero también por mérito propio. Su nombre aparecía en las crónicas sobre ascendentes figuras, que procuraban estar cerca de él para adquirir notoriedad. En vano trataba de llevar una vida tranquila con las tres pasiones que lo abarcaban: la barra del café, con Homero Manzi, Enrique Santos Discepolo, los hermanos Puccio, Rodolfo M. Taboada, Luis Bayón Herrera, Mario Soffici y otros; los "burros", donde dejaba buena parte de sus ganancias, y los cigarrillos, de los que encendía alrededor de cien por día.

NOTICIERO "LOWE"
La empresa Lowe Argentina, dedicada a cortos de cine comercial, realizó su primer aviso con la modelo Sara Olmos y la voz en off de Hugo del Carril.

LA DÉCADA DEL CUARENTA
"Aquella fue una época en la que se dio un fenómeno único, en la que se hicieron las películas más importantes. Y sobre todo no había problemas económicos, porque era un cine popular que encontraba apoyo en el público Además, como existían férreas restricciones a los filmes extranjeros, la producción tenía la posibilidad de defenderse mucho mejor..." (De un reportaje a Hugo del Carril).

IDEOLOGÍA JUSTICIALISTA
Nadie puede ignorar la devoción de Hugo por la causa popular y su profunda admiración por la ideología justicialista. Después de haber conocido al General Juan Domingo Perón, Hugo se hizo muy amigo de él. Es más, lo consideraba un verdadero padre. "Un día me llaman para ir a cantar en la Residencia Presidencial de Olivos. Voy y le digo a Homero Manzi, que ya estaba en sus últimos días: '¿Qué canto, Gordo? No puedo ir a cantarles "Mano a mano"'. Manzi me miró con calma, pidió papel y lápiz y me dijo que esperara un rato. Una hora después me entregó dos milongas, como de catorce pies cada una. La primera se llamaba ´Milonga a Perón´ y la otra, ´Milonga a Evita´. Las canté con el ritmo tradicional de la milonga pampeana. A Perón le corrieron las lágrimas...".

"LOS MUCHACHOS PERONISTAS"
El pianista Norberto Ramos, de lucida actuación en la orquesta de Florindo Sassone y en el "Trío Yumba", fue llamado en 1948 por un grupo de obreros gráficos con el fin de que compusiera la música para una letra escrita por los mismos compañeros, como marcha símbolo del sindicato. La pegadiza composición musical, bajo el título "Los gráficos peronistas" se estrenó el 2 de mayo de 1948, día de "San Perón", en el teatro "Colón", interpretada por la orquesta sinfónica y el coro estable del Primer Coliseo. En ese acto estaban presentes el presidente Perón y su señora María Eva. Los asistentes fueron impactados por la fuerza de esos acordes y el fervor puesto en la letra. Alguien sugirió cambiar la palabra "gráficos" por la de "muchachos". Ese día nació "Los muchachos peronistas", un himno que identifica al movimiento. Respecto de la grabación que hizo Hugo del Carril un año después, éste comentó: "Grabé centenares de tangos, pero hasta que me muera me van a recordar por la marchita...".

BORRADOS POR DECRETO...
Se puede agregar que la década del 40 duró en realidad hasta 1955. Ese año, funesto para la historia nacional y popular, el revanchismo salvaje barrió con todo lo que tenía sabor a pueblo. Se prohibió la actuación de figuras por el solo motivo de haber tenido contacto con el justicialismo. Nombres como Luis Sandrini, Enrique Santos Discepolo, Roberto Sciammarella, Mariano Mores, Carlos Acuña, Tita Merello, Lola Membrives, Eduardo Cuitiño, Sabina Olmos, Charlo y tantos, otros fueron borrados por decreto.

...Y EL EXILIO
Muchos tuvieron que irse del país, tal el caso de Hugo del Carril, que luego de estar detenido se radicó en México, donde trabajó con éxito gracias a sus condiciones actorales. Pero no sólo se persiguió a hombres y mujeres; también se prohibieron o se boicotearon, con escollos de todo tipo, producciones próximas a estrenarse. Así sucedió con "La Quintrala", que se retiró de cartel por orden oficial. La llamada "Revolución Libertadora", dificultó también, hasta su bajada de cartel, los filmes "Más allá del Olvido" y "Una cita con la vida".

DE VUELTA A LA CARGA
El Doctor Arturo Frondizi asume como presidente de la República en 1958, y el revanchismo parece aplacarse. Hugo del Carril vuelve a filmar en el país. Además monta la que denomina "La carpa del Pueblo", sobre la que manifestó: "La intención de montar el espectáculo ´La carpa del Pueblo´ fue la de llegar a la gente con las cosas auténticas nuestras. Los planes futuros implican solamente algunos cambios en el elenco o pequeñas variaciones, teniendo siempre como base el tango, el folklore, y algo de música moderna, pero nuestra..."

LAS NUTRIAS
Más tarde fueron quedando de lado sus proyectos artísticos como cantante, actor o director de cine, porque llegó a concretar una idea que tenía en la cabeza desde muchos años atrás: la crianza de nutrias."Me gustó el animalito; yo era un chiquilín que venía merodeando por el bañado de Flores, y ahí lo conocí. Cincuenta años después (...) un empuje inconsciente (...) me llevó de nuevo a él. El criadero está en el Tigre, a hora y media del embarcadero, y se llama ´Idahome´. Ya son ocho años de crianza y me va muy bien. Tengo 2600 hembras de cría, y para este fin de año completaremos unas 4000. La finalidad es la exportación (...). Hay un gran interés por la piel de nutria en Estados Unidos, España e Italia (...); lo turbio de las aguas produce un constante masaje sobre la piel que hace que nuestra nutria tenga una sedosidad tan especial (...). Va a ser una buena entrada de divisas para el país (...). Si lo logramos, en pocos años más puede significar una de las exportaciones del agro más importantes...". Todos estos ambiciosos sueños y proyectos de Hugo fueron derrumbados por falta de apoyo oficial. Hacia falta más tierras, dada la multiplicación de los animalitos. La idea de Hugo era utilizar las lagunas Las Encadenadas, en la provincia de Buenos Aires, como criadero natural de la nutria. Pero no lo escucharon. Del Carril sacrificó y malvendió su criadero. La pérdida para él y para el país, y el desinterés de los que no ven o no quieren ver, abatiendo las esperanzas de creer que lo que viene puede ser mejor, los resumió en una frase llena de bronca: "Los hombres cambian, pero las cosas siguen igual o peor... Ya no vale la pena, hacer más nada."
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HUGO DEL CARRIL, COMPOSITOR
No dejó muchas obras escritas por él. Compuso dos tangos: "Como la mariposa" y "Viejo camarada", la milonga "Felicita", la canción infantil "Blanca nube" ("Blanche nuage") y el tango partidista "Un solo corazón", con música de Jorge Dragone.

SU VIDA
Ana María Martínez, mendocina, fue el primer amor de Hugo. Era una ferviente admiradora suya. Un día fue a visitarlo a una de sus filmaciones. Hugo quedó encandilado y se enamoró perdidamente de ella. La recomendó como actriz, y así en 1941 ambos realizan "En la luz de una estrella", comenzando a vivir un comentadísimo y turbulento romance. Ella había adoptado el nombre de Ana María Lynch, y juntos recorrieron todo el continente presentando sus películas.
Al cabo de un tiempo la relación se desgastó y, aunque quisieron evitarlo, se fueron bifurcando sus caminos. Fue entonces cuando decidieron separarse, y Ana María emigró a Estados Unidos, en donde realizó una importante carrera.
Al realizarse la filmación de "Una cita con la vida", Hugo conoce a la actriz Gilda Lousek. Esta película inició un romántico capítulo en la vida de Hugo, ya que "la ternura de la joven lo conquistó". Idas y vueltas, situaciones inexplicables, facetas desconocidas de su vida de relación, hicieron que lo proyectado no llegara a cumplirse...

VIOLETA COURTOIS
En 1959, llega Violeta Courtois, que era empleada contable de SADAIC. El galán tenía cuarenta y siete años, y ella veintisiete.
Lo importante es que, a su lado, Del Carril encuentra la paz que tanto ansiaba. Se casaron en 1971.

SUS HIJOS
Llegan los hijos, primero Marcela Alejandra y luego Hugo Miguel, Amorina Eva y Eva Cristina. En una autorización desde su residencia madrileña de "Puerta de Hierro", el teniente general Juan Domingo Perón designa como personero a su representante en la Argentina, Jorge Daniel Paladino: "Autorizo por la presente al Señor Don Jorge Daniel Paladino, para que en mi nombre y representación apadrine el bautismo de la niña Marcela Alejandra Fontana. Madrid 14 de junio de 1971." Firmado: "Juan Perón".

