" de chiquilín te miraba de afuera"
viernes, 31 de enero de 2014
"EL FEO Y EL GORDO"
martes, 28 de enero de 2014
LA ÑATA GAUCHA
Azucena Maizani 1902-1970
A comienzos de 1922 la compañía de César y Pepe Ratti, del teatro Apolo, publicó un réclame pidiendo señoritas para El rey del cabaret, de Manuel Romero, Azucena Maizani, entre muchas aspirantes, consiguió un papel de cabaretera: Aparecía una única vez en escena; en tono de cuplé cantaba una brevísima letrilla que ilumina la seductora y voluptuosa figura de la francesita: «je suis Mimí, je suis Mimí/la alegre y loca/así me llamo en Francia/pero nací en La Boca». Actuó en películas mudas y cantó para la orquesta de Francisco Canaro en el Pigall. Después de esas mínimas apariciones, Alberto Vacarezza la convoca para el elenco de su sainete. A mí no me hablen de penas y escribe especialmente para ella Padre nuestro, musicalizado por Enrique Delfino. Era la primera vez que se escribía un tanto para una intérprete femenina. El 23 de junio de 1923, el día del estreno, el público que colmaba El Nacional la ovacionó y tuvo que repetir ese tango en cinco oportunidades. Esa noche, y asociada a ese tango, nació la fama de la Maizani.
Azucena Josefa Maizani nació el 17 de noviembre de 1902 en Buenos Aires. Hasta los cinco años vivió en Palermo, en una casa de la calle Guatemala. Su precaria salud la obligó a trasladarse, al cuidado de unos parientes a la Isla Martín García. De regreso a Buenos Aires, a los diecisiete años, trabajó como costurera en una camisería del Abasto.
Tras el éxito de Padre nuestro, intervino al lado de Florencio Parravicini en Cristóbal Colón en la Facultad de Medicina. La radio y los discos grabados con Canaro afirmaron el éxito de «La Ñata Gaucha». Su voz, como entre sollozos y quejas, encontró una modulación definitiva para el tango: el énfasis puesto en el sentimiento y el privilegio de la letra sobre la música. Su estilo se adapta naturalmente a las composiciones de mayor intensidad dramática. Solía presentarse en público vestida de hombre y su incomparable voz alcanzaba momentos de rara virilidad.
Envuelta en un aire de mujer fatal, tuvo una vida amorosa rodeada de acontecimientos oscuros y dolorosos. Su primer matriomonio fracasó al morir un hijo recién nacido; se casó después con el compositor uruguayo Roberto Zerrillo; su tercera pareja, Ricardo Colombres, se suicidió de un balazo; muchos le adjudicaron un secreto romance con Gardel y, durante los primeros años del ’40, la prensa cuestionó severamente la enigmática paternidad de su hija María Alicia.
Mano a mano, Hacelo por la vieja, Esta noche me emborracho, Yira yira, junto con sus propios tangos, Pero yo sé y La canción de Buenos Aires, constituyeron los hitos más celebrados de su repertorio. Realizó varias giras por Europa, EE.UU. y Latinoamérica.
Se despidió del público en 1962 en un homenaje realizado en el teatro Astral, cantando su primera gran interpretación: Padre nuestro. Ocho años después, el 15 de enero de 1970, la «gloria femenina del tango» moría en Buenos Aires.
domingo, 12 de enero de 2014
EL GAITA DEL TANGO
Bandoneonista, director,compositor
(28 de noviembre de 1920 - 29 de julio de 1979)
Nombre verdadero Juan Gregorio Sánchez
Nació en España y era hijo de Gregorio Sánchez y Aurora Fabieri. En 1924 se embarcaron a la Argentina y se radicaron en San Nicolás, provincia de Buenos Aires y, alrededor de 1930, se trasladaron definitivamente a la Capital Federal.
