" de chiquilín te miraba de afuera"
miércoles, 28 de noviembre de 2018
"VENECIANO Y TANGUERO"
Francia, Manlio
Violinista y compositor
(29 junio 1902 - 7 mayo 1981)
Nació en la bella Venecia y ha sido considerado el mejor segundo violín de la historia del tango. Al respecto Luis Adolfo Sierra escribió ponderando esta virtud: «Para quienes desconocen el significado de los términos instrumentales podrían suponer que el segundo violín es menos que el primero. Y no es así. El segundo requirió siempre una aptitud distinta al del primero, que tiene, por lo general, la voz cantante. Porque existe incluso, una natural tendencia para desempeñarse como segundo —preferentemente en las orquestas de tangos— por su inventiva en la creación de contracantos y segundas voces a dúo con el primero.»
Y sigue diciendo: «Vale decir, que hay segundos violinistas natos, con más posibilidades de lucimiento interpretativo que los promovidos a primer violín. Y primeros violinistas que si fueran segundos no cumplirían correctamente ese papel».
Y remata subrayando: «Francia es el caso indiscutido de segundo violín, acaso insuperado en el quehacer tanguero por su incuestionable talento en la creación de impecables contracantos, por lo general improvisados en el momento de la grabación, que sobresalen por la brillantez del sonido y la inspirada originalidad de los dibujos melódicos».
En un interesante reportaje realizado por el periodista Norberto Chab, en 1979, Manlio cuenta sobre su formación y trayectoria: «Mi padre era violinista y tenía su orquesta que durante los meses de verano, en Francia, tocaba a lo largo de la Costa Azul: Niza, Biarritz, Montecarlo. Cuando cumplí cinco años me regalaron un violín. Antes del año diez, le propusieron viajar a la Argentina, para presentarse en el Hotel Bristol de Mar del Plata, donde se reunían los apellidos más prominentes de la sociedad porteña durante la temporada estival. Viajó papá y toda la familia. Yo, debí interrumpir mis estudios de música con el maestro Isaac Isaiye.
«Cuando llegó el día del debut nadie esperaba que fuera también el comienzo de la despedida. Ocurrió que nos acompañaba una cantante y bailarina que ilustraba mejor algunos números musicales, pero la pacatería de las damas no lo soportó. Los señores sí, por supuesto. Dejó de actuar la atracción femenina y el acto gustó, pero enseguida retornamos a Francia, aunque cada verano regresábamos a Mar del Plata, en total fueron siete viajes. El último partimos desde el puerto de Marsella y en el viaje nos enteramos que había comenzado la primera guerra mundial. Por ese motivo, nos quedamos en este país.
«En Buenos Aires continué los estudios musicales en el Instituto Santa Cecilia, con su director el maestro Galvani. Recibí el diploma en 1918, entre mis compañeros estaban los hermanos Astor Bolognini, Ennio Bolognini y Remo Bolognini, también Eduardo Armani y otros que tuvieron su buena trayectoria. Mis primeras presentaciones fueron en fiestas y en salones, donde siempre me invitaban para tocar fragmentos de música clásica.
«Hasta que caí en el Café La Armonía de la calle Corrientes 1443, allí pedían tangos que era música tabú en algunos sitios elegantes donde yo había tocado. Fui haciendo amigos y llegué al
Maipú Pigalle donde actué junto a Osvaldo Fresedo y a Enrique Delfino. Luego formé parte del Cuarteto de Maestros con Juan Carlos Cobián, Julio De Caro y Roque Biafore. Después, de nuevo con Fresedo y también con Cobián en el Abdulla Club y con la jazz de Gordon Stretton, ya me gustaba el jazz, anduve también mas adelante con Eleuterio Iribarren.
«En 1925 integré la orquesta de Adolfo Carabelli y además, al mismo tiempo, formé un conjunto con Francisco Pracánico para presentarnos en el restaurante Conte de Mar del Plata. Cuando Pracánico se retiró, quedé yo al frente, esa fue mi única experiencia como director. Nunca más quise serlo porque me acarreaba una serie de problemas. Allí el otro violín era Larrosa, estaba Sinibaldi en contrabajo y los bandoneones eran Grupillo y uno de los hermanos Scarpino.
