" de chiquilín te miraba de afuera"
domingo, 17 de enero de 2016
SAMUEL CASTRIOTA
Samuel Castriota, fue un pianista, guitarrista, director de orquesta y compositor de tango argentino que nació en Buenos Aires, el 2 de noviembre de 1885 y murió en la misma ciudad el 8 de julio de 1932. Se le recuerda especialmente porque fue el autor de la música del tango Lita que sería luego ampliamente conocido y difundido como Mi noche triste, con letra de Pascual Contursi.
Nació en la ciudad de Buenos Aires, y pasó su infancia en San Miguel, localidad cercana a la Capital, donde alternó su aprendizaje de peluquero con el de guitarrista orejero, disposición musical esta última que siguió cultivando en Buenos Aires, ciudad a la que volvió cuando tenía 16 años.
Más adelante, y ya entreverado en pequeños conjuntos, accedió al piano, siempre intuitivamente. De pronto acertó la lotería. Con esa cantidad de dinero instaló un negocio de peluquería en la Capital y se alejó momentáneamente de la música. La retomó, ya como pianista y con algunos estudios, formando un trío con Vicente Loduca en bandoneón y Francisco Canaro en violín, que actuó algún tiempo por la zona de la Boca. Formó luego su propio conjunto, con el que estrenó “Lita”, por mediados de la década del 10.
Y con ello se sacó la grande nuevamente. Contursi, al incorporarle los versos que transformarían a ese tango en “Mi noche triste”, lo puso en el camino de la notoriedad y de la nada desdeñable fuente de ingresos por concepto de derechos de autor.
Siguió dirigiendo su orquesta o alternando como pianista en otras, y también componiendo. Pero sin llegar a los sucesos de aquel tango predestinado. Le pertenecen además estos títulos: “La yerra” (su primera obra, de 1913), “La cotorrita”, “El gorrión”, “Flor de cardo (A ella le gusta)”, “Como brilla”, “Como quiera”, “La mañanita”, “Campero”, “El gaucho [b]”, “El loco de los inventos”, “Nido de amor”, que con algunos otros constituyen su producción puramente instrumental del tiempo ése de “Mi noche triste (Lita)”.
Posteriormente, intentó suerte con otras composiciones cantables que dio a conocer por intermedio del teatro y no consiguieron repercusión, todas compartidas con autores teatrales: “Dolor de ausencia”, con Carlos De Paoli; “El ciruja de Sorrento”, con Juan Andrés Caruso; “Patio olvidado”, con Carlos Cabral y “Chica moderna”, con Enrique Pedro Maroni, además de los otros ya nombrados con Pascual Contursi.
También, arriesgó versificar dos tangos suyos, “Notas lejanas” y “Mi coronel”, con los cuales no pasó nada. Además, entre todas las obras compuestas, sin contar “Mi noche triste”, hay una que tuvo méritos y divulgación aceptables: se trata de “El arroyito”, que llevó versos de Celedonio Flores.
miércoles, 13 de enero de 2016
"DON ROSENDO LUNA"
Enrique Cadícamo
Fue el décimo hijo de una familia de inmigrantes italianos. A los seis años, se trasladaron al barrio porteño de Floresta. A los 18, trabajó en el Consejo Nacional de Educación de Argentina junto con el poeta, periodista y político Leopoldo Lugones.1 A los 26, publicó su primer libro de versos, titulado Canciones grises, cuyos versos muestran influencia del tango, seguido de otros dos poemarios de idéntica tendencia literaria: La luna del bajo fondo (1940) y Viento que lleva y trae (1945). Publicó la novela Café de camareras (1969) y un libro dedicado a uno de sus amigos, El desconocido Juan Carlos Cobián (1972).
El primer tango que escribió fue "Pompas de jabón", con música del pianista y compositor Roberto Emilio Goyeneche o Goyheneche; fue el primero de los que le grabó Carlos Gardel. También fue el autor de "Madame Ivonne", último que Gardel grabó en Argentina, antes de emprender la gira del 6 de noviembre de 1933 en que perdió la vida. A "Pompas de jabón" siguieron otros tangos, 20 de ellos, al menos, grabados por Gardel, de diversa factura.
La letra de otro de sus conocidos tangos, "Anclao en París" fue escrita por Cadícamo en Barcelona, España, en 1931. Se la remitió a Garlos Gardel, que por entonces se hallaba en Niza. Guillermo Barbieri, uno de los guitarristas del cantante, le puso música y Gardel la grabó poco después.
Otro tango, "Tres esquinas" alude al cruce de las calles "Vieytes" y "Osvaldo Cruz", en el barrio de Barracas, en Buenos Aires y al café llamado entonces "Tres esquinas", situado en ese paraje. La letra fue escrita por Cadícamo en 1940, para una música compuesta previamente por el músico y director de orquesta Ángel D’Agostino, quien lo estrenó ese año con la voz de Ángel Vargas, quien cantaba con su orquesta.