MÚSICOS QUE LO ACOMPAÑARON
Además de los conjuntos ya citados, Hugo cantó acompañado por pequeños conjuntos, y con guitarras. .Los músicos que lo secundaron fueron Tito Ribero, Miguel Ángel y Roberto Puccio, Manuel Romero y Luis Bayón Herrera. En 1981 lo acompañó Osvaldo Berlingheri.
Ante la pregunta acerca de con qué orquesta se sentía identificado, expresó: "Es difícil poder determinarlo, porque las orquestas fueron sufriendo modificaciones a través del tiempo. Pero cuando Canaro ´era Canaro´ me sentí cómodo, porque tenía el ritmo firme, marcado, que permitía mi lucimiento vocal. (...) Cuando fui a los Estados Unidos con Horacio Salgán, en 1972, también me sentí cómodo. En una de las grabaciones que hice con Armando Pontier también me sentí bien. En cuanto a las orquestas que escucho, me gustan Salgán y Pugliese. Me gusta más lo que aporta algo nuevo: Piazzolla es un hombre de grandes valores como ejecutante, como instrumentista, como arreglador. Pero en lo que se refiere al tango en sí, que es una cosa muy simple que debe llegar a todos los ángulos y a todas las sensibilidades, tengo la impresión de que él se escapa un poco. No sucede así con otros renovadores (...) como lo fueron De Caro o Troilo. (...) No creo que su fuerza de inspiración [ las de Salgán y Pugliese] sea precisamente Piazzolla(...); pueden tener cosas de Fresedo o de De Caro. Pero Pugliese es tango-tango, aferrado al ritmo, con un marcado compás...".

EN LOS DISCOS
Desde Edgardo Donato en 1935 hasta Osvaldo Requena en 1970, lo acompañaron Joaquín Mora, Tito Ribero, Atilio Bruni, Domingo Marafiotti, Waldo de los Ríos, Armando Pontier y Mariano Mores

CON SU HIJO
Antes decaer enfermo, en Mar del Plata, Hugo del Carril tuvo la satisfacción de cantar a dúo con su hijo. La emoción que esto le causó fue evidente para todos los presentes en la sala.

SUS FILMES
"Los muchachos de antes no usaban gomina" (1937); "La vuelta de Rocha" (1937); "Tres anclados en París (1938); "Madreselva" (1938); "La vida es un tango (1939); "La vida de Carlos Gardel" (1939); "Gente bien" (1939); "El astro del tango" (1940); "Confesión" ( 1940); "La canción de los barrios" (1941); "En la luz de una estrella" (1941); "Cuando canta el corazón" (1941); "La novela de un joven pobre" (1942); "Amor último modelo" (1942); "Pasión imposible" ( 1943); "La piel de zapa" (1943); "Los dos rivales" (1944); "La cabalgata del circo" (1945); "El socio" o "Canción desesperada", en México (1946); "La noche y tú", en México (1946); "La cumparsita" (1947); "Pobre mi madre querida" (1948); "Historia del 900"* (1949); "El último payador" (1950); "Surcos de sangre"* (1950); "Senda sin culpa" o "A media luz" (1950); "Las aguas bajan turbias"* (1952); "El negro que tenía el alma blanca"* (1953); "La quintrala"* (1955); "Vida nocturna" (1955); "La Tierra del Fuego se apaga" (1956); "El último perro" (1956); "Más allá del olvido"* (1956); "Una cita con la vida"* (1958); "Las tierras blancas"* (1959); "Culpable"* (1960); "Che, Buenos Aires" o "Buenos Aires, Buenos Aires" (1960); "Amorina"* (1961); ·Esta tierra es mía"* (1961); "La calesita"* (1963); " La sentencia"* (1964); "Buenas noches, Buenos Aires"* (1964); "El día que me quieras" (1969); "Viva la vida" (1969); "Amalio Reyes, un hombre" (1970); "La mala vida" (1972); " Siempre fuimos compañeros" (1973); "Yo maté a Facundo"* (1975) y "El canto cuenta su historia" (1976).
(*) Estos filmes fueron dirigidos por Hugo del Carril.

PREMIOS POR LAS PELÍCULAS
"Las aguas bajan turbias" recibió los premos "Diploma de honor" (Festival de Venecia de 1952), "Espiga de oro" (Festival Internacional de la Exposición Agrícola de Roma en 1953) y "Mejor película de habla hispana" (Asociación de Críticos de Radio Cine y Teatro del Perú, 1953).
"La quintrala" recibió en 1954 mención honorífica de la Federación del Periodismo Cinematográfico italiano.
"Esta tierra es mía" recibió el "Premio a la cultura y la amistad ente los pueblos" en el Festival internacional de Moscú, en 1961. "Amorina" recibió el "Premio César Tiempo" en el Festival internacional de Calcuta, India, en 1960.

EN "CAÑO 14"
El jueves 6 de marzo de 1980, al debutar en "Caño 14", Hugo del Carril debió cantar 57 minutos seguidos por imposición de un público enfervorizado.

LA TELEVISIÓN
En 1962 intervino intervino en la miniserie argentina "La calesita", con libro de Rodolfo M. Taboada, por Canal 9..
En 1963 el canal 7 lo tuvo como figura central de "El show de CAP", y en 1963 participó en programas de música popular por Canal 13..
Alejandro Romay, ya en posesión de Canal 9, puso en el aire el sainete de Alberto Vaccarezza "El conventillo de la Paloma", con el rol protagónico de Hugo y la producción de Martha Reguera.
Vuelto a Canal 7, en 1971 protagoniza el programa "Del Pueblo", basado en su espectáculo "La carpa del Pueblo".
En Canal 11, en 1972, los hermanos Sofovich producían "El tango del millón", donde Hugo del Carril participó acompañado por el "Tango Trío" y la orquesta de Osvaldo Requena.
"Hugo del Carril, en sus espectaculares 1975" se denominó el ciclo que presentó ese año Canal 9.
En 1976 condujo, también por Canal 9, "Grandes valores del tango".
Desde el advenimiento del "Proceso de Reorganización Nacional" el 24 de marzo de 1976, Hugo no quiso aparecer en televisión ni siquiera en un reportaje.

CIUDADANO ILUSTRE DE BUENOS AIRES
En el año 1986, se hizo justicia. En un acto que presidió el entonces intendente municipal de la ciudad de Buenos Aires, don Julio César Saguier, Hugo del Carril fue nombrado "Ciudadano Ilustre de Buenos Aires". Junto a su hija María Cristina, y con los ojos llenos de lágrimas, el talentoso Hugo del Carril, expresó: "Este premio, esta distinción que hoy me entregan no me pertenece exclusivamente, es de todos los que se encuentran aquí brindándome su cariño y su afecto, y también es de todos lo que, alguna vez, se cruzaron en mi camino...". A continuación, atado siempre a la coherencia de una conducta intachable, cuando un grupo intentó entonar la Marcha Peronista, casi en un murmullo, expresó: "Compañeros, sería una falta de respeto para los autoridades que aquí se encuentran presentes". En esos momentos presidía el país el doctor Raúl Ricardo Alfonsín, de la Unión Cívica Radical.

¡TE SEGUIMOS AMANDO, HERMANO!
Un año antes, en el mes de marzo, un Hugo del Carril, delgado, pálido, casi avejentado, se presenta en el escenario del Teatro "General San Martín", en un ciclo de la Sala Casacuberta. La sala estalla en prolongados aplausos, en gritos, en vítores, y el astro de 73 años aparece sobre el escenario. Hugo y su garganta comenzaron con su tango preferido: "Madame Ivonne". Luego siguió "La calesita" y más tarde arribó a la cita la milonga "Betinotti". La sala explotaba de aplausos, y a Hugo se le llenaron los ojos de lágrimas. Había pasión en esas manos que, golpeándose entre sí, demostraban el calor de la gente, el amor que siempre profesaron por él. Tal vez fue un homenaje más, no el que se merecía, porque siempre mereció más, pero homenaje al fin, en el que el público tuvo oportunidad de decirle:"¡Te seguimos amando, hermano!.

EL "LUNA PARK" PARA HUGO
Por fin el famoso Palacio de los Deportes se engalanó para la devoción la noche del 8 de septiembre de 1988. Un homenaje a Hugo del Carril, ofrecido por su público: "Hugo del Carril, Homenaje de su ciudad. 50 Años con la música nacional y la cultura popular". La dirección general y la animación estuvieron a cargo de Lionel Godoy, y por el palco desfilaron figuras del arte nacional como Virginia Luque, Jorge Sobral, Ángel Cárdenas, Nelly Vázquez, Nelly Omar, Carlos Acuña, Alberto Castillo, Hugo Marcel, Roberto Goyeneche, Hugo del Carril (hijo), Néstor Fabián, las orquestas de Leopoldo Federico y de Atilio Stampone, Alejandro Dolina y muchos más. Fue lo que correspondía, un homenaje en vida. Desde el más allá, Evita y Perón también estuvieron presentes.

martes, 16 de marzo de 2010

El maestro Osvaldo Pugliese


Su padre, Adolfo, obrero del calzado, intervenía como flautista aficionado en cuartetos de barrio que cultivaban el tango. Dos hermanos mayores tocaban violín: Vicente Salvador, "Fito", y Alberto Roque, más consecuente que el primero y por muchos años ligado a la música. A Osvaldo fue el padre quien le impartió las primeras lecciones de solfeo, y comenzó a balbucear con el violín también, pero pronto se inclinó por el piano, aunque don Adolfo tardó cierto tiempo en comprar el costoso instrumento. Tras formarse en conservatorios de la vecindad, a la edad de 15 años se inició profesionalmente en el llamado "Café de La Chancha", así bautizado por los parroquianos en alusión a la poca higiene del dueño.