«Sólo con Delfino, grabamos un disco para Odeón, el tango “Porotita” y un fox trot. Estuve un tiempo en la orquesta de Fresedo que me grabó varios temas míos. Integré un quinteto con Petrucelli donde me hacía el loco, tocaba el banjo y cantaba, me gustaba imitar a Al Jolson. Grabé con la jazz de Carabelli y con De Caro, con el que estuve veinte años, todo lo registrado para los sellos Brunswick y Victor. Fui segundo violín y también me hacía el loco. A Julio le gustaban algunas bromas. Cuando en medio de un tema instrumental aparecía una voz, era yo, por ejemplo en “El buey solo”, soy el que exclama «huella, huella, buey» o en “El monito”, «monito querés café». Otro que intervenía de la misma manera era el negro Leopoldo Thompson.
«En la Victor integré todos los conjuntos, éramos como una mafia, no dejábamos entrar a nadie, resulta que estábamos tan consustanciados que sabiendo como era la estructura musical de una pieza, la leíamos una vez y ya grabábamos.
«Formé parte, por largos años, de la orquesta estable de Radio El Mundo y desde 1945 al 50, me incorporé a la orquesta de Carlos Di Sarli. Un estilo tan opuesto al de De Caro, pero insuperable. Era buen músico y muy exigente. Todo esto sin abandonar el jazz ni la música clásica. Y exactamente, el 20 de junio de 1978, dejé la música».
lunes, 26 de noviembre de 2018
"EL FRANCESITO"
Enrique Pollet Bandoneonista, director y compositor
(3 julio 1901 - 23 junio 1975)
Nació en Barracas y recordaba su tempranero debut profesional en el Café La Nación (Maipú entre Corrientes y Sarmiento), en una orquesta mixta dirigida por Adelita Florio; transcurría el año 1916.
De allí, pasó a realizar distintas giras por la provincia, junto a Rafael Iriarte y Antonio Buglione, revistando posteriormente en la orquesta del violinista Agesilao Ferrazzano, que se lucía en los bailes.
En 1920 se incorpora a la orquesta de José Martínez, formada por él y Juan Arcuri (bandoneones), Antonio Buglione y Emilio Ferrer (violines) y José Martínez (piano). Trabajaban en la glorieta de Avenida San Martín y Gaona. El conjunto amenizó los bailes del carnaval de 1921, en el Teatro Liceo, y luego se incorpora al elenco de la Compañía Vittone-Pomar, cuando en el Teatro Politeama primero y, luego, en el Avenida representaban el sainete de Manuel Romero El Gran Premio Nacional (julio de 1922).
Allí se produce el estreno del tango de José Martínez y Manuel Romero, “Polvorín”, cantado por el uruguayo José Muñiz. El tema era un caballo de carreras. El pianista y director José Martínez encabezaba un quinteto, con el cual viajaron a Montevideo presentándose en el Teatro Urquiza. Un amigo, Fernando Ercolano, apasionado del teatro, memorizaba que al cantarse “Polvorín” irrumpía un caballo en la platea.
Se aleja momentáneamente de Martínez y se va a Montevideo para actuar en la temporada de verano en el Hotel del Prado formando parte de la orquesta de Carlos Warren (1921/22). Al retornar a Buenos Aires se reincorporó al conjunto de José Martínez cuando se reprisaba en el Avenida El Gran Premio Nacional. En abril de 1923, pasan al Teatro Smart, con la compañía Arata-Simari-Franco. Se representaba la obra El Rey del Cabaret, título del tango que allí cantaba otro intérprete uruguayo: Juan Ferrari.
Retirado de Martínez, sigue actuando en teatros. Ahora en el elenco Morganti-Gutiérrez en el Teatro Maipú, encabezando un trío, con el pianista Raimundo Petillo y el violín de Bernardo Germino. La obra se llamaba En los bajos fondos de París, acompañando a Manolita Poli que estrenó allí el famoso tango “Buenos Aires”. Este detalle, aportado por Pollet, desmiente que había sido Carlos Morganti el intérprete.
Complementa sus actuaciones de 1923 en las filas del pianista Roberto Goyheneche y con esa formación fue protagonista de las primeras audiciones de Radio Cultura. A fines de 1923, Goyheneche disuelve la orquesta.
Nace entonces el conjunto Laurenz-Pollet, que debuta en la glorieta de San Martín y Gaona, con César Bertolotto (piano) y José Di Clemente y Emilio Marchiano (violines), pasando luego a desempeñarse en los cafés Cervantes y El Parque. Allí concurrió Julio De Caro en busca de un bandoneonista para reemplazar a Luis Petrucelli. Concretamente quería a Pollet, pero éste no aceptó proponiéndole a su compañero Pedro Laurenz. César Diodatti reemplaza a Laurenz y Luis Visca a Bertolotto.