"Muñeca brava", tango del repertorio de Carlos Gardel, fue escrito para una música de Luis Visca que había obtenido el 6º premio para tangos sin letra del 5º concurso organizado por el empresario discográfico Max Glucksmann en 1928; "Cruz de palo", grabada por Gardel el 1º de marzo de 1929; "De todo te olvidas", que incorporó versos del poeta Evaristo Carriego y que obtuvo el 1º premio para tangos con letra en el 6º concurso de Max Glücksmann de 1929; “Niebla del Riachuelo”, cantada por Tita Merello en la película “La fuga”, de Luis Saslavsky, y luego interpretada como bolero por diversos intérpretes, "Los mareados", sobre música del tango "Los dopados", de Juan Carlos Cobián y "Garúa” con música de Aníbal Troilo.
Entre muchos galardones que obtuvo durante su carrera se incluye el Premio Konex de Platino en 1985, otorgado por la Fundación Konex, como el mejor Autor de Tango de la década en Argentina, también obtuvo el Konex al Mérito en 1984 en la disciplina Testimonial. Como homenaje a su ya larga trayectoria, el gobierno argentino en 1987 lo declaró Ciudadano Ilustre de Buenos Aires y en 1996 fue distinguído como Personalidad Emérita de la Cultura Argentina. Fallecería de causas naturales, a los 99 años, el 3 de diciembre de 1999.
martes, 12 de enero de 2016
"DELFY"
Enrique Delfino
Pianista, compositor, actor y humorista.
(15 noviembre 1895 - 10 enero 1967)
Fue Delfino un músico de escuela, que agregó a su talento creador una profunda versación en el dominio del piano, de la armonía y del contrapunto. Tuvo el nivel de un concertista.
Es Enrique Delfino, en el año 1920, quien crea el molde musical del tango canción. Reduce a dos partes los tangos musicales —que tenían como norma tres partes— y se pone de acuerdo con el letrista y autor teatral Samuel Linnig para escribir “Milonguita (Esthercita)”, que a mi entender sería el primer tango canción propiamente dicho.
Este tango, posiblemente una de sus obras fundamentales, se estrenó el 12 de mayo de 1920 en el viejo Teatro Opera, en ocasión del sainete de Samuel Linnig y Alberto Weisbach Delikatessen, siendo la actriz María Esther Podestá su primer intérprete.
Los que lo conocieron comentaban que el piano era un apéndice de las manos de Delfino. Renegaba del convencionalismo rítmico del tango milonga escrito en las partituras con el acompañamiento típico de habanera. «El tango no se toca así, hay que escribirlo como suena».
Se quejó de haber sido copiado y así se lo comentó al músico y crítico musical Pompeyo Camps: «Allí tiene mi tango “Araca la cana”, haga la prueba y escriba la melodía al doble de su valor. Camps lo hizo y de su piano surgieron las notas y la melodía del tango de Mariano Mores “Adiós pampa mía”.»
Se ponía irónico con los estilos de Juan D'Arienzo y Rodolfo Biagi, y elogiaba respetuosamente la forma de Osvaldo Fresedo y aceptaba entre los jóvenes a Horacio Salgán y a Astor Piazzolla.
Nació en Buenos Aires a fines de siglo y su primera infancia la pasó en los pasillos del Teatro Politeama, en la esquina de la avenida Corrientes y Paraná. Allí sus padres eran propietarios de la confitería del teatro. Cuando estos advirtieron que el muchacho tenía condiciones para la música lo enviaron a un instituto musical de la ciudad de Turín, Italia.
De regreso y con fuertes inclinaciones a la noche y la bohemia, se fugó a Montevideo donde se quedó durante tres años. Allí comenzó a componer y a actuar, ganándose la vida usando el seudónimo Delfy. Fue humorista, fantasista del piano, hacía reír y cantar al público.
Ya en Buenos Aires, integró el Cuarteto de Maestros con Osvaldo Fresedo, Tito Roccatagliata y Agesilao Ferrazzano.
En 1920, es uno de los integrantes de la Orquesta Típica Select que completaban Fresedo y Rocatagliatta, contratados especialmente para grabar tangos en Estados Unidos para el sello Victor.
También actuó en radio, registró solos de piano en discos Nacional y Víctor, y acompañó en grabaciones a figuras como Sofía Bozán, Azucena Maizani y a otros artistas destacados de la época.
Reverenciaba a Verdi y a Wagner, pero su músico preferido era Puccini. Fue tal su admiración por este compositor que los personajes de su ópera La Bohème reviven en la letra de su tango “Griseta”, que hiciera conjuntamente con José González Castillo.
La línea creadora de Delfino es seguida por otros grandes músicos de la estatura de Juan Carlos Cobián, los hermanos Julio De Caro y Francisco De Caro, Osvaldo Fresedo y Joaquín Mora.
Compuso más de doscientos tangos, escribió música para películas, para numerosas obras de teatro e hizo giras por diversos países de Europa, actuando como excéntrico ejecutante y humorista.