Poco después, ya en un conocido café del Centro de Buenos Aires, integró el conjunto de la primera mujer bandoneonista que tuvo el tango, Francisca "Paquita" Bernardo. Ascendiendo en su carrera, Osvaldo se incorporó al cuarteto de Enrique Pollet, luego a la famosa orquesta de Roberto Firpo, y en 1927 ya era pianista de la orquesta del gran bandoneonista Pedro Maffia, de la que se desvinculó, junto al violinista Elvino Vardaro, para formar un conjunto a nombre de ambos, que se sabe fue de avanzada, pero del cual no han quedado grabaciones.

Vardaro-Pugliese debutaron en el café Nacional, para emprender luego una extensa gira por el interior del país. Los acompañaba como representante–gerente el poeta Eduardo Moreno, autor de la letra del tango "Recuerdo", el más célebre de los firmados por Pugliese, y también, propuesta por Moreno, la cancionista Malena de Toledo. La gira fue un fracaso económico, y Vardaro debió empeñar su arco "Sartoris" para pagar los pasajes de regreso.

Pugliese se asoció luego con otro violinista, Alfredo Gobbi, formando un conjunto, uno de cuyos bandeonistas era el jovencísimo Aníbal Troilo. Aquello duró pocos meses, tras lo cual formó su primer elenco propio al lograr la oportunidad de actuar en un par de locales. Posteriormente integró dos dúos, primero con Gobbi y luego con Vardaro, para actuar en emisoras de radio. En 1934, cuando el bandoneonista Pedro Laurenz -ex De Caro, como Maffia- formó orquesta, Pugliese ocupó el piano, ocasión en que escribió los primeros arreglos sobre un par de tangos, entre ellos "La Beba", que le pertenece. En 1936 integró el conjunto del bandoneonista Miguel Caló, aún enrolado en la tendencia "decareana", y de esta manera fue encauzando sus ideas estéticas sobre el tango. Hasta 1938 formó Pugliese nuevas agrupaciones que no se consolidaron, e intentó sin éxito estructurar una cooperativa de trabajo, como expresión de sus ideas comunistas.

Su definitiva proyección hacia el tango que pretendía se inició el 11 de agosto de 1939, al presentarse de nuevo en el café Nacional. Amadeo Mandarino era el cantor de su debutante orquesta. Luego de un tiempo rearmó el conjunto, ya con Augusto Gauthier como vocalista. Pugliese era director, pianista y arreglador de ese conjunto, que, esa vez sí, funcionaba como una cooperativa. Desde un café del barrio de Villa Crespo saltaron a la radio más importante del momento, El Mundo, gestándose una importante hinchada que los seguía, compuesta por fanáticos de su estilo y adeptos al Partido Comunista.

La continuidad en la labor le permitió afianzar su concepción, apoyado en el aporte de compañeros suyos como el contrabajista Aniceto Rossi, tan importante para darle el sentido rítmico que necesitaba. Fundamental fue el bandoneón de Osvaldo Ruggiero, quien permaneció junto a Pugliese hasta 1968, profundamente consustanciado con el director. Y otro tanto puede decirse del violinista Enrique Camerano, nacido -dijo alguien- para tocar con Pugliese. Este se afirmaba como el más fiel exponente del estilo decareano, pero con una rotunda marcación rítmica, atractiva para el bailarín sin por ello sacrificar calidad.

De suma importancia, para cuando su orquesta llegó al disco en 1943, fue la aparición de Roberto Chanel, cantor recio, de voz nasal y estilo "compadrito" que dejó 31 grabaciones. Buscando un vocalista contrastante, Pugliese incorporó luego a Alberto Morán, dramático y sensual, de rara aptitud para la media voz y perfecto acople con el acompañamiento orquestal. Su atractivo para las mujeres no fue igualado por ningún otro cantor. Quedaron de Morán 48 obras grabadas. Apenas 8 registró a su vez, entre 1949 y 1950, Jorge Vidal, otra de las voces importantes en la historia de esta orquesta. Entre los cantores posteriores sobresalieron, aunque con repertorios de irregular calidad, Jorge Maciel y Miguel Montero.

Dentro de la década del ´40, Pugliese grabó algunos temas instrumentales propios con los que se anticipó a la vanguardia. Es el caso de "La yumba" (convertido en algo así como el himno de su orquesta), "Negracha" y "Malandraca". Por estos dos últimos se lo considera un precursor en el empleo de la síncopa y el contrapunto, adelantándose a Horacio Salgán y Astor Piazzolla. Otros importantes tangos que Pugliese escribió e interpretó son, ante todo, el mencionado "Recuerdo", y "La Beba", "Adiós Bardi", "Recién", "Barro", "Una vez" y "El encopao".

Por años, la orquesta de Osvaldo Pugliese estuvo prohibida para la radiodifusión, como medida de censura política, pero ello no logró mermar su popularidad.

lunes, 15 de marzo de 2010

El colorado de Banfield


El colorado" Pianista, director y compositor (2 de noviembre de 1912 – 31 de marzo de 1992) En la segunda mitad de la década del treinta las músicas internacionales prevalecían sobre el tango, a tal punto, que nuestras orquestas típicas más tradicionales incluían en su repertorio foxtrots, polcas, corridos, pasodobles, congas y rumbas.

Desde Canaro, Lomuto y la Típica Víctor, hasta De Caro y Fresedo, mixturaron los tangos con las músicas más extravagantes.

Pero la irrupción del ritmo audaz y vertiginoso de Juan D'Arienzo, coloca nuevamente al tango en la preferencia de los jóvenes, que no sólo recuperaron el gusto por su danza, sino que también se lanzaron a recrearlo.

Aparecieron entonces, cientos de orquestas y vocalistas, produciéndose el renacimiento del “dos por cuatro” y así, la maravillosa década del cuarenta.

Alfredo De Angelis se inscribe dentro del grupo de orquestas que pusieron el acento en el baile. Esto sin embargo no significa que carecieran de valor artístico, por el contrario, eran afiatadas, muy bien orquestadas y contaban con grandes músicos y vocalistas.

Nuestra elite intelectual siempre peyorizó lo popular, lo que prendía rápidamente en el gusto de la gente, porque no valorizaba, ni valoriza, el fenómeno sociocultural que significa la danza.

Siempre escuché decir sobre De Angelis que era una orquesta “calesita”, que sólo servía en el salón, que le faltaba creatividad. Supongo que el adjetivo hacía alusión, a la curiosa modalidad de los bailarines de recorrer el terreno girando ordenadamente alrededor del perímetro de la pista. Desde otra óptica, la crítica podía apuntar a la música fácil, elemental y rutinaria de las calesitas (carruseles).

A estas definiciones las encuentro dasafortunadas.

De Angelis tuvo la belleza de un trabajo armonioso y sincronizado, del que resultaba un tango prolijo y sencillo, logrado con un eficaz manejo del ritmo y muy respetuoso de la melodía y del lucimiento del cantante.

Se dirá que el estilo era simple y la fórmula poco ambiciosa se repetía, pero hoy, a la distancia, me deleito escuchando sus grabaciones algunas de ellas antológicas. Al pie de la Santa Cruz, La brisa, Ya estamos iguales (con la voz de Carlos Dante), Marioneta (a cargo de Floreal Ruiz), Atenti pebeta, Un tango y nada más, De igual a igual (con Julio Martel).

Nació en la localidad de Adrogué (sur del gran Buenos Aires) y de muy chico comenzó a aprender solfeo y armonía. Sus primeras actuaciones fueron acompañando al cantor Juan Giliberti, que anunciaba sus presentaciones con carteles que afirmaban que el propio Gardel lo había reconocido como su sucesor.

Al poco tiempo pasa a la orquesta de Anselmo Aieta reemplazando al pianista Juan Polito. Como dato curioso, en aquella formación participaba como violinista Juan D'Arienzo.

Conjuntamente con el bandoneonista Ernesto de la Cruz, acompaña al cantor Félix Gutiérrez, exitoso estribillista de varias orquestas de la época. Fugazmente, allá por 1934, pasa por la orquesta de Graciano de Leone. Después arma un binomio con Daniel Alvarez y más tarde, integra la orquesta Los Mendocinos dirigida por Francisco Lauro.


