" de chiquilín te miraba de afuera"
lunes, 8 de marzo de 2010
Los estribillistas
En la música de tango siempre sobresalieron las recias figuras de los cantores: engominados y galantes, de diversos estilos y registros. Es cierto que junto con los directores, los cantores eran las caras visibles de las orquestas de tango. Su ascendente era tal que muchos tenían su propia hinchada de seguidores, fanáticos de su manera de cantar. Pero históricamente el cantor de tango tiene un antecedente que ya quedo olvidado en el tiempo, los estribillistas.
Dentro del variado menú de antecedentes y factores que incidieron en la creación del tango se debe decir que los cantores eran generalmente solistas: recordar el caso de Carlos Gardel que tocaba con orquestas formadas ad hoc o con un conjunto de guitarras acompañantes. Las orquestas que se fueron formando en la época seminal del tango eran estrictamente instrumentales, ya que las estrellas eran los directores que formaban y creaban los distintos estilos sonoros de los conjuntos.
A mediados de los años 20 Francisco Canaro, de quien hablamos hace poco, introduce un nuevo punto de vista en el tango orquestal: el estribillista. Canaro siempre fue un innovador dentro las formas orquestales del tango y en aquella ocasión fue quien llevo adelante la osadía de mezclar estos dos mundos: el del canto y el de la orquesta.
Los estribillistas, cantores no tan destacados como aquellos que actuaban como solistas, tenían una participación minimalista en la orquesta. Como su nombre lo dice solo actuaban cantando el estribillo de algún tango dejando el papel principal de la pieza para la orquesta. Era tan poca la importancia que se les daba que no eran ni siquiera mencionados en los créditos de las grabaciones.
Al ser este el inicio del cantor en la orquesta, no se puede decir que haya sido fácil. Casi no existían métodos de amplificación para la voz, lo que hacía su tarea doblemente dificultosa ante la voluminosa sonoridad de los instrumentos. Luego de esto Canaro vuelve a cambiar las reglas del juego incluyendo un segundo estribillista que armonizaba con el otro.
Rápidamente el resto de las orquesta comienza a usar este estilo y el estribillista se establece como parte integrante de las orquestas de los años 20 y los 30 y así Juan D’Arienzo, Osvaldo Fresedo, Julio De Caro, Carlos Di Sarli, Francisco Maglio y otros se hicieron de duetos vocales para sus formaciones. Uno de los dúos mas recordados fue el de Agustín Irusta y Roberto Fugazot que luego junto a Lucio Demare formarían el recordado Trió Argentino.
La historia hizo que esta forma cayera en desuso abriendo el camino para la aparición del cantor de orquesta. Para poder apreciar como era la participación de un estribillista compartimos este video del vals “Para ti madre” por la Orquesta de Canaro con la participación de Irusta.
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