" de chiquilín te miraba de afuera"
jueves, 1 de septiembre de 2016
"TACONEANDO TANGOS"
JOSE HORACIO STAFFOLANI (PERIODISTA Y POETA)
«Una noche el amigo Aguilar, sentados en la plaza Flores, frente a la iglesia, comenzó a decirme que dejara el periódico (entonces era director del semanario La Idea) y que el berretín de poeta lo dedicara a las letras de los tangos: «Eso da. ¡Sí que da vento! Preguntále a Enrique Cadícamo o a Cele Flores, si el tango da, sí o no... Yo sé que a vos no te gusta hacer letras para el cancionero popular. A pesar de todo te propongo una oportunidad. Hacéme cualquier motivo en verso y yo te haré un vals o una canción».
«Trato hecho. Pocos días después le entregaba una letra titulada “Cuándo volverás”. Pasó tiempo. Una noche nos encontramos y como es lógico le pregunté por la letra y me contestó textualmente: «Estando en los 36 Billares con Pedro Maffia, los De Caro y otros, al sacar unos papeles se me deslizó tu letra. Maffia la levantó y se puso a leerla... Al final me preguntó: «¿De quién es esta letra?» —«De un amigo de Flores», contesté. —«Decíle a tu amigo que le haré un tango que lo van a cantar hasta las piedras».
«Pasaron dos meses. Una noche estando en el hall del Teatro Pueyrredón de Flores, viene a mi encuentro mi gran amigo Cadícamo y con mucho entusiasmo me dice: «¡Staffolani! ¿Leíste Crítica de esta noche?... Hay algo que te va a interesar».
«Compré el diario y al hojearlo, tuve la sorpresa más grata de mi vida... El conocido redactor de Crítica, Carlos de la Púa, escribió una página sobre el tango “Cuándo volverás” y que el gran mago del bandoneón, Pedro Maffia, vistió con las melodías más divinas del momento y le auguraba un gran éxito.
«El gran Maffia, por aquel entonces, actuaba con su orquesta en el Cine-teatro Electric Palace, de la calle Corrientes. Días después fui a visitarlo; me hice anunciar, salió. Me di a conocer y luego del protocolar encuentro me invitó a pasar... Subió al palco orquestal y ejecutó “Cuándo volverás”. El público rompió en estruendoso aplauso al escuchar los primeros compases.. Tres veces consecutivas se repitió a exigencias del público.
«En el intervalo charlamos largo y tendido. Me dijo que Carlos Gardel se ausentaba por una breve temporada y que era su propósito visitar España y que el tango lo grabaría allá.
«Habían transcurrido de esto varias semanas y recibía por correo una buena cantidad de estampillas, que yo debía firmar una por una y devolverlas a la casa Max Glücksmann a la brevedad posible. Al canjearlas me entregaban dinero y a los pocos días recibía otra remesa de estampillas y esto se fue repitiendo durante meses.
«He aquí la influencia del dinero. Sin más trámites archivé mis versos líricos y me dediqué a hacer letras de tangos, que muchas satisfacciones me ha dado. Pocos días después del regreso de Carlos Gardel, lo vi en lo de Max Glücksmann. Me acerqué. Agradecí la distinción de que me había hecho objeto y entre otras cosas me dijo lo siguiente: «¡Mirá pibe! Si te vas a dedicar a las letras de tangos y si querés que yo te los cante, no me hagas esa clase de letras... Ese tipo de letra son para los muchachos fifí y estos «nenes de mamá» no cantan tangos... Quienes los cantan y los imponen, son los muchachos del bajo... En adelante haceme letras reas para los muchachos del arrabal... No te olvidés... ¡Chau!».
«Me dio la mano y salió... Así conocí a Maffia y a Gardel».
Con Maffia hizo el citado; “Taconeando” y “Ventarrón”, grabados por Gardel y por demás populares, que se mantienen frescos en la voz del recuerdo, y también “Piba boba”, “Sombra gris” y “Tengo celos”, amén de algún otro tango. Con Magaldi-Noda hizo el hermoso “No llores mi amor”.
Staffolani nació en Buenos Aires (Flores) el 1 de diciembre de 1898 y allí falleció el 11 de diciembre de 1968.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)