Es recién a partir de 1940 que forma su propia orquesta, debutando el 20 de marzo de 1941 en el café Marzotto de la calle Corrientes, con los vocalista Héctor Morea, quien es el único de sus cantores que no llega al disco.
Actúa en radio El Mundo, con las voces del referido Morea y de su nueva incorporación, Floreal Ruiz. Así llegamos al “Glostora Tango Club”, mítico programa radial que se emitía diariamente y que estaba un ratito antes del más popular de los radioteatros: “Los Pérez García”.

Así, De Angelis adquirió fama y popularidad y no resultó extraño que el sello Odeon lo incorporara en su elenco artístico, donde grabó 486 temas, desde el 23 de julio de 1943 al 21 de enero de 1977.

De Angelis se caracterizó por haber elegido muy buenos cantores, basten como ejemplo: Floreal Ruiz, Carlos Dante, Julio Martel, Oscar Larroca, Juan Carlos Godoy, Roberto Florio, Roberto Mancini, Lalo Martel, entre otros.

El caso de Carlos Dante es muy especial porque ya había sido un consagrado estribillista y llega a la orquesta en su plenitud, convirtiéndose en su mejor cantor, su sello distintivo.

Alfredo De Angelis fue en el cuarenta el propulsor de los dúos vocales. Recorriendo su discografía se destacan en primer lugar el binomio Dante-Martel con sus “perlas” Pregonera, Remolino y Pastora, entre otros. Luego el dúo Dante-Larroca, después Juan Carlos Godoy con Lalo Martel y Roberto Mancini.

Es autor de El taladro, en homenaje al club de fútbol Banfield, de Pregonera, Pastora (ambos con letra de José Rótulo), Qué lento corre el tren (letra de Carmelo Volpe) y de esa maravilla melódica que es Remolino (también con Rótulo).

De Angelis no tuvo la impronta de Troilo ni de Pugliese, pero fue un director honesto que se refugió en un tango tradicional que llegaba fácilmente al reconocimiento popular. La prueba está en la cantidad de discos que grabó y que tuvieron un impresionante éxito comercial (Ricardo García Blaya)

jueves, 11 de marzo de 2010

El violín de orodel tango



Alfredo Gobbi

Este eximio violinista nació el 14 de mayo del año 1912, en Paris, cuando sus padres se encontraban actuando conjuntamente con Ángel Villoldo como embajadores del Tango, mandados de Buenos Aires por las tiendas Gath y Chaves, como embajada cultural para hacer conocer nuestras raíces que dieron origen a esta expresión tan seductora que era el Tango. Su padrino de bautismo fue justamente Villoldo, apodado para ese entonces el padre del Tango criollo, autor de “El Choclo”. Alfredo Julio Floro Gobbi, tal su nombre completo fue compositor, violinista, arreglador, y director, siendo reconocido por sus pares como uno de los mejores cultores, por su sello romántico que daba con su violín cuando interpretaba el Tango. Sus grandes maestros referentes fueron Julio De Caro y Carlos Di Sarli, que aunque dispares en sus estilos, el amalgamaba los mismos, dándole a sus interpretaciones un bordoneo marcado que lo hacía distinto. Cuando sus padres deciden retornar de Europa por la prematura muerte de Villoldo; Alfredo tenía seis meses de edad, y se mudan a una casita de Villa Ortúzar. Para ayudar a sus viejos, teniendo apenas 10 años trabaja de canillita en una parada de diarios del barrio. Sus padres viendo las condiciones que tenía su hijo , les regalan un violín y lo inscriben en un conservatorio, para que aprenda los secretos de este difícil instrumento. Fue aventajado alumno de un gran maestro de nombre Natalio Carnini, y apenas tres años logró que con trece años, naciera en Alfredo esa motivación que lo impele a formar un trío con otros amigos, guitarra y bandoneón, para interpretar tangos. Este artista precoz animaba las reuniones sociales de la zona en que vivía. En un café de su barrio comienza a tocar tangos para los clientes a cambio de unas pocas monedas. Ofrece recitales de violín en un salón de la calle Sarmiento. Con 14 años ya demostraba un talento especial para tocar el violín, tratando de perfeccionarse escuchando los discos del sexteto de Julio De Caro. Su comunión con el Tango comienza cuando con apenas 15 años el director Luis Casanova lo incorpora como violinista profesional en su orquesta. Este perfeccionista del violín ingresa en el año 1927 a la agrupación de Juan Maglio (Pacho), que animan los bailes de carnaval del “Pabellón de las Rosas”, luego toca transitoriamente con Roberto Firpo, hasta que fue convocado por el bandoneonísta Carlos Tirigall, que actuaba en el café “El Germinal” . Posteriormente se incorpora a la orquesta del pianista Miguel Buzón, donde tuvo de compañero a Raúl Kaplún. En 1929 integra el conjunto de Anselmo Aieta, teniendo de compañero a otro notable violinista , Antonio Rodio. Para esos tiempos Gobbi, alterna como pianista en las matinée de un cine céntrico. En 1930 Alfredo forma un trío con un bandoneonísta llamado Domingo Triguero, y un pianista que con el tiempo sería uno de los mas finos interpretes en este instrumento, se trata de Orlando Goñi, apodado el Pulpo del Tango, logrando en 1937, ser uno de los pilares fundamentales, en la formación de una de las mas relevantes orquestas de nuestro medio, la de Aníbal Troilo.En ese año al disolverse el trío, se produce su memorable entrada al sexteto dirigido por Elvino Vardaro y Osvaldo Pugliese, donde además contaban con los bandoneonístas Miguel Jurado y un joven desconocido, Aníbal Troilo, contando como contrabajista a Luis Adesso. En 1931, aunque parezca increíble, este notable sexteto tuvo que disolverse por falta de trabajo. La llegada del cine sonoro, fue un boom entre los porteños que relegaron el gusto por las Orquestas Típicas y prefirieron esta novedad importada que los seducía y que venía acompañada de una música foránea ,como el Jazz que opacó temporariamente al Tango. Recordamos que una de las fuentes de trabajo de los músicos era ponerle fondo musical a las películas en los cines dado que las mismas eran mudas. No obstante Pugliese- Gobbi apuestan a continuar y arman su propio sexteto. En 1932 debido a la carencia laboral en nuestra capital, el flamante sexteto hizo una gira por el interior del país. Las cosas no salieron bien y cuando regresaron disolvieron el mismo. Pero la calidad interpretativa de estos músicos estudiosos buscando permanentemente evolucionar en el manejo de sus instrumentos, hicieron que los responsables de Radio Prieto, muy importante emisora de la época, les ofreciera al dúo Gobbi – Pugliese interpretaran tangos para los radioescuchas tangueros. Aunque parezca increíble a los avisadores no les conformaba lo que esta exquisita dupla interpretaba, y les levantaron el programa. Pero Gobbi no era de bajar la guardia, si bien eran tiempos difíciles, el aceptó el desafío y fue persistente, y vuelve a armar otro sexteto, conformado por Aníbal Troilo,José Goñi, (hermano de Orlando), Alfredo Calabró, Agustín Furchi,y Osvaldo Pugliese. Eran contratos cortos donde actuaban en café o cines, y la etapa del país en la década del 30 era muy crítica, mucha pobreza, falta de trabajo, mucha inestabilidad e incertidumbre entre los porteños. Nuevamente en el llano Alfredo, sin trabajo, se incorpora al conjunto del hermano de Pugliese, un violinista de nombre Alberto, donde si bien había poco trabajo, le permitía no tener discontinuidad laboral. En el año 1935, ingresa como primer violín al extraordinario conjunto de uno de los más grandes bandoneonístas que dio nuestra música popular, Pedro Laurenz. Este notable músico actuaba en los 36 Billares de la calle Corrientes al 1900, cuando Corrientes todavía era angosta. Su orquesta pisaba fuerte por la calidad de sus músicos y realmente era uno de los conjuntos predilectos de los porteños, por el virtuosisimo que ponían los mismos en cada interpretación. Al piano, Osvaldo Pugliese, los hermanos Armando y Alejandro Blasco conjuntamente con Laurenz en bandoneones, Gobbi conformaba el trío de violines junto a José Niezow y Sammy Friedenthal en violines, y como contrabajista Vicente Sciarreta. En 1937 se incorpora a Joaquín Do Reyes, pasando posteriormente con Armando Balliotti , estas orquestas trabajaban en distintos cabaret, y durante una temporada lo hicieron en el Novelty reducto muy elegante de la calle Esmeralda. Año 1941, Gobbi viaja al Uruguay y se convierte en primer violinista de Pintin Castellanos, (autor de La Puñalada), cuyo cantor era Enrique Campos, siendo tercer bandoneón, Donato Racciatti. En 1945, y gracias a los cambios operados en nuestro país, se produce el renacer en las expectativas del pueblo y esas esperanzas en lo laboral y económico, se nota positivamente en todo lo referente al tango, que gana espacios importantes en el corazón de los porteños como así también en los ciudadanos de toda nuestra patria. Es el comienzo de giras, contratos, en clubes, radios, tanto en capital como en el interior, sumado a las giras por el mundo. Nuestra música estaba en su mejor momento, era la década del 40, la etapa de Oro, como nunca mas se vivió. Gobbí retorna de Uruguay e ingresa al mundo de la Radio por la puerta grande, dado que primero lo contrata Radio Belgrano y luego Radio El Mundo, donde en los bailables de los días domingos era la gran figura del Tango. En 1947 la empresa grabadora R.C.A. Víctor lo contrata para que grabe y permanece haciéndolo durante diez años. Sus cantores para esa época eran Carlos Heredia y Hugo Soler. En 1948, fueron Pablo Lozano y Héctor Maciel 1949,Jorge Maciel y Ángel Díaz. En 1950, Héctor Coral y Jorge Maciel, en 1953, Carlos Almada y Jorge Maciel, año 1954, Jorge Maciel y Tito Landó, años 1955/56 , Alfredo del Rio y Tito Landó. Año 1957, Tito Landó, Mario Beltrán, y Carlos Yanel, año 1958, Alfredo del Río y Tito Landó. Cuando este gran maestro compuso sus obras cumbres como fueron: “El andariego” y “Camandulaje”, contó con la colaboración de otro grande como fue Ismael Spitalnij, este notable bandoneonísta y orquestador le puso las voces musicales que enriquecieron estas dos joyas de nuestro Tango. Para fines de 1950, la orquesta de Gobbi se conformaba con el como primer violín acompañándolo dos eximios violines como fueron Ariel Haroldo Gessaghi, y Eduardo Salgado, en bandoneones Mario Demarco, Luis Maggiolo, Osvaldo Piro, y Emilio Nurié, en piano Normando Lázzara y Osvaldo Monteleone en contrabajo.En 196 , volvían a ponerse dura las posibilidades laborales, dado a la permisividad de las autoridades gubernamentales de difundir música foránea, que atentaban sobre nuestra expresión cultural como eran el tango y el folklore. Esa medida que nos desprotegía abonó el terreno para que fuéramos invadidos por conjuntos híbridos de jóvenes que copiaban e imitaban a los interpretes extranjeros y desplazaron al tango y sus cultores a un segundo lugar, en el interés del público, especialmente de la juventud. Gobbi decide desarmar su conjunto por los costos y en cambio arma un quinteto para seguir luchando en un terreno hostil a nuestra música, dirigiendo desde el piano y tocando en una confitería de la calle Corrientes y Uruguay llamada Siglo XX. Allá por 1963 tocaba como solista de piano en la confitería El Olmo, del barrio del Once . En 1964, siendo muy joven aún, tenía apenas 54 años , se produce su lamentable desaparición. Buen músico, mejor amigo dejó en todos lo que lo conocieron el afecto y el reconocimiento a un grande. Rovira le dedicó su tango “El engobbiao”, Troilo, “Milonguero Triste”, Piazzolla, “Retrato de Gobbi”. Este violinista incomparable, supo aportar al tango un estilo propio con un matiz Decareano, que dejó su sello en todas sus interpretaciones, para disfrute de todos lo que aman “La mejor música del mundo el Tango” .
Oscar Mármol

