" de chiquilín te miraba de afuera"

" de chiquilín te miraba de afuera"
cafe de Garcia

domingo, 28 de junio de 2015

EL POETA DE BUENOS AIRES

Alberto Mosquera Montaña había nacido el 1 de enero de 1928 y sus allegados lo recordaron como “poeta, porteño y enamorado de Buenos Aires”. En 1973 presidió la Peña Literaria del Centenario Café Tortoni, junto a Jorge Luis Borges, Carlos Mastronardi, Cesar Tiempo y Ulises Petit de Murat, mientras que en 1976 Benito Quinquela Martín lo condecoró con la “Orden del Tornillo”. Alberto no creía, a pesar de los elogios de la gente, estar a la altura de ninguno de los grandes poetas: era humilde y católico. Sabía de la Muerte, y la esperaba pacientemente porque no renegaba de ella, sin embargo, aprovechaba cada instante. Era un viejo activo y arrastraba su cuerpo por todos lados con enérgica elegancia. escribió por lo menos cuatro obras. Algunas de ellas son: Gris en el alma, Espíritu de luz, Poemas de Abril y Presencias en mi vida.Falleció víctima de una afección cardíaca, dijeron los diarios. Ocurrió en el subte de la línea A, luego de llamar a su mujer – como siempre lo hacia- para avisarle que estaba volviendo. Pero aquel día no volvió. Su cuerpo cayó a las vías del subte.

domingo, 21 de junio de 2015

EL PADRE DEL TANGO

Angel Villoldo fue conocido en su tiempo como el padre del tango. Es el gran transformador de los tanguillos españoles, los cuplés, las habaneras, convirtiendo esas músicas en un son del Río de la Plata. Artista natural no esquivó ninguna actividad que le permitiera ganar dinero para vivir. Se comenta que fue tipógrafo, payaso de circo y cualquier otro menester que le requirieran. También fue cuarteador en los barrios alejados del centro de la ciudad. Personaje de a caballo que esperaba al pie de las barrancas la llegada de un carro grande o de un tranvía para ayudarlo a subir la cuesta o salir del barro. Esto significaba enganchar el vehículo con una soga amarrada a su caballo y colaborar en el esfuerzo. De pluma fácil escribió versos para comparsas carnavalescas y numerosos poemas y prosas para famosas revistas de la época: Caras y caretas, Fray Mocho y P.B.T. En toda su obra está presente la picardía, y sus diálogos estaban pensados en boca del hombre común y siempre referidos a situaciones reales del inquilinato, del barrio y muchas veces a cuestiones amorosas que retrataban la forma de hablar y comportarse del estrato social bajo de nuestra sociedad. Su chispa, su fácil verba, le sirvió para entreverarse con payadores y para brindar actuaciones poco académicas y algunas veces decididamente procaces. Siempre acompañado de su guitarra, con armónica adosada, supo contar historias cantando, que enfervorizaban a la concurrencia de los cafetines y tugurios. Para ganarse la vida hizo grabaciones particulares recitando versos del peor gusto. En 1889, publicó una recopilación de cantos criollos, versos que le pertenecían y que eran para cantar con guitarra. En 1916, publica otras canciones de hondo contenido patrio titulada Cantos Populares Argentinos, en conmemoración al centenario de la declaración de la Independencia. Fue autor de un método moderno para aprender guitarra por cifra, denominado Método América, por ser editado por la antigua Casa América en 1917. Junto con Alfredo Gobbi y su esposa, la chilena Flora Rodríguez –padres del director y violinista Alfredo Gobbi- marchó a Francia para realizar registros fonográficos contratados por Gath & Chaves, una de las grandes tiendas argentinas de la época. Esto provocó un gran impulso a nuestra música en Europa y muchos de esos discos también se distribuyeron en Buenos Aires. Pero su sitio de preeminencia lo ocupa como compositor. Sirva como ejemplo de su obra los tangos "El porteñito", "El esquinazo", "La budinera", "Soy tremendo", "Cantar eterno", este último grabado en 1917 por el dúo Gardel-Razzano. Todos estos temas tuvieron una gran aceptación en las orquestas locales que los incluyeron en su repertorio. Pero el más importante fue sin duda "El choclo", por su melodía y su cadencia, que seguramente sería el tango emblemático de no haber existido La cumparsita. A tal punto que una anécdota lo corrobora con exactitud. Durante la primera guerra mundial, el periodista argentino Tito Livio Foppa se encontraba en el frente alemán y en un ágape oficial un músico tocó el piano para agasajarlo e intentó ejecutar el himno nacional, pero en realidad tocó El choclo que lo había confundido con nuestra música patria. Otro tango fundamental es "La morocha", de letra sencilla y hecha de apuro para su compositor Enrique Saborido, que en 1906 tuvo la fortuna de embarcar sus partituras en la Fragata Sarmiento, buque de instrucción de los cadetes de la armada, y es considerado el primer tango que se difundió en Europa. Este singular músico y poeta nos dejó una obra muy extensa entre las cuales se destacan "El torito", "Cuidado con los cincuenta", "Una fija", "Yunta brava", "El cachorrito", "Pineral", "El pimpollo", "Trigo Limpio (b)", "La Bicicleta".