Ya Juancito había recibido las primeras lecciones de bandoneón en San Nicolás y, una vez radicado en Buenos Aires, se puso de lleno a estudiar el instrumento. A los 13 años formó un trío junto a José Basso y Alejandro González, luego fue requerido por el violinista Alberto Pugliese, hermano de Osvaldo, para integrar su agrupación orquestal. En 1937 continuó con Alberto Cima, hasta que al año siguiente, Francisco Lauro, director de la orquesta "Los Mendocinos", lo incorpora como primer bandoneón. El pianista era Alfredo De Angelis y el cantor Mario Landi, es interesante destacar que Astor Piazzolla, previo a su incorporación a la orquesta de Aníbal Troilo, tuvo una breve actuación en esa formación.
En 1939 Sánchez Gorio se desvinculó de Lauro y junto al pianista Bernardo Bas y la voz de Mario Landi formaron un conjunto que dura apenas un año.
Armó su nombre artístico sin el Gregorio y agregó, como segundo apellido, las últimas cinco letras del nombre eliminado.
En 1940 se decidió a dirigir su propia orquesta debutando en LR4 Radio Splendid con su cantor Luis Botini, recién desvinculado de José Tinelli, quien cambió su nombre por el que lo hiciera famoso en la década del '40: Luis Mendoza.
En el mes de julio pasó a Radio Prieto e incorporó como segundo cantor a su ya conocido Mario Landi.
Ya en 1943 la orquesta había adquirido gran notoriedad en Buenos Aires como en el resto del país. Su estilo, con mucho ritmo y muy bailable, se va imponiendo y es contratado por el sello R.C.A.-Victor. El 18 de agosto de 1944 grabó su primer disco, con el tango de su autoría y versos de Horacio Sanguinetti, "Oriente" y, del otro lado, el vals de Alfredo Pelaia "Claveles mendocinos", ambos con la voz de Mendoza. Resultó un importante éxito de ventas.
Vuelven a grabar el 4 de enero de 1945, esta vez el instrumental de Francisco Canaro "Milonga con variaciones" y con Mendoza "No me importa su amor", de José Dames y Enrique Cadícamo. En esa etapa en la Victor grabó seis temas, triunfó en la calle Corrientes, actuó durante todo el año 1946 en la confitería tanguera "El Marzotto" y participó en los carnavales de 1947 en el club Defensores de Santos Lugares.
En 1948 incorporó al cantor Jorge Linares que se había retirado de la orquesta de Pedro Laurenz y, durante ese año, realizó una exitosa gira por todo el país, que se extendió, después, al Uruguay.
Mendoza, Gorio y Bazán
A fines de 1949 se incorporó el cantor Osvaldo Bazán, después de su paso por la orquesta de Emilio Balcarce, quien, junto a Mendoza, se convertirían en uno de los binomios más populares de esos años.
En 1951 fue contratado por el nuevo sello "Orfeo", que luego sería absorbido por la C.B.S. Columbia. En el mes de septiembre grabaron el instrumental "Rodríguez Peña" y a dúo Mendoza-Bazán, su vals con letra de Reinado Yiso, "Comodoro Rivadavia". Pero el suceso discográfico se producirá en 1952, con su cantor Luis Mendoza, con el tango "Gitana rusa", grabado diez años antes por Osvaldo Fresedo con la voz de Oscar Serpa y por Ricardo Malerba con la de Orlando Medina. Dicha obra lleva su firma y la del poeta Horacio Sanguinetti y estuvo inspirada en la melodía de un músico judío de Ucrania, como lo revela Julio Nudler en su trabajo "La gitana judía". Esta curiosidad, resalta la capacidad de Sánchez Gorio de convertir una musiquita campesina, en un tango de extraordinaria repercusión.
En los años posteriores siguió con sus actuaciones radiales y en confiterías bailables, también con una gran venta de discos. En 1957 realizó una importante gira por Brasil, al regreso de la misma se desvincularon sus cantantes Luis Mendoza (18 años con Gorio) y Osvaldo Bazán, quienes fueron reemplazados por Raúl Ledesma y Julio Fontana. Al poco tiempo, Ledesma pasa con Miguel Caló y ocupa su lugar Roberto Mancini.
En los carnavales de 1959 actuó en el club Victoria de la provincia de Buenos Aires, siendo sus cantores Osvaldo Bazán (de vuelta en la orquesta), Cholo Aguirre y Julio Fontana. Durante todo ese año fue artista exclusivo de LR1 Radio El Mundo y del cabaret "El avión de La Boca".