En el verano de 1925, la orquesta encabezada por Enrique Pollet actúa en el Café A.B.C., de Canning y Rivera, con un solo bandoneón, Osvaldo Pugliese (piano), Emilio Marciano y Francisco Perrone (violines). Luego, un nuevo conjunto para actuar en el Café El Parque: Enrique Pollet y Armando Blasco (bandoneones). Osvaldo Pugilese (piano), Fernando Franco y José Di Clemente (violines). En esa temporada se dieron a conocer los tangos “Farolito de mi barrio” y “Noche de amor”, de Fernando Franco.
Acude por entonces nuevamente Julio De Caro a interesar a Enrique Pollet para integrar su ya famoso sexteto y la historia vuelve a repetirse. Es Armando Blasco el elegido, ya que Pollet que igualmente colaboraba en algunas grabaciones con Julio De Caro decidió tomar otros rumbos, pasando a formar parte de la orquesta de José Servidio en el Dancing Chantecler.
Forma en 1927 una nueva orquesta para el Cine Paramount, de la calle Lavalle. Al terminar la temporada disuelve el conjunto. Tocaba bandoneón solista en la varieté de un salón de té, en Av. de Mayo y Perú.
Nueva orquesta Pollet con actuación en Buenos Aires en un tradicional bastión del tango: el Café La Fratinola, de Patricios y Martín García: Enrique Pollet (bandoneón), Luis Brighenti (piano), Alberto Pugliese y Hermes Peressini (violines). Al año siguiente, 1928, integra un trío con Luis Brighenti y Fausto Frontera en la Radio El Abuelito.
Durante más de diez años a partir de entonces, organiza orquestas para bailes sociales, en un período forma parte de la orquesta estable de Radio Prieto, colabora con Julio De Caro en todas las orquestas numerosas formadas expresamente para presentaciones en los teatros en bailes de carnaval. En 1932, es primer bandoneón en el espectáculo La historia del tango presentada por Enrique Santos Discépolo en la Rural de Palermo y en el Teatro 18 de Julio, de Montevideo. Protagonista de todas las temporadas de verano en los salones de baile del Club Pueyrredón de Mar del Plata, hasta a que, en 1939 resuelve radicarse en Montevideo.
Su debut se produjo en el Tabarís, formando parte de la Orquesta Cachito, pasando luego al Parque Hotel, Teatro Artigas y Yacht Club. Su estelar formación era la siguiente: Romeo Cernuschi (Cachito) piano, Enrique Pollet y Walter Ventrella (bandoneones), Mario Orrico y .Julio Carrasco (violines), Arturo Morassi (contrabajo) y Carlos Burgos (cantor).
Se incorpora posteriormente al conjunto del pianista Juan Cao. Con Ventrella en yunta —igual que con Cachito—, Orrico y Dullman en violines, Manuel Orellana (contrabajo) y el cantor Walter Caravadossi. Hicieron las temporadas 1940/41 y 42 en los Hoteles Municipales y durante todo el año 1941 actuaron en el Capitol de la calle Piedras.
Poco después, Enrique Pollet aporta su arte bandoneonístico a la orquesta folclórica dirigida por el maestro José Yanelli durante tres años. Este conjunto se lucía ampliamente en horarios centrales de la emisora CX14 El Espectador.
El epílogo de su vida artística fue su larga permanencia en la orquesta de Rogelio Coll (Garabito) en un repertorio y un estilo alejado de su sentimiento personal, desempeñando sin embargo su labor con el cumplimiento y la personalidad que siempre fueron atributo de su fecunda vida artística.
Enrique Pollet también dirigió una orquesta típica desde su bandoneón con destacada actuación en un pequeño local, la Confitería Mayo, al lado del desaparecido Teatro 18 de Julio, preciosa información que debemos a nuestro amigo Aníbal Oberlín, cantor de la misma. Algunos de los músicos del conjunto eran el pianista José Yanelli y los violinistas Silayi, Bernstein y Spíndola. Pollet se desempeñaba como único bandoneón.
A comienzos de la década del 70 volvió a radicarse en Buenos Aires, en su barrio de Barracas donde su vida se truncó en un absurdo accidente casero, el 23 de junio de 1975.
viernes, 16 de noviembre de 2018
"UN VIOLÍN CON MEDALLA DE ORO"
Roberto Zerrillo (20 julio 1902 - 5 mayo 1955)
Nació en Montevideo, capital del Uruguay y a los once años comenzó a estudiar violín en el conservatorio Facio, recibiéndose de profesor obteniendo medalla de oro. Paralelamente cursaba estudios en la Facultad de Derecho, los que quedarían truncos al elegir la música como la pasión de su vida.
