" de chiquilín te miraba de afuera"

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cafe de Garcia

miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA REDONDA Y EL GOTAN

Ambas pasiones están muy arraigadas en el corazón porteño. Su lugar de nacimiento: El primero lo ubicaremos en Inglaterra, lugar donde se perfecciona el football, aunque algunos conocedores en la materia lo dan con anterioridad, a mediados de la Edad Media en Asia, aunque tal vez sea una aproximación a lo que en la actualidad se conoce. Un profesor en letras escocés llamado Alejandro Watson Hutton lo introduce entre nosotros y el periódico The Standard -editado para la comunidad inglesa local- en junio de 1867, por medio de un aviso publicitario comentaba: “El sábado 29 del corriente se realizará en Palermo un match de football”. Con respecto al tango, el experto conocedor en la materia Roberto Selles cita el año 1857 como origen del tango, y sería “Tomá Mate, Che” el primigenio. Entre éste primero, nombrado por Selles y un “Dame la Lata” del clarinetista Juan Pérez, citado por otros historiadores, habría una serie bastante importante de títulos imposible de enumerar con precisión. Lo antedicho, como adelantamos, se refiere a la prehistoria de ambas disciplinas. Entrando en la historia propiamente dicha, “Don Juan”, de Ernesto Ponzio y “El Entrerriano” de Rosendo Mendizábal, son los primeros que llegan a nuestros dias con la frescura de cuando fueron compuestos. Para esos años los clubes de fútbol que merecen destacarse son el Lomas Athletic Club, Belgrano Athletic Club, Saint Andrews, y algún otro. Se funda en 1900 el glorioso Alumni, y de esa década serán los tangos El Choclo, El Porteñito, El Torito y La Morocha, todos de Angel Villoldo, un pionero en la materia. Mientras tanto, el Alumni gana los campeonatos desde el 1900 al 1912, exceptuando el de 1902. Un “Tigre del Bandoneón”, llamado Eduardo Arolas, hace su entrada triunfal como compositor de tango con “Una Noche de Garufa”. El Racing Club de Avellaneda ganaría los torneos de 1913 a 1919, denominándose por ese motivo La Academia. Vicente Greco no pudo sustraerse a tal hazaña y en su homenaje compuso el tango “Racing Club”, como luego lo haría Agustín Bardi con su “Independiente Club”. z futbolEn el año 1925, Racing Club saldía campeón por última vez dentro del amateurismo con una defensa integrada por Marcos Croce, Dellatorre y Paternoster; y tendría que esperar 25 años para volver a repetir la hazaña. Entrelazando nuevamente tango y fútbol, es necesario citar a Gardel, quien en su estadía parisina de 1928 registra, de Enrique Carreras Sotelo y José Lopez Ares cuatro tomas para el denominado “Patadura”; en la versión con matriz KI2056/1 nombra a jugadores argentinos tales como Tarascone y Pedrito Ochoa: En la toma del mismo número /04 hace mención a los españoles Piera, Zamora y Platko, pero en la toma número 2, totalmente desconocida, y que quien esto escribe tuvo oportunidad de escuchar hace unos años, cita a los uruguayos Scarone, Castro y Cea; Tal vez ésta versión algún día vea la luz. Y hablando de Platko diremos que era un húngaro que en el año 1928, ocupando la plaza de arquero en el club Barcelona, sufrió un gran golpe en la cabeza, y al hospital donde estaba internado fue a visitarlo Gardel, que era simpatizante de dicho club, recibiendo aquel como obsequio 35 placas de “prueba” grabadas por el Zorzal, regalo que mas de uno de nuestros coleccionistas desearía atesorar (esto surge de un reportaje a Platko para el diario Noticias Gráficas cuando estuvo de visita entre nosotros en el año 1960). Para 1929 hay un tango emblemático, titulado “Largue a esa Mujica”, que Juan Sarcione había compuesto para el sainete de Vacarezza “El Conventillo de la Paloma”, donde nombra a una serie de jugadores de distintos clubes tales como