A partir de 1960, como todo el mundo tanguero, sufrió el cambio producido por los empresarios de los sellos grabadores, radiales y televisivos, quienes volcaron todo su apoyo a la música foránea llamada "nueva ola". Sus últimas actuaciones se produjeron en la televisión, en el ciclo "Ronda de Ases", conducido por Héctor Larrea.
Este notable músico falleció a los 58 años. No sólo debemos recordarlo por haber sido un gran bandoneonista y, fundamentalmente, por su orquesta, que durante 20 años con estilo rítmico y repertorio sentimental, supo conquistar al gran público de todo el país. Fue un grande de la radio y de la industria fonográfica.
Por último, quiero destacar su aporte como compositor y también mencionar a los talentosos poetas que versificaron su obra: Eugenio Majul, Horacio Sanguinetti, Reynaldo Yiso, entre otros.
jueves, 9 de enero de 2014
UN GAUCHO TANGUERO
Su nombre verdadero era Carlos Ernesto Di Loreto. Estudió canto con el maestro Eduardo Bonesi, quien, como se sabe, había sido el profesor del gran Zorzal Criollo.
Debutó en Radio París, en 1933 usando el seudónimo Carlos Dillon, compartiendo las audiciones con Ignacio Corsini y Tita Galatro, entre otros. A los 3 meses pasó a LR9 Radio Féniz. Cierta vez un amigo le criticó el seudónimo que había elegido, entonces le hizo caso y se lo cambió y adoptó el mismo apellido de su amigo: Acuña, que lo había criticado.
Gracias a su éxito en 1939, actúa en 5 de las principales radios porteñas, siempre acompañado por las guitarras de Canataro y Pedretti. Y sin dejar su condición de solista, Acuña actuó con las orquestas de Tito Ribero, Mario Rocha y Jerónimo Bongioni hasta que, en 1940 fue contratado por Ernesto de la Cruz para integrar su sexteto
En junio de 1941, es escuchado por Carlos Di Sarli quien lo llama para invitarlo a una prueba con su orquesta. El cantor es aceptado y debuta formando rubro vocal con Roberto Rufino. Actúan en Radio El Mundo, realizan giras por el interior del país y fueron una gran atracción en el Cabaret " Marabú".
En agosto de 1941 graba su único registro con Di Sarli: el tango cuando el amor muera, de Alfredo Malerba y Héctor Marcó. A fines del 42, vuelve al sexteto de Ernesto de la Cruz, a Radio El Mundo junto con Alba Sabino. Y a fines de ese año, lo convoca Rodolfo Biagi, debuta en Radio Splendid, junto al cantor Alberto Amor y logran un éxito tan grande que la propia emisora les programó una gira por el interior de nuestro país y también por el país vecino, Chile.
En el '44 termina su trayectoria con Biagi dejando un disco con 12 obras. Durante 3 años, cantó como solista acompañado por los guitarristas y el poeta Celedonio Flores, en clubes, confiterías y lugares bailables.
Tuvo actuaciones por Uruguay, Buenos Aires, Mar del Plata, hasta que Martín Darré lo presenta a Mariano Mores y desde 1956 graba 15 temas, siendo el primero La Calesita, para el sello Odeón. En el año 1960 integró la Embajada Musical a México, con el maestro Mores y los cantantes Susy Leiva y Sergio Cansino.
Por el año 1961 viaja a Italia al Festival de la Canción Argentina, junto a Argentino Ledesma, Chola Luna, Antonio Maida y el pianista Miguel Nijensohn. Realiza un viaje a Berlín y después a España donde se radica allí por algunos años. Entabla una amistad con el general Perón, que se encontraba exiliado en ese país. Carlos Acuña se convierte en su delegado personal haciendo algunos viajes a la Argentina.
Los últimos años de su vida los pasa en Buenos Aires, pero su voz y su salud habían declinado. Murió en Buenos Aires, el 19 de febrero de 1999, luego de una prolongada enfermedad, dejando en el tango el recuerdo de su hombría de bien y su talento.