miércoles, 10 de marzo de 2010

El pibe Ernesto


Ernesto Ponzio

Buenos Aires, 1885 - Banfield, Prov. Bs. As., 1934

El ambiente en que se desarrolló su carrera fue bastante duro, y de hecho hoy su nombre se relaciona con malevos, cafés de baja reputación y ambientes delictivos. Como consecuencia de ello, su biografía tuvo aristas trágicas. Pero nada de esto impidió que fuese un violinista de primer orden, creador de una obra fundamental para la historia del tango: Don Juan. "El Pibe Ernesto" nació en el barrio de San Telmo. Creció en un entorno familiar en donde había varios músicos. Teniendo él mismo vocación para el violín, la escasez de recursos no le hubiera permitido seguir un estudio metódico de no hallar un mecenas, la Sra. De Diana, quien financió su educación artística en el prestigioso Conservatorio Williams. Si bien recibió una formación exclusivamente clásica, Ponzio (la grafía “Poncio” es incorrecta) prefirió desde muy temprano el repertorio popular, centrándose en el casi recién nacido tango. Hay testimonios de que ya a los once años tocaba en La Batería, de Retiro; como también en cafés del Abasto, el barrio de su preferencia. A los catorce lo recoge otro violinista, Genaro Luis Vázquez, quien le gestiona algunos trabajos y así Ponzio va haciéndose conocido.

Integró un conjunto en el célebre local Hansen, junto a Vázquez y al flautista Luis Teisseire. Luego actuó en el Tambito y en sitios de reputación más baja, como lo de Laura, lo de la Vasca y lo de Mamita (Concepción Amaya). Hacia 1898-1900, siendo apenas adolescente, dio a conocer su tango Don Juan, sobre el que hay diferentes versiones acerca de su nacimiento: la primera, que fue en el Hansen, como dedicatoria al “taita” Juan Cabello (mencionado en la letra que a este tango le añadiera Ricardo J. Podestá); la segunda, que fue en lo de Mamita, inspirado tras haber oído unos pocos compases en piano por un tal “Negro Sergio”. Haya sido de una u otra manera, lo real es que en breve tiempo este tango tuvo una gran influencia en la época. Con su amigo el clarinetista Juan Carlos Bazán salió de gira por el interior del país. Su calidad como músico no consiguió alejarlo del ambiente del bajo fondo, cayendo en desgracia a causa de un asesinato que nunca se preocupó en desmentir. El 18 de enero de 1924, en el galpón de un tahúr de Rosario, provincia de Santa Fe, Ponzio mató de un balazo en el pecho a un tal Pedro Báez, tras descubrir una trampa jugando a la taba. Tras el ajusticiamiento, Ponzio se ocultó en el Mercado Modelo, pero fue apresado por dos agentes. Aunque alegó que cometió el delito estando borracho, la excusa no fue tenida en cuenta y fue condenado varios años de cárcel. Cumplido, volvió a Buenos Aires y fue agasajado en un restaurante del barrio de Boedo. Continuó siendo una personalidad muy estimada en el ambiente artístico, pero su carrera fue declinando por falta de disciplina de trabajo. El empresario Pascual Carcavallo le ofreció una temporada en el teatro Nacional, de la calle Corrientes, como integrante de la Orquesta de la Guardia Vieja (junto a otros músicos de su generación, como Bazán, J. L. Padula, Saborido, Teisseire y otros); pero no tuvo continuidad. Tampoco halló mayor prosperidad con la Orquesta Típica Ponzio-Bazán, aunque se recuerda una importante actuación en 1932 en el Luna Park. En 1933 participó en la obra De Gabino a Gardel, junto a este cantor y un gran elenco. Falleció en 1934, al día siguiente de mantener una entrevista con el periodista Héctor Bates.

Como compositor, además de su clásico Don Juan dejó otras importantes obras como Ataniche, Cara Dura, Culpas ajenas, El Azulejo, Quiero papita, La milonga, Los inmortales, 18 Kilates, Argelia, etcétera. Ponzio afirmó ser el verdadero autor del célebre tango El entrerriano, firmado por Alfredo Eusebio Gobbi; y tras su muerte circuló la noticia de que, en efecto, lo era: varias necrológicas así lo afirmaron. Sin embargo, esta adjudicación no se ha comprobado plenamente. Gobbi ha sido autor de una segunda letra para Don Juan, titulada Mozos guapos (con la letra original de Podestá, el subtítulo de Don Juan es El taita del barrio).

A pesar de estar activo en una época de abundante producción discográfica, no quedaron grabaciones propias y se desconoce si participó en registros de otros conjuntos. Afortunadamente quedó un registro fílmico, tardío aunque valioso, en la película ¡Tango! (dir.: Moglia Barth, 1933), en donde junto a Bazán y otros músicos aparece tocando Don Juan.

Cabe destacar que su tango Culpas ajenas tuvo posteriormente una letra, a cargo del poeta Jorge Curi, que representó en gran parte la vida misma de Ponzio.

lunes, 8 de marzo de 2010

Los estribillistas



En la música de tango siempre sobresalieron las recias figuras de los cantores: engominados y galantes, de diversos estilos y registros. Es cierto que junto con los directores, los cantores eran las caras visibles de las orquestas de tango. Su ascendente era tal que muchos tenían su propia hinchada de seguidores, fanáticos de su manera de cantar. Pero históricamente el cantor de tango tiene un antecedente que ya quedo olvidado en el tiempo, los estribillistas.




Dentro del variado menú de antecedentes y factores que incidieron en la creación del tango se debe decir que los cantores eran generalmente solistas: recordar el caso de Carlos Gardel que tocaba con orquestas formadas ad hoc o con un conjunto de guitarras acompañantes. Las orquestas que se fueron formando en la época seminal del tango eran estrictamente instrumentales, ya que las estrellas eran los directores que formaban y creaban los distintos estilos sonoros de los conjuntos.

A mediados de los años 20 Francisco Canaro, de quien hablamos hace poco, introduce un nuevo punto de vista en el tango orquestal: el estribillista. Canaro siempre fue un innovador dentro las formas orquestales del tango y en aquella ocasión fue quien llevo adelante la osadía de mezclar estos dos mundos: el del canto y el de la orquesta.