Chiesa, Prato, Recanatini, Stábile y Canaveri, entre otros. Diremos que éste último fue uno de los más longevos futbolistas, ya que tenía 43 años cuando abandonó la práctica, es así que lo tenemos en el Racing Club de 1913 como en el Independiente de 1928. El tango del que hablamos fue grabado por Carlos Gardel, con las z taponazoguitarras de Aguilar y Barbieri, y anteriormente estrenado por Libertad Lamarque. En 1931 se inicia la etapa del profesionalismo en el fútbol argentino, teniendo como campeón a Boca Juniors. Por la abultada suma -para aquel entonces-. de $45.000, River Plate adquiere al club Tigre a Bernabé Ferreyra. Dos años antes se disputaba en Uruguay el primer Campeonato Mundial de Fútbol, y presente en las concentraciones estaría Carlos Gardel, quien a decir de Francisco Varallo (único sobreviviente de aquellos años) alentó a los seleccionados de las dos orillas. Sin embargo, por diversas razones no pudo asistir al match final, en donde Argentina cayó derrotada por 4 a 2. El Zorzal en 1933 graba el tango de Petorossi, Bonano y Fattorini titulado “Mi Primer Gol”. En ese mismo año San Lorenzo de Almagro se clasifica campeón. Finalizando los años ’30, nuestra música ciudadana atraviesa cierta decadencia, y resucita gracias a un pionero llamado Juan D’Arienzo, quien desde el palco del viejo Chantecler logra resurgirlo con gran suceso, que se acrecentaría en la década siguiente. En el fútbol tenemos a Independiente que se consagra en los años 1938/39; y cabe destacar la hazaña realizada por su entre-ala derecho, Vicente de la Mata en el partido disputado frente a River Plate el 12 de octubre de 1939, cuando después de eludir a 7 jugadores -incluido al arquero Cuello-, conquista el gol que le valió el apodo de “Capote”. Entramos ahora a la etapa final de esta cabalgata tanguera-futbolística. Han de quedar muchos hechos sobresalientes en el tintero, pero hacerla más extensa sería llenar páginas íntegras. Y es la década del ’40 fructífera en ambas disciplinas. Las grandes orquestas toman un auge inimaginable hasta la fecha: Aníbal Troilo, que aunque se inicia dos años antes, se consolida para esa época; Miguel Caló y su “Orquesta de las Estrellas”; Osvaldo Pugliese con los cantores Chanel y Morán; Ricardo Tanturi con Alberto Castillo; Angel D’Agostino con Angel Vargas; Carlos Di Sarli, con Rufino; Alfredo De Angelis con Dante y Martel; y otros que si bien no fueron de menor valía que los ya citados, no acapararon tanto las preferencias del público. En el fútbol tenemos a un San Lorenzo campeón de 1946, que no solo deslumbró con la habilidad de sus jugadores a su público, sino que al final de esa temporada viaja en gira triunfal a España, finalizando la misma invicto. Al finalizar dichos años el Racing Club de Avellaneda logra la hazaña inigualable hasta esa fecha en el profesionalismo, gana tres campeonatos consecutivos: 1949/50/51. No podemos pasar por alto a los grandes poetas de la época: José María Contursi, Homero Expósito, Enrique Santos Discépolo y Homero Manzi; quienes hicieron más rico nuestro cancionero con poemas como Gricel, Afiche, Mañana Zarpa un Barco, Malena, y otros de gran categoría. Discepolín, el chiquito grande, filmó la película “El Hincha” donde, como nadie, pinta de cuerpo entero la verdadera pasión que despierta en la gente el deporte futbolero, que como en el comienzo puntualizamos, unida a nuestro tango, con auges y declives, está intensamente arraigada en el corazón de nuestro pueblo. Algunos tangos dedicados al fútbol: “Estudiantes de la Plata” de Francisco Rotundo; “A José Manuel Moreno” de Armando Pontier; “San Lorenzo de Almagro” de Anselmo Aieta; “A Angel Labruna” de Angel Ratti; “Boca Juniors” de Rodolfo Sciamarella; “Bernabé, La Fiera”, de Miguel Padula; “El Taladro”, de Alfredo de Angelis; “Lemita” de Miguel Padula y Francisco Laino.