Formó parte del cuarteto de cuerdas Facio de música de cámara realizando una gira europea muy exitosa. Roberto Zerrillo debuta en el Cine Defensa, en la esquina de Defensa y Lavalleja, pasando luego a otra sala, el Requena o Las novedades, que funcionaba en en la calle Joaquín Requena casi Dante ambos en la ciudad de Montevideo.
En 1921 se incorpora a la famosa orquesta de Carlos Warren, debutando en el Moulin Rouge, allí tocó junto a Eduardo Arolas. A fines del año se aleja rumbo a Buenos Aires presentándose en el conjunto del Teatro Parisiana. Allí conoció a Juan Carlos Cobián, entonces pianista de Osvaldo Fresedo, rindió una prueba y fue contratado para la temporada de verano 1921/22 en Mar del Plata. Allí actuaban al atardecer en el Ocean Club y de noche en el Club Mar del Plata. La orquesta de Osvaldo Fresedo ofreció una alineación estelar: Juan Carlos Cobián (piano); Osvaldo Fresedo y Luis Minervini (bandoneones), Tito Roccatagliata y Roberto Zerrillo (violines). En esas actuaciones se estrenaron grandes tangos: “Sollozos”, “Mi refugio” y “Elegante papirusa”. Al retirarse Zerrillo su puesto lo ocupó Manlio Francia.
Breve fue la presencia de Zerrillo con Osvaldo Fresedo. Retornó a Montevideo, volviendo a la orquesta Warren, el conjunto más famoso de su época, requerido no sólo por lugares públicos sino por las familias que lo contrataban para animar sus bailes. Inauguran el Gran Cine Capitol (18 de Julio casi Andes). Allí conoció a Edgardo Donato. En otra actuación importante, Zerrillo, Juan Baüer y Héctor Artola ofrecen una actuación especial en la Radio El Día.
Hacia fines de 1926 forma orquesta con Edgardo Donato, debutando en el Café Avenida de la esquina de la avenida 18 de Julio y Río Branco. Trabajan con gran suceso además en el Royal, Chantecler, Hotel Carrasco y Teatro Solís. Eran nueve músicos, de acuerdo al siguiente detalle: Osvaldo Donato (piano); Edgardo Donato, Roberto Zerrillo y Armando Piovani (violines); Héctor Artola, Héctor Gentile y José Turturiello (bandoneones); Ascanio Donato (cello) y Antonio Bancalá (bajo). En diciembre de 1927 se aleja Héctor Artola, reemplazado por Juan Spera y casi enseguida al escuchar la orquesta en el Hotel Carrasco, el empresario argentino Augusto Álvarez, propietario del cine Select Lavalle, les ofrece un contrato. La orquesta en pleno se va a Buenos Aires, debutando en la citada sala el 21 de marzo de 1928, con el cantor uruguayo Luis Díaz.
Donato y Zerrillo escriben su famoso tango “Se va la vida” que estrenan en el Select Lavalle con gran suceso. La orquesta uruguaya, como se le distingue pese a formar Edgardo Donato en ella, interesa también a la empresa de los discos Brünswick, donde graban cincuenta temas. Por entonces ya se habían alejado algunos músicos e incorporado otros. Además de los directores quedaron los dos hermanos Donato, José Turturiello y Armando Piovani. Los demás músicos, en las grabaciones eran Luis Vilardi y Luis Brizzi (bandoneones); Pascual H. Martínez (violín) y José Campesi (bajo).
La orquesta Donato-Zerrillo, reforzada por otros músicos del ambiente, realiza los bailes de carnaval de 1930 en el Teatro San Martín de Buenos Aires y al promediar el año, Roberto Zerrillo se aleja, realizando un viaje a Chile. Al año siguiente, Roberto Zerrillo y Orestes Cúfaro forman en la numerosa embajada artística que, encabezada por Azucena Maizani se presenta en España y Portugal. Al regresar a Buenos Aires, a mediados de 1932, Zerrillo forma orquesta, debutando en el cine Fénix de Flores, en espectáculos de radioteatro en el Porteño y Rose Marie. También actúan en LR3, entonces Radio Nacional. Graban un disco para la Victor, uno instrumental y otro cantado por Fiorentino. El 12 de diciembre de 1933 realizan una audición gratuita en el hall del Teatro Artigas de Montevideo, disolviéndose luego el conjunto.
