" de chiquilín te miraba de afuera"
lunes, 31 de diciembre de 2018
"EL ARQUITECTO DEL TANGO"
Matos Rodríguez, Gerardo Hernán
Pianista y compositor
(18 marzo 1897 - 25 abril 1948)
Nació en Montevideo, hijo de don Emilio Matos propietario del cabaret Moulin Rouge estudió arquitectura en la desaparecida Facultad de Matemáticas de su ciudad natal.
Abandonó tempranamente dichos cursos, atraído por la entonces intensa y variada vida nocturna de la capital. Pianista de afición compuso en 1917 su célebre tango “La cumparsita” en el piano de la Federación de Estudiantes del Uruguay. Lo estrenó en el café La Giralda la orquesta porteña de Roberto Firpo y su primera grabación fue realizada para la casa Victor por el conjunto cuya dirección compartían el pianista Alberto Alonso y el bandoneonista Minotto Di Cicco, el mismo año de su estreno (Ver “La cumparsita”).
Vendió su obra por una buena suma para la época —treinta pesos y 50 ejemplares papel de la misma— a la editorial Breyer de Buenos Aires recuperando luego en 1923 sus derechos de propiedad por intercesión de sus amigos Enrique Delfino, Emilio Fresedo, Juan Carlos Bazán, Luis Catalán, José de Grandis, Enrique Carrera Sotelo y otros miembros de la Asociación Argentina de Autores y Compositores de Música.
Posteriormente, “La cumparsita” tuvo una segunda época en su larga historia de éxito cuando Pascual Contursi y Enrique P. Maroni modificándole la música original y sin la aquiescencia de su autor le pusieron letra y nuevo titulo —“Si supieras”—, lo cual dio lugar a un prolongado y engorroso proceso judicial.
Vivió ya alejado de Montevideo, en Buenos Aires y en París, desempeñando tareas diplomáticas como cónsul uruguayo en Alemania. En 1931, colaboró en la musicalización de la película Luces de Buenos Aires, filmada en Joinville, Francia con tarea protagónica de Carlos Gardel.
Compuso asimismo temas para piezas teatrales estrenadas en Buenos Aires: El Gran Circo Rivolta, de Manuel Romero entre ellas. Más tarde en Montevideo dirigió fugazmente su propia orquesta típica.
Otros tangos de su producción fueron: “Che papusa oí” —su preferido—, “Son grupos”, “Yo tuve una novia”, “Cuando bronca el temporal”, “Hablame”, “Pobre corazón”, “Haceme caso a mí”, “Canto por no llorar”, “Rosa reseca”, “Botija linda”, “El pescador”, “Te fuiste, ¡ja, ja!”, “Adiós Argentina”, “Mi provinciana”, “La milonga azul”, “Dale celos”, “Raspail”, “Mocosita”, “La muchacha del circo”, “San Telmo”, colaborando con los letristas Enrique Cadícamo, Victor Soliño, Juan B. A. Reyes, Manuel Romero y Fernán Silva Valdés con quien realizó su fina y emotiva serie de Canciones Montevideanas a la que pertenece "Margarita punzó".
Falleció en Montevideo, al cabo de una penosa enfermedad.
jueves, 20 de diciembre de 2018
"LOS HERMANOS BALIJA"
Servidio,Luis
Bandoneonista y compositor
(9 octubre 1895 - 26 enero 1961)
Servidio, José
Seudónimo/s: Balija
Bandoneonista, director y compositor
(18 marzo 1900 - 6 junio 1969)
Los hermanos Servidio fueron, al igual que los Canaro, los Lomuto, los De Caro, los Polito, una verdadera institución dentro de la música popular porteña.
Aunque asimilaron alguna enseñanza de Genaro Espósito, Arturo Bernstein, Juan Maglio, y otros maestros del bandoneón, puede afirmarse que se formaron autodidactas.
Villa Crespo, el barrio que lo vio nacer, lo acunó en tango y desde chico empezó a manosear ese instrumento brujo; su hermano mayor Luis, primero, después él y por último Alfredo, el menor. Corría con la responsabilidad del conjunto cuando decidieron formar orquesta, pero lo cierto era «la típica de los hermanos Servidio» y como a él, sólo a él, le apodaban Balija se la llamó en ocasiones «de los hermanos Balija». El sobrenombre le venía porque la valija del bandoneón parecía tan grande como su estatura, especialmente de cuando niño empezó a cargar con él.