Cuando alguna vez le preguntaron como podían convivir la alegría de sus presentaciones en público con el sentimiento y seriedad de sus composiciones, respondió: «Mis tangos soy yo, así de porteño, de romántico, de nostálgico. El humorista musical es una aptitud artística que poseo, que me condujo a cierta notoriedad y me hizo muy feliz.»
Entre sus tangos más importantes, verdaderos clásicos del género, están: “Re fa si”, “Milonguita (Esthercita)”, “Haragán”, “La copa del olvido”, “Milonguita”, “Bélgica”, “Araca corazón”, “Aquel tapado de armiño”, “Palermo”, “Padrino pelao”, “Otario que andás penando”, “Ventanita florida”, “Lucecitas de mi pueblo”, “Recuerdos de bohemia”, “Santa milonguita”, “Claudinette”, “Padre nuestro” y “Al pie de la Santa Cruz”. Hubo un momento en que todo Buenos Aires cantaba sus melodías, que eran interpretadas por las principales orquestas y cantadas por los mejores vocalistas.
La interpretación de “Milonguita (Esthercita)”, con la voz de Hugo Del Carril, es conmovedora, y qué decir de “Griseta” por Ignacio Corsini, donde el estribillo lo canta íntegramente colocando la voz en falsete.
Si algo evidencia la magnitud de su obra, baste con señalar que Gardel le grabó 26 temas, de los que destacamos:, “Aquel tapado de armiño”, “Araca la cana”, “Dicen que dicen”, “Estampilla”, “Padre nuestro”, “Palermo” y “El rey del cabaret”.
martes, 5 de enero de 2016
"EL RIEL DEL TANGO"
Leo Lipesker
Nombre real: Lipezker, León
Seudónimo/s: Riel
Violinista y compositor
(1 enero 1916 - 1 octubre 1979)
Lugar de nacimiento:
Rosario (Santa Fe) Argentina.
En 1929, a los pocos días de su llegada a Buenos Aires, Leo se sumó a las filas de Pedro Maffia. Junto a éste permaneció siete años, hasta pasar como primer violín a la orquesta de Miguel Caló, que ya anticipaba la evolución instrumental de los 40.
En la década de los 50, más exactamente entre 1953 y 1955, se convirtió en pieza fundamental de la orquesta de Roberto Caló. Horacio Ferrer destaca en El Libro del Tango, los solos de Leo en “La cachila”, de Eduardo Arolas y en “En fa menor”, de Osvaldo Tarantino, en grabaciones de Caló para el sello Orfeo.
Aunque sin descollar por su técnica, Leo sobresalía por su gusto para expresar el tango, con un estilo cadencioso, doliente, emparentado con los de José Nieso, Raúl Kaplún y Mauricio Mise, definiendo entre todos ellos lo que ha sido la escuela violinística judía dentro del tango.
Adentrándose ya en el vanguardismo, Leo constituyó en 1958 el cuarteto Los Notables del Tango, con el pianista Manuel Flores (para grabar “Ciudad dormida” lo reemplazó Osvaldo Berlingieri), el fuelle de Leopoldo Federico y el contrabajo de Omar Murtagh. De aquella experiencia quedó un disco con cuatro tangos.
Yendo aun más lejos, creó en 1961, el Primer Cuarteto de Cámara del Tango, con arreglos de Pascual Mamone. En violín, Leo y Hugo Baralis; Mario Lalli (viola) y José Bragato (violoncello). Gracias a ese cuarteto, que alcanzó a grabar dos larga duración, Mamone volvió a la música, que había abandonado para convertirse en visitador médico tras una frustrante experiencia con la grabadora Philips. Lipesker conocía bien las aptitudes de Mamone porque éste había escrito arreglos para Korn.
Leo formó, posteriormente, un sexteto con Osvaldo Requena (piano), Daniel Lomuto y Armando Calderaro —Pajarito— (bandoneones) y Leo y Mauricio Misé (violines). El conjunto alcanzó a grabar un disco larga duración.
Estuvo vinculado a Alejandro Romay, con quien había creado Grandes Valores del Tango, un programa de amplia audiencia que se emitía por Radio Libertad. Aquel vínculo dio lugar a la composición de tangos del todo olvidables, como “Todo es amor”, “Por este amor” y “Puede ser que no te rías”, que Leo firmó con el seudónimo Riel, al igual que una larga serie de piezas intrascendentes con otros letristas, entre ellos, insólitamente, encontramos a Héctor Stamponi versificando “Tuyo es mi corazón”, de 1964.
Pese a su pobreza, esos tangos eran editados por Julio Korn e incluidos poco menos que obligadamente en su repertorio por varios intérpretes, que incluso los grababan. Ese andamiaje comercial, que fabricaba presuntos éxitos, aceleró la decadencia del tango. Sus primeras víctimas fueron los auténticos artistas del género.
sábado, 2 de enero de 2016
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