Reaparece en Radio Belgrano, a comienzos de 1935, al frente de un calificado grupo de músicos, y ya en noviembre de 1937, adornado con grandes elogios, una revista especializada de Buenos Aires brinda la estelar alineación de Zerrillo para sus audiciones radiales: Emilio Barbato y Juan Carlos Howard (pianos); Asandú, Bibiloni, Dojman, Schols, J. Dojman y Reynaldo Nichele (violines); Brunnini, García, Gasciani, San Miguel y Croce (bandoneones); Vitale (bajo) y los cantores Elsa Medina y Jorge Cardoso.
Prosigue Zerrillo en pleno éxito y, entre 1939 y 1942, registra su repertorio en el sello Victor, siempre con dos pianos. Emilio Barbato se había alejado, sustituido por Fernando Martín. En enero de 1943 es pianista de la orquesta el maestro César Zagnoli, procedente del conjunto de Joaquín Do Reyes. Al mes siguiente viajan a Montevideo para actuar en CX44 Radio Monumental, realizando diversos bailes en el carnaval. Al regresar a Buenos Aires graban en Odeón un solo disco, que sería el último, y entonces Zerrillo abandona sus músicos, que no obstante cumplen compromisos radiales pendientes bajo la dirección del violinista Varela Conte.
En tanto, Zerrillo, sin desplegar actividad, retorna a Montevideo donde, a comienzos de 1944, forma la que sería su última orquesta. En febrero de 1944 se presentan en el Rambla Hotel y en el Palacio Salvo. Era un conjunto con excelentes músicos uruguayos, en total veintiseis, entre los que señalamos a los siguientes: Podestá y Tití Puente (pianos); Cuenca, Mejía, Marenales, Amoroso, Ferrari, García (bandoneones); Bettoni, Garabito, Jancich, Texeira (violines); Puglia y Addiego (bajos) y los cantores Francisco Amor y Luis Alberto Fleitas.
Muy fugaces fueron sus actuaciones. Alejado de la música realiza corretajes de una editorial y también fue productor de pólizas de seguros. Víctima de incurable dolencia, esta gran figura de la música popular desaparece físicamente el 5 de mayo de 1955.
Dejó más de treinta obras editadas. Su primer tango data de 1927 y lo comparte con Edgardo Donato, titulándolo “Don José”. Corresponde destacar, de la etapa más esplendorosa de su orquesta, su “Rapsodia en tango” en colaboración con Fernando Martín y “Melodía oriental” con Juan Carlos Howard.
sábado, 10 de noviembre de 2018
"EL GRAN LUIS"
Petrucelli, Luis
Bandoneonista, director y compositor
(18 enero 1903 - 28 febrero 1941)
Una vida breve, dedicada a la música, con comienzos en el conservatorio de su barrio en el aprendizaje de solfeo, teoría y piano. Pero el bandoneón fue su instrumento profesional con 71 voces y fue uno de los pocos privilegiados que tuvieron por maestro a Arturo Herman Bernstein en su domicilio del barrio de Barracas. Ya poseedor de una sólida preparación técnica reemplaza a Ricardo Brignolo en un pequeño grupo encabezado por el pianista Samuel Castriota. A partir de allí actúa sin pausa en muchas orquestas.
Abreviando sus presencias, nos limitaremos a señalar sus compañeros bandoneonistas. Juan Bautista Guido en la orquesta de Carlos Vicente Geroni Flores, Enrique Pollet, con Agesilao Ferrazzano, Pedro Maffia en un sexteto dirigido por José Martínez, ya en 1920, momentos en que compuso su primer tango que tituló “A mi madre”, donde tomó algunos compases de la conocida canción popularizada por Carlos Gardel.
Convocado por Carlos Marcucci, que había sido su condiscípulo cuando estudiaba con Bernstein, formó pareja en su conjunto, con actuaciones en la barriada de la Boca.
En 1922 fundó su primera orquesta para actuar en el Casino Pigall. Estaba formada por José María Rizzuti (piano), Luis Petrucelli y Pedro Maffia (bandoneones), Bernardo Germino y José Rosito (violines) y Humberto Constanzo (contrabajo). A fines del año, disuelta la orquesta, Luis Petrucelli, Juan Carlos Cobián y Tito Roccatagliatta actuaron en trío en reuniones de la aristocracia porteña, con el posterior agregado en primera instancia de Eduardo Armani (violín) y Nicolás Primiani (bandoneón) y, finalmente, el contrabajista Hugo Ricardo Baralis, quinteto que realizó bailes en el carnaval de 1923 en la ciudad de Rosario.