Si bien anduvo en una lista interminable de orquestas, compañero en sus comienzos de Aieta, Marcucci, Iriarte, Guido, y tantos otros, el primer conjunto de categoría que integró fue el de Roberto Firpo, cuando sólo tenía dieciséis años, y aquel director ya grababa discos.
Integró también las formaciones de Juan Maglio (Pacho), Francisco Canaro y en la de Osvaldo Fresedo suplantando a éste cuando accidentóse con el avión.
Con su orquesta amenizó las mejores noches del café Nacional y otros como: El Parque, A.B.C., Victoria, los cabarets Montmartre, Chantecler, etc.
Clubes, cabarets, cines en inacabable nómina, como la radio desde su nacimiento y por treinta años en todas las estaciones, lo vieron trabajar incansablemente en pos del tango.
Grabó con orquesta o solos de bandoneón en casi todas las marcas de discos que operaron en Buenos Aires y realizó giras por la República como también por el Uruguay. Trabajó con compañías teatrales en diversas salas.
Su primera composición fue el tango “La contra... vino”, de 1919, que grabó Firpo, a la que encadenó muchos otros que tuvieron la mejor acogida en el público. “El bulín de la calle Ayacucho” fue su más grande éxito; los versos de Celedonio Flores que el mismo lleva lo inmortalizaron desde el mismo momento que su gran amigo Carlos Gardel lo imprimió en discos.
El célebre cantor, a quien conoció de cuando tocaba con Firpo, le llevó al surco del disco “La chacarera” que compuso con Maglio (Pacho) y letra de Juan Caruso, quien escribió a pedido de Gardel y para grabar, los versos para su tango “Puentecito”; “El alma que siente” y “Milonga fina”, letras también de Flores; “Trapito” con versos de Eugenio Cárdenas y el hermoso vals criollo, con letra de Eduardo Escariz Méndez, “La pena del payador”.
Otros, “Pebeta loca” que grabó la Maizani, “La carreta”, muy lindo tango que grabó Dorita Davis y tiene versos de Francisco García Jiménez, “Mis recuerdos”, “Magda”, “Francesita papa”, “Cuadro porteño”, “La orejera”, “Vida triste”, “A vos quería verte”, “Tendrás que llorar por mí”, “Pasó y se fue”, “Pelletier toda la vida”, “Vecinita fue por vos”, “Primero yo [b]”, “Pollerita corta”, “No quiero más”, “Adoración”, “Todo un hombre”, “Gloria tanguera”, “Mi noche de tango”, “Cabaret Montmartre”, “Lo quiero ver”, “No me jures”, “Falsa fuiste”, “Por Dios se lo pido”, “Galopeando”, “Picaneando”, que llevan versos de Roldán, Curi, Flores, Adamini, etc.
«—Con Gardel fuimos amigazos y solía verme en el Nacional, donde yo actuaba, muy seguido... pero me hizo una mala jugada: se llevó un día mis tangos “Magda” y “Francesita papa” prometiendo grabarlos pero no lo hizo», dijo con cierta queja.
José Servidio (Balija) nació en Buenos Aires (Villa Crespo) el 18 de marzo de 1900 y allí falleció el 6 de junio de 1969.
Luis Servidio nació en Buenos Aires el 9 de octubre de 1895 y falleció en San Fernando (Buenos Aires) el 26 de enero de 1961.
viernes, 14 de diciembre de 2018
"DEL CUPLÉ AL TANGO"
Manuel Jovés nació en Manresa (Barcelona-España) el 8 de marzo de 1886 y falleció en Buenos Aires el 26 de agosto de 1927.
Desde su Cataluña natal llegó a Buenos Aires en 1908 quizás con ideas de imponer el cuplé al porteño o hacerse una posición con él. Era ya todo un señor maestro de la música española cuando desembarcó en nuestras playas. Luego de enseñar particularmente música y canto, pasó a acompañar a figuras estelares del cuplé como Lola Membrives (en sus comienzos era cupletista), Raquel Meller, La Goya, etc. a la par de actuaciones en cafés, confiterías y otros lugares.
Los cines y teatros porteños, como algunos de Montevideo y del interior, lo conocieron secundando la labor del dúo Las Porteñas.
Dirigió espectáculos revisteriles en los teatros Nacional, Cervantes y Florida, actuando también en el Coliseo, Royal, Smart y varios otros, dirigiendo desde el foso las orquestas o como director de espectáculos.