Los estribillistas, cantores no tan destacados como aquellos que actuaban como solistas, tenían una participación minimalista en la orquesta. Como su nombre lo dice solo actuaban cantando el estribillo de algún tango dejando el papel principal de la pieza para la orquesta. Era tan poca la importancia que se les daba que no eran ni siquiera mencionados en los créditos de las grabaciones.

Al ser este el inicio del cantor en la orquesta, no se puede decir que haya sido fácil. Casi no existían métodos de amplificación para la voz, lo que hacía su tarea doblemente dificultosa ante la voluminosa sonoridad de los instrumentos. Luego de esto Canaro vuelve a cambiar las reglas del juego incluyendo un segundo estribillista que armonizaba con el otro.

Rápidamente el resto de las orquesta comienza a usar este estilo y el estribillista se establece como parte integrante de las orquestas de los años 20 y los 30 y así Juan D’Arienzo, Osvaldo Fresedo, Julio De Caro, Carlos Di Sarli, Francisco Maglio y otros se hicieron de duetos vocales para sus formaciones. Uno de los dúos mas recordados fue el de Agustín Irusta y Roberto Fugazot que luego junto a Lucio Demare formarían el recordado Trió Argentino.

La historia hizo que esta forma cayera en desuso abriendo el camino para la aparición del cantor de orquesta. Para poder apreciar como era la participación de un estribillista compartimos este video del vals “Para ti madre” por la Orquesta de Canaro con la participación de Irusta.

viernes, 5 de marzo de 2010

La canción criolla


Agustin Magaldi

Cantor Compositor. Intérprete de personal estilo caracterizado
por su marcado vibrato y sus frecuentes porlamentos, que juntamente con Carlos Gardel
e Ignacio Corsini se contó entre las más populares figuras vocales masculinas en torno y luego de 1930. Creó una manera de cantar enraizada a las incursiones de cantante lírico de su juventud y a su admiración por la cancionista Rosita Quiroga, junto a quien inició lo fundamental de su carrera en el tango. Nació en la provincia de Santa Fe el 15 de agosto de 1901. Tenía diecisiete años cuando radicado en Rosario integró la troupe Voipi-Galdi. Al año siguiente estudiando con el maestro italiano Nicola Mígnoni cantó fragmentos de I Pagliaci en uno de los cuadros de la revista teatral La Historia del Año. En 1920 ya volcado al canto criollo formó parte de un dúo con Espinosa y de otro con Yuvone. Fue en 1924 en Buenos Aires cuando cantó con Rosita Quiroga registrando juntos algunas placas para Victor. En febrero de 1925 vinculado a Pedro Noda por mediación del compositor y guitarrista Enrique Maciel, integró su luego celebrado dúo, debutando entonces en un festival benéfico realizado en la sala del Teatro Ateneo. Actuaron más tarde en el ópera, en el Smart y en el Real Cine grabando discos para Víctor y para Brunswick. En 1935 tomaron parte en la película Monte Criollo.
Casi siempre en colaboración con su hermano Emilio, también con Antonio Tello y
con Felipe Mitre Navas, produjo entre otros,los tangos Levanta la frente, No quiero verte llorar, Triste destino, Trapo viejo, El penado 14, Libertad, Mañana es mentira, Cautivo, Vagabundo, No volverá, Allá en el bajo y De punía y hacha. Falleció en Buenos Aires a los treinta y siete años de edad y en la
plenitud de su carrera, el 8 de setiembre de 1938. Fuente Horacio Ferrer

jueves, 4 de marzo de 2010

El polaco es Gardel


Goyeneche, Roberto



“El Polaco” Roberto Goyeneche nació el 29 de Enero de 1926 en el barrio porteño de Saavedra, provincia de Buenos Aires (Argentina). Debido a la temprana muerte de su padre, Emilio Goyeneche, tapicero de profesión y pianista de vocación, el polaquito tuvo que ceder horas de su educación al trabajo. La adolescencia lo colmó de una diversa experiencia laboral. Camionero, taxista y colectivero fueron algunas de sus estrategias para poder contar con el pan de cada día. Su carrera como cantor queda inaugurada en 1944 con su llegada como vocalista a la orquesta de Raúl Kaplún. Así es como con tan sólo dieciocho años Roberto Goyeneche debuta en Radio Belgrano. Realizó algunos discos pero no fueron puestos a la venta. En el año 1952 es llamado por la orquesta de Horacio Salgan en donde canta a dúo con Ángel "Paya" Díaz, quien fue el encargado de bautizarlo con el apodo de “El Polaco”. Entre las grabaciones que efectuó con Salgan se encontraban "Alma de loca" y "Un cielo para los dos" (a dúo con Díaz).
Luego del éxito con la orquesta de Salgán, es requerido por Troilo y forma un dúo de voces con Ángel Cárdenas. Su vinculación con Troilo significó un punto crucial de su carrera artística, a partir de allí Goyeneche armonizará su voz como si fuese un instrumento más de la gran orquesta. Su fraseo tan peculiar, “bandoneonístico”, como expresó Horacio Ferrer, sus silencios, sus acentos, sus entradas a destiempo fueron los ingredientes de un cóctel que patentará el sello Goyeneche enalteciéndolo aún hasta en sus últimos años cuando su voz dañada, arrugada y llena de arena ya fuera presa de críticas severas.
Pese a algunas discrepancias iniciales que, según cuenta la historia, distanciaban a Troilo del Polaco la vida los convirtió en amigos inseparables hasta el punto que Troilo le dijo animosamente: "si no se va, lo echo" obligándolo a iniciar su carrera como solista.
Así fue como entonces, en 1963, El Polaco se aparta de la orquesta de Troilo para transitar sus primeros pasos como solista. En poco tiempo se convirtió en uno de los cantantes de tango más populares. Llegó a grabar con: Francini-Pontier, Baffa-Berlingier-Cabarcos, Stazo-Cupo-Monteleone, Requena, Grela, Orquesta Típica Porteña y Astor Piazzolla, entre otros. Su repertorio fue extenso y variado, y supo apropiarse con verdadera autoridad de versiones clásicas que parecían hasta el momento presas de algunas determinadas interpretaciones. “La última curda”, “Gricel”, “Naranjo en flor”, “Pompas”, “Chau no va más”, “Afiches”, “Malena”, son algunas de sus más brillantes exposiciones.
Goyeneche también tuvo su participación en la pantalla grande. Dos films del famoso director argentino Pino Solanas: "El exilio de Gardel" y "Sur", cuentan con su presencia y contribuyen a la formación del “mito viviente” que sus popularidad también enarbolaba. Pocas personalidades logran ser contemporáneas a su construcción mítica. El Polaco no necesito morir para ver el emblema que significaba su presencia, quizás algunas de sus actitudes autodestructivas aceleraron este proceso de “mito viviente”.
Escuchar un tango en la voz de Roberto Goyeneche es vivir la música de Buenos Aires. Como recalcó Aníbal Troilo, El polaco era dueño de cantar "hasta los puntos y las comas". Su mayor secreto fue saborear los tiempos y los espacios del tango, colmarlos de significado; enriqueciendo al dos por cuatro al límite de sus posibilidades rítmicas. Un 27 de Agosto de 1994 el Polaco le dice adiós a Buenos Aires. Un vacío melancólico se apodera de aquella tarde de sábado, melancolía propia de la despedida de personajes que podrían haber vivido un tiempito más... personajes en los que tristemente se intuye un poco de voluntad en su partida.

martes, 2 de marzo de 2010

El Ultimo mohicano de los "40"


Alberto Podestá

SU INFANCIA
Alejandro Washington Alé Podestá nació el 22 de septiembre de 1924 en San Juan. Era muy niño cuando falleció su padre y pasaron privaciones con su madre y sus cinco hermanos. Ello le obligó a trabajar desde muy pequeño, para ayudar a su hermano mayor que se había constituido en el sostén de la familia que, además se completaba con su abuela.

SUS ESTUDIOS
"Yo llegué hasta sexto grado. Llegué a las trompadas, pero llegué" –diría en un reportaje–. En la escuela empezó cantar y simultáneamente en un programa de radio que dirigía una maestra. Era un recreación infantil y se llamaba "Rayito de sol" Cada alumno aportaba alguna canción de moda y el pequeño Albertito, a quien ya le había llegado la admiración por Carlos Gardel, aprendía rápidamente
las letras del Zorzal y las vertía en esas audiciones. Por ese motivo comenzaron a llamarlo Gardelito.

GANARSE UNAS CHIROLAS
Fue chocolatinero en el cine de una familia amiga, donde obtenía unos pesitos diarios que contribuían a la economía hogareña.