EL PINGO DE LOMAS
Egidio Alberto Aducci Gómez, llamado " Nico" o "El pingo de Lomas" por Gardel, nació el 19 de junio de 1904 en Lomas de Zamora una ciudad cerca de Buenos Aires
. , Muy pronto, es atraído por el borde. A la escuela forma parte de la coral lo que le abre las puertas del teatro español de Lomas antes de la edad de 10 años. Se entera del borde bajo los auspicios del profesor Antonio Codegoni que había enseñado al Scala de Milán. Insensiblemente, sus gustos musicales van a cambiar para pasar del bel-canto al tango.
A 13 años, pide a sus padres comprarle discos de Carlos Gardel.
En 1925, canta en duo con su viejo amigo de infancia, Tito Vila, acompañado por el guitarrista, Manual desfiló. Hasta 1934 recorren juntos y con éxito Argentina. Luego, en solo, parcoura toda la Sudamérica.
Hacia 1929, bajo el seudónimo de "Nico" canta con las mejores tales orquestas: l''orquesta tipica Victor, Edgardo Donato, Pedro Maffia, Adolfo Carabelli, Alfredo Malerba.'
En 1937, él en registro en duo con Libertad Lamarque , "ti carino" Su éxito es tal que debe que sea el cantante principal de primer película que habla "Tango". Es con su carrera cinematográfica que conocerá más el de éxito beneficiándose al mismo tiempo de la etiqueta de "cantante nacional" al igual de Gardel,Corsini, Magaldi , Charlo,. Es el cantante preferido de Enrique Santos Discepolo cuyos interpreta, entre otras cosas, "Soy un arlequin, Uno, Yira yira". Compone también tales tangos: Del tiempo del morocha, Tolerancia ", el milonga" Milonga que apenó canas "."
Canta y registra hasta en los años 70.
Una infección renal triunfa prematuramente el 1 de mayo de 1973.
martes, 7 de enero de 2014
LA MÍTICA VUELTA DE ROCHA
La Vuelta de Rocha es un lugar histórico del barrio de La Boca, en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Antes llamado "El Puerto de los Tachos"
La Vuelta de Rocha no es oficialmente reconocido como uno de los 48 barrios porteños.
Historia[editar · editar código]
Se cree éste que pudo ser el sitio de la primera fundación de la ciudad, tema aún discutido. Guiándose en lo escrito por Don Pedro de Mendoza, se ha supuesto que fue el primer asiento de la ciudad, en el actual barrio de La Boca (teoría defendida por Paul Groussac), mientras que historiadores como Guillermo Furlong han llegado a suponer que el primer asentamiento fue en el actual barrio de Parque Patricios, y otros afirman que fue en la zona del actual Parque Lezama.
En la primera época de la colonia, Hernando Arias de Saavedra mandó a construir un torreón defensivo para el puerto, ubicado en la actual Vuelta de Rocha, tras el robo y saqueo de dos navíos anclados por parte de corsarios ingleses el 18 de marzo de 1607.
Desde mediados del siglo XIX se establecieron numerosos astilleros en la Vuelta de Rocha y en sus inmediaciones como el de Badaracco entre otros.
La Vuelta de Rocha
Tango 1924
Música: Juan de Dios Filiberto
Letra: Gabino Coria Peñaloza
Muchachita buena, que un mozo engañará;
la Vuelta de Rocha tu historia guardó;
este viejo barrio, que tanto te quiso,
tu triste tragedia jamás olvidó.
Cantabas siempre, como canta el barrio,
el tango triste o la canción doliente;
Flor de la "Vuelta" te llamó la gente,
por tu gracia y tu candor.
El mozo aquel se fue dejando sola
a la más pura y santa noviecita;
quedaste tú como una flor marchita,
sollozando tu dolor.