Como compositor seguramente habríase iniciado en España con algún motivo de su tierra y que aquí continuó con “Adiós Celipe”, “La azafata de la reina”, “La perra de Chaplin”, “Díguili qui vingui”, “Todo auténtico”, “Q.L.B.L.P.”., “Campanita, campanita”, “Dos gitanas”, “Mi reja”, en ritmos de schottisch, cuplé, fado, pasodoble, etc., que estrenaron en los escenarios populares tonadilleras.
Se animó a lo criollo con “Deseo”, vals, “Tucumanita” y “Decime negro que sí”, zambas, con algunos títulos más, pero su fuerte sin duda fue el tango donde dejó páginas imborrables como “Patotero sentimental”, “Nubes de humo (Fume compadre)” y “Buenos Aires”; éxitos que quizá se debieran más a los versos de Manuel Romero, pero donde dejó sentada su capacidad creadora y su sensibilidad artística.
La lista más o menos completa de sus tangos es la siguiente: “Armenonville viejo”, “Apriete que va la marca”, “A mí lo me'smo me da”, “El matrero”, “El gran puntero”, “Que estrilo me la sandié”, “La más tigrera”, “El rabanito”, “Flor de yuyo”, “Cualquier cosa [b]”, “La patotera”, “Mi gloria eres tú”, “Venga champán”, “Verás pebeta”, “Vení pebeta”, “El dormilón”, “Por tu culpa”, “Chicof”, “Haz de volver a mí”, “El moscovita”, “Con los 9”, “Yerba seca”, “Celosa”, “La midinette”, “Pingo mío”, “Clavelito rojo”, “Te parecés a ella”, “Pare cochero”, “Pobre china”, “Pobre corazón”, “Pobre francesita”, “Pobre percanta”, “Pobre viejo”, “Pobres mujeres”, “Blanquita”, “Rosa de fuego”, “¡Una más!”, “Que el otro te quiera igual”, “¿Por qué?”, “Loca”, “Pobre milonga”, “La provinciana”, “Corazón de arrabal”, “Patotero sentimental”, “Nubes de humo (Fume compadre)”, “Buenos Aires”. Los siete citados en último término fueron grabados por Carlos Gardel con quien, a pesar de no haberse logrado con exactitud saber de alguna anécdota entre ambos, debió haber tenido sin duda un sincero trato de amistad, pues el mismo quehacer artístico los guiaba a través de los escenarios, en uno de los cuales actuaron juntos en alguna oportunidad.
Sus obras musicales tuvieron como letristas a populares autores teatrales, ello prueba que siempre estuvo ligado a nuestro teatro. Además de Manuel Romero, colaboraron en la canción Antonio Viergol, Enrique Maroni, César Bourel, Ernesto Morales, Lorenzo Traverso, Diego Flores, Luis Bayón Herrera, Pedro Numa Córdoba, Carlos González Illescas, Ivo Pelay.
jueves, 6 de diciembre de 2018
"DONACHE"
Guichandut, Juan José Martín
Pianista y compositor
(11 noviembre 1909 - 17 octubre 1979)
Se inició en 1927 con “Perfume de mujer” que obtuvo el segundo puesto en concurso de tango de los discos Nacional, obra que posibilitó su conocimiento con Carlos Gardel que le grabó además esos dos grandes sucesos que se titulan “Marioneta” y “Misa de once”; los tres con letras de aquel autor que se llamó Armando Tagini y los que sin duda más satisfacciones le han dado.
Sus grandes virtudes las siguió exponiendo en “Mamarracho”, “Así era el tango”, “Tarareando”, “Canta pajarito”, “¡Goles, goles!”, “Quereres”, “Percantina”, “Baila”, “Arando”, “Matrera”, “Escuela”, “Cinco letras”, “El cachorro”, “Tango de antaño”, “¡Vamos corazón!”, “Mi distinguida pebeta”, “Yo”, “Por ellas no me casé”, “Llueve otra vez”, “Domingo a la noche”, “La limosna”, “Sencillo y compadre”, “Mi gitana”, tangos; “Magdalena [b]”, “Ventanera”, “Magnolia triste”, pasodobles; “Deshojando margaritas”, “Palabra”, “Paloma [b]”, valses; “Digo... digo”, “Vieja postal [b]” y muchos más que contaron con la colaboración de Carlos Bahr, Héctor Gagliardi, Tagini, Oscar Fresedo, Horacio Sanguinetti, Enrique Cadícamo y otros.
De Gardel dijo: «Después de “Perfume de mujer” lo vi muchas veces a Carlitos y como yo era un pibe al lado de él, me decía al encontrarnos: «¿Cómo le va pibe?», respetuosamente.