EL EMPUJONCITO
De gira, por el interior del país, llegaron para actuar en San Juan, el dúo cómico Buono-Striano, quienes luego de escucharlo cantar, lo invitan a viajar a Buenos Aires y le prometen darle una mano y conectarlo con las principales figuras tangueras de ese momento. También Hugo del Carril –"…un tipo maravilloso. No creo que haya otro hombre tan correcto y derecho como Hugo del Carril. Un hombre de una condición inigualable como ser humano", define Alberto Podestá– lo aconseja en el sentido que todo se cuece en la Capital Federal y le pide que lo vaya a ver, ofreciéndole sus buenos oficios para desarrollar su carrera.

PRIMAVERA EN BUENOS AIRES
Por fin en la primavera de 1939, se decide y junto con uno de sus hermanos se instala en Buenos Aires.
En la confitería "Paradise", local bailable que tenía habilitadas dos secciones, desde las siete de la tarde hasta las nueve y desde las once de la noche a las cuatro de la mañana, conoce a Roberto Caló. Por supuesto el encuentro fue por la tarde ya que Podestá era menor de edad y los edictos policiales, muy estrictos, tenían prohibida la presencia de menores en esos locales luego de las diez de la noche.
Hizo una prueba con Roberto Caló, cantando varios temas: "La mariposa", "Cosas olvidadas", "Martirio" y "La que murió en París". Como la prueba fue satisfactoria, Roberto Caló le prometió que hablaría con Miguel Caló, a quien le faltaba un vocalista ante la deserción de Mario Corrales (Mario Pomar).
Quedó en la orquesta, donde coincidió con grandes músicos como Osmar Maderna, Domingo Federico, Armando Portier, Raúl Kaplún, Enrique Mario Francini.
""Roberto Caló me hizo el puente para que cante en la orquesta de su hermano Miguel, en la cual estaban las más promisorias figuras de la nueva camada de nuestra música ciudadana. Pero de ellos hubo dos que destacaré, ya que con el correr del tiempo se transformarían en mis hermanos de vida: Armando Pontier y Enrique Mario Francini" –cuenta recordando sus inicios–.

PUDO SER JUAN D´ARIENZO
Previamente, recorriendo las posibilidades que se presentaban, se entera de que D´Arienzo estaba buscando un cantor. Con sus mejores pilchas, se presenta hacia las diez de la noche en el cabaret Chantecler. Pero D´Arienzo no estaba, y Héctor Varela, le informó que sin el "Rey del compás" no podía decidir nada. Después se supo que ya habían designado a Héctor Mauré. Y se frustró la prueba y su probable vinculación con D´Arienzo.

LAS TIRITAS
Suele recordar Alberto Podestá que cuando comenzó a trabajar con Miguel Caló lo hizo en el cabaret Singapur, en la calle Montevideo entre Sarmiento y Corrientes. Añade que luego el local fue ocupado por un teatro y también por una academia de tango. Para bailar con una chica, había que comprar una entrada para diez bailes. Las chicas cada vez que bailaban cortaban una tirita. La orquesta de turno no tocaba los tangos enteros. Y de esa forma las chicas, con menos baile, recaudaban un poco más.

PRIMERA GRABACIÓN
Cantando con Miguel Caló, además de los grandes músicos ya nombrados, conoce a Homero Expósito, que llegaba todas las tardes desde Zárate. Su familia tenía una confitería que se llamaba "Mimo", precisamente el apodo familiar de Homero. Con esta orquesta graba su primer tango, que firmaban Domingo Federico y Homero Expósito.
Luego registró dos preciosos valses, "Pedacito de cielo" y "Bajo un cielo de estrellas" de Enrique Mario Francini y Héctor Luciano Stamponi como compositores, y la poesía de Homero Aldo Expósito y José María Contursi.

LA CAMISA QUE NO COMPRÓ
Se encontraba a menudo con Francisco Fiorentino, siempre hecho un dandy, y en una charla, café de por medio, se animó a preguntarle donde podía comprar una camisa con la que vestía Fiore. Solícito, el cantor de Troilo le indicó la sastrería de la calle Maipú donde la había comprado. Podestá, aun no consolidado económicamente, se desilusionó cuando supo el precio de esa prenda, pero Fiorentino le aseguró que seguramente le iban a hacer una rebaja. Pero el joven cantor de Miguel Caló, con sus diez y seis años, en principio pensó que por ahora no estaba para semejante gasto.

CARLOS DI SARLI
Al poco tiempo se decidió por la compra de la camisa, pero en el trayecto coincidió con el representante de Carlos Di Sarli, quien a boca de jarro le preguntó si quería incorporarse a la orquesta del maestro bahiense, que actuaría en Radio El Mundo, en bailes y sobre todo en los inminentes bailes de carnaval.
Con Miguel Caló solo actuaban en el cabaret y de cuando en cuando en radio. Aún no era la gran orquesta de las estrellas que tanto trabajo dio a lo músicos y vocalistas que lo acompañaban.
Di Sarli, en la casa de él, en la calle Sarmiento, lo escucha cantando varios temas y lo bautiza artísticamente como Alberto Podestá, tomando su apellido materno y reemplazando el seudónimo que usaba hasta entonces: Juan Carlos Morel.
"Miguel Caló me pagaba 250 pesos por mes –cuenta Alberto Podestá–. Cuando el representante de Di Sarli me informó que ganaría 350 pesos por la actuación en el cabaret; 250 en la radio y entre 30 y 35 pesos por cada baile, me volví loco. Eran como 10.000 dólares…"

DERECHO DE PISO
Cuando se anunciaba la orquesta el presentador decía: "Carlos Di Sarli, con sus cantores, Roberto Rufino y Alberto Podestá", pero cobraba la plata casi sin cantar. Iban cinco temas de Rufino y por ahí ligaba uno Podestá.
Rumiaba su bronca, en parte porque Rufino era un fenómeno y lo pedía toda la gente tanto en los bailes como en el Marabú o en el Príncipe Georges y a él mismo le complacía escucharlo.
A pesar de las cifras importantes de su remuneración, le planteó a Di Sarli su incomodidad de cobrar por no cantar. Ya había conversado con Pedro Láurenz e incorporado a su orquesta, pudo grabar dentro de lo poco que el mercado discográfico le ofrecía a Láurenz. Registra entonces, para el sello Víctor, el tango "Nunca tuvo novio".

ALMA DE BOHEMIO
Este tango de Roberto Firpo tuvo para Alberto Podestá una primera vez ingrata. La estrella de la orquesta de Carlos Di Sarli era Roberto Rufino. En determinado momento de una reunión bailable, en que la gente dejaba de bailar para escucharlo, Rufino, pidió que el tango "Alma de bohemio" que siempre hacía él, lo cantara Alberto Podestá. (En realidad Roberto Rufino, profundo conocedor de la interpretación, sentía que con su compañero, peligraba su estrellato y preparó esta trastada para desacreditarlo). Pequeño conciliábulo, le preguntan si lo conocía, y al ser afirmativa la respuesta se inició el tango, con los cantables a cargo del sanjuanino. Pobre Podestá, sin ensayo previo y "a lo toro", la intervención no pudo ser peor. Casi inmediatamente la gente, en disconformidad con la actuación de Podestá, se empezó a alejar del escenario. De no haber sido por Pedro Láurenz, que lo convenció de su calidad interpretativa, no lo hubiera cantando jamás.

CAMBIO DE SELLO
Láurenz es contratado por el sello Odeón y entonces llega su tiempo de grabar y de que su nombre figurara en las etiquetas de los discos. Las grabaciones hechas con Caló no indicaban su intervención, salvo con la frase "con estribillo", a efectos de no pagar gravámenes por la intervención del cantor. Graba su caballito de batalla, "Alma de Bohemio", y en el reverso del disco "Patria mía", a los que siguen "Garúa", "Como el hornero" y el vals "Paisaje".

ANÍBAL TROILO QUE NO FUE
Conjuntamente con Láurenz vuelve a la orquesta de Miguel Caló para completar la dupla de cantores con Raúl Berón. Entabla una relación amistosa con la mayoría de las grandes figuras, especialmente con Aníbal Troilo (lo llamaba Gordurita), pero también con Francini, Pontier y otros, con quienes compartía partidos de fútbol como excusa para compartir un asado. Actuaba de árbitro el "charro" José Manuel Moreno, célebre jugador..
En dos oportunidades estuvo a punto de cantar en la orquesta de Pichuco, la primera reemplazando a Alberto Marino, pero tuvo que realizar una gira previa con Di Sarli al Uruguay, y al regresar ya estaban ensayando en la orquesta Edmundo Rivero y Floreal Ruiz. Y la segunda vez, cuando Podestá estaba actuando en Chile, se desvincula de Troilo Raúl Berón, y aunque el interés de Pichuco era que el "Turco" llegara de una vez a su conjunto, las urgencias empresariales le exigieron a Troilo no esperarlo y contratar a Carlos Olmedo y Pablo Lozano, con lo que el sanjuanino otra vez quedó afuera de la orquesta.