Muchachita buena, los muelles lo saben,
que el viejo Riachuelo sepulcro te dio;
una crucecita le dice al que pasa,
que el alma de un barrio tu muerte lloró.
domingo, 5 de enero de 2014
EL HIMNO RIO PLATENSE
La cumparsita
Creada por el músico uruguayo Gerardo Matos Rodríguez. Arreglada (previo a su estreno) por el argentino Roberto Firpo
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La cumparsita es un tango cuya melodía fue creada y escrita entre finales del año 1915 y principios de 1916 por el músico uruguayo Gerardo Matos Rodríguez. Poco después y a pedido de Matos Rodríguez, recibió arreglos musicales de Roberto Firpo quien posteriormente a esto, la tocó junto a su orquesta por primera vez en público.1 Su letra más popular pertenece al argentino Pascual Contursi. Está considerado el tango más difundido a nivel mundial.2
El cantante Carlos Gardel3 y reconocidos directores de orquesta - desde Juan d'Arienzo4 hasta Osvaldo Pugliese5 - agregaron a su repertorio La cumparsita con éxito.
La cumparsita es el himno popular y cultural de Uruguay, a partir de una ley aprobada en 1998 por el Poder Legislativo uruguayo.6
La cumparsita fue creada inicialmente como una marcha, compuesta por el joven estudiante de arquitectura Gerardo Matos Rodríguez - desconociéndose con precisión la fecha de su autoría, que se estima entre finales de 1915 y comienzos de 1916 - para la comparsa de carnaval formada por la Federación de Estudiantes del Uruguay, precisamente para utilizarla en los festejos que estaban prontos a realizarse. Fue estrenada - en su primera oportunidad - por Roberto Firpo en el café La Giralda de Montevideo en el año 1916.
Rosario Infantozzi Durán pone en boca de su tío Matos Rodríguez, estas palabras:
«Creo que nunca pude hacer otro tango igual... Más adelante compuse otros tangos y otras músicas, algunos quizás mejores que el primero. Pero éste (La cumparsita) encierra un mundo de ilusiones y de tristezas, de sueños y de nostalgias que sólo se viven a los veinte años. Fue un momento mágico. Y mágico fue su destino. ¡Cuántos misterios en torno a él, cuántos pleitos! Ríos de tinta y kilómetros de papel se ha utilizado para enaltecerlo o hacerlo pedazos» (del libro Yo, Matos Rodríguez, el de “La cumparsita”, de Rosario Infantozzi Durán).
Aunque es materia de debate en cuanto al año, en 1916 Firpo estrenó en el café La Giralda de Montevideo La cumparsita, y realizó la grabación más antigua del tema (Odeón 483). Firpo sostuvo siempre que él le incluyó al tema original, que le presentó Matos Rodríguez, una parte de sus tangos La gaucha Manuela y Curda completa, y un tramo de la ópera Miserere de Giuseppe Verdi, y que le propuso firmarla conjuntamente, a lo que Matos se opuso.7
Firpo relató ese momento histórico del siguiente modo:
En 1916 yo actuaba en el café La Giralda de Montevideo, cuando un día llegó un señor acompañado de unos quince muchachos - todos estudiantes - para decirme que traían una marchita y querían que yo la arreglara porque pensaban que allí había un tango. La querían para la noche, porque la necesitaba un muchacho llamado Matos Rodríguez. En la partitura en dos por cuatro aparecía un poco la primera parte y en la segunda no había nada. Conseguí un piano y recordé dos tangos míos compuestos en 1906 que no habían tenido ningún éxito: "La gaucha Manuela" y "Curda completa". Y le puse un poco de cada uno. A la noche lo toqué con "Bachicha" Deambroggio y "Tito" Roccatagliatta. Fue una apoteosis. A Matos Rodríguez lo pasearon en andas. Pero el tango se olvidó, su gran éxito comenzó cuando le adosaron la letra de Enrique Maroni y Pascual Contursi.8
Partitura de La Cumparsita.
Hasta 1924 La cumparsita fue un tango instrumental "totalmente olvidado" según el juicio de Juan Carlos Marambio Catán. Precisamente, por carecer de letra, no era ejecutado por las orquestas de entonces, que acompañaban el auge del llamado tango-canción (cuyo máximo exponente fuera Carlos Gardel). Matos, por su parte, había vendido los derechos a la firma Breyer Hnos., representante de la Casa Ricordi en Argentina.
El 6 de junio de 1924, la compañía de Leopoldo Simari estrenó en el viejo teatro Apolo una obrita de Pascual Contursi y Maroni titulada Un programa de cabaret. Para esos años no había obras teatrales de cuño popular que no incluyeran el estreno de uno o dos tangos para asegurarse el éxito con el público. En el cuadro segundo de esa obra, el cantor Juan Ferrari cantó por primera vez los versos compuestos por ambos autores sobre la música de La cumparsita: “Si supieras / que aún dentro de mi alma...”.