Tomaron los músicos caminos distintos y Juan Carlos Cobián organiza una orquesta para actuar en el Abdullah Club, la misma que lograra la realización de las grabaciones dicográficas para la Victor e integrada por: Juan Carlos Cobián (piano), Luis Petrucelli y Pedro Maffia (bandoneones), Agesilao Ferrazzano (primer violín), Julio De Caro (segundo violín) y Humberto Constanzo (contrabajo). Promediando el año, Cobián disuelve la orquesta, ausentándose para Estados Unidos.
Fugazmente, Luis Petrucelli forma orquesta para continuar en el Abdullah Club, con Pedro Maffia de compañero en el bandoneón, Vicente Gorrese (piano), Bernardo Germino y Fernando Franco (violines) y Humberto Constanzo (contrabajo). Realizan Petrucelli y Maffia distintas presentaciones, hasta que vuelven a estar juntos en el café Los Andes de la calle Suipacha, bajo la égida de Eduardo Pereyra.
A fines de 1923, Juio y Francisco De Caro requirieron la colaboración de Petrucelli y Maffia formando un cuarteto, al que se agragaría enseguida el violinista José Rosito, sustituído después por Emilio De Caro y el contrabajista Leopoldo Thompson.
Los bandoneonistas exigieron desde el principio que el conjunto no llevaría el nombre de ninguno de los integrantes. En trance de disolverse, Julio De Caro conseguiría –en los albores de 1924- una actuación en el Café Colón de la Avenida de Mayo y en los carnavales, se conviene que la orquesta lleve el nombre de Julio De Caro.
No es el caso abundar en los detalles que provocaron el alejamiento de Luis Petrucelli de aquel señero conjunto. En la orquesta Julio De Caro que comienza a grabar discos, registar solamente un tema como integrante de aquella orquesta que iniciara su camino a la fama: el tango “Todo corazón”, según siempre ha señalado el Dr. Luis A. Sierra.
Tres acontecimientos signan el trabajo de Petrucelli en 1925. Su pasaje por las filas de Juan Carlos Bazán en Mar del Plata, orquestas de José Martínez y Eduardo Pereyra. Finalizando el mismo comienza a grabar la Orquesta Típica Victor, en la que selecciona su repertorio y encabeza su aspecto artístico.
Viaja en 1926 a los Estados Unidos para integrar la orquesta de Francisco Canaro y, a su retorno a Buenos Aires, se luce al frente de calificados conjuntos. Entre el 2 de julio de 1928 y el 8 de enero de 1931, documenta para la historia 54 temas que recogen los disco, que cuentan en su excelente orquesta con Elvino Vardaro luciéndose con su sugestivo violín.
Con las modificaciones naturales en casi tres años de trabajo, una de las formaciones de la orquesta de Luis Petrucelli fue la siguiente: Luis Petrucelli y Enrique Pollet (bandoneones), Vicente Gorrese (piano), Elvino Vardaro, Bernardo Germino y Manlio Francia (violines) y Hugo Ricardo Baralis (contrabajo).
En los discos Brunswick de la orquesta de Osvaldo Fresedo interviene, reforzando así al maestro y director y a Juan Salvatore. Hasta promediar la década del 30, sigue brindando su aporte al tango en distintos ámbitos, hasta que, en marzo de 1936, ante el deceso de Juan Salvatore, Osvaldo Fresedo lo convoca para formar parte efectivade su orquesta, última etapa artística de un músico de excepción que debe ser considerado como uno de los mejores bandoneones del tango.
No le atrajo demasiado la composición. No obstante creó el hermoso tango milonga “Negro el veinte” en su primera etapa y, ya en la orquesta de Fresedo en 1936, compuso “Viejo romance”, “Añoranzas” y “Es costumbre o es cariño”, de permanente recordación, especial de los que apreciamos la innegable calidad del autor de “Sollozos”.
El prematuro deceso de Luis Petrucelli se produjo en su ciudad natal el 28 de febrero de 1941.
Originalmente publicado en el libro Ochenta notas de tango. Perfiles biográficos, Ediciones de La Plaza, Montevideo 1998. Auspiciado por la Academia de Tango del Uruguay.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)