FRANCINI–PONTIER
Corre el año 1945 y se forma una gran orquesta, dirigida por el binomio Francini-Pontier, y Alberto Podestá es el cantor, a quien pronto acompañaría Julio Sosa.
Julio Sosa fue tal vez el mejor amigo que tuvo Podestá, un muchacho decidido pero escuchador de los consejos de los más experimentados. Era una persona ávida de conocimientos, a los que trataba de acceder siempre, y de la mejor mesa. Aunque era de físico pequeño, no había comida que le resultara suficiente y devoraba con fruición los postres.

LAS ACTUACIONES
Actuaban en el Sans Souci, en Montecarlo y Picadilly, alternando con Osvaldo Puglese, y el en Tibidabo, cubriendo la ausencia de Aníbal Troilo, que durante los seis meses de primavera y verano dejaba de actuar.

LOS POETAS
Para Podestá los poetas más destacados eran Homero Manzi, Enrique Santos Discépolo, Héctor Pedro Blomberg, Francisco García Jiménez y otros muchos más.

LOS BAILES
Había muchos clubes bailables que reunían entre quinientas y dos mil personas. Desde Independiente, a Villa Malcolm; estaban los bailes del "Apolo", "Flores que surgen", el "Príncipe Georges", "Boca Juniors", "Comunicaciones" por nombrar algunos, ya que en toda la provincia de Buenos Aires y en la Capital se renovaban 350 bailes semanales, y cada orquesta tenía músicos estables y exclusivos que pecibían un importante sueldo, lo que les permitía una situación eonómicamente desahogada..

LAS GRABACIONES
"Con Caló, en las distintas épocas: ´Percal´, ´Bajo un cielo de estrellas´; con Di Sarli, ´Al compás del corazón´, ´Nada, , ´La capilla blanca´. Pedro Laurenz marcó otra etapa de mi vida artística. Con ese gran hombre y excelente músico, director y compositor, grabé por primera vez: ´Alma de bohemio´, ´Garúa´, ´Recién´, ´Paisaje´... Con Francini-Pontier, ´Margo´, ´Qué me van a hablar de amor´, ´El milagro´; el vals de Francini y Sanguinetti ´El hijo triste´ –que lo hice a dúo con otro gran amigo: Julio Sosa–, ´Calesita de mi barrio´, ´La cumparsita´, ´Sin palabras´; con Enrique Francini: ´Bailemos´, ´Fueron tres años´, ´Un tango para el recuerdo´. Con Armando Pontier en 1963 estrené el último gran éxito de nuestro tango: ´Qué falta que me hacés´. También "Pecado", "Es nuestra despedida", entre muchos otros. Asimismo grabé en Colombia con Cristóbal Ramos, Ramón Ozán y Joaquín Mauricio Mora, que lo hizo como bandoneonista y no como pianista. En Venezuela con ´Los caballeros del tango´. En Uruguay con ´El potrillo´ César Zagnoli. También la hice en Chile con Lucho Ibarra. Como solista en nuestro medio con Juan José Paz, Leopoldo Federico, Alberto Di Paulo, Luis Stazo, Jorge Dragone, Tití Rossi y Roberto Grela y sus guitarras."

RONDA DE ASES
Dos veces semanales se transmitía desde el teatro Casino un programa de tangos denominado "Ronda de Ases", por la onda de Radio El Mundo. El auspiciante era aceite Cocinero. Las orquestas que se sucedían eran Osvaldo Fresedo, Aníbal Troilo, Carlos Di Sarli y Ricardo Tanturi., que ejecutaban un tango cada una. Y luego un "grupo soporte", como se dice ahora: tocaba la orquesta de Alberto Soifer con el cantor Roberto Quiroga; y en la segunda media hora, las cuatro orquestas con temas cantables, y de acuerdo al aplauso del público, se determinaba qué tango u orquesta había gustado más. Alberto Podestá ganó, en una de las audiciones, con el tango "Al compás del corazón".

ALBERTO PODESTÁ SOLISTA
En el año 1951 comienza su carrera como solista, debutando en Radio Splendid, locales y cabaret Maipú Pigall, el recordado Tronio, lugar de variedades donde desfilaron las grandes figuras internacionales, y confiterías de Buenos Aires.
Fue nombrado Académico de Honor por la Academia Nacional del Tango de la Argentina.

GIRAS POR AMÉRICA
Ha recorrido con el tango países como Colombia, Chile, Perú, Venezuela, Ecuador, México, República Dominicana, EEUU, actuando en Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Boston, Filadelfia.

SUS GRABACIONES Y ACOMPAÑAMIENTOS
Grabó en los sellos RCA Victor, Odeón, Music Hall, Magenta y recientemente en Vaivén.
En sus grabaciones contó con acompañamientos de Alberto Di Paulo, Leopoldo Federico, Luis Stazo y Jorge Dragone.
En Colombia grabó con el gran compositor Joaquín Mauricio Mora, en Venezuela con Los Caballeros del Tango; en Chile con Luis Ibarra, y en este país fue galardonado con el Disco de Oro por el gran éxito del tango "Qué falta que me hacés".
También grabó con guitarras, con el acompañamiento de Roberto Grela.
Ha grabado casi quinientas versiones, entre las que se encuentran: "Alma de bohemio", "Nada", "Percal", "Al compás del corazón", "Nido gaucho", "La capilla blanca", "El milagro", "Margo", "Qué falta que me hacés", "Qué me van hablar de amor" entre otras, y un sinfín de tangos que fueron jalones inolvidables y creaciones en su voz, como el éxito que le pertenece junto a Roberto Rufino "El bazar de los juguetes".
También en su momento, durante mucho tiempo, su actuación en Caño 14, y al lado de Edmundo Rivero en El Viejo Almacén.
En teatro lo hizo junto a Juan Carlos Copes y su ballet.
Últimamente realizó una gira por los estados de Brasil con el espectáculo "Una noche en Buenos Aires", con el acompañamiento orquestal de Carlos Buono.

DECLINACIÓN
Según su pensamiento, la caída del tango ha tenido varias motivaciones internas y externas. Los conjuntos se sindicalizaron y los representantes, en el afán de sostener situaciones especiales, comenzaron a intervenir en las contrataciones de los conjuntos con los empresarios exigiendo igual tratamiento: para todos igual retribución, lo que obligó a las salas, cabarets y clubes a plantearse la necesidad de efectuar las reuniones bailables con registros grabados de las principales orquestas, debido a lo oneroso que resultaba contar con orquesta en vivo.
Por el lado de las empresas discográficas se produjo una invasión de música importada, que llevó a los sellos grabadores no sólo a reemplazar el tango por otros ritmos, sino como en el caso del sello del "perrito", donde el señor Ricardo Mejía borró parte del acervo cultural al destruir las matrices de todas la orquesta de tango.

ES OPTIMISTA
Cree que la gente joven está retomando el tango, aprendiendo a bailarlo, y aspira a que se siga tocando tango ("No Piazzolla", acota). Refundar a Troilo, a Tanturi, a la raíz misma del tango.

PIAZZOLLA
Expresa sobre Piazzolla: " …sabía mucho de tango. Estuvo al lado de Troilo. Y al lado de Troilo se tocaba tango. Pero hay un motivo muy especial que nosotros decíamos: "¿Pero cómo puede ser esa orquesta?" Todos, Francini, Pontier, lo admiraban a él, cómo tocaba, como orquestador. La orquesta que él tenía en el '46 era netamente tanguera. Yo compré dos CD de él con tangos que grabó en el '46. Después él hizo el Octeto Buenos Aires, que todavía era tango. Estaban Francini, Federico, Bragato, Stampone… Y se fue cambiando, cambiando. La orquesta de él trabajaba, pero no le llegó a gustar al público. No entró en el público nuestro, de tango.
Después fue buscando su línea y encontró su bache, su "música de Buenos Aires", como él la llamaba. Indiscutiblemente no se le puede negar nada. Es un musicazo bárbaro y admirado por todos los músicos de este país y de afuera. Hay obras que él habrá hecho en la cocina de su casa y las sacó. Pero hay obras como "Verano porteño", "Invierno porteño", "Otoño porteño", "Adiós Nonino", que son magníficas. Una obra sublime." 1

"EL TANGO ME DIÓ LA VIDA …"
Acota como conclusión: "Al tango le debo mucho, le debo mis hijos, mi familia, mi bienestar. Nunca sobresalí, pero nunca faltó trabajo, el cariño de ustedes, el público argentino. A mí nunca me han hecho sentir menos. El tango me dio la vida, es adoración que siento por mi música, por mi país y por la gente de mi país." 2
"Estoy en una nube. Los cantores pibes me hablan, me tocan, me piden consejos; Gustavo Santaolalla, que es un fenómeno de muchacho, me hace grabar para Café de los Maestros; en octubre voy a empezar a filmar como protagonista la película El cantor de tango, con dirección de Eduardo Calcagno; vos que venís hasta mi casa y me hacés esta nota... Escuchame: yo ví cantar a Gardel a los nueve años y me cambió la vida. Después estuve en las mejores orquestas. Viajé por todo el mundo. Pero estas caricias... nunca". 3