«Actuaba Gardel en el Empire y una noche resolvimos con Carlos Sánchez (el gordo Sandoval) ir a verlo. Encontramos a Razzano en el hall del teatro y nos sugirió lo viéramos en su camarín al cantor. Se oía su canto cuando golpeamos la puerta y al abrirse la misma, encontramos a Gardel en calzoncillos cantando un tango nuevo, acompañado por sus guitarras Aguilar, Riverol y Barbieri.
«Al terminar me pregunta: «A ver si sabe de quién es este tango que hoy voy a estrenar». Por el estilo me pareció de Barbieri y se lo dije.
«Mirándolo fijo a su guitarrista Guillermo Barbieri y moviendo la cabeza le dice: «¡Cómo te junan 'grone'!». Era el tango “Viejo smoking”.»
El renombrado tenor Carlos Guichandut era hermano suyo.
Guichandut nació en Buenos Aires (Barracas) el 11 de noviembre de 1909 y allí falleció el 17 de 1979.
lunes, 3 de diciembre de 2018
"EL JOHNNY"
Prudencio Aragón nació en Belgrano el 28 de abril de 1886, cuando la actual avenida Cabildo aún se llamaba 25 de Mayo y un año antes de que aquella “ciudad” fuera anexada a Buenos Aires para quedar como un barrio más de la metrópoli. Pero la inventiva de los chicos de la zona le daría un apodo que sería su marca: lo bautizaron “el Johnny”. Algunos dicen que fue porque en su cabellera morocha afloraba un rebelde mechón pelirrojo. Otros cuentan que el mote surgió porque su mamá trabajaba como ama de llaves de una acaudalada familia inglesa. Su muerte ocurrió en Montevideo, el 2 de noviembre de 1963.
Lo cierto es que aquel chiquilín, que veía pasar al tranvía tirado por tres caballos repechando la cuesta desde el bajo hacia la calle Vidal, empezó a crecer escuchando el sonido que del violín sacaba Pedro (su hermano mayor) y de la guitarra su primo Justo Morales. Pero quien le dio el abc del piano fue su medio hermano Cesáreo Pérez. De ahí a los cafés donde el tango empezaba a convertirse en el símbolo musical de esta parte del mundo, hubo un corto paso.
Los historiadores del tango registran a El Talar como el primer tema presentado con partitura y señalan que fue compuesto en 1895 por el Johnny Aragón. Es decir que el chico preparó esa melodía a los 9 años. Y como no hay otras referencias que indiquen lo contrario, eso le daría el título del compositor más joven en la historia del género.
Claro que ese no fue el único tema con la firma de el Johnny. También figuran El piñerista, Mateamargo, Don Victorio, El Pardo Cejas y uno que generó doble polémica: por el título y por quién lo compuso. Sobre la autoría hubo reclamos y la cuestión quedó siempre en una nebulosa, aunque figura como una obra de Juan Maglio y Alfredo Bigeschi. En cuanto al título, aparece como Las siete palabras, aunque algunos le atribuyen otro más cercano a ambientes poco santos: lo conocen como Las siete pulgadas.
Después de vivir un tiempo en Rosario, el Johnny volvió a Buenos Aires. Y a los 17 ya se codeaba con otros inventores del tango: Vicente “Garrote” Greco, Vicente Loduca y Francisco “Pirincho” Canaro. Pero su mayor amistad fue con otro atorrante al que todos conocían como Eduardo “El Tigre del Bandoneón” Arolas, aunque su verdadero nombre era Lorenzo Arolá.
Cuentan que, juntos, el Johnny y El Tigre solían compartir el rocío de muchas trasnoches en boliches de La Boca, donde había mucho rouge y bastante poca agua mineral. Justamente una composición de Arolas lleva el título Una noche de garufa y una clara dedicatoria: “Al apreciable amigo Prudencio Aragón”. Después hubo un café en la avenida Montes de Oca al 1600 que tomó el nombre de ese tango.
También dicen que frecuentaban otro lugar en Pedro de Mendoza, cerca de la avenida Almirante Brown, frente al Riachuelo. El local se llamaba “The Droning Maud”, pero para todos era “el bar de La Negra Carolina”, porque su dueña era Carolina Maud, una afro norteamericana nacida en Nueva Orleans quien, aparte de lucir otras virtudes, solía jactarse de haber tenido como amiga nada menos que a la célebre Josephine Baker.
Pero esa es otra historia.
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