La pieza estuvo muy poco tiempo en cartel porque ni este nuevo tango ni la amarga sátira de La mina del Ford en la voz de la actriz Luisa Morotti lograron salvar su mediocridad. Sin embargo el nuevo tango tuvo un éxito inesperado. Carlos Gardel, rioplatense por antonomasia, comenzó a cantarlo ese mismo año y lo grabó para Odeón con las guitarras de Ricardo y Barbieri. De ahí en más fueron redescubiertos sus valores musicales y, como dijera Víctor Soliño, «La cumparsita comenzó a escalar los pocos escaños que le faltaban recorrer para situarse en la cumbre de la gloria».
Matos supo en París — por boca de Canaro — de estas novedades acerca de su tango. Recurrió al auxilio del Dr. Calatayud, un joven abogado uruguayo, que llevó adelante las acciones legales para deshacer la venta de los derechos a Breyer Hnos. y prohibir que se tocara La cumparsita con letras o verso que no fueran los que el mismo Matos había firmado como de su autoría: “La cumparsa / de miserias sin fin desfila...”. Esta letra, que fue depositada en la Biblioteca Nacional el 9 de noviembre de 1926, fue llevada al disco por el cantor Roberto Díaz con la orquesta Los Provincianos, aunque no es la más difundida.
Muerto Pascual Contursi el 16 de marzo de 1932, Hilda Briano (su viuda) y Enrique P. Maroni (su compañero) iniciaron acciones legales por daños y perjuicios contra Matos Rodríguez por reconocimiento de derechos como coautores de la obra en cuestión. Fue un larguísimo pleito que se resolvió cuando también Matos había muerto. El 10 de septiembre de 1948 Francisco Canaro emitió su laudo arbitral al que se habían sometido finalmente las partes, quedando zanjadas las cuestiones referentes a los porcentajes por derechos de ejecución, fotomecánicos, y de inclusión en películas. Gracias a dicho laudo, los beneficios que este tango genera se reparten en un 80% para los herederos del uruguayo Matos y el 20% restante para los herederos de los argentinos Contursi y Maroni. El mismo dictamen también resolvió que quienes quieran registrar futuras ediciones de La cumparsita podrán hacerlo empleando sólo alguna de las dos letras referidas, prohibiéndose la utilización de cualquier otra letra.9 Esta última previsión del laudo arbitral responde al hecho de que este tango tiene al menos otras dos letras y quizás una tercera, que se presumen escritas con la intención de ser adosadas a la música del Becho.
La letra más antigua pertenece a Alejandro del Campo, un cofrade de la Federación de Estudiantes del Uruguay en la que militaba Matos Rodríguez al tiempo de componer su tango. Fue publicada por la revista El Alma que Canta en 1926 y se sospecha que es la primera letra escrita para La cumparsita por encargo del autor, ante la morosidad de Víctor Soliño (a quien le habría hecho originalmente el encargo).
También 'El Alma que Canta publicó el 19 de noviembre de 1957 una nota de Antonio Cantó titulada “La historia del tango”, en la que transcribe unos apuntes de Nicolás Olivari sobre La cumparsita. Olivari hace mención de “la primera letra que se escribió” para este tango, obra del poeta y hombre de teatro Augusto Mario Delfino.
Ni una ni otra letra tuvieron éxito ni fueron cantadas o llevadas al disco por intérprete alguno. Ambas se refieren a una comparsa carnavalera con versos evocativos de los días de la juventud. En realidad todas las letras conocidas transitan lugares comunes y ripiosos.
La quinta letra está escrita en inglés. Es obra de Oiga Paul y fue publicada — según datos de Roberto Selles — en 1937 por la casa editora Edward B. Marks Music Corporation de Nueva York bajo el título de The Masked One (la enmascarada). Dice Selles que en la partitura consta también el título original de Matos Rodríguez. La letra repite el mismo argumento de Siga el corso de Anselmo Aieta y García